Está muy bien que cada uno tenga sus propias metas, claro, pero hay cosas que es mejor hacer todos juntos.
Por ejemplo, los buenos propósitos, para así ayudarse unos a otros a cumplirlos.
Pero también las fechas de vacaciones, eventos y cómo no, el presupuesto familiar.
También es el momento ideal para empezar a ahorrar para ese viaje soñado.
A continuación te ofrezco algunas estrategias que uso con mi familia para planificar el año que empieza.
Presupuesto familiar
Para poder planear gastos, lo primero es saber cómo andan nuestras finanzas. Hacer un resumen por escrito de cuánto dinero calculamos que entrará y cuánto saldrá nos permitirá organizarnos mejor y hacer ajustes si es necesario.
¿Se nos está yendo el dinero en algún gasto superfluo?
¿Compramos demasiadas cosas que no necesitamos?
A menudo sucumbimos ante ofertas o productos tentadores que al final acaban arrumbados en un rincón.
Analicemos estos detalles que nos permitirán empezar el año más holgados.
Vacaciones
Todos merecemos un descanso.
Una vez que tenemos un aproximado de cuánto dinero podemos disponer para las vacaciones, es hora de juntarnos en familia para pensar a dónde nos gustaría viajar.
Lejos o cerca, la cuestión es estar todos de acuerdo.
Planear esto con tiempo es fundamental, ya que podemos evaluar distintas opciones y promociones.
Además, contratar pasajes u hoteles con anticipación siempre es más barato que hacerlo sobre la fecha.
Buenos propósitos
El inicio de un nuevo año nos inspira a ponernos metas y objetivos. Pueden hacer una lista con todo lo que se les ocurra y luego acortarla a las prioridades.
Luego, pensar el plan de acción.
También pueden ponerse metas mensuales, para no agobiarse e ir cumpliendo los objetivos con más facilidad.
¿Aprender una nueva habilidad?
¿Conseguir un mejor empleo?
¿Viajar a ver a nuestra familia lejana?
Solo tú y tu familia saben cuáles son sus propósitos para el año que comienza.