Todo empezó porque la historia “oficial” ha sido un discurso de exclusión, enmarcado en una colección de datos esgrimidos de manera lineal cuando se refiere a la cotidianidad femenina. Todo empezó porque necesitaba interpelar al pasado, desautorizar al canon, romper los ojos de la autoridad masculina, subvertir ese relato oblicuo, tangencial, a veces, privilegiado para ellos, con comentarios que no se discutían en torno a los entramados de sus míticos artificios intelectuales. Todo empezó porque quería arrojar luz, hallar otros imaginarios, resolver el decir de la compleja historia palimpséstica que nos contaban; saber dónde estaban los antecedentes, desmoronar las artimañas de los que nos presentaban de manera fragmentada. Todo empezó porque no creí nacer para que me aislaran en una zona de silencio, ni me mutilaran las cuerdas vocales de la garganta para que no pudiera discutir, o cuestionar al poder.
Todo empezó porque la historia “oficial” siempre ha sido una historia que conspira contra nosotras, que no es confiable. Se traza con la perversión de los relatos. De un plumazo se dice y se desdice cuando se hace des-creíble. Hurgar en la historia fue una decisión temeraria de mi parte, puesto que tenía necesidad de entender y vigilar por qué se manejaba como una patente de corso. Se dibujaba, se desdibujaba, pero no había una relación multivocal, ni multidialógica con la exclusión nuestra, con la esclavitud a no enfrentar a los amos de la historia. Recordaba que, las mujeres hemos sido procesadas, acusadas, quemadas, mutiladas por querer desentrañar los enigmas de la escritura. Los gobiernos civiles, políticos, militares y eclesiásticos nos han arrojado a no tener lectores ni ser lectoras de ese espacio-temporal que hemos habitado. La Historia es como una semilla: fascina, pero también se falsifica; se hace ficticia, diversa, racial, misógina, excluyente, opresiva, colonial o académica.
La Historia que cuento no pertenece a ninguna de estas esferas. Es la Historia en contrapunto la que hago, y pretendo hacer surgir del único bastión en que existo: la literatura. ¿A cuántas mujeres se les ha dado muerte desde el imaginario cultural del Estado machista? ¿A cuántas se arrojó al vacío, sin crónicas, sin un ámbito donde se pudieran comprender sus acciones, al negarle que se narre los avatares desde los cuales subvirtieron el orden?
Subvertir el orden, es lo que debemos enfatizar, y es, porque tiene igual significado que subvertir a la autoridad. A las mujeres el Estado patriarcal aun pretende negarle la capacidad de ser una lectora-crítica, puesto que la noción de poder aquí –en República Dominicana- se funda en socavar la experiencia de discernir, de reflexionar sin obedecer las relaciones-de-fuerza que se enfatiza como sumisión.
Es necesario que nosotras cuestionemos la autoridad de la Historia, que tiene como sinónimo exclusión. No obstante, hay páginas escritas porotras que se hacen cómplices de los otros, y que son un producto ideológico en el cual esas otras también se erigen en cómplices de la historia “oficial”. Éstas también se han negado a asignarle un signo a sus iguales. Se postran a los valores sociales que el sistema político le pide legitimar, porque tienen que coaccionar en función de esa autoridad que ellas también legitiman. Con raras excepciones, las mujeres que “llegan” al poder político tradicional, al Estado, no entran en confrontación con los códigos coercitivos de ese “autor supremo” del orden:
Todo empezó porque no es “verosímil” la historia, esa novelesca crónica fundada por lo que tuvieron urgencia de vencer y sentirse vencedores; esa historia que le teme a exorcizar a los demonios, que la hacen apoteosis, encarnación de “lo que es”, de lo que debemos aceptar que es, que fue, sin pies de barro. Todos los lectores de la historia “oficial” han sido sometidos al juego de los textos híbridos, a cargar con una saga de episodios que no se reescriben. ¿Por qué no se reescriben?-Porque tienen en estado de secuestro a las fuentes, a las pruebas originales, porque entre los que historiarizan también está presente el canibalismo de distorsionar, de quitarle efecto real al asunto.
La historia “oficial” tiene sus bufones que posibilitan que no se abran las heridas; esas heridas del pasado que no quieren que tengan cita conocida con el presente. Hay aquí una comunidad de quienes no quieren que se abran las heridas, de que la sangre anónima brote, de que la sangre conocida nos manche. Esa es la historia tradicional, la que ha entrampado la Historia de las mujeres, la que se ha articulado sin un discurso metahistórico, la que se nutre del olvido, la que no acepta las revueltas de las ideas, la que pretende que el mito se haga una docilidad de encantos a perpetuidad en lo colectivo, la que manda a narrar el bloque dominante, la que no admite cambios, ni representatividades adicionales, la que no se retroalimenta de otras perspectivas.
Esa historia es la que hay que desmentir, romper, subvertir, no admitirle excusas. Esa historia es la que ha borrado todo vestigio nuestro, que nos lanzó al olvido, que ha sido sofisticada; es la historia fantasmal, que le teme a las mujeres, inflexible, que hay que enfrentar, de la cual hay que desfameliarizarse, al igual que de sus repertorios. Es la historia canalla, la que nos ha hecho padecer los atropellos a la memoria, que sobrevive por el Estado patriarcal, que encubre todo aquello, y a aquellas que no sean “viriles”. Es la historia que no quiere enfrentarse a posiciones controvertibles, que huye a las muchas cruces de objeción, que está encerrada en el círculo de las bastardías. Descubrir, desnudar, aniquilar esa historia es la cuestión ahora de la Historia humana.
Víctimas de sea ignominiosa historia han sido Las Sufragistas. Enterradas en el silencio, cubiertas de polvo sus memorias, suprimidas de los textos que escriben las otras y los otros del sistema, porque todo aquí se hace personal o familiar. Las clases económicas, las clases sociales, y las clases políticamente dominantes, se han hecho del botín de la historia, y solo vinculan a ella, a quienes no les atraviesan los corazones, en razón de la justicia. Son estas clases las que han estratificado el pasado, y han cometido el genocidio de hacer una historia orgánica, a imagen y semejanza de sus intereses. Esa historia es la que nos ha convertido como Nación –ahora-, en un conglomerado sin rumbo, asfixiado, derrotado por la letal manipulación mediática del poder. Es esa historia la que ha creado su propia crisis de autoridad, y la crisis de la autoridad del orden, que se resiste ferozmente a todo cuestionamiento, que no desea polémica, ni polemistas a su lado, ni que escudriñen sus accidentadas fachadas y máscaras, ni que se filtren otras “verdades”.Sin embargo, ha llegado el momento, ya se aproxima -como lo he compartido en múltiples conversaciones con la profesora Elvira Margarita Lora y la cineasta Martha María Checo Mieses- en que se derrumben esas identidades construidas al sujeto femenino; ha llegado el momento que se produzca una contrarepresentación de lo cosificado en las memorias. Nosotras tres (Martha, Elvira, y quien escribe) hemos convenido que es así, y por ello hemos traído a Las Sufragistas al presente, la hemos liberado de ese mundo aislado y opresivo en el cual estuvieron. Es una promesa hecha a nosotras mismas, a las que no están, y a las actuales que no quieren vivir en la apariencia risueña de que “todo está bien” o ungidas -para ser “aceptadas” en el mundo- por el canon de los que “oficializan” las vidas de los vivos y de los muertos.
La Historia de Las Sufragistas es por igual nuestra Historia. Nosotras estamos atrincheradas para no ser minorías oprimidas por la ideologización patriarcal. Nuestra existencia no tiene carencias de afirmaciones. Somos y estamos vinculadas por las miradas; por miradas que son anteriores a las nuestras, la de Las Sufragistas.
LAS SUFRAGISTAS DE LAA A LAZ
[A]
ABIGAIL MEJÍA
ABIGAIL COISCOU PIMENTELACACIA DE REYES
ADELINA H. DE HERRERO
AGUEDITA FÉLIX
AÍDA RODRÍGUEZ P.
AÍDA TAVÁREZ
ALEYDA PERDOMO
ALICIA RAMÓN D.
ALTAGRACIA DE DRAIBY
ALTAGRACIA [TATÁ] DEL MONTE DE GAUTREAUX
ALTRAGRACIA OLMOS
ALTAGRACIA [TATÁ] PERDOMO
ALTAGRACIA PIMENTEL
ALTAGRACIA TRONCOSO S.
ALTAGRACIA RUÍZ DE NOBOA
AMADA NIVAR DE PITTALUGA
AMALIA AYBAR VDA. DESANGLES
AMALIA MIESES G.AMINTA DE FRÍAS
AMÉRICA CABRAL
AMÉRICA PIÑA
AMPARO ROLDÁN
ANA ANGÉLICA BILLINI
ANA J. BOURGET
ANA JOSEFA JIMÉNEZ
ANA JOSEFA PUELLO
ANA LUISA AQUINO
ANA TERESA PARADAS
ANA PATRIA BÁEZ
ANA ROSA CABRAL
ANDREA MORATÓ DE EGEA
ÁNGELA M. DE LOS SANTOS NOBOA
ANGÉLICA ABREU DE BÉNITEZ
ANGELINA B. DE HERRERAANTERA DE LOCKWARD
ARGENTINA MONTÁS
ARMIDA GARCÍA DE CONTRERAS
ATALA CABRAL
ATALA GUERRA
ATENAS RICHIEZ
AUREA BLANDINO
AYDA CARTAGENA PORTALATÍN
AYDA M. TAVAREZ
[B]
BENZ DE JIMÉNEZ
BLANCA FRÍAS
BLANCA MEJÍA DE DUELO
BLANCA ORTORI
[C]CARBONEL DE PEREYRA
CARMEN ELENA GALVÁN
CARMEN DE FIGUEREO
CARMEN ELOÍSA RAVELO DE LA FUENTE
CARMEN GONZÁLEZ DE PEYNADO
CARMEN LARA FERNÁNDEZ
CARMEN RODRÍGUEZ D.
CARMELA VDA. SÁNCHEZ
CARMELITA S. DE ACEVEDO
CARMENCITA GONZÁLEZ
CARMITA LANDESTOY
CASIMIRA HEUREAUX
CEFARINA AQUINO
CELESTE A. CABRAL
CELESTE RAMÍREZ
CELESTE WOSS Y GILCELESTINA PAVÓN
CLARA SACO
CLEMENTINA HENRÍQUEZ
CLOTILDE SALAZAR
CONCEPCIÓN GÓMEZ
CONSUELO ALMÓDOVAR
CONSUELO BERNARDINO
CONSUELO G. DE IMBERT
CONSUELO GONZÁLEZ SUERO
CONSUELO MIESES
CONSUELO MONTALVO DE FRÍAS
CONSUELO MUÑIZ DE MOLINUEVO
CONSUELO NIVAR
CONSUELO RAMÍREZ
CRISTINA CALDERÓN
CRUZ PEÑA
[CH]
CHANA DE HENRÍQUEZ
[D]
DALILA PEÑA
DELIA WEBER
DELMIRA PAPPATERRA
DELTA GUTIÉRREZ
DOLORES ALARDO DE MORILLO
DOLORES BERNAL DE BRACHE
DOLORES BOBADILLA
DOLORES [LOLITA] PATIÑO DE GÓMEZ
DORA E. VÁSQUEZ
[E]ELERCIA MORALES
ELILA MENA
ELOÍSA L. HEREDIA C.
ELPIDIA GAUTIER
EMILIA MARTÍNEZ
ENCARNACIÓN C. DE CASTILLO
ENRIQUETA T. LAMARCHE
ERCILIA O. VDA. PASTOR
ERCILIA PEPÍN
ERNESTINA PEGUERO
ESTELA DE CASTRO
ESTELA HEREDIA
EVA MARÍA PELLERANO
EVANGELINA RODRÍGUEZ
EULALIA DURÁN DE HERNANDO
[F]
FELICITA GUZMÁN
FELICITA MARTÍNEZ
FLÉRIDA GARCÍA HENRÍQUEZ DE NOLASCO
FLÉRIDA M. SOTO
FLORALBA BENCOSME
FLOR DE MARÍA DE ÁVILA
FLOR DE MARÍA PELLERANO
FLOR DE ORO DEL CASTILLO
FLORIPE MIESES VDA. CARBONEL
[G]
GENARITA CAVALLO
GENOVEVA M. LARA
GLADYS DE LOS SANTOS NOBOA
GLADYS NIVAR LEÓN
GLORIA LEDESMAGLORIA G. DE RODRÍGUEZ
GRACIELA REY
GRACIOSA CABRAL
[H]
HADALINDA SÁNCHEZ
HEMMA APONTE
[I]
INOCENCIA MOTA M.
IRIS RUIZ DE NADAL
ISABEL AMECHEZURRA DE PELLERANO
ISABEL DE CASTRO
ISABEL EMILIA MOREL DE GOICO
ISABEL GILBERT
ISABEL L. CUELLO
ISABEL MAYERISABEL VALVERDE
[J]
JOSEFA AMIAMA
JOSEFA GARNES
JOSEFA HEREDIA
JOSEFA HERNÁNDEZ
JOSEFA OCTAVIA [LOLI] M. [MORETA] DE PERDOMO
JOSEFA SÁNCHEZ DE GÓNZALEZ
JOSEFINA [FIFA] MASCARÓ
JUANA A. REGALADO
JUANA GÓMEZ DE DURÁN
JUANA SANTOS
JUANITA PICHARDO ARISTAZÁBAL
JUSTA M. COLÓN
[L]LAURA GERALDINO
LEONOR MARTÍNEZ
LEONOR M. FELTZ
LIDIA MENA
LIVIA VELOZ
LOLITA MARTÍNEZ
LUISA FÉLIX
LUISA GARCÍA OBREGÓN
LUISA JIMÉNEZ DE CASADO
LUISA PUELLO
LUZ E. DE QUEZADA
LUZ M. MAINARDI
LUZ TOLENTINO
[M]
MARGARITA DE MEARSMARGARITA DESCHAMPS
MARGARITA [MARGOT] M. DE GILBERT
MARGARITA PEYNADO
MARÍA C. DE PICHARDO
MARÍA LLADÓ DE TIÓ
MARÍA DUVAL
MARÍA ENCARNACIÓN
MARÍA ESTELA SALAZAR
MARÍA JOSEFA GÓMEZ
MARÍA ISMENA CASTILLO
MARÍA LÓPEZ
MARÍA LUISA ALEMANY
MARÍA PATÍN PICHARDO
MARÍA PERALTA MOYA
MARÍA RODRÍGUEZ
MARÍA S. COLLADOMARÍA SOLER
MARÍA V. DE LA CRUZ
MARICUSA MERCADO
MARINA COISCOU PIMENTEL
MARTHA MARÍA LAMARCHE
MELANIA THEVENIN
MÉLIDA MORALES VDA. DEL CASTILLO
MERCEDES BATISTA
MERCEDES CLOTILDE SALAZAR
MERCEDES DE CASTRO
MERCEDES DE SANTAMARÍA
MERCEDES LAURA AGUIAR
MERCEDES LUISA VDA. RÍOS
MERCEDES M. AMIAMA BLANDINO
MERCEDES ROJAS
MERCEDES SÁNCHEZ
MERCEDES SANTAMARÍAMERCEDES SOTO
MERCEDES TEJADA DE VENTURA
MERCEDES YUQUET
MICAELA ECHENIQUE VDA. GARCÍA
MILADY FÉLIX MIRANDA
MINERVA BERNARDINO
[N]
NIEVES DE PEREYRA
NINÓN LAPEIRETA PICHARDO
[O]
OFELIA MEJÍA
OFELIA VELOZ
OLIVA PICHARDO DEL CAMPO
ONANEY SÁNCHEZ DE GUERRAONEI MAÑÓN
ORFELINA VICENS DE LEÓN
OZEMA DE VELOZ
[P]
PATRIA MELLA DELMONTE
PAQUITA HERRERO
PAQUITA MARTÍNEZ
PETRONILA ANGÉLICA GÓMEZ
PILAR CONSTANZO DE MAÑÓN
PILAR GÓMEZ
POUPPÉ SOLER DE MOLINARE
PROVIDENCIA FANDUIZ
PURA PELLERANO A.
[R]
RAFAELA A. LUNARAMONA S. DE LÓPEZ
RHINA ESPAILLAT
ROSA A. ABAD
ROSA AURORA MIRANDA
ROSA CELIA DELMONTE
ROSA OLIVA CADET
ROSARIO RODRÍGUEZ
ROSA SMESTER
ROSITA TAVÁREZ
[S]
SEBASTIANA SEPÚLVEDA
SERVIA RUIZ DE RODRÍGUEZ
SILVERIA RODRÍGUEZ CASTELLANOS
SOFÍA OLIVA
[T]
THELMA DE HERNÁNDEZ DE FRANCO
THELMA FRÍAS DE MONTALVO
[V]
VICTORIA DE CASTRO
VICTORIA SOFÍA OLIVA
VIOLETA RAMÍREZ
VIRGINIA DE RODRÍGUEZ
[Z]
ZAIDA MONTÁS