Dra. Amalia Incháustegui de Hernández
Desde principios de este siglo, se advertía que: “La idea de que estamos en la aldea global es una forma de resaltar la interdependencia entre seres humanos, países, pueblos y culturas, así como la fragilidad de los lazos que nos unen. De repente, se nos ha metido en casa un mundo que sabíamos que existía, pero que se mantenía a la distancia que marca la actualidad de los medios de información. Ahora no sólo sabemos que existe, sino que nos golpea su presencia, la de sus aberraciones, y también la de sus sufrimientos y problemas”. (Gimeno, 2001, p.121).
La situación mundial actual, matizada por la globalización, los avances tecnológicos, las desigualdades sociales, la sociedad del conocimiento, y su repercusión en el sector educativo, principalmente en el aspecto del derecho que deben tener todos los ciudadanos al acceso a una educación de calidad, se ha convertido en un gran tema de discusión a nivel mundial y una gran meta a lograr en cada país. En el caso de la República Dominicana: una tarea pendiente.
La naturaleza de las herramientas digitales ha moldeado la nueva situación de la sociedad del conocimiento. Martínez y Prendes, enumeran los siguientes rasgos que la caracterizan:
- Conocimiento, como un valor social: Los contenidos pueden ser ahora organizados de forma activa por los usuarios, creando su propio conocimiento. Como podemos reflexionar, esto requerirá un nivel de competencia y preparación previa para que sea posible la preparación significativa de este proceso.
- Personalización: Cada usuario puede adaptar la información en función de sus intereses, capacidades y sistemas de comunicación con los que se sienta más cómodo. Para poder lograr esta personalización real y efectiva, se necesita estar intelectualmente capacitado.
- Interactividad, como valor de responsabilidad: La interacción permite la respuesta única a planteamientos personales. Sin embargo, es necesario que el usuario sea capaz de hacer los cuestionamientos originales.
- Integración de los sujetos en redes de trabajo que superan los límites físicos del espacio y el tiempo: Ahora se pueden conformar equipos de trabajo con integrantes en cualquier rincón del globo. Este aspecto abre las puertas a la integración de diferentes culturas.
- Autonomía: Los sujetos pueden acceder a la información y, a través de ella, al conocimiento, sin la necesidad de intermediarios. Sin embargo, para poder beneficiarse de esta autonomía las personas necesitan tener unas competencias personales desarrolladas.
- Coincidencia de diferentes campos: Es decir, que el concepto de sociedad del conocimiento no puede analizarse desde la perspectiva exclusiva de los avances tecnológicos, sino que hay que tener en cuenta los avances en otros ámbitos, como el área educativa, económica y social.
- Innovación en las formas de hacer, organizar, y el acceso a la organización: Sabemos que la tecnología por sí sola no hace la innovación, simplemente favorece el surgimiento de posibilidades que serán aprovechadas dependiendo de las condiciones sociales, económicas, intelectuales, entre otras.
- Inmediatez (casi): El tiempo ya no es un factor determinante en el traslado de la información.
Los rasgos mencionados anteriormente traen consecuencias que se pueden ver como características a la vez. Martínez y Prendes mencionan las siguientes:
- La desaparición del tiempo y el espacio como magnitud física entre interlocutores trae como consecuencia la globalización. Existe un «no lugar» donde se intercambian informaciones y se toman decisiones.
- La globalización trae consigo la interculturalidad, ya que el espacio físico, como entorno social de cada interlocutor no es eliminado. Cada sujeto, en el proceso de comunicación lo hará desde su realidad, proyectando los elementos culturales propios de él.
- El control de las redes desde determinados espacios sociopolíticos y económicos trae consigo la imposición cultural. Las redes traen consigo la cultura de sus integrantes. El poder económico y el control de los medios y canales de comunicación siempre han significado un poder cultural.
- La globalización trae indudablemente el aumento de las desigualdades entre las diferentes sociedades del mundo. La ausencia de infraestructuras, la existencia de otras prioridades inmediatas, unidas al bajo nivel educativo que un país o sector dentro de un país tenga, alejará las posibilidades de incorporación de las herramientas digitales.
- El concepto de las herramientas digitales, viene asociado a la idea de progreso. El beneficio de las mismas es tan obvio que tendemos a no cuestionarlo. Todos las aceptamos y se presenta la situación de imposibilidad de reflexión sobre las consecuencias de su utilización. Esto ocasiona que se logre una aceptación irreflexiva de éstas. La incorporación acrítica de éstas a la mayor velocidad posible, no permite la deliberación sobre su conveniencia.
- La característica más significativa de esta lista viene dada por la virtualidad, no como lo que no existe, sino que existe de una manera determinada y que es real en un momento determinado. Lo virtual «no está ahí, pero sí está ahora». Ocupa un lugar en el tiempo, pero no en el espacio.
Los rasgos que caracterizan el nuevo estado de situación de la sociedad del conocimiento han impactado todos los sectores de la misma. Dadas las ricas características de los avances tecnológicos, estos pueden ser integradas desde múltiples perspectivas en el área educativa, principalmente como herramienta para el aprendizaje significativo. Claro está, que si somos incompetentes ante el uso eficiente de las herramientas digitales, lo virtual no aportará nada significativo a la sociedad.
Este nuevo elemento en la educación ha traído una serie de retos y cuestionamientos frente al potencial y la eficiencia de su utilización, así como el nuevo rol de los estudiantes y los docentes; obligando al sector educativo al desafío de tener que replantear sus metas, contenidos y métodos ya que la escuela ha perdido la hegemonía de la que antes gozaba en la transmisión y distribución del conocimiento. Debe ser una “tarea” compartida por padres, docentes, empresas, estudiantes, organizaciones no gubernamentales, en fin, la sociedad en su conjunto, el compromiso social de elevar la calidad de la educación en la República Dominicana: “una tarea pendiente”.
Bibliografía
Gimeno, J. (2001) “El significado y la función de la educación en inmerociedad y cultura globalizadas”. En Revista de Educación, número extraordinario.
Martínez, E., I. Ascencio, A. Serrano (Abril 2006) “Entendiendo y definiendo la brecha digital”. Artículo publicado en la revista
Martínez, E., V. Meza, J. Ascencio, L. Vizcarra (ulio 2005) “El impacto de las tecnologías de la información en la educación”.
Artículo publicado en la revista RED. www.labrechadigital.org
Martínez, F. Los nuevos docentes. Universidad de Murcia.