12 consejos para criar niños honestos

Los padres califican la honestidad como la cualidad que más desean enseñar a sus hijos. Le pedimos a los expertos su mejor consejo sobre cómo criar niños honestos.

Prepárate para la dura realidad: todos los niños mienten. Lo hacen por muchas de las mismas razones por las cuales lo hacen los adultos: para evitar meterse en problemas, para evitar herir los sentimientos de otra persona, para quedar mejor ellos mismos. La capacidad para decir mentiras se desarrolla temprano, incluso en niños de 2 años y medio, y es una etapa normal e importante del desarrollo cognitivo y social de los niños. Para la edad de 4 años, todos los niños mienten; para la edad de 6 años, algunos cálculos indican que los niños mienten hasta una vez por hora. (Y si estás pensando, “¡Mi hijo no!”, ten en cuenta que la investigación muestra que los padres no son muy hábiles determinando si su hijo está diciendo o no una mentira).

¿Cómo puedes hacerle ver a tu hijo de edad preescolar la diferencia entre la verdad y las mentiras que te dice acerca de su día? ¿O enseñarle a tu hijo de escuela primaria que es mejor sincerarse sobre un error cometido? ¿O hacer que tu adolescente sea honesto contigo acerca de dónde estuvo el viernes por la noche? Preguntamos a los expertos, investigadores, especialistas en desarrollo del niño y psicólogos, por sus consejos sobre cómo enseñarle a los niños el valor de la honestidad en cada etapa.

  1. Da el ejemplo

    Parece obvio, pero si no quieres que tu hijo te mienta, no le mientas a él y no dejes que te escuche diciendo mentiras. “Una cosa es decirle a los niños que la honestidad es importante, pero si te ven mintiendo, esto envía un mensaje contradictorio”, dice Victoria Talwar, profesora asociada del Departamento de Psicología Educativa y Orientación de la Universidad McGill en Montreal y líder de investigación sobre los niños y las mentiras.

    Claro que es más fácil decir: “no tenemos tiempo”, que explicarle a tu hijo que no puede comerse un helado porque ya se comió un dulce ese día o porque pronto será la hora de la cena. O decir: “está bien”, en lugar de explicar que lo que la persona dijo fue frustrante. Pero, con el tiempo, las llamadas “mentiras blancas” le enseñan a tu hijo que la deshonestidad está bien en algunas situaciones, y deja a su interpretación cuáles son esas situaciones. Si deseas que tu hijo crezca con la creencia de que la honestidad es el mejor principio, haz lo mejor que puedas para vivir también según ese credo.

  2. No lo engañes

    Particularmente para los niños en edad preescolar, una forma de desalentar las mentiras es simplemente no alentarlos a decirlas. Cuando ves a tu hijo con un labio manchado de jugo y una botella volcada sobre la mesa, no hay necesidad de preguntar: “¿Derramaste este jugo?”. Los niños de esta edad mentirán para evitar meterse en problemas, dice el Dr. Peter Stavinoha, neuropsicólogo clínico del Centro de Psiquiatría Pediátrica en el Centro Médico para Niños de Dallas. “Si sabes que lo hizo, no preguntes. Si preguntas, le estás dando la opción de mentir. Así que él miente, y luego te molestas por eso, y ahora tenemos dos problemas donde solo existía uno”, dice Stavinoha.

    En su lugar, di: “Parece que derramaste algo de jugo. Vamos a limpiarlo juntos”. Esto los mantiene a ambos centrados en el asunto práctico. Y si no estás segura de quién rompió el jarrón, o cuál hermano está mintiendo acerca de esto, Stavinoha dice que vayas directo a la consecuencia. “No te ocupes de la pregunta de si se rompió o quién lo rompió. Concéntrate en lo que deseas lograr. ‘Tenemos un desastre aquí. Les estoy pidiendo a los dos que lo limpien’. Así, les estás mostrando que no hay una consecuencia positiva por negar la responsabilidad”.

  3. El poder de las historias positivas

    En un estudio conducido por la Universidad de Toronto, el psicólogo Kang Lee y otros investigadores incluyendo a Talwar, encontraron que los niños entre 3 y 7 años que habían escuchado el cuento de George Washington y el Cerezo, que ilustra una consecuencia positiva de la honestidad (George es elogiado por decir la verdad), tenían mucha más posibilidad de decir la verdad que los niños que habían escuchado el cuento Pedro y el lobo, que ilustra una consecuencia negativa de mentir (el pastor repetidamente pide ayuda como una broma, pero cuando realmente necesita ayuda, nadie acude a su rescate).

    “Decimos que mentir es malo, pero no resaltamos el comportamiento alternativo. Los niños necesitan ejemplos sobre cómo comportarse en situaciones en las cuales mentir podría ser más fácil, también necesitan historias que muestran cómo ser honesto”, dice Talwar. Para los niños mayores, hablar acerca de la honestidad de los personajes en los libros que están leyendo puede provocar un debate inspirador e instructivo.

  4. Usa las promesas

    Si necesitas una respuesta directa acerca de algo que te preocupa, tal como un incidente en la escuela, pedirle a tu hijo que prometa decirte la verdad antes de hacerle una pregunta aumenta las posibilidades de que lo haga, sugiere el estudio. Pero, ten en cuenta que esta estrategia no es una garantía y se debe usar de manera limitada para que no la desgastes. “No debes usarla demasiado o puede perder su eficacia”, dice Angela Crossman, profesora y presidenta del Departamento de Psicología del John Jay College de Justicia Criminal en City University of New York. Y las promesas tienden a sentirse como algo obligatorio para los niños menores, menciona Talwar.

  5. Hazle saber que te hace feliz cuando dice la verdad

    Los niños pequeños, menores de 8 años, se sienten muy motivados por complacer a las figuras de autoridad, dice Talwar. Su investigación muestra que decirle a los niños que te sentirás feliz si ellos dicen la verdad incrementa la posibilidad de que sean honestos contigo. Ella observa que los niños mayores y los adolescentes tienden a preocuparse un poco menos sobre complacer a las figuras de autoridad y más acerca de su propio sentido interno de lo que es correcto. (Otro estudio encontró que decirle a niños de entre 9 y 11 años que se sentirían bien con ellos mismos si decían la verdad disminuyó las posibilidades de que mintieran). En todas las edades, busca oportunidades para hacer que tu hijo se sienta bien al ser confiable.

  6. Ser honesto y amable a la vez

    Los niños aprenden desde muy pequeños a mentir (de sus padres), ya sea por cortesía o para evitar herir los sentimientos de alguien. “Gracias, este libro se ve increíble” en lugar de “ya tengo este libro”, o “no puedo jugar porque estoy ocupado” en lugar de “no me gusta jugar contigo”. Los investigadores llaman a estas mentiras “prosociales” porque suavizan nuestras interacciones con otros. Pero ser honesto no tiene que ser igual a ser rudo o hiriente. La clave, dice Talwar, es equilibrar la honestidad con la consideración por los sentimientos de la otra persona. “Queremos enseñar a nuestros hijos a ser honestos, pero también queremos enseñarles a ser amables. Necesitamos enseñar la honestidad en una forma que potencialmente ayude a los demás, en lugar de, quizás, herir a otros”, dice Talwar. En el caso del libro, esto significaría decir que es un autor que le gusta, o expresar aprecio porque la persona se esforzó en complacerlo.

  7. No premies la mentira

    Cuando tu hijo miente, hay un motivo: está buscando algo. Y si lo consigue, eso puede reforzar la mentira como una estrategia efectiva. Así que, si observas que tu hijo pequeño siempre inventa una historia de que se lastimó en la escuela tan pronto como tu hijo mayor empieza a contarte acerca de su día, podría ser un comportamiento para llamar la atención. “Cuando un niño miente, averigua qué dinámica puede estar detrás de ello”, sugiere Crossman. ¿Existe alguna forma de ignorar la mentira para que no sea recompensado?

    ¿Puede conseguir lo que desea de alguna otra forma?

  8. Muéstrale que aprecias su honestidad

    Con frecuencia atrapamos a los niños diciendo mentiras, dice Talwar, pero si queremos enseñarles a valorar la honestidad, necesitamos buscar oportunidades para reconocer cuando dicen la verdad, especialmente en situaciones en las cuales podría ser más fácil para ellos mentir. Cuando tu hijo te dice la verdad sobre algo que ha hecho, tómate un momento para mostrar que aprecias su honestidad diciendo: “Me encanta que digas la verdad”.

  9. La mentira como medida de protección

    En entornos en los cuales los castigos son repartidos con dureza y arbitrariamente, la investigación muestra que los niños aprenden a mentir antes y con más habilidad que sus contrapartes en entornos menos represivos. Eso no significa que no debes imponer disciplina, pero en una atmósfera con un enfoque represivo y autoritario, desarrollar la capacidad para mentir puede verse como una medida de protección.

    “Una cosa que los padres pueden hacer es simplemente no tener una gran reacción emocional. Mientras más explosivo sea un progenitor, más atemorizado se vuelve el niño, y más posibilidad tiene de mentir. Simplemente permanecer calmado y apegarte a los hechos que has observado es una forma de hacer que los niños digan la verdad”, dice Stavinoha.

  10. Tengan más conversaciones

    Mientras más abierta y comunicativa sea la relación entre padres y adolescentes más efectiva es, dice el Dr. John Duffy, psicólogo clínico y autor del exitoso libro The Available Parent: Radical Optimism for Raising Teens and Tweens. “Eso significa conversar más y dar menos sermones”. Cuando los enfrentamientos ocurren, esperar a que la situación se calme y acercarte a tu hijo adolescente de forma tranquila siempre va a producir un resultado más positivo, dice él. Y cuando se trata de criar a adolescentes honestos, él recomienda hablar de los problemas de la honestidad y la mentira abiertamente con tu hijo. “En este sentido, puedes decir algo como ‘queremos que te sientas libre de ser honesto con nosotros, sin importar lo que tengas que decir’. Los adolescentes responden bien a este tipo de comunicación, ¡pero los padres tienen que estar preparados para la honestidad!”.

  11. Fija reglas claras

    Noventa y ocho por ciento de los adolescentes en el mundo le mienten a sus padres. Esta es la conclusión de la Dra. Nancy Darling, profesora y presidenta del Departamento de Psicología en Oberlin College, que ha investigado la honestidad en adolescentes durante dos décadas. Darling dice que fijar reglas claras es importante para cultivar una relación honesta con los adolescentes y que ser estricto está bien. Sin embargo, dice ella, es esencial que los padres emparejen esto con ser emocionalmente cálidos, abiertos y tengan la capacidad de aceptación, para que los adolescentes no piensen que serán castigados de forma dura e injusta.

    “Si equilibras estos dos aspectos de la crianza de forma clara, tu hijo adolescente tendrá más posibilidad de pedir tu permiso y más posibilidad de confesarse si ha roto alguna norma. Necesita respetarte y creer que serás afectuoso, lo aceptarás y no lo castigarás”, dice ella. “Si los niños creen que tú tienes el derecho a establecer las normas, pero te respetan, tienen más posibilidad de ser honestos; pero, aún así, querrán discutir contigo acerca de lo que es seguro y lo que deberían tener permitido hacer”.

  12. Respeta su espacio

    Respetar el deseo natural de privacidad de los adolescentes puede alentar a que sean honestos, dice Darling. “No debes involucrarte en sus asuntos más de lo necesario”, advierte ella. “Pregunta solo la información que necesitas. Si haces eso, posiblemente ellos te darán información adicional”. Por ejemplo, necesitas saber que tu hijo estaba seguro en la casa de un amigo la noche del viernes; no necesitas saber de qué hablaron entre ellos. Involucrarse demasiado es hacer que los adolescentes se rebelen poniendo barreras o mintiendo, dice Darling. Así que entérate de lo que necesites saber, y si todavía calla como una tumba, simplemente explica: “Tú no quieres que me meta en tus asuntos, y yo no me quiero meter en tus asuntos, pero tengo que saber por qué…” y dile por qué necesitas una respuesta honesta.

    Fuente: https://www.greatschools.org/

Cómo reconocer los síntomas de la ansiedad

Descripción general

Sentir ansiedad de modo ocasional es una parte normal de la vida. Sin embargo, las personas con trastornos de ansiedad con frecuencia tienen preocupaciones y miedos intensos, excesivos y persistentes sobre situaciones diarias. Con frecuencia, en los trastornos de ansiedad se dan episodios repetidos de sentimientos repentinos de ansiedad intensa y miedo o terror que alcanzan un máximo en una cuestión de minutos (ataques de pánico).

Estos sentimientos de ansiedad y pánico interfieren con las actividades diarias, son difíciles de controlar, son desproporcionados en comparación con el peligro real y pueden durar un largo tiempo. Con el propósito de prevenir estos sentimientos, puede suceder que evites ciertos lugares o situaciones. Los síntomas pueden empezar en la infancia o la adolescencia y continuar hasta la edad adulta.

Algunos ejemplos del trastorno de ansiedad son: trastorno de ansiedad generalizada, trastorno de ansiedad social (fobia social), fobias específicas y trastorno de ansiedad por separación. Puedes tener más de un trastorno de ansiedad. A veces, la ansiedad surge de una enfermedad que requiere tratamiento.

Cualquiera sea el tipo de ansiedad que padezcas, un tratamiento puede ayudar.

Síntomas

Los signos y síntomas de la ansiedad más comunes incluyen los siguientes:

  • Sensación de nerviosismo, agitación o tensión
  • Sensación de peligro inminente, pánico o catástrofe
  • Aumento del ritmo cardíaco
  • Respiración acelerada (hiperventilación)
  • Sudoración
  • Temblores
  • Sensación de debilidad o cansancio
  • Problemas para concentrarse o para pensar en otra cosa que no sea la preocupación actual
  • Tener problemas para conciliar el sueño
  • Padecer problemas gastrointestinales (GI)
  • Tener dificultades para controlar las preocupaciones
  • Tener la necesidad de evitar las situaciones que generan ansiedad

Existen varios tipos de trastornos de ansiedad:

  • La agorafobia es un tipo de trastorno de ansiedad en el que temes a lugares y situaciones que pueden causarte pánico o hacerte sentir atrapado, indefenso o avergonzado y a menudo intentas evitarlos.
  • El trastorno de ansiedad debido a una enfermedad incluye síntomas de ansiedad o pánico intensos que son directamente causados por un problema de salud físico.
  • El trastorno de ansiedad generalizada se caracteriza por una ansiedad y una preocupación persistentes y excesivas por actividades o eventos, incluso asuntos comunes de rutina. La preocupación es desproporcionada con respecto a la situación actual, es difícil de controlar y afecta la forma en que te sientes físicamente. A menudo sucede junto con otros trastornos de ansiedad o con la depresión.
  • El trastorno de pánico implica episodios repetidos de sensaciones repentinas de ansiedad y miedo o terror intensos que alcanzan un nivel máximo en minutos (ataques de pánico). Puedes tener sensaciones de una catástrofe inminente, dificultad para respirar, dolor en el pecho o latidos rápidos, fuertes o como aleteos (palpitaciones cardíacas). Estos ataques de pánico pueden provocar que a la persona le preocupe que sucedan de nuevo o que evite situaciones en las que han sucedido.
  • El mutismo selectivo es una incapacidad constante que tienen los niños para hablar en ciertas situaciones, como en la escuela, incluso cuando pueden hablar en otras situaciones, como en el hogar con miembros cercanos de la familia. Esto puede afectar el desempeño en la escuela, el trabajo o en la sociedad.
  • El trastorno de ansiedad por separación es un trastorno de la niñez que se caracteriza por una ansiedad que es excesiva para el nivel de desarrollo del niño y que se relaciona con la separación de los padres u otras personas que cumplen una función paternal.
  • El trastorno de ansiedad social (fobia social) implica altos niveles de ansiedad, miedo o rechazo a situaciones sociales debido a sentimientos de vergüenza, inseguridad y preocupación por ser juzgado o percibido de manera negativa por otras personas.
  • Las fobias específicas se caracterizan por una notable ansiedad cuando la persona se ve expuesta a un objeto o situación específicos, y un deseo por evitarlos. En algunas personas, las fobias provocan ataques de pánico.
  • El trastorno de ansiedad inducido por sustancias se caracteriza por síntomas de ansiedad o pánico intensos que son el resultado directo del uso indebido de drogas, como tomar medicamentos, estar expuesto a una sustancia tóxica o tener abstinencia a causa de las drogas.
  • Otro trastorno de ansiedad específico y no específico es un término para la ansiedad y las fobias que no cumplen con los criterios exactos para algún otro trastorno de ansiedad pero que son lo suficientemente relevantes para ser alarmantes y perturbadores.

Cuándo consultar al médico

Consulta con el médico en los siguientes casos:

  • Sientes que te estás preocupando demasiado y que esto interfiere en tu trabajo, tus relaciones y otros aspectos de tu vida
  • Tu miedo, tu preocupación o tu ansiedad te causan malestar y te resulta difícil controlarlos
  • Te sientes deprimido, tienes problemas con el consumo de alcohol o drogas, o tienes otros problemas de salud mental junto con ansiedad
  • Piensas que tu ansiedad podría estar vinculada a un problema de salud física
  • Tienes pensamientos o conductas suicidas (de ser así, procura tratamiento de urgencia inmediatamente)

Es posible que tus preocupaciones no se vayan por sí solas y que empeoren con el paso del tiempo si no procuras ayuda. Visita a tu médico o a un profesional de salud mental antes de que tu ansiedad empeore. Es más fácil tratarla si obtienes ayuda pronto.

Causas

No está del todo claro cuáles son las causas de los trastornos de ansiedad. Ciertas experiencias de vida, como acontecimientos traumáticos, parecen provocar los trastornos de ansiedad en personas que ya son propensas a la ansiedad. Los rasgos heredados también pueden ser un factor.

Causas médicas

Para algunas personas, la ansiedad puede estar relacionada con un problema de salud oculto. En algunos casos, los signos y síntomas de ansiedad son los primeros indicadores de una enfermedad. Si el médico sospecha que la ansiedad que tienes puede tener una causa médica, quizás te indique análisis para buscar los signos del problema.

Algunos ejemplos de problemas médicos que pueden estar relacionados con la ansiedad incluyen los siguientes:

  • Enfermedad cardíaca
  • Diabetes
  • Problemas de tiroides, como el hipertiroidismo
  • Trastornos respiratorios, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o el asma
  • Uso inadecuado de sustancias o abstinencia
  • Abstinencia del alcohol, de medicamentos contra la ansiedad (benzodiazepinas) o de otros medicamentos
  • Dolor crónico o síndrome de intestino irritable
  • Tumores poco frecuentes que producen hormonas de reacción de “luchar o huir”

En ocasiones, la ansiedad puede ser un efecto secundario de algunos medicamentos.

Es posible que la ansiedad que te aqueja esté causada por una enfermedad oculta en los siguientes casos:

  • Si no tienes parientes consanguíneos (como padres o hermanos) que tengan trastornos de ansiedad
  • Si no tuviste un trastorno de ansiedad en la infancia
  • Si no evitas ciertas cosas o situaciones a causa de la ansiedad
  • Si la ansiedad se presenta de forma repentina sin estar relacionada con los eventos de la vida o si no tienes antecedentes de ansiedad

Factores de riesgo

Los siguientes factores pueden incrementar el riesgo de padecer un trastorno de ansiedad:

  • Trauma. Los niños que soportaron maltratos o traumas o que presenciaron eventos traumáticos tienen mayor riesgo de manifestar un trastorno de ansiedad en algún momento de sus vidas. Los adultos que atraviesan un evento traumático también pueden manifestar trastornos de ansiedad.
  • Estrés debido a una enfermedad. Tener un problema de salud o una enfermedad grave puede causar gran preocupación acerca de cuestiones como el tratamiento y el futuro.
  • Acumulación de estrés. Un evento importante o una acumulación de situaciones estresantes más pequeñas de la vida pueden provocar ansiedad excesiva, por ejemplo, la muerte de algún familiar, estrés en el trabajo o preocupaciones continuas por la situación financiera.
  • Personalidad. Las personas con determinados tipos de personalidad son más propensas a sufrir trastornos de ansiedad que otras personas.
  • Otros trastornos mentales. Las personas que padecen otros trastornos mentales, como depresión, a menudo también padecen un trastorno de ansiedad.
  • Tener familiares consanguíneos que padecen un trastorno de ansiedad. Los trastornos de ansiedad pueden ser hereditarios.
  • Drogas o alcohol. El consumo o el uso indebido o la abstinencia de drogas o alcohol pueden provocar o empeorar la ansiedad.

Complicaciones

El trastorno de ansiedad no implica solamente estar preocupado. También puede ocasionar, o empeorar, otros trastornos mentales y físicos, como los siguientes:

  • Depresión (que a menudo se produce junto con un trastorno de ansiedad) u otros trastornos de salud mental
  • Abuso de sustancias
  • Problemas para dormir (insomnio)
  • Problemas digestivos o intestinales
  • Dolor de cabeza y dolor crónico
  • Aislamiento social
  • Problemas en la escuela o el trabajo
  • Mala calidad de vida
  • Suicidio

Prevención

No es posible prever con certeza qué causa que una persona presente un trastorno de ansiedad, pero puedes tomar medidas para reducir el impacto de los síntomas si te sientes ansioso:

  • Pide ayuda enseguida. La ansiedad, como muchos otros trastornos mentales, puede ser más difícil de tratar si te demoras.
  • Mantente activo. Participa en actividades que disfrutes y que te hagan sentir bien contigo mismo. Disfruta la interacción social y tus afectos, que pueden aliviar tus preocupaciones.
  • Evita el consumo de alcohol o drogas. El consumo de alcohol y drogas puede provocar ansiedad o empeorarla. Si eres adicto a cualquiera de estas sustancias, la idea de dejar de consumir puede hacerte sentir ansioso. Si no puedes dejar de consumir por tu cuenta, consulta con tu médico o busca un grupo de apoyo para que te ayuden.

Fuente: https://www.mayoclinic.org/

Los textos expositivos: qué son, estructura, tipos y características

¿Qué son los textos expositivos?

Los textos expositivos son aquellos que expresan conceptos o hechos de manera objetiva, sin reflejar opiniones ni sentimientos del autor. Se utilizan principalmente en ámbitos académicos y científicos.

Los textos expositivos no reflejan la opinión del autor porque solo exponen un tema basándose en fuentes y evidencias de respaldo. Tienen como objetivo presentar e informar.

Características de los textos expositivos

texto expositivo
Los textos expositivos son considerados de tipo formal.

Los textos expositivos se caracterizan por presentar una teoría, una hipótesis o un tema de interés, de manera que el lector los comprenda con objetividad, sin persuadir ni apelar a sus emociones. No resulta relevante la opinión del autor.

Se diferencian de los textos argumentativos, que son textos que pretenden convencer al lector del punto de vista del autor, haciendo uso tanto de argumentos emotivos como racionales.

Los textos expositivos brindan información sobre un tema y emplean diversos recursos lingüísticos, como las definiciones, los ejemplos, la reformulación de teorías (explicarlas con otras palabras o de manera más simple) o las citas de fuentes de información que tienen cierto reconocimiento.

Son considerados textos formales, por lo que no hacen uso de lenguaje coloquial, sino que emplean lenguaje denotativo (aquel que dice las cosas como son, sin doble sentido) a fin de evitar dudas o malas interpretaciones por parte del lector.

Estructura de los textos expositivos

texto expositivo
El desarrollo puede organizarse en capítulos o subtemas según su complejidad.

Los textos expositivos se dividen en tres partes:

  • La introducción. Es una breve explicación del tema a presentar, a fin de contextualizar al lector.
  • El desarrollo. Es la exposición del tema que puede organizarse en capítulos o subtemas según la complejidad y variedad del contenido.
  • La conclusión. Es una síntesis de todo lo desarrollado que permite resumir las ideas y comprender el tema abordado.

Tipos de textos expositivos

texto expositivo
Para la lectura de un texto divulgativo no es necesario un conocimiento previo.

Existen dos tipos de textos expositivos:

  • Los divulgativos. Son textos dirigidos a un público más amplio en el que no es necesario que el lector tenga conocimientos previos sobre el tema. Por ejemplo, los textos escolares, los folletos explicativos o las enciclopedias
  • Los especializados. Son textos explicativos que requieren de conocimiento previo por parte del lector debido a la complejidad del tema. Por ejemplo, las monografías, los textos legislativos o las tesis doctorales.

Recursos explicativos

texto expositivo
Las comparaciones son relaciones de semejanza entre dos ejemplos y teorías.

Los textos expositivos emplean diversos recursos, como:

  • Las definiciones. Son enunciados que representan o explican un concepto o expresión de manera objetiva.
  • Las comparaciones. Son relaciones de semejanza entre dos ejemplos o teorías a fin de afirmar o esclarecer el tema expuesto.
  • Los ejemplos. Son frases o modelos que facilitan la comprensión del texto, especialmente cuando se trata de un contenido complejo o técnico.
  • Los gráficos e imágenes. Son refuerzos visuales que permiten complementar el tema expuesto para una mejor comprensión.

Fuente: https://www.caracteristicas.co

Las palabras que más se confunden al entonar el Himno Nacional Dominicano

Redacción Plan LEA

El Himno Nacional de la República Dominicana, al igual que la Bandera y el Escudo, son los tres símbolos patrióticos que representan al país. Sus letras fueron compuesta por Emilio Prud’Homme y la nota musical por José Reyes en 1883.

Esta composición se entona diariamente en las escuelas e instituciones gubernamentales, pero aunque los alumnos la escuchan repetidamente, una cantidad considerable de jóvenes, y hasta de personas adultas, tienden a mal pronunciar algunas palabras.

A continuación hacemos una lista de las palabras que tienden a mal pronunciarse dentro de esta composición:

  • Alcemos: por esta palabra se acostumbra a utilizar sarcemo, salcedo, cantemos.
  • Ostentemos: frecuentemente cambiada por obtendremos.
  • Faz: es cambiada por paz, sas o jaz.
  • Pendón: tergiversa en perdón, tendón o cordón.
  • Servil: confundida con sentir, servir, vivir.
  • Templó: cambiada a tembló, tendió, terció.
  • Altiva: pronuncian palabras como arriba, activa, atina.
  • Reto: cambiada por recto.
  • Viril: frecuentemente confundida con vivir.
  • Indómita: Pronuncian ‘La bonita’

Te propondremos estas actividades para que tus alumnos aprendan a pronunciar bien cada palabra que compone el Himno Nacional Dominicano:

  1. Hacer un listado de palabras desconocidas.
  2. Buscar el significado de las palabras desconocidas.
  3. Buscar el sinónimo y el antónimo de las palabras desconocidas.
  4. Contar las letras que componen cada palabra.
  5. Separar en silaba cada palabra.
  6. Formar oraciones donde se empleen esas palabras.
  7. Hacer una sopa de letra con dichas palabras.
  8. Clasificar las palabras desconocidas según sea su categoría gramatical.

Himno Nacional de la República Dominicana

Letra: Emilio Prud’Homme
Música: José Reyes
I
Quisqueyanos valientes, alcemos
Nuestro canto con viva emoción,
Y del mundo a la faz ostentemos
Nuestro invicto glorioso pendón.
II
¡Salve! el pueblo que, intrépido y fuerte,
A la guerra a morir se lanzó,
Cuando en bélico reto de muerte
Sus cadenas de esclavo rompió.
III
Ningún pueblo ser libre merece
Si es esclavo indolente y servil;
Si en su pecho la llama no crece
Que templó el heroísmo viril,
IV
Mas Quisqueya la indómita y brava
Siempre altiva la frente alzará;
Que si fuere mil veces esclava
Otras tantas ser libre sabrá.
V
Que si dolo y ardid la expusieron
De un intruso señor al desdén,
¡Las Carreras! ¡Beller!, campos fueron
Que cubiertos de gloria se ven.
VI
Que en la cima de heroico baluarte
De los libres el verbo encarnó,
Donde el genio de Sánchez y Duarte
A ser libre o morir enseñó.
VII
Y si pudo inconsulto caudillo
De esas glorias el brillo empañar,
De la guerra se vio en Capotillo
La bandera de fuego ondear.
VIII
Y el incendio que atónito deja
De Castilla al soberbio León,
De las playas gloriosas le aleja
Donde flota el cruzado pendón.
IX
Compatriotas, mostremos erguida
Nuestra frente, orgullosos de hoy más;
Que Quisqueya será destruida
Pero sierva de nuevo, ¡jamás!
X
Que es santuario de amor cada pecho
Do la patria se siente vivir;
Y es su escudo invencible: el derecho;
Y es su lema: ser libre o morir.
XI
¡Libertad! que aún se yergue serena
La Victoria en su carro triunfal,
Y el clarín de la guerra aún resuena
Pregonando su gloria inmortal.
XII
¡Libertad! Que los ecos se agiten
Mientras llenos de noble ansiedad
Nuestros campos de gloria repiten
¡LIBERTAD! ¡LIBERTAD! ¡LIBERTAD!

Por qué escuchar música clásica es bueno para los niños

La música clásica tiene múltiples beneficios para los niños, incluso para los bebés. Si sabemos elegir bien las sonatas o temas clásicos, podemos conseguir que desde muy pequeños descansen mejor, se relajen y aprendan a amar la música, algo que de hecho, les va a acompañar durante toda la vida.

El ser humano tiene la capacidad de escuchar la música a partir de la vigésima semana de gestación. De este modo, muchas son las mujeres que ponen música a sus bebés mientras están embarazadas. Desde ese mismo momento, la música afecta positivamente el sistema circulatorio, estimula las células y favorece el desarrollo del cerebro.

En el caso de la madre, la música hace que tenga un estado de ánimo positivo que el bebé puede percibir. Cuando la madre se relaja escuchando música y se concentra en su respiración, el latido del corazón se mide y es un estímulo para el bebé.

¿Por qué música clásica para niños?

Algunos estudios han asegurado que la música clásica es beneficiosa para los niños y niñas de muchas maneras desde los primeros años de vida. La mayoría de estos beneficios están relacionados con áreas del cerebro que son estimuladas debido al tipo de ritmo y composición musical.

Algunos de estos beneficios son:

  • Estimula las emociones positivas.
  • Aumenta la concentración y la atención.
  • Estimula la creatividad.
  • Mejora las habilidades matemáticas.
  • Sirve como un medio de expresión.
  • Desarrolla la expresión corporal.
  • Favorece la interacción social.
  • Estimula la elaboración de recuerdos, lo que aumenta las capacidades intelectuales .
  • Reduce el estrés y los niveles de ansiedad.
  • Disminuye el dolor si alguno.
  • Si el niño además de escuchar música clásica toca algún instrumento musical, desarrolla disciplina y responsabilidad.

¿Qué tipo de música clásica elegir para bebés y niños?

En cuanto al tipo de música clásica que elegir para los niños dependerá mucho de lo que desees estimular. En este sentido debes saber además que dependiendo de los instrumentos que escuchen, los niños desarrollarán determinadas partes de su inteligencia o emotividad.

  • Instrumentos de cuerda: mejoran la concentración al estudiar.
  • Percusión: desarrolla habilidades motoras gruesas, ya que estimula todo el cuerpo del niño.
  • Todo tipo de música clásica: debido a que tiene una estructura compleja, escuchar música clásica presenta a los niños las emociones y la estructura del lenguaje .

 

Música clásica relajante para bebés

Algunos temas de música clásica ideal para los bebés

  • Canción de cuna de Brahms
  • Nocturno Opera 9, No. 2 de Chopin.
  • Concierto para clarinete y concierto para piano n. ° 21, concierto para piano n. ° 23 y concierto de violín n. ° 3 de Mozart.
  • Para Elisa ( Für Elise ), Claro de luna, Piano Sonata # 14 y Sonata # 8 en do menor de
  • El Adagio de Albinoni.

Estas son piezas orquestales cuya composición, armonía y belleza resultan ser muy relajantes, por lo que ayudarán a regular el ritmo de los latidos del corazón de su bebé, calmando al bebé y ayudándolo a dormir suavemente.

Música clásica para estudiar

Para los mayores, la lista anterior puede servir tanto como música para escuchar como para estudiar. Otra opción es el primer movimiento de Sonata para piano principal k .448 de Mozart. También la Sonata para piano No. 11 y Sonata No. 15, K 545 del mismo autor.

Música clásica para jugar

El primer movimiento de La Primavera de Vivaldi o las Cuatro estaciones del mismo compositor son muy buenas opciones para jugar, ya que son piezas que despiertan vigor, entusiasmo y alegría. Otra opción animada y dinámica es la danza húngara de Brahms # 1 .

Además, esta lista puedes incluir El Concierto de Bach BWV 1044, o la Sonata No. 12 en fa mayor de Mozart.

Música clásica para los más sensibles

La Bella Durmiente de Tchaikovsky es un clásico puro y su belleza es cautivadora, especialmente para los niños más sensibles, soñadores y delicados. Otra opción es el Clair de Lune de Debussy.

Otras opciones

La lista de piezas clásicas puede ser tan variada y extensa como los gustos musicales de los padres y otras personas importantes que influyen en la vida de los niños. Son responsables de proporcionar estos primeros contactos con la música clásica y obtener una buena introducción a la música en general. Poco a poco, los niños desarrollan sus propios gustos y preferencias y eligen sus canciones favoritas.

Si los padres no son expertos, en Internet hay listas completas que pueden ser de gran utilidad. Solo tiene que escribir en el motor de búsqueda la información necesaria, como «música clásica para niños» o «música clásica para bebés».

Fuente: https://musicaclasicaba.com.ar/

Cómo formular los criterios de evaluación

Los Criterios de Evaluación

En la evaluación del aprendizaje con un enfoque educativo con orientación por competencias, ya sea para programas de estudio por asignaturas o con estructura modular o también para cursos específicos, es un requerimiento necesario y complementario a la tarea evaluadora el establecer criterios de evaluación para los diferentes objetivos o aprendizajes esperados, planteados en los diferentes programas de asignaturas o cursos.

Los criterios de evaluación, deben entenderse como indicadores concretos de aprendizaje, los cuales deberían demostrar los alumnos como producto del proceso enseñanza y aprendizaje.

También debe considerárselas como parámetros o patrones, los cuales son utilizados para designar una base de referencia para el juicio de valor que se establece al evaluar.

Los criterios definen “lo que se espera” de algo que se evalúa, es decir, que por medio de estos se puede realizar la “lectura” del objeto evaluado y compararlo con un referente o estándar de desempeño. En este sentido, establecen el nivel requerido y esperado de los aprendizajes y definen cuándo se considera que un alumno y alumna ha conseguido un objetivo determinado.

El establecimiento de los criterios de evaluación requiere de una especificación de los aspectos a evaluar a través de indicadores concretos, consensuados, comunes, y conocidos por los sujetos de la evaluación.

Este proceso se hace especialmente necesario cuando se espera valorar en forma uniforme y estándar a un grupo determinado, en este caso de estudiantes.

Los criterios de evaluación son producto de un análisis y reducción didáctica de docentes expertos en las temáticas de la asignatura, los que proponen la base común estándar o base mínima a alcanzar por los alumnos.

“Pensar en criterios es reflexionar respecto qué evaluar”

Frente a los diferentes objetivos o aprendizajes esperados se proponen los criterios de evaluación o indicadores a considerar y en base a estos, se sugieren y elaboran posteriormente las preguntas para las pruebas y las pautas de observación.

La evaluación basada en criterios previamente establecidos, permite al docente hacer un análisis de resultados de aprendizaje más fino dentro de un mismo objetivo para conocer en qué medida cada uno de sus alumnos ha logrado los conocimientos o competencias específicas y por ende cuánto de las materias vistas en clases han sido efectivamente entendidas.

Por otra parte, el que el docente conozca anticipadamente y específicamente lo que se espera que logren los alumnos facilita su tarea de desarrollo de material didáctico efectivo para su asignatura, en la medida en que sus guías de aprendizaje, ejercicios y otros estén asociados a las pautas de evaluación preestablecidas.

Estos criterios de evaluación deben ser entregados a los alumnos desde un inicio, es decir, previo al proceso de enseñanza-aprendizaje, de esta forma alumnos y docentes comprenden y pretenden lo mismo en las situaciones de evaluación, lo que facilita al docente elaborar pruebas más justas y a los alumnos estudiar mejor y tener mayores opciones de obtener buenos resultados.

Criterios de Evaluación

 

Frente a los diferentes objetivos específicos o aprendizajes esperados, se proponen los criterios de evaluación a considerar y en base a estos, se sugieren y elaboran posteriormente las preguntas para las pruebas y/o las pautas de observación:

Los criterios de evaluación son un medio que permite seleccionar los aprendizajes más relevantes de un objetivo de aprendizaje, ya sean de tipo conceptual, procedimental o actitudinal.

El énfasis de estos, por lo tanto, puede estar centrado en:

Comprobar en qué medida se han interiorizado los conceptos de la asignatura (SABER).
Observar cómo se lleva a cabo un conjunto de acciones secuenciadas, ejercicios, resoluciones de problemas, etc. (SABER HACER).
Determinar el grado de adopción (interiorización) de una actitud o valor (SABER SER).

Fuente: educrea.cl

La carta y sus elementos

La carta es un medio a través del cual se comunican las personas, remitente y destinatario, enviando de un mensaje escrito en papel o en formato digital.

La finalidad de la carta es transmitir un mensaje, una idea o una información de tipo personal, institucional, laboral u otros, haciendo uso del lenguaje escrito, según sea el caso.

Si se trata de una carta de papel, ésta se acostumbra a guardar en un sobre cerrado en cuyo frente se colocan el nombre y dirección del destinatario y, en el reverso, los datos del remitente. Luego, la carta puede ser enviada a través del servicio de correo por vía terrestre, aérea o marítima.

Por su parte, la carta digital es aquella que se redacta y envía por medio de los recursos tecnológicos como correos electrónicos u otros medios digitales.

A continuación se presentan las partes de una carta.

Lugar y fecha

El inicio de una carta consta de los datos del lugar y fecha en que fue escrita en el siguiente orden: lugar, día, mes, año.

Monterrey, 06 de junio de 2018

Saludo

El saludo indica a quien se dirige la carta y, por ende, el mensaje a continuación. Asimismo, se coloca del lado izquierdo de la misiva. Algunos ejemplos de saludos pueden ser: “Querida hermana”, “Estimado señor López”, “Hola, amigo”.

Si se trata de una carta formal, después de mencionar el destinatario se acostumbra a colocar dos puntos (:).

Cuerpo de la carta

Luego del saludo, el cuerpo de carta es lo parte más importante porque expone el asunto que se desea dar a conocer, bien sea una información o solicitud. En este sentido, el contenido de la carta es concreto, directo y las ideas se presentan por individual en diferentes párrafos.

Este contenido se organiza de la siguiente manera: introducción del mensaje, desarrollo de la idea y la conclusión de lo expuesto o argumentado.

Despedida

En la despedida se hace uso de los modos de cortesía si se trata de una carta formal o amistosa si es una carta informal. Por ejemplo: “Atentamente”, “Cordialmente”, “Respetuosamente”, “Hasta luego”, “Con cariño”, “Un fuerte abrazo”.

Firma o nombre de la persona

La carta finaliza con la firma o nombre y apellido del remitente. Por lo general, si se trata de una carta informal, solo se coloca el nombre.

Otras partes de la carta

A continuación se presentan otras partes que pueden incluir las según su remitente o destinatario.

Membrete

El membrete es el nombre de una empresa, institución o corporación que contiene los datos que los identifica como dirección, número de teléfono y de fax, correo electrónico y, la dirección de página web.

Domicilio

El domicilio consta del nombre, la dirección, la ciudad y el código postal del destinatario.

Posdata

La posdata o P.D., es un asunto o mensaje adicional que no fue incluido en el cuerpo de la carta. Se coloca después de la firma. Por ejemplo: “P.D: Recuerda llevar las guías de clase”.

Referencias finales

Las referencias finales son las iniciales, mayúsculas y minúsculas de quien redacta y transcribe la carta.

Partes de la carta

Mantarraya pide ayuda a buzo para que le quite unos anzuelos

La historia de esta mantarraya ha conmovido a muchas personas alrededor del mundo. Es por esta razón que es muy importante cuidar la fauna marina y no tirar basura al océano.

Una mantarraya gigante con varios anzuelos de pesca enganchados debajo de uno de sus ojos, parecía pedir ayuda a dos buceadores que se le habían acercado y esperó pacientemente hasta que uno de ellos terminó de quitárselos.

El fotógrafo submarinista Jake Wilton se encontraba buceando en la costa occidental de Australia, cuando el enorme pez de tres metros de envergadura con sus aletas extendidas se acercó hasta él, según muestran las imágenes.

“A menudo guío a buzos en la zona y pareció como si ella me hubiera reconocido y confiara en que la ayudaría”, señaló Wilton en una declaración.

“Ella se acercó cada vez más y comenzó a desplegarse para mostrarme el ojo”, continuó. Unas imágenes increíbles muestran cómo Wilton se acerca repetidamente hacia el animal y le quita uno a uno hasta el último de los anzuelos, antes de retirarse del lugar.

“En ningún momento se movió. Estoy seguro de que la manta sabía que Jake intentaba sacarle los anzuelos”, dijo el biólogo marino y también buzo Monty Hall.

La mantarraya es considerada una de las criaturas marinas más inteligentes y es muy común en algunas partes de la costa occidental australiana. Estos gigantes oceánicos, que emprenden grandes migraciones y dan muestras de una conducta social compleja, pueden alcanzar los siete metros de ancho y vivir hasta los 50 años. A diferencia de la raya común, no tiene aguijón venenoso por lo que es inofensiva para el ser humano a pesar de su tamaño a veces descomunal.

Asimismo, estos animales marinos, que entre todos los tiburones y rayas, son los que tienen el cerebro más grande en proporción a su tamaño. Vive en aguas tropicales, subtropicales y templadas de los océanos Pacífico, Índico y Atlántico.

Fuente: https://www.ngenespanol.com/

El impacto psicológico de la cuarentena en los niños

Limitar al máximo el movimiento de los ciudadanos es una de las medidas que las autoridades de todo el mundo han recomendado para detener la propagación del COVID-19 a nivel mundial. Todos nos debemos quedar en casa, sin embargo, el confinamiento y la cuarentena pueden tener un impacto psicológico negativo en los niños (y también en los padres), por lo que en esta ocasión nos ocupamos de buscar la forma de reducir sus consecuencias.

Cuando empieza la cuarentena, las personas ‘desaparecemos’ de la vida pública de un momento a otro. Los aspectos psicológicos y de motivación de los individuos resultan fundamentales para asegurar el éxito de esta medida de aislamiento. Pero a medida que van pasando los días pueden empezar a tambalearse.

Según se ha podido comprobar, entre los adultos que se encuentran en confinamiento, existe un mayor riesgo de sufrir algunos problemas psicológicos como la depresión, el desapego hacia los demás, estrés postraumático, ira o mayor irritabilidad, fatiga, insomnio o angustia. El efecto de estas complicaciones puede, además, detectarse meses, e incluso, años más tarde.

Los niños son mucho más resistentes que los adultos a los efectos psicológicos del aislamiento, pero no son inmunes en su totalidad. El cambio en sus rutinas, el continuo ‘bombardeo’ de noticias, o no poder satisfacer sus necesidades básicas como correr, saltar, jugar con sus amigos, etc. puede provocarles estrés y tener un gran impacto emocional en ellos.

Los distintos estudios que ya se están realizando a partir de las semanas en confinamiento, han constatado que tras quedarse tanto tiempo en casa los pequeños han perdido los hábitos y tienden a ser mucho más irritables, lo que hace más frecuentes las rabietas y los momentos de enfado. Son varios los expertos que también hablan sobre la tristeza de los niños en estos días, que puede acabar resultando en un estrés postraumático que afectaría a los pequeños a medio plazo.

Qué tipo de impacto psicológico puede aparecer en tu hijo

Según el tipo de personalidad y carácter del niño se pueden dar diferentes efectos psicológicos:

– Los niños que son más sensibles suelen sentirse muy abrumados por los estímulos, por los cambios repentinos y sobre todo, por la angustia emocional de los demás. Este tipo de niños pueden llorar más a menudo y llegar a experimentar alteraciones del sueño como terrores nocturnos o pesadillas.

 Los niños con un temperamento difícil suelen tener problemas para aceptar las instrucciones y las normas que se le dan y poseen una mayor tendencia a responder de malas formas. Este tipo de niños experimentarán una mayor rebeldía ante la cuarentena, además de cambios de humor y aburrimiento.

Combatir las consecuencias psicológicas negativos del confinamiento en casa

Dentro de la cuarentena por coronavirus los adultos tenemos que ser activos para combatir todos los efectos psicológicos negativos que produce el aislamiento tanto en nosotros mismos, como en los niños y el resto de la familia.

En referencia a los pequeños, será necesario que:

1. Se establezcan unas rutinas
La principal tarea de los padres será la de crear unas rutinas que proporcionen seguridad y estabilidad a los más pequeños dentro de esta situación de excepción. Los niños deben entender que no son vacaciones. Por eso, fijar un horario será muy importante para ayudarles a saber lo que va a ocurrir. Este ‘programa’ incluirá los diferentes momentos del día como las comidas, los momentos de estudio, tareas como recoger el cuarto, hacerse la cama, etc.

2. Ser más tolerantes
En estos días niños y adultos podemos mostrarnos más nerviosos. Es importante ser un poco más tolerantes con el comportamiento de los pequeños. Para ello será importante saber manejar las herramientas necesarias para la gestión de situaciones como peleas entre hermanos, rabietas, etc. Los adultos hemos de ser pacientes, firmes y utilizar el sentido común.

3. El buen uso de la tecnología
Las consolas, los ordenadores, la televisión, el teléfono móvil y la tableta pueden ser grandes aliados sobre todo en esos momentos del día donde la energía de los niños está más decaída para realizar otro tipo de actividades donde se requiere mucha más concentración. ¡Pero siempre controlando su uso!

4. Mantener contacto con otras personas
Somos ‘animales sociales’ y como tal necesitamos relacionarnos con otras personas. Será importante telefonear o hacer video llamadas a amigos o familia para mantener el contacto y combatir los miedos y la incertidumbre de esta situación tan nueva y estresante para los pequeños.

5. Relax
Es necesario combatir la irritabilidad. Hay que tranquilizarse y dejar de lado el malestar. Para ello los progenitores se pueden hacer turnos del cuidado de los hijos y tomarse un rato para sí mismos (o teletrabajar sin distracciones).

6. Hablar con los niños sobre el tema
Para hacerlo, los padres deben adaptar el mensaje que quieren dar a la edad y la madurez de los hijos. Todo lo que se diga debe ser verdad y utilizar la sinceridad.

También os podéis apoyar en los distintos cuentos infantiles para explicar a los niños qué es el confinamiento, la pandemia y ayudarles a enfrentarse a los miedos relacionados con esta situación.

7. Actividades en familia
No se puede salir pero se pueden seguir haciendo actividades en familia como ver películas juntos, jugar a juegos de mesa, etc. Eso ayudará a los pequeños a sobrellevar mejor el aislamiento.

8. Comprender la realidad que estamos viviendo
En el manual aportado por el Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid (España), titulado ‘Orientaciones para la gestión psicológica de la cuarentena por coronavirus’, se recomienda además, que tomemos consciencia sobre la realidad que estamos viviendo. Lamentablemente, la situación es la que es, debemos quedarnos en casa para que el virus deje de propagarse, por lo tanto debemos aceptar la situación y reforzarnos a nosotros mismos sabiendo que, a pesar de que es un sacrificio, estamos haciendo lo correcto; estamos actuando con responsabilidad.

Fuente: guiainfantil.com