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Importancia de la lluvia

Conocida como uno de los fenómenos meteorológicos más comunes, la lluvia es la caída de agua en forma de gotas más o menos abundante que tiene diversos y muy importantes usos para la vida tanto del ser humano como de las demás especies y seres vivos.

La lluvia es un fenómeno meteorológico, lo cual quiere decir que depende del clima y de efectos naturales que suceden de manera frecuente en el medio ambiente. Esto quiere decir que la lluvia es uno de los fenómenos más comunes que los seres vivos experimentan a diferencia de otros como huracanes, terremotos o maremotos. La lluvia es sumamente importante para la calidad de vida de los seres humanos y su ausencia puede hacer fácilmente que la misma se vuelva conflictiva debido a la falta de hidratación en los suelos.

Cuando hablamos de la importancia de la lluvia debemos señalar que la misma es de vital importancia en la agricultura. Esto es así debido a que esta actividad económica, debido al margen de consumo humano, se realiza hace ya muchos siglos en extensiones de gran amplitud, lo cual hacen imposible el riego humano permanente. Así, la lluvia se vuelve un elemento significativo y vital para el mantenimiento de los cultivos y por eso el ser humano además establece sus actividades agrícolas en torno a la disponibilidad de lluvia. Esto quiere decir que en aquellos lugares donde las precipitaciones son menores los cultivos tenderán a ser más escasos o adaptables a esa baja cantidad de agua.

Por otro lado, la lluvia también es un enorme paliativo para situaciones trágicas como incendios forestales en los cuales la presencia y el accionar humano es muy limitado. Cuando hablamos de grandes incendios (sean intencionales o accidentales) en áreas naturales, no cabe esperar otra solución que no sea la lluvia ya que también será en este caso muy poco el poder de cambio del ser humano respecto de esa situación de riesgo. Los incendios, además de dañar inmensas extensiones naturales, también pueden volverse peligrosos hacia poblaciones y asentamientos cercanos.

Es importante tener en cuenta que la lluvia es un fenómeno natural que es parte del ciclo del agua y que por lo tanto es vital su presencia para la vida de cualquier tipo. Sin la lluvia o las precipitaciones el ciclo del agua se interrumpiría y la existencia no sería la misma ya que los suelos no serían regados, no crecería la vegetación y la cadena alimenticia no podría comenzar.

Fuente: https://www.importancia.org/

El ciclo del agua

El ciclo del agua o ciclo hidrológico es el proceso de circulación del agua en el planeta Tierra. Constituye uno de los ciclos biogeoquímicos más importantes, en el que el agua sufre desplazamientos y transformaciones físicas (por acción de factores como el frío y el calor) y atraviesa los tres estados de la materia: líquido, sólido y gaseoso.

Este ciclo está formado por etapas y procesos en los que el agua va cambiando su estado en un ciclo que se repite de forma continua e ilimitada. El agua es una sustancia fundamental para la vida en la Tierra (todos los seres vivos necesitan del agua para vivir y desarrollarse) y su ciclo es el que le permite circular por la hidrósfera y estar disponible.

El agua es una de las sustancias más abundantes del planeta y cubre la mayor parte de la Tierra. Se puede encontrar en su fase líquida en océanos o mares, en su fase sólida en los glaciares y en su fase gaseosa en el vapor de agua.

¿Cómo se distribuye el agua en el planeta Tierra?

  • En estado líquido. Un 71 % de la superficie terrestre está cubierta por agua líquida, de la cual el 97 % es agua salada que forma los océanos.
  • En estado sólido. Una fracción del agua en la Tierra está en estado sólido, es decir, acumulada como hielo. Los glaciares y casquetes polares, ubicados principalmente en Groenlandia y en la Antártida, ocupan el 10 % de la superficie del planeta y representan el 69 % del agua dulce disponible.
  • En estado gaseoso. Una fracción menor de agua está en estado gaseoso, como vapor de agua, y forma parte de la atmósfera.

Características del ciclo del agua

Deshielo - Fusión
El derretimiento de los hielos es un ejemplo de fusión.

Algunas de las características del ciclo del agua son:

  • Es un ciclo hidrológico en el que el agua circula por el planeta Tierra en diferentes estados: líquido, sólido y gaseoso.
  • Está formado por cuatro etapas principales: evaporación, condensación, precipitación y recolección.
  • En él intervienen diversos factores ambientales, como el viento y la energía solar (que es la principal impulsora de este ciclo).
  • No tiene su inicio en un punto determinado, sino que se trata de una continuidad de procesos que se repiten sucesivamente. Sin embargo, para su estudio se usa el fenómeno de la evaporación como el inicio de este ciclo.
  • Es vital para el mantenimiento y la estabilidad del planeta porque es indispensable para la vida de los organismos y, además, regula el clima, la temperatura mundial y otras condiciones de la Tierra.

Etapas y procesos del ciclo del agua

ciclo del agua
El ciclo del agua está formado por diferentes procesos.

El ciclo del agua se compone de cuatro etapas principales que se dan de forma sucesiva:

  • Evaporación. El ciclo del agua comienza con la evaporación del agua desde la superficie hacia la atmósfera. El agua líquida de los océanos y otros cuerpos de agua se evapora y pasa de estado líquido a gaseoso, por la acción de la luz solar y el calentamiento de la Tierra. Los seres vivos también contribuyen al proceso de evaporación, a través de la transpiración (en el caso de las plantas) y de la sudoración (en el caso de los animales).
  • Condensación. Luego, el agua en la atmósfera se desplaza, por acción del viento, en distintas direcciones. Cuando el vapor de agua llega a altitudes mayores, las bajas temperaturas le permiten condensarse, es decir, recuperar su forma líquida y formar gotas de agua que se acumulan en las nubes. Las nubes se vuelven oscuras a medida que contienen mayor cantidad de gotas de agua.
  • Precipitación. Cuando las gotas de agua contenidas en las nubes son grandes y pesadas, rompen su estado de equilibrio y se producen las lluvias o precipitaciones. Por lo general, el agua cae en forma líquida, pero, en ciertas regiones donde las temperaturas son menores, puede hacerlo en forma más o menos sólida, como nieve, escarcha o granizo.
  • Recolección. Del agua que llega a la superficie terrestre, una parte alimenta los océanos y otros cuerpos de agua y otra es directamente aprovechada por los seres vivos. Una tercera fracción del agua que precipita se filtra a través del suelo y se acumula formando acuíferos o capas de agua subterránea. Esta agua, eventualmente, puede volver a emerger en forma de fuentes o formando parte de distintos cuerpos de agua (como arroyos o ríos) o volver al océano a través del flujo subterráneo. Tarde o temprano, el agua vuelve a evaporarse y el ciclo vuelve a comenzar. Dentro de este paso se dan procesos como:
    • Infiltración. El agua que alcanza el suelo terrestre penetra y se transforma en agua subterránea. La cantidad de agua que se filtra por la superficie depende de distintos factores como la permeabilidad del suelo, la pendiente y la cobertura vegetal de la región. El agua infiltrada puede luego volver a la atmósfera por evaporación o ser incorporada a distintos cuerpos de agua superficiales.
    • Escorrentía. El agua líquida cae sobre terrenos saturados (que no pueden absorber más agua) y se moviliza por la superficie hasta la red fluvial. La escorrentía genera erosiones y transporta sedimentos. Un área de tierra determinada drenada por la escorrentía se denomina cuenca.
    • Circulación subterránea. El agua que se filtra a través de los poros de la tierra luego se desplaza por el subsuelo, en ocasiones incluso a través de rocas permeables. Las capas porosas de roca en las que el agua subterránea es almacenada se denominan acuíferos.

Además, el agua forma parte de otros procesos como:

  • Fusión. Es la transformación del agua desde su estado sólido (hielo o nieve) a líquido, cuando se produce el deshielo. Así, el derretimiento de los hielos, como ocurre en los polos y en las regiones continentales heladas, devuelve el agua a su punto inicial del ciclo.
  • Solidificación. Consiste en el pasaje del agua desde el estado líquido al sólido y ocurre cuando la temperatura es menor a 0 ºC. El proceso de solidificación puede generarse en las nubes, dando lugar a la formación de nieve o granizo, y también sobre las superficies de lagos y ríos, cuando las temperaturas son lo suficientemente bajas.

Importancia del ciclo del agua

El agua es la sustancia que permite la vida en el planeta Tierra y es gracias a su ciclo que la cantidad de agua disponible se mantiene de forma constante y en continua circulación. A través de este ciclo, el agua se filtra y adquiere su pureza inicial.

El ciclo del agua es un proceso vital porque, en primer lugar, permite que haya vida en el planeta y, además, permite conservar los ecosistemas como se conocen hoy en día. El movimiento constante del agua es responsable de regular los climas, la temperatura y la humedad de un sitio, la erosión del terreno y de transportar sustancias de un lugar hacia otro.

Gracias a este ciclo, el agua está disponible para ser usada por los seres vivos, que la obtienen de los cursos de agua o de la tierra. Además, permite al ser humano realizar actividades como la agricultura y los procesos industriales.

Del total de agua en el mundo, solo el 3 % es agua dulce (que es la que puede ser consumida por los seres vivos) y el resto es agua salada que proviene de los océanos, por lo que cuidar el agua disponible y no alterar su ciclo permite albergar vida en el planeta y mantener el equilibrio de los ecosistemas.

Alteraciones del ciclo del agua

El ciclo del agua es un ciclo natural que se mantiene constante, lo que implica que siempre cuenta con la misma cantidad de agua que se va transformando y desplazando. Sin embargo, existen factores tanto humanos como de la naturaleza que pueden afectar el correcto funcionamiento de este ciclo.

Dentro de las causas más destacadas está el calentamiento global, que es el aumento de las temperaturas en la Tierra, que produce fenómenos como el aumento de las temperaturas del agua, el aumento de las precipitaciones, el derretimiento de los glaciares y el aumento del nivel de los océanos. Todas estas consecuencias que trae la suba de temperaturas afectan directamente al correcto funcionamiento del ciclo del agua.

Existen otras causas que afectan el desarrollo del ciclo, entre las que están: la tala indiscriminada de bosques, la erosión de los suelos, la extracción de agua, la urbanización, entre otras. Estas prácticas alteran el normal ciclo hidrológico y traen consecuencias como inundaciones y sequías.

Debido a que un porcentaje muy pequeño del agua disponible es apta para el consumo humano, su escasez y la dificultad de obtener agua de alta calidad son dos factores a tener en cuenta. Para ello se fomentan prácticas que apuntan a reducir su consumo, evitar su contaminación y gestionar de forma responsable este recurso para que pueda estar disponible para la población mundial.

Fuente: https://concepto.de/ciclo-del-agua/#ixzz7qZ47Csj1

Curiosidades sobre el agua

Gustaf Olsson señala algunos datos del agua que quizá no conozcas:

 

  • China es el país que mayor cantidad de agua desaprovecha: unas 600 ciudades desperdician agua.
  • El agua dulce se usa para la agricultura en un 70%, en un 15% en la industria y el otro 15% es para uso doméstico.
  • Si no se depura el agua, hay que seguir buscando en el interior de la Tierra: en la India no depuran el agua y tienen que hacer pozos más hondos, agotando los acuíferos. Cada año descienden diez metros más. Para ello, lógicamente, hay que usar energía, que supone, en muchos casos, usar también petróleo. Doblemente contaminante, por tanto.
  • Noruega es el país que mejor aprovecha el agua: casi el 100% de su energía eléctrica la obtiene del agua.
  • Para obtener un litro de petróleo se necesitan 40 litros de agua. Si se extrae de arenas bituminosas (como en Canadá), se necesitan 150 litros de agua.
  • Los biocombustibles no parecen la solución: para obtener un litro de bioetanol se necesitan 1.000 litros de agua.
  • Producir 1 kg de carne de ternera supone gastar 15.000 litros de agua. Y una taza de café, 100 litros de agua.
  • De media, un europeo gasta 3.000 litros de agua al día: no sólo por beber o cocinar, sino también para producir electricidad, hacer funcionar trenes o coches, fumar… Hay agua en casi cualquier ciclo productivo de un producto de consumo.
  • Las desalinizadoras exigen mucha energía. Los embalses, en países cálidos, dejan evaporar demasiada agua y empobrecen la fertilidad de las riberas y los deltas retroceden. ¿Cuál es la solución? Reutilizar el agua de forma eficiente. La de la ducha debe ir a las cisternas. El del mar puede servir para refrigerar. El agua que enfría nucleares puede servir para calentar ciudades.

 

Fuente:

https://www.ecologiaverde.com/importancia-del-agua-para-el-planeta-y-el-ser-humano-179.html

Cómo la escasez de agua está provocando cada vez más guerras en el mundo (y dónde serán los próximos conflictos)

El cambio climático está disminuyendo el suministro de agua o haciendo que las lluvias sean cada vez más erráticas.

Hablando conmigo a través de Zoom desde su apartamento en Ámsterdam, Ali al Sadr hace una pausa para beber de un vaso de agua clara y limpia.

Al darse cuenta de la ironía, deja escapar una risa. “Antes de salir de Irak, luchaba todos los días por encontrar agua potable”, relata. Tres años antes, al Sadr participó en las protestas callejeras en su ciudad natal, Basora. Los manifestantes exigían a las autoridades acciones concretas ante la creciente crisis del agua en la ciudad.

“Antes de la guerra Basora era un lugar hermoso”, agrega el joven de 29 años. “Solían llamarnos la Venecia de Oriente”.

Bordeada a un lado por el río Shatt al Arab, la ciudad está atravesada por una red de canales.

Al Sadr cuenta que le encantaba trabajar junto a los canales como estibador. “Pero cuando me fui estaban vertiendo aguas residuales sin tratar a los cursos de agua. No podíamos lavarnos, el olor me daba migrañas y, cuando finalmente me enfermé, pasé cuatro días en la cama”.

En el verano de 2018 el agua contaminada envió a 120.000 residentes a los hospitales de la ciudad y, cuando la policía abrió fuego contra los que protestaban, Al Sadr tuvo la suerte de escapar con vida. “En un mes hice las maletas y me fui a Europa”, señala.

Historias como la de Al Sadr se están volviendo demasiado comunes en todo el mundo. Una cuarta parte de la población mundial se enfrenta ahora a una grave escasez de agua al menos un mes al año y, como en el caso de Al Sadr, la crisis está llevando a muchos a buscar una vida más segura en el exterior.

“Si no hay agua, la gente empezará a desplazarse”, afirmó Kitty van der Heijden, jefa de cooperación internacional del Ministerio de Relaciones Exteriores de Países Bajos y experta en hidropolítica.

La escasez de agua afecta aproximadamente al 40% de la población mundial y, según predicciones de Naciones Unidas y del Banco Mundial, la sequía podría poner a 700 millones de personas en riesgo de desplazarse para 2030.

Muchos observadores como Van der Heijden están preocupados por lo que podría suceder.

“Si no hay agua, los políticos van a intentar controlar ese recurso y es posible que empiecen a pelear por ella”.

A lo largo del siglo XX, el uso mundial de agua creció a más del doble de la tasa de aumento de la población. Esta disonancia está llevando actualmente a muchas ciudades, desde Roma a Ciudad del Cabo, desde Chennai a Lima, a racionar el agua.

Las crisis del agua han estado casi todos los años desde 2012 entre los cinco primeros peligros de la lista de Riesgos Globales por Impacto del Foro Económico Mundial.

En 2017, sequías severas contribuyeron a la peor crisis humanitaria desde la Segunda Guerra Mundial, cuando 20 millones de personas en África y Medio Oriente se vieron obligadas a abandonar sus hogares debido a la escasez de alimentos y a los conflictos.

Peter Gleick, director del Pacific Institute con sede en Oakland, California, ha pasado las últimas tres décadas estudiando el vínculo entre la escasez de agua, los conflictos y la migración, y cree que los conflictos por el agua están aumentando.

“Con muy raras excepciones, nadie muere literalmente de sed”, afirmó Gleick. “Pero cada vez más personas mueren a causa de agua contaminada o debido a conflictos por el acceso al agua”.

Gleick y su equipo están detrás de una cronología de conflictos por agua llamada Water Conflict Chronology. Se trata de un registro de 925 conflictos hídricos, grandes y pequeños, que se remontan a los días del rey babilónico Hammurabi. La lista no es exhaustiva y los conflictos enumerados varían desde guerras hasta disputas entre vecinos. Pero lo que revela la cronología es que la relación entre el agua y los conflictos es compleja.

“Clasificamos los conflictos por el agua en tres grupos”, dijo Gleick. “Como un ‘desencadenante’ del conflicto, donde la violencia se asocia con disputas sobre el acceso y el control del agua; como un ‘arma’ del conflicto, donde el agua se utiliza como arsenal en los conflictos, incluso mediante el uso de represas que retienen agua o inundan comunidades río abajo; y como ‘blanco’ de conflictos, donde los recursos hídricos o las plantas de tratamiento o las tuberías son blancos de ataques”.

Sin embargo, al ver los registros que Gleick y sus colegas han recopilado, queda claro que la mayor parte de los conflictos están relacionados con la agricultura. Quizás esto no sea sorprendente ya que la agricultura representa el 70% del uso de agua dulce en el planeta.

En la región semiárida de Sahel en África, por ejemplo, hay informes frecuentes de violentos enfrentamientos entre pastores y agricultores debido a la escasez de agua para sus animales y cultivos.

A medida que aumenta la demanda de agua, también lo hace la escala de conflictos potenciales.

“Las últimas investigaciones sobre el tema muestran que la violencia relacionada con el agua está aumentado con el tiempo”, señaló Charles Iceland, director global de agua en el Instituto de Recursos Mundiales, World Resources Institute.

“El crecimiento de la población y el desarrollo económico están impulsando la creciente demanda de agua en todo el mundo. Mientras tanto, el cambio climático está disminuyendo el suministro de agua o haciendo que las lluvias sean cada vez más erráticas en muchos lugares”.

En ninguna parte es más evidente el efecto dual del estrés hídrico y el cambio climático que en la cuenca amplia de los ríos Tigris y Éufrates, que comprende a Turquía, Siria, Irak y el oeste de Irán.

Según imágenes de satélite, la región está perdiendo agua subterránea más rápido que casi cualquier otro lugar del mundo. Y mientras algunos países hacen intentos desesperados por asegurar sus suministros de agua, sus acciones están afectando a sus vecinos.

Agua llenando una cisterna para regar cultivos en California en 2021 debido a la sequía

FUENTE DE LA IMAGEN,ROBYN BECK/AFP VIA GETTY IMAGES

Pie de foto,La escasez de agua afecta aproximadamente al 40% de la población mundial.

Durante junio de 2019, cuando las ciudades iraquíes sufrieron una ola de calor de 50° C, Turquía dijo que comenzaría a llenar el embalse de su represa Ilisu, en los orígenes del Tigris.

La represa es parte de un proyecto de larga duración de Turquía para construir 22 grandes diques y centrales eléctricas a lo largo del Tigris y el Éufrates que, según un informe de la Oficina Internacional Francesa del Agua, está afectando significativamente el flujo de agua hacia Siria, Irak e Irán.

De acuerdo a la misma fuente, cuando se complete este proyecto turco llamado GAP (Guneydogu Anadolu Projesi) las obras podrían incluir hasta 90 represas y 60 centrales eléctricas.

A medida que aumentó el nivel del agua detrás de la represa Ilisu, de más de 1,5 km de ancho, el flujo del río hacia Irak se redujo a la mitad. A miles de kilómetros de distancia, en Basora, al-Sadr y sus vecinos vieron cómo se deterioraba la calidad del agua.

En agosto de 2018, cientos de personas comenzaron a llegar a los hospitales de Basora a causa de erupciones cutáneas, dolor abdominal, vómitos, diarrea e incluso cólera, según Human Rights Watch.

“En realidad, la historia de Basora tiene dos partes”, señaló Charles Iceland. “En primer lugar, está el vertido de aguas residuales en las vías fluviales locales sin ningún tratamiento. Pero también debe considerarse la construcción de represas en la frontera turca: con menos agua dulce fluyendo por el Tigris y el Éufrates, el agua salada (del Golfo Pérsico) se está infiltrando más arriba en el río. A medida que pasa el tiempo, está arruinando las cosechas y enfermando a la gente”.

Es un problema complejo, pero esta capacidad de ver vínculos entre eventos aparentemente dispares ha informado el trabajo de Iceland con la asociación Agua, Paz y Seguridad (Water, Peace and Security o WPS), una iniciativa financiada por el gobierno holandés y un grupo de seis ONGs estadounidenses y europeas (incluido el Pacific Institute y el Instituto de Recursos Mundiales).

La asociación desarrolló una Herramienta de Alerta Temprana Global, que utiliza inteligencia artificial para predecir conflictos. El sistema combina datos sobre lluvias, malas cosechas, densidad de población, riqueza, producción agrícola, niveles de corrupción, sequías e inundaciones, entre muchas otras fuentes de datos para producir alertas de conflictos.

Los potenciales conflictos se muestran en una proyección Mercator con puntos rojos y naranjas hasta el nivel de distritos administrativos. Actualmente este sistema de alerta advierte de alrededor de 2.000 posibles puntos conflictivos, con una tasa de precisión del 86%.

Bote en el río Indo

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Pie de foto,El río Indo es una fuente vital de agua para India y Pakistán, pero se origina en las montañas de Tibet controladas por China.

Si bien la herramienta de predicción identifica potenciales conflictos, también puede ayudar a comprender qué sucede en áreas que ya están experimentando disputas debido a la escasez de agua.

Las llanuras del norte de India, por ejemplo, son una de las áreas agrícolas más fértiles del mundo. Sin embargo, esta región es escenario de enfrentamientos frecuentes entre agricultores por la escasez de agua.

Los datos revelan que el crecimiento de la población y los altos niveles de riego ya superaron allí los suministros de agua subterránea disponibles. A pesar de las exuberantes tierras de cultivo de la zona, el mapa de Agua, Paz y Seguridad clasifica a casi todos los distritos del norte de la India como “extremadamente altos” en términos de estrés hídrico.

Varios ríos clave que alimentan la zona, el Indo, el Ganges y Sutlej, se originan en el lado tibetano de la frontera, pero son vitales para el suministro de agua tanto en India como en Pakistán. Recientemente estallaron varias escaramuzas fronterizas entre India y China, que reclama áreas río arriba.

Un violento enfrentamiento en mayo del año pasado en el valle de Galwan, a través del cual fluye un afluente del Indo, dejó 20 soldados indios muertos. Menos de un mes después, hubo informes de que China estaba construyendo “estructuras” que podrían reducir el flujo del río hacia India.

Voluntarios en kayaks recogiendo botellas de plástico en un río

FUENTE DE LA IMAGEN,KHALED DESOUKI/AFP/GETTY IMAGES

Pie de foto,La escasez de agua se debe no solo a sequías sino a la contaminación.

Pero los datos capturados por la herramienta de alertas también revelan tendencias sorprendentes, como la migración neta hacia algunas de las áreas con mayor estrés hídrico.

Omán, por ejemplo, sufre niveles más altos de sequía que Irak, pero antes de la pandemia recibía cientos de miles de migrantes por año. Eso se debe a que Omán tiene una mejor clasificación en términos de corrupción, infraestructura hídrica, fraccionamiento étnico y tensión hidropolítica.

“La vulnerabilidad de una comunidad a la sequía es más importante que la sequía en sí”, afirmó Lina Eklund, investigadora de Geografía Física en la Universidad de Lund de Suecia.

El vínculo entre escasez de agua y conflictos, en otras palabras, no es tan sencillo como parece. Incluso cuando existe una sequía grave, una combinación compleja de factores determinará si realmente conduce a un conflicto: la cohesión social es uno de los más importantes.

Tomemos la región de Kurdistán en Irak, por ejemplo, un área que sufrió la misma sequía de cinco años que empujó a un millón y medio de agricultores sirios a los centros urbanos en marzo de 2011. La comunidad kurda, con sus estrechos vínculos, no experimentó el mismo éxodo, descontento o luchas internas.

Jessica Hartog, jefa de gestión de recursos naturales y cambio climático de International Alert, una ONG con sede en Londres, explica que esto se debe a que el gobierno sirio, que aspira a la autosuficiencia alimentaria, apoyó durante mucho tiempo a la agricultura, con subvenciones de combustible, fertilizantes y extracción de agua subterránea.

Cuando Damasco eliminó abruptamente estas ayudas en medio de la sequía, las familias rurales se vieron obligadas a migrar en masa a los centros urbanos. La crisis causó desconfianza en el régimen del presidente Bashir al Assad y eso a su vez impulsó la guerra civil que ha diezmado al país.

Planta desalinizadora de Jubail en Arabia Saudita

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Pie de foto,Arabia Saudita satisface el 50% de sus necesidades de agua a través de plantas desalinizadoras.

Pero si se pueden identificar los conflictos potenciales por agua, ¿se puede hacer algo para detenerlos?

Desafortunadamente, no existe una solución única que pueda aplicarse a múltiples situaciones. En muchos países, simplemente reducir las fugas en las cañerías podría marcar una gran diferencia: Irak pierde hasta dos tercios del agua tratada debido a la infraestructura dañada.

El Instituto de Recursos Mundiales también sugiere abordar la corrupción y reducir la extracción desmedida para agricultura. Charles Iceland propone incluso aumentar el precio del agua para reflejar el verdadero costo de proveerla. En muchas partes del mundo las personas se han acostumbrado a que el agua sea un recurso abundante y barato en lugar de algo que deber ser valorado como un tesoro.

También se puede aumentar el nivel de agua disponible mediante técnicas como la desalinización del agua de mar. Arabia Saudita actualmente satisface el 50% de sus necesidades de agua a través de este proceso.

El reciclaje de aguas “grises” o residuales también puede ofrecer una alternativa de bajo costo y fácil de implementar que podría ayudar a comunidades agrícolas afectadas por sequías.

Una evaluación de la desalinización y el tratamiento de aguas residuales a nivel mundial estima que un mayor uso de estas técnicas podría reducir la proporción de la población mundial que sufre una grave escasez de agua del 40% al 14%.

Cultivos en California

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Pie de foto,La agricultura representa el 70% del uso de agua dulce en el planeta.

A nivel internacional, es probable que grandes represas de países río arriba aumenten el riesgo de disputas con naciones que dependen de esos cursos río abajo.

Sin embargo, Susanne Schmeier, profesora de Derecho y Diplomacia del Agua en el instituto IHE Delft Para la Educación sobre Agua en Países Bajos, señaló que los conflictos ribereños son más fáciles de detectar y es menos probable que lleguen a un punto crítico.

“Los conflictos locales son mucho más difíciles de controlar y tienden a escalar rápidamente, una diferencia principal con respecto a conflictos transfronterizos, donde las relaciones entre los Estados a menudo limitan la escalada de conflictos relacionados con el agua”, afirmó Schmeier.

Sin embargo, hay muchos ejemplos en todo el mundo en los que las tensiones son altas: el conflicto del Mar de Aral, que involucra a Kazajstán, Uzbekistán, Turkmenistán, Tayikistán y Kirguistán; el conflicto del río Jordán entre los estados levantinos; la disputa del río Mekong entre China y sus vecinos del sudeste asiático. Ninguna de estas discordias ha escalado a conflicto, pero Schmeier apunta hacia una disputa que podría hacerlo.

Egipto, Sudán y Etiopía dependen deNilo Azul y durante mucho tiempo han intercambiado golpes políticos sobre el proyecto de la Gran Represa del Renacimiento de Etiopía (Great Ethiopian Renaissance Dam o GERD) aguas arriba, una obra de US$5.000 millones y tres veces el tamaño del Lago Tana.

Cuando el gobierno etíope anunció planes para seguir adelante con el proyecto, Egipto y Sudán llevaron a cabo ejercicios de guerra conjuntos en mayo de este año que llamaron deliberadamente “Guardianes del Nilo”.

Esta disputa es quizás actualmente la que tiene el mayor riesgo de convertirse en una guerra por el agua, pero hay otros puntos críticos.

Funcionarios paquistaníes, por ejemplo, se han referido a la estrategia de uso aguas arriba de India como la “guerra de quinta generación”, mientras que el presidente uzbeko, Islam Karimov, advirtió que las disputas regionales por el agua podrían conducir a una guerra.

“No nombraré países específicos, pero todo esto podría deteriorarse hasta el punto en que el resultado no solo sea una confrontación seria, sino incluso guerras”, afirmó Karimov.

Obras de la Represa del Gran Renacimiento en el Nilo Azul

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Pie de foto,La Gran Represa del Renacimiento que construye Etiopía en el Nilo Azul es fuente de crecientes tensiones con Egipto y Sudán.

Los acuerdos para compartir el agua son una forma común de calmar este tipo de disputas. Se han firmado más de 200 desde el final de la Segunda Guerra Mundial, como el Tratado de las Aguas del Indo de 1960 entre India y Pakistán, y un acuerdo entre Israel y Jordania firmado antes de su tratado de paz.

Pero un intento de más de una década por parte de la ONU de introducir a nivel global una Convención del Agua sobre ríos y lagos transfronterizos solo ha logrado que 43 países se adhieran a la iniciativa.

Hartog dice que los tratados modernos probablemente deberán incluir protocolos de mitigación de sequías para calmar los temores de países aguas abajo de que sus vecinos agua arriba restrinjan el acceso durante una crisis. Los acuerdos también deberían contener mecanismos de resolución de disputas.

Un ejemplo apuntado como positivo es el de Lesoto, Sudáfrica, Botsuana y Namibia que, tras un aumento peligroso de tensiones por agua en el año 2000, intensificaron la cooperación a través de la llamada Comisión del Río Orange-Senqu (Orasecom).

En este caso, el establecimiento de acuerdos y la consagración de los principios de uso razonable del agua resultaron suficientes para aliviar la situación. Sin embargo, cuando se trata de liberar recursos adicionales, los estudios indican una y otra vez que la desalinización y el tratamiento de aguas residuales son dos de las estrategias más eficientes.

Quizás Egipto esté prestando atención a este mensaje. El año pasado el gobierno egipcio negoció una serie de acuerdos para construir hasta 47 nuevas plantas de desalinización, además de la planta de tratamiento de aguas residuales más grande del mundo.

Sin embargo, aunque las autoridades egipcias han acelerado la construcción de las plantas, la mayor parte de estos proyectos no se completarán hasta después de 2030 y la situación del agua en el país continúa deteriorándose.

Hartog cree que Egipto, Etiopía y Sudán podrían necesitar ayuda externa si quieren evitar un conflicto.

“Parece poco probable que los tres países lleguen a un acuerdo por sí mismos y los esfuerzos diplomáticos internacionales deben intensificarse para evitar una escalada”, señaló, agregando que la presión sobre el gobierno cada vez más aislacionista de Addis Abeba está aumentando.

“Este podría ser el mejor punto de entrada para que países como Estados Unidos, Rusia y China unan fuerzas para ayudar a estos países ribereños a asegurar un acuerdo vinculante trilateral”.

Cuenca del río Orange-Senqu

FUENTE DE LA IMAGEN,JOHN WESSELS/AFP/GETTY IMAGES

Pie de foto,En 2000 se firmó un acuerdo para compartir el agua en la cuenca del río Orange-Senqu en el sur de África, pero las represas en sus afluentes siguen siendo fuente de controversias.

¿Y qué hay de los conflictos internos?

Varias naciones están impulsando iniciativas para administrar mejor el agua. Perú, por ejemplo, requiere que los proveedores de servicios de agua reinviertan una parte de sus ganancias en investigación e integración de infraestructura verde en la gestión de aguas pluviales.

Vietnam está tomando medidas enérgicas contra la contaminación industrial a lo largo de su parte del delta del Mekong y también está integrando infraestructura construida tradicionalmente para garantizar una distribución más equitativa entre sus residentes urbanos y rurales.

A medida que el cambio climático y el crecimiento de las poblaciones humanas sigan agravando el problema de las sequías en todo el mundo, estas soluciones serán cada vez más necesarias para detener los conflictos y la migración.

En diciembre del año pasado, más de dos años después de que Ali al Sadr abandonara Basora, menos del 11% de los hogares de la ciudad tenían acceso a agua potable.

Una inyección a fines de 2020 de US$6,4 millones por parte de Países Bajos a través de Unicef, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, está ayudando a mejorar la infraestructura de agua de la ciudad. Pero los cortes de energía a principios del verano cerraron muchos de los sistemas de bombeo de agua en medio de altas temperaturas.

Para los residentes de Basora es difícil pensar en problemas a nivel global cuando enfrentan a diario dificultades para obtener agua potable. La ciudad volvió a ser escenario de disturbios en los últimos meses y Al Sadr cree que las manifestaciones continuarán hasta que situación mejore.

“Cuando yo protestaba no sabía qué había detrás de toda esta crisis”, afirmó Ali.

“Yo solo quería algo para beber”.

Fuente: https://www.bbc.com/

Dos pesos de agua

Juan Bosch
(República Dominicana, 1909-2001)

Dos pesos de agua
(Cuentos escritos antes del exilio, 1975)

La vieja Remigia sujeta el aparejo, alza la pequeña cara y dice:
—Dele ese rial fuerte a las ánimas pa que llueva, Felipa.
Felipa fuma y calla. Al cabo de tanto oír lamentar la sequía levanta los ojos y recorre el cielo con ellos. Claro, amplio y alto, el cielo se muestra sin una mancha. Es de una limpieza desesperante.
—Y no se ve nadita de nubes —comenta.
Baja entonces la mirada. Los terrenos pardos se agrietan a la distancia. Allá, al pie de la loma, un bohío. La gente que vive en él, y en los otros, y en los más remotos, estará pensando como ella y como la vieja Remigia. ¡Nada de lluvia en una sarta bien larga de meses! Los hombres prenden fuego a los pinos de las lomas; el resplandor de los candelazos chamusca las escasas hojas de los maizales; algunas chispas vuelan como pájaros, dejando estelas luminosas, caen y florecen en incendios enormes: todo para que ascienda el humo a los cielos, para que llueva… Y nada. Nada.
—Nos vamos a acabar, Remigia —dice.
La vieja comenta:
—Pa lo que nos falta.
La sequía había empezado matando la primera cosecha; cuando se hubo hecho larga y le sacó todo el jugo a la tierra, les cayó encima a los arroyos; poco a poco los cauces le fueron quedando anchos al agua, las piedras surgieron cubiertas de lama y los pececillos emigraron corriente abajo. Infinidad de caños acabaron por agotarse, otros por tornarse lagunas, otros lodazales.
Sedientos y desesperados, muchos hombres abandonaron los conucos, aparejaron caballos y se fueron con las familias en busca de lugares menos áridos.
La vieja Remigia se resistía a salir. Algún día caería el agua; alguna tarde se cargaría el cielo de nubes; alguna noche rompería el canto del aguacero sobre el ardido techo de yaguas. Algún día…
***
Desde que se quedó con el nieto, después que se llevaron al hijo en una parihuela, la vieja Remigia se hizo huraña y guardadora. Pieza a pieza fue juntando sus centavos en una higera con ceniza. Los centavos eran de cobre. Trabajaba en el conuquito, detrás de la casa, sembrando maíz y frijoles. El maíz lo usaba en engordar los pollos y los cerdos; los frijoles servían para la comida. Cada dos o tres meses reunía los pollos más gordos y se iba a venderlos. Cuando veía un cerdo mantecoso, lo mataba; ella misma detallaba la carne y de las capas extraía la grasa; con ésta y con los chicharrones se iba también al pueblo. Cerraba el bohío, le encarbaba a un vecino que le cuidara lo suyo, montaba el nieto en el potro bayo y lo seguía a pie. En la noche estaba de vuelta.
Iba tejiendo su vida así, con el nieto colgado en el corazón.
—Pa ti trabajo, muchacho —le decía—. No quiero que pases calores, ni que te vayas a malograr, como tu taita.
El niño la miraba. Nunca se le oía hablar, y aunque apenas alzaba una vara del suelo, madrugaba con su machete bajo el brazo y el sol le salía sobre la espalda, limpiando el conuco.
La vieja Remigia tenía sus esperanzas. Veía crecer el maíz, veía florecer los frijoles; oía el gruñido de sus puercos en la pocilga cercana; contaba las gallinas al anochecer, cuando subían a los palos. Entre días descolgaba la higera y sacaba los cobres. Había muchos, llegó también a haber monedas de plata de todos tamaños.
Con un temblor de novia en la mano, Remigia acariciaba su dinero y soñaba. Veía al muchacho en tiempo de casarse, bien montado en brioso caballo alazano, o se lo figuraba tras un mostrador, despachando botellas de ron, varas de lienzo, libras de azúcar. Sonreía, tornaba a guardar su dinero, guindaba la higera y se acercaba al nieto, que dormía tranquilo.
Todo iba bien, bien. Pero sin saberse cuándo ni cómo se presentó aquella sequía. Pasó un mes sin llover, pasaron dos, pasaron tres. Los hombres que cruzaban por delante de su bohío la saludaban diciendo:
—Tiempo bravo, Remigia.
Ella aprobaba en silencio. Acaso comentaba:
—Prendiendo velas a las ánimas pasa esto.
Pero no llovía. Se consumieron muchas velas y se consumió también el maíz en sus tallos. Se oían crujir los palos; se veían enflaquecer los caños de agua; en la pocilga empezó a endurecerse la tierra. A veces se cargaba el cielo de nubes; allá arriba se apelotonaban manchas grises; bajaban de las lomas vientos húmedos, que alzaban montones de polvo…
—Esta noche sí llueve, Remigia —aseguraban los hombres que cruzaban.
—¡Por fin! Va a ser hoy —decía una mujer.
—Ya está casi cayendo —confiaba un negro.
La vieja Remigia se acostaba y rezaba: ofrecía más velas a las ánimas y esperaba. A veces le parecía sentir el roncar de la lluvia que descendía de las altas lomas. Se dormía esperanzada; pero el cielo amanecía limpio como ropa de matrimonio.
Comenzó la desesperación. La gente estaba ya transida y la propia tierra quemaba como si despidiera llamas. Todos los arroyos cercanos habían desaparecido; toda la vegetación de las lomas había sido quemada. No se conseguía comida para los cerdos; los asnos se alejaban en busca de mayas; las reses se perdían en los recodos, lamiendo raíces de árboles; los muchachos iban a distancias de medio día a buscar latas de agua; las gallinas se perdían en los montes, en procura de insectos y semillas.
—Se acaba esto, Remigia. Se acaba —lamentaban las viejas.
Un día, con la fresca del amanecer, pasó Rosendo con la mujer, los dos hijos, la vaca, el perro y un mulo flaco cargado de trastos.
—Yo no aguanto, Remigia; a este lugar le han hecho mal de ojo.
Remigia entró en el bohío, buscó dos monedas de cobre y volvió.
—Tenga; préndamele esto de velas a las ánimas en mi nombre —recomendó.
Rosendo cogió los cobres, los miró, alzó la cabeza y se cansó de ver cielo azul.
—Cuando quiera, váyase a Tavera. Nosotros vamos a parar un rancho allá, y dende agora es suyo.
—Yo me quedo, Rosendo. Esto no puede durar.
Rosendo volvió el rostro. Su mujer y sus hijos se perdían ya en la distancia. El sol parecía incendiar las lomas remotas.
***
El muchacho se había puesto tan oscuro como un negro. Un día se le acercó:
—Mamá, uno de los puerquitos parece muerto.
Remigia se fue a la pocilga. Anhelantes, resecas las trompas, flacos como alambres, los cerdos gruñían y chillaban. Estaban apelotonados, y cuando Remigia los espantó vio restos de un animal. Comprendió: el muerto había alimentado a los vivos. Entonces decidió ir ella misma en busca de agua para que sus animales resistieran.
Echaba por delante el potro bayo; salía de madrugada y retornaba a medio día. Incansable, tenaz, silenciosa, Remigia se mantenía sin una queja. Ya sentía menos peso en la higuera; pero había que seguir sacrificando algo para que las ánimas tuvieran piedad. El camino hasta el arroyo más cercano era largo; ella lo hacía a pie, para no cansar la bestia. El potro bayo tenía las ancas cortantes, el pescuezo flaco, y a veces se le oían chocar los huesos.
El éxodo seguía. Cada día se cerraba un nuevo bohío. Ya la tierra parda se resquebrajaba; ya sólo los espinosos cambronales se sostenían verdes. En cada viaje el agua del arroyo era más escasa. A la semana había tanto lodo como agua; a las dos semanas el cauce era como un viejo camino pedregoso, donde refulgía el sol. La bestia, desesperada, buscaba donde ramonear y batía el rabo para espantar las moscas.
Remigia no había perdido la fe. Esperaba las señales de lluvia en el alto cielo.
—¡Ánimas del Purgatorio! —clamaba de rodillas—. ¡Ánimas del Purgatorio! ¡Nos vamos a morir achicharrados si ustedes no nos ayudan!
Días más tarde el potro bayo amaneció tristón e incapaz de levantarse; esa misma tarde el nieto se tendió en el catre, ardiendo en fiebre. Remigia se echó afuera. Anduvo y anduvo, llamando en los distantes bohíos, levantando los espíritus.
—Vamos a hacerle un rosario a San Isidro —decía.
—Vamos a hacerle un rosario a San Isidro —repetía.
Salieron una madrugada de domingo. Ella llevaba el niño en brazos. La cabeza del muchacho, cargada de calenturas, pendía como un bulto del hombro de su abuela. Quince o veinte mujeres, hombres y niños desharrapados, curtidos por el sol, entonaban cánticos tristes, recorriendo los pelados caminos. Llevaban una imagen de la Altagracia; le encendían velas; se arrodillaban y elevaban ruegos a Dios. Un viejo flaco, barbudo, de ojos ardientes y acerados, con el pecho desnudo, iba delante golpeándose el esternón con la mano descarnada, mirando a lo alto y clamando:

¡San Isidro Labrador!
¡San Isidro Labrador!
Trae el agua y quita el sol,
¡San Isidro Labrador!

Sonaba ronca la voz del viejo. Detrás, las mujeres plañían y alzaban los brazos.
***
Ya se habían ido todos. Pasó Rosendo, pasó Toribio con una hija medio loca; pasó Felipe; pasaron unos y otros. Ella les dio a todos para las velas. Pasaron los últimos, una gente a quienes no conocía; llevaban un viejo enfermo y no podían con su tristeza; ella les dio para las velas.
Se podía tender la vista sin tropiezos y ver desde la puerta del bohío el calcinado paisaje con las lomas peladas al final; se podían ver los cauces secos de los arroyos.
Ya nadie esperaba lluvia. Antes de irse los viejos juraban que Dios había castigado el lugar y los jóvenes que tenía mal de ojo.
Remigia esperaba. Recogía escasas gotas de agua. Sabía que había que empezar de nuevo, porque ya casi nada quedaba en la higuera, y el conuco estaba pelado como un camino real. Polvo y sol; sol y polvo. La maldición de Dios, por la maldad de los hombres, se había realizado allí; pero la maldición de Dios no podía acabar con la fe de Remigia.
***
En su rincón del Purgatorio, las ánimas, metidas de cintura abajo entre las llamas voraces, repasaban cuentas. Vivían consumidas por el fuego, purificándose; y, como burla sangrienta, tenían potestad para desatar la lluvia y llevar el agua a la tierra. Una de ellas, barbuda, dijo:
—¡Caramba! ¡La vieja Remigia, de Paso Hondo, ha quemado ya dos pesos de velas pidiendo agua!
Las compañeras saltaron vociferando:
—¡Dos pesos, dos pesos!
Alguna preguntó:
—¿Por qué no se le ha atendido, como es costumbre?
—¡Hay que atenderla! —rugió una de ojos impetuosos.
—¡Hay que atenderla! —gritaron las otras.
Se corría la voz, se repetían el mandato:
—¡Hay que mandar agua a Paso Hondo! ¡Dos pesos de agua!
—¡Dos pesos de agua a Paso Hondo!
—¡Dos pesos de agua a Paso Hondo!
Todas estaban impresionadas, casi fuera de sí, porque nunca llegó una entrega de agua a tal cantidad; ni siquiera a la mitad, ni aun a la tercera parte. Servían una noche de lluvia por dos centavos de velas, y cierta vez enviaron un diluvio entero por veinte centavos.
—¡Dos pesos de agua a Paso Hondo! —rugían.
Y todas las ánimas del Purgatorio se escandalizaban pensando en el agua que había que derramar por tanto dinero, mientras ellas ardían metidas en el fuego eterno, esperando que la suprema gracia de Dios las llamara a su lado.
***
Abajo, en Paso Hondo, se nubló el cielo. Muy de mañana Remigia miró hacia oriente y vio una nube negra y fina, tan negra como una cinta de luto y tan fina como la rabiza de un fuete. Una hora después inmensas lomas de nubes grises se apelotonaron, empujándose, avanzando, ascendiendo. Dos horas más tarde estaba oscuro como si fuera de noche.
Llena de miedo, con el temor de que se deshiciera tanta ventura, Remigia callaba y miraba. El nieto seguía en el catre, calenturiento. Estaba flaco, igual que un sonajero de huesos. Los ojos parecían salirle de cuevas.
Arriba estalló un trueno. Remigia corrió a la puerta. Avanzando como caballería rabiosa, un frente de lluvia venía de las lomas sobre el bohío. Ella sonrió de manera inconsciente; se sujetó las mejillas, abrió desmesuradamente los ojos. ¡Ya estaba lloviendo!
Rauda, pesada, cantando broncas canciones, la lluvia llegó hasta el camino real, resonó en el techo de yaguas, saltó el bohío, empezó a caer en el conuco. Sintiéndose arder, Remigia corrió a la puerta del patio y vio descender, apretados, los hilos gruesos del agua; vio la tierra adormecerse y despedir un vaho espeso. Se tiró afuera, rabiosa.
—¡Yo sabía, yo lo sabía, yo lo sabía! —gritaba a voz en cuello.
—¡Lloviendo, lloviendo! —clamaba con los brazos tendidos hacia el cielo—. ¡Yo lo sabía!
De pronto penetró en la casa, tomó al niño, lo apretó contra su pecho, lo alzó, lo mostró a la lluvia.
—¡Bebe, muchacho; bebe, hijo mío! ¡Mira agua, mira agua!
Y sacudía al nieto, lo estrujaba; parecía querer meterle dentro el espíritu fresco y disperso del agua.
***
Mientras afuera bramaba el temporal, soñaba adentro Remigia.
—Ahora —se decía—, en cuanto la tierra se ablande, siembro batata, arroz tresmesino, frijoles y maíz. Todavía me quedan unos cuartitos con que comprar semillas. El muchacho se va a sanar. ¡Lástima que la gente se haya ido! Quisiera verle la cara a Toribio, a ver qué pensaría de este aguacero. Tantas rogaciones, y sólo me van a aprovechar a mí. Quizá vengan agora, cuando sepan que ya pasó el mal de ojo.
El nieto dormía tranquilo. En Paso Hondo, por los secos cauces de los arroyos y los ríos, empezaba a rodar agua sucia; todavía era escasa y se estancaba en las piedras. De las lomas bajaba roja, cargada de barro; de los cielos descendía pesada y rauda. El techo de yaguas se desmigajaba con los golpes múltiples del aguacero. Remigia se adormecía y veía su conuco lleno de plantas verdes, lozanas, batidas por la brisa fresca; veía los rincones llenos de dorado maíz, de arroz, frijoles, de batatas henchidas. El sueño le tornaba pesada la cabeza.
Y afuera seguía bramando la lluvia incansable.
***
Pasó una semana; pasaron diez días, quince… Zumbaba el aguacero sin una hora de tregua. Se acabaron el arroz y la manteca; se acabó la sal. Bajo el agua tomó Remigia el camino de Las Cruces para comprar comida. Salió de mañana y retornó a media noche. Los ríos, los caños de agua y hasta las lagunas se adueñaban del mundo, borraban los caminos, se metían lentamente entre los conucos. Una tarde pasó un hombre. Montaba mulo pesado.
—¡Ey, don! —llamó Remigia.
El hombre metió la cabeza del animal por la puerta.
—Bájese pa que se caliente —invitó ella.
La montura se quedó a la intemperie.
—El cielo se ta cayendo en agua —explicó él al rato. —Yo como usté dejaba este sitio tan bajito y me diba pa las lomas.
—¿Yo dirme? No, hijo. Horita pasa este tiempo.
—Vea —se extendió el visitante—, esto es una niega. Yo las he visto tremendas, con el agua llevándose animales, bohíos, matas y gente. Horita se crecen todos los caños que yo he dejado atrás, contimás que ta lloviéndoles duro en las cabezadas.
—Jum… Peor que esto fue la seca, don. Todo el mundo le salió huyendo, y yo la aguanté.
—La seca no mata, pero el agua ahoga, doña. Todo eso —y señaló lo que él había dejado a la puerta— ta anegado. Como tres horas tuve esta mañana sin salir de un agua que me le daba en la barriga al mulo.
El hombre hablaba con voz pausada, y sus ojos grises, atemorizados, vigilaban el incesante caer de la lluvia.
Al anochecer se fue. Mucho le rogó Remigia que no cogiera el camino con la oscuridad.
—Dispué es peor, doña. Van esos ríos y se botan…
Remigia se fue a atender al nieto, que se quejaba débilmente.
***
Tuvo razón el hombre. ¡Qué noche, Dios! Se oía un rugir sordo e inquietante; se oían retumbar los truenos; penetraban los reflejos de los relámpagos por las múltiples rendijas.
El agua sucia entró por los quicios y empezó a esparcirse en el suelo. Bravo era el viento en la distancia, y a ratos parecía arrancar árboles. Remigia abrió la puerta. Un relámpago lejano alumbró el sitio de Paso Hondo. ¡Agua y agua! Agua aquí, allá, más lejos, entre los troncos escasos, en los lugares pelados. Debía descender de las lomas y en el camino real se formaba un río torrentoso.
—¿Será una niega? —se preguntó Remigia, dudando por vez primera.
Pero cerró la puerta y entró. Ella tenía fe; una fe inagotable, más que lo que había sido la sequía, más que lo sería la lluvia. Por dentro, su bohío estaba tan mojado como por fuera. El muchacho se encogía en el catre, rehuyendo las goteras.
A medianoche la despertó un golpe en una esquina de la vivienda. Se fue a levantar, pero sintió agua hasta casi las rodillas. Bramaba afuera el viento. El agua batía contra los setos del bohío.
¡Ay de la noche horrible, de la noche anegada! Venía el agua en golpes; venía y todo lo cundía, todo lo ahogaba. Restalló otro relámpago, y el trueno desgajó pedazos de oscuro cielo.
Remigia sintió miedo.
—¡Virgen Santísima! —clamó—. ¡Virgen Santísima, ayúdame!
Pero no era negocio de la Virgen, ni de Dios, sino de las ánimas, que allá arriba gritaban:
—¡Ya va medio peso de agua! ¡Ya va medio peso!
***
Cuando sintió el bohío torcerse por los torrentes, Remigia desistió de esperar y levantó al nieto. Se lo pegó al pecho; lo apretó, febril; luchó con el agua que le impedía caminar; empujó, como pudo, la puerta y se echó afuera. A la cintura llevaba el agua; y caminaba, caminaba. No sabía adónde iba. El terrible viento le destrenzaba el cabello, los relámpagos verdeaban en la distancia. El agua crecía, crecía. Levantó más al nieto. Después tropezó y tornó a pararse. Seguía sujetando al niño y gritando:
—¡Virgen Santísima, Virgen Santísima!
Se llevaba el viento su voz y la esparcía sobre la gran llanura líquida.
—¡Virgen Santísima, Virgen Santísima!
Su falda flotaba. Ella rodaba, rodaba. Sintió que algo le sujetaba el cabello, que le amarraban la cabeza. Pensó:
—En cuanto esto pase siembro batata.
Veía el maíz metido bajo el agua sucia. Hincaba las uñas en el pecho del nieto.
—¡Virgen Santísima!
Seguía ululando el viento, y el trueno rompía los cielos. Se le quedó el cabello enredado en un tronco espinoso. El agua corría hacia abajo, hacia abajo, arrastrando bohíos y troncos. Las ánimas gritaban, enloquecidas:
—¡Todavía falta; todavía falta! ¡Son dos pesos, dos pesos de agua! ¡Son dos pesos de agua!

¿Qué pasaría si el agua del mundo se acabara?

La Tierra es un planeta que está compuesto en su mayoría por agua, y es la manera en que los seres vivos podemos sobrevivir. Es un elemento fundamental para la vida, pero a pesar de esto, es posible que algún día nos quedemos sin ella. Solo piensa un poco en todas las veces en que usas agua al día y te darás cuenta de lo importante que es. Quedarnos sin agua es un peligro que corremos, pero sobre el cual solo podemos especular.

Sin embargo, todos los días hacemos cosas innecesarias que malgastan el agua del planeta. A pesar de que todos coincidamos en que un inodoro es una necesidad, ¿es realmente necesario utilizarlo inconscientemente al tirar de la cadena? También dejamos las canillas abiertas perdiendo preciosa agua, pero no nos detenemos a pensarlo cuando lo hacemos.

La crisis del agua

La falta de agua ya está comenzando a notarse en sitios en donde antes abundaba, y ya no nos referimos a los desiertos o zonas secas. Una de cada seis personas en el mundo no tiene acceso a agua limpia y sana para tomar. A todo esto hay que agregar que la población sigue creciendo, pero no lo hacen las reservas de agua.

El cambio climático también es un factor importante en este proceso, pero sobre todo lo es el avance económico. Esto implica más fábricas e industrias utilizando agua para mantenerse trabajando, y a medida que la economía crece, la población requiere mejores condiciones en sus hogares. China e India por ejemplo están creciendo a ritmo acelerado, pero al mismo tiempo tienen una población mundial que supera a la de los demás países.

¿Qué pasaría si el agua del mundo se acabara?

Guerras

Para los ciudadanos del mundo los efectos del agotamiento del agua en todo el mundo serán catastróficos. En 1995, el vicepresidente del Banco Mundial, Ismail Serageldin, vaticinó que en el próximo siglo las guerras serán por el agua, y su predicción no es descabellada.

En caso de que el mundo se quede sin H20 la lucha para asegurar el acceso al agua potable fresca, limpia será implacable, incluso el conflicto ya está empezando a surgir en los EEUU., donde 35 estados están luchando por el suministro de agua.

Terremotos

Sin duda alguna quedarnos sin agua representa algunas consecuencias graves. Los científicos ambientales sostienen que, el hundimiento del terreno durante la extracción de las aguas subterráneas podría conducir a un mayor riesgo de terremotos, debido al hecho de que la corteza de la Tierra se está volviendo más ligera.

La desalinización

El proceso de desalinización es otra de las situaciones qué pasaría si se acaba el agua. Y es que cuando las naciones no tengan más agua dulce para beber, se verán en la obligación de quitarle la sal al agua del océano para poder consumirla.
El inconveniente con este tipo de métodos, son los costos. Llevar a cabo este proceso supone un gasto muy elevado, sin embargo, se cree que en un futuro disminuyan de manera considerable.

Extinción del mundo animal

Los animales acuáticos también se verían afectados por este problema y se extinguirían, puesto a que se irían quedando sin un lugar en donde vivir con el transcurso del tiempo y llegaría el momento en el que el agua dulce se termine por completo.

Las plantas se secarían

Es lamentable, pero esta sería otra de las cosas qué pasaría si se acaba el agua en el planeta Tierra, por ejemplo; un cactus puede sobrevivir sin agua durante mucho tiempo, debido a que disponen de un gran reserva de agua, pero ésta no es eterna, por lo que igualmente terminarán muriendo.

Pero, en el caso de otras plantas, no poseen ninguna reserva de agua y se secarían en 15 días aproximadamente.

Algunas soluciones

En algunos países ya se están realizando tratados con otras naciones para el suministro del agua, y es algo fundamental porque las fuentes de agua no tienen fronteras. Otra manera de cuidar el agua a futuro es controlar la irrigación en las plantaciones. La agricultura utiliza un 70% de los suministros de agua, pero 42% se pierde debido al mal uso.

El proceso de desalinización es también una realidad. Cuando los países ya no tengan agua dulce para tomar, deberán quitar la sal al agua de mar para poder beberla. El problema con este tipo de plantas son los costos, que en este momento son muy altos, pero se espera que en un futuro se reduzcan considerablemente.

Los alimentos genéticamente modificados también están en los planes, aunque no con agrado de todo el mundo. Las compañías están trabajando en productos que requieran menos agua para su crecimiento, y aunque todavía no se confía demasiado en los transgénicos, parece ser algo seguro que los consumiremos en un futuro.

Fuente: agua.org.mx

Día Mundial del Agua: el futuro, en juego

El lema de este Día Mundial del Agua, “No dejar a nadie atrás”, es un claro aviso de que la gestión del agua continúa siendo un reto de difícil solución. Las cifras de la Organización de Naciones Unidas (ONU) alertan: 2.100 millones de personas viven sin agua en sus hogares. Algo tan ritual en Occidente como abrir el grifo se convierte en inalcanzable en muchas partes del globo. La escasez puede provocar que hasta 700 millones de personas se podrían ver desplazadas por no tener a su alcance el líquido elemento. Todos los informes, como el recién publicado Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, tienen al agua como uno de los protagonistas más dramáticos. Escasez y calidad, dos temas a solucionar.

En el horizonte aparece, aunque todavía lejano, el año 2030, fecha en la que todo el mundo debería beneficiarse del progreso que supone el desarrollo sostenible. Así lo atestigua el número 6 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS 6), que se marca como meta garantizar la disponibilidad y gestión sostenible del agua y del saneamiento para todos de aquí en 11 años. La carrera ha comenzado, y no hay tiempo que perder.

En el gesto de abrir un surtidor y que salga agua potable o de tirar de la cisterna y saber que esa agua va a ser conducida a una depuradora y tratada para ser devuelta al medio natural en perfectas condiciones es donde se basa el ciclo integral del agua, uno de los instrumentos para garantizar un futuro más sostenible. Para ello, Naciones Unidas reconoce que el concurso de empresas especializadas es clave, ya que aportan mejoras de alto valor añadido, como sinergias, economías de escala, inversión, proyectos de investigación y alta calidad de atención al ciudadano, para optimizar los recursos disponibles y garantizar una mayor eficiencia en la gestión de los sistemas hídricos.
El Informe de Desarrollo Mundial del Agua de las Naciones Unidas titulado Leaving No One Behind (Que nadie se quede atrás, descarga en formato pdf en castellano), publicado coincidiendo con la celebración este 22 de marzo del Día Mundial del Agua, analiza con detalle los motivos y el alcance de la exclusión a los recursos del agua e investiga la manera de superar estas desigualdades.

El informe fue presentado en Ginebra, Suiza, el 19 de marzo durante la 40ª reunión del Consejo de Derechos Humanos.

En 2010, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó una resolución que reconoce “el derecho al agua potable segura y limpia y el saneamiento como un derecho humano” y en 2015 el derecho humano al saneamiento se reconoció explícitamente como un derecho independiente. Estos derechos obligan a los Estados a trabajar para lograr el acceso universal al agua y saneamiento para todos, sin discriminación, priorizando a los más necesitados. Cinco años más tarde, el Objetivo de Desarrollo Sostenible 6 de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible tiene como objetivo garantizar una gestión sostenible de, y el acceso a agua y saneamiento para todos en el año 2030.

🚱 2.100 mill. de personas viven SIN AGUA POTABLE en casa.

Sea quien sea y esté donde esté, el agua es un derecho de todas las personas 👵👳‍♂️👨‍🚒👩‍🔬🧞‍♀️👳‍♀️👧🤵👩‍🔧🧕

Sin embargo, a pesar del progreso significativo durante los últimos 15 años, este objetivo es inalcanzable durante gran parte de la población mundial. En 2015, tres de cada diez personas (2,1 mil millones) no tenían acceso a agua potable y 4,5 mil millones de personas, o seis de cada diez, instalaciones sanitarias habían logrado ninguna manera segura. El mundo está todavía fuera de pista en la consecución de esta meta importante.

“El acceso al agua es un derecho fundamental a la dignidad de cada ser humano”, declaró el Director General de la UNESCO Audrey Azoulay. “Sin embargo, los mil millones de personas están siendo privados de este derecho. La nueva edición del Informe sobre el Desarrollo Mundial del Agua de la ONU muestra que la determinación colectiva para avanzar y esfuerzos para incluir a aquellos que se han quedado atrás en el proceso de decisión podría hacer que este derecho sea una realidad “.

”Los números hablan por si mismos. Como muestra el informe, si la degradación del medio ambiente natural y la presión insostenible sobre los recursos hídricos mundiales continúan al ritmo actual, el 45% del producto interno bruto mundial y el 40% de la producción mundial de cereales estarán en riesgo en 2050. Las poblaciones pobres y marginadas se ve afectado de manera desproporcionada, exacerbando aún más ya las desigualdades en aumento […] el Informe 2019 proporciona evidencia de la necesidad de adaptar los enfoques, tanto en la política y la práctica, para abordar las causas de la exclusión y la desigualdad “, dijo Gilbert F. Houngbo, Presidente de ONU -Agua y Presidente del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola.

Grandes diferencias entre ricos y pobres

Las cifras globales ocultan disparidades significativas, destaca la ONU. A escala mundial, la mitad de las personas que beben agua de fuentes inseguras viven en África. En el África subsahariana, sólo el 24% de la población tiene acceso al agua potable, y el 28% tienen instalaciones sanitarias básicas que no se comparten con otros hogares.

existen discrepancias significativas en el acceso, incluso dentro de los países, sobre todo entre los ricos y los pobres. En las zonas urbanas, los desfavorecidos alojados en alojamientos improvisados ​​sin agua corriente suelen pagar entre 10 y 20 veces más que sus vecinos en los barrios más ricos de agua de calidad similar o menor comprados a vendedores de agua o camiones cisterna.

El derecho al agua, los autores del informe explican, no se puede separar de otros derechos humanos. De hecho, los marginados o discriminados a causa de su sexo, edad, estado socioeconómico, o debido a su identidad étnica, religiosa o lingüística, también tienen más probabilidades de tener acceso limitado al agua y al saneamiento adecuado.

Casi la mitad de las personas que beben agua de fuentes no protegidas viven en África subsahariana, donde la carga de la recogida de agua se encuentra principalmente en las mujeres y niñas, muchos de los cuales pasan más de 30 minutos en cada viaje en busca de agua. Sin agua segura, accesible y saneamiento, estas personas tendrán que hacer frente a múltiples desafíos, incluyendo las malas condiciones de vida y de salud, la malnutrición y la falta de oportunidades de educación y empleo.

Fuente: lavanguardia.com

7 ideas creativas para ahorrar agua en las escuelas

El agua es un recurso muy utilizado en las escuelas, por ello es importante que los niños aprendan a conservarla.

Tanto los niños, como los maestros y representantes, le dan múltiples usos al agua en la escuela; para beber, en el uso de los sanitarios, la higiene personal, para el mantenimiento de los salones de clases, jardines y áreas comunes… ¿pero realmente se le da un uso adecuado a este recurso? Veamos algunas sugerencias para lograrlo.

1.- Promover entre los niños, a través de cuentos, canciones, poesías, pinturas y carteleras, programas de aprendizaje destinados a fomentar el conocimiento acerca de la importancia del agua para la vida en el planeta, estimulando en ellos, la investigación de los efectos que podría generar en el ambiente y los seres vivos, la falta de este recurso.

2.- Fomentar la creación de brigadas o grupos ambientalistas entre los niños, que tengan entre sus objetivos, estar vigilantes de las instalaciones sanitarias, su correcto uso y chequear que no existan goteras o filtraciones y de ser así, notificar a sus maestros o al personal de mantenimiento de la escuela.

3.- Sugerir a los niños que lleven su propio termo con agua, para evitar el uso de los bebederos de la escuela, a menos que necesiten recargarlo. Este hábito contribuirá a ahorrar una cantidad significativa de agua.

4.- Si es inevitable el uso del bebedero, se recomienda cerrar la llave cuando se haga una pausa, esto es válido tanto para los niños como para los maestros. Aunque no lo parezca, en esos breves segundos se desperdicia un gran volumen de agua.

5.- El personal directivo debe hacer una revisión e inventario de las instalaciones sanitarias de la escuela, con el objetivo de sustituir grifos y canillas defectuosas e incluso instalar dispositivos de uso reducido de agua.

6.-Dar instrucciones al personal de mantenimiento para que haga un uso racional del agua en las labores de aseo de pisos, ventanas y mobiliario, utilizando baldes de agua, cepillos y escobas y reducir el uso de mangueras para tales fines, las cuales generalmente despilfarran más agua.

7.- El ornato de jardines y áreas verdes en las escuelas es muy importante, pues promueve entre los integrantes de la comunidad educativa, el aspecto ecológico y el amor por la naturaleza, pero regar las plantas en horarios donde hay menos evaporación, contribuirá a no derrocharla.

El buen ejemplo de los docentes es el inicio ideal para comenzar a estimular entre los estudiantes, la importancia de conservar el agua en la escuela, conocimiento que al arraigarse en la mente de los niños, será trasladado y compartido en sus hogares.

Fuente: infoguia.com

Trucos para enseñarle a tu hijo a ahorrar agua

Infografía Día mundial del Agua

Recursos para conmemorar el Día Mundial del Agua en las aulas

El 22 de marzo se conmemora a nivel internacional el Día del Agua desde que la ONU asignara esta fecha en 1992.

Veintiséis años más tarde aún queda mucho camino que recorrer en pro de la preservación de este don tan valioso, indispensable y vital. Empeñados en buscar agua en otros planetas alegando un problema de escasez cuando lo cierto es que el problema radica directamente en la mala distribución que hacemos de la misma y en la aberración de intoxicar nuestros mares y océanos con todo tipo de tóxicos y basuras.

En porcentajes: el 71% de la superficie terrestre es agua. De toda esta cantidad, un 96% es salada que encontramos en mares y océanos; el 4% restante es dulce almacenada en ríos, arroyos y en los polos en forma de hielo (la mayor parte de agua dulce que hay en la Tierra está congelada). Aunque los porcentajes puedan darnos la sensación de albergar agua en abundancia, esto no es así, ya que ese porcentaje de 71% de agua en la superficie terrestre representa tan solo un 0,02% de la masa total del planeta.

Por tanto, la raíz del problema se encuentra en la mala distribución y el mal uso que se hace del agua potable. Un agua potable que en ocasiones se usa hasta para lavar coches u objetos que usamos en nuestro día a día.  Es necesario concienciar socialmente sobre la importancia de salvaguardar este bien natural y no buscarlo en otros planetas. Esta concienciación empieza en las aulas, por ello proponemos algunos recursos para enseñar el valor de este bien en las escuelas:

Cuentos para niños

–Cuento del Señor del Agua: cuenta la historia de Héctor, un niño que vive en un pueblo afectado por la sequía: no llueve y los ríos comienzan a secarse.  Aun así, su sueño es aprender a nadar. Una noche recibe la sorprendente visita del Señor del Agua…

–La gota que quería ser diferente: Brillagota no se siente especial, está triste porque es una simple gota y se pasa los días ascendiendo y descendiendo de las nubes, hasta que un día un rayo de sol la atraviesa y la convierte en una gota muy muy especial.

–Lo más importante del mundo: Yuli es una niña que quiere saber qué es lo más importante del mundo para todos. Su madre, que no sabe responderle, le propone que apunte en su cuaderno lo que hace en el día a día y así la pequeña Yuli logra descubrir qué es lo más importante del mundo.

–Una escuela para Saya: una interesante presentación de UNICEF sobre una niña, Saya, que quiere ir a la escuela.

Series infantiles

H2Ooooh! Proyecto de la UNESCO, es una serie en la que seis amigos se embarcan en aventuras muy emocionantes en las que aprenden muchas cosas sobre el agua. La serie está en inglés y es un buen recurso para enseñar a los niños tanto este idioma como el valor del agua.

–Narigota: es una serie de dibujos animados divertida y educativa, que cuenta las aventuras de una gota de agua y sus amigos, otros elementos meteorológicos.

Water Wally: la gota-mascota que enseña a ahorrar agua a los niños.

Juegos y animaciones

Aprender el ciclo del agua con esta animación ambientada con música puedes enseñar a los niños todas las fases por las que pasa el agua, desde que se recoge y sale por el grifo, hasta que retorna a la naturaleza.

Concurso de dibujo Aqualia: dibujar acerca de este tema también ayuda a concienciar y sobre todo, los niños potenciarán su creatividad y se divertirán.

Juegos interactivos canaleduca: en Canal Educa podemos encontrar muchos juegos interactivos para edades desde los 3 años hasta los 15, son juegos que tienen que ver con el agua, la naturaleza y la importancia de cuidar el medio ambiente. Canal Educa, además, propone para la semana del agua seis actividades muy interesantes en las que los pequeños tendrán que demostrar su ingenio y destreza con juegos que tienen que ver con agua y gastronomía, agua y literatura, agua y arquitectura, agua y pintura y agua y expresión corporal.

Otros recursos

Documental “En busca de agua”: este documental desarrollado en Mumbai (India), cuenta las peripecias que vive Nandini, una niña de 11 años que vive en las chabolas de la ciudad, una zona a la que no llega agua potable, ésta solo puede conseguirse robándola de los conductos que transportan el agua a los barrios ricos y atraviesan el suburbio en el que vive ella y su familia.

Canciones en el aula: en la web de menudospeques.net hay una lista de canciones que hablan sobre el agua y van dirigidos a los más pequeños.

Manualidades y talleres: en esta guía infantil puedes encontrar muchas manualidades donde el agua es protagonista, eso sí, la mejor opción es usar agua del grifo. Otros talleres interesantes pueden ser la realización de murales donde los alumnos puedan escribir una o varias maneras de ahorrar agua; que escriban por qué es importante para ellos este bien natural; que dibujen las distintas formas del agua etc.

Generar debates: que los niños en las aulas tengan la posibilidad de proponer ideas y abordar soluciones para ahorrar agua.

Fuente: educacion.press