El próximo domingo, en muchos lugares del planeta se llevará a cabo la celebración de la noche de Halloween, la más terrorífica del año. Calabazas, disfraces y caramelos: miles de niños se encuentran durante estos días ultimando con sus familias los preparativos para una fiesta cuyo origen a menudo es confundido.
Halloween o Hallowe’en es la contracción de All Hallows ‘evening (la víspera del Día de Todos los Santos que se conmemora de diferente manera en varios puntos del mundo). Y aunque la industria de Hollywood nos ha hecho creer a través de series y películas que se trata de una fiesta de Estados Unidos, lo cierto es que su nacimiento no tiene nada que ver con América.
La celebración de Todos los Santos llegó a Estados Unidos durante el siglo XIX gracias a los emigrantes que llegaban en barcos atiborrados de personas desde Europa. Una gran parte de ellos eran irlandeses católicos que partieron hacia Norteamérica a raíz de desatarse en torno al año 1840 una gran hambruna en el país. Estas personas fueron las que llevaron a Estados Unidos la fiesta de Halloween, siguiendo con la tradición de sus ancestros.
Halloween, una celebración de origen celta
La palabra Halloween data de aproximadamente el año 1745. Sin embargo, su origen se remonta varios siglos atrás, antes de Cristo. Se trata de un evento que proviene de una tradición celta en la que se realizaban rituales muy alejados de las fiestas de disfraces, calabazas y juegos que hoy todos conocemos.
El día 31 de octubre, los pueblos celtas celebraban un antes y después en su calendario con una fiesta llamada Samhain, término que en gaélico significa “el final del verano”. Así, el último día del mes de octubre, se determinaba el final de la época de las cosechas y del cambio de estación. De este modo, el Samhain se convirtió en la festividad pagana más importante de Europa. Además de Irlanda, se llevaba a cabo también en Escocia y Reino Unido.
¿Por qué Halloween es el día 31 de octubre?
Como hemos mencionado, la celebración se realiza el día 31 de octubre porque es el día en el que concluía el año céltico. La vida se dividía en dos etapas: una de luz (primavera y verano) y otra de oscuridad (otoño e invierno). El equinoccio de otoño era el punto de inflexión del año en el que los días se hacían más cortos y las noches más largas. Con todo ello, el Samhein se presentaba como una fiesta para decir adiós al buen tiempo y a Lugh, el dios del Sol, que se prolongaba durante tres días.
Así celebraban Halloween los celtas en Irlanda
Para los celtas, estos días del año eran de vital importancia, ya que marcaban el tránsito de un año al siguiente. Estos creían que la noche del 31 las fronteras entre el mundo real y el ‘más allá’ se rompían y los difuntos reaparecían para caminar entre los vivos. Por este motivo, se realizaban rituales sagrados que tenían como principal objetivo la comunicación con ‘los otros’. Los espíritus buenos eran invitados mientras que los malignos eran disueltos para que se alejaran lo máximo posible.
Existe una teoría que apunta a que la actual tradición de disfrazarse por Halloween puede aludir a esas prácticas en las que los celtas se ponían trajes y máscaras para intimidar y ahuyentar a los malos espíritus. El fuego jugaba otro papel fundamental, ya que se convertían en el centro de los ritos que se realizaban. Con el paso de los años, el Samhein se usó para ayudar a los muertos a encontrar su camino. Para ello, se extendió la costumbre de dejar encendida una vela en la ventana.
¿Por qué creemos que Halloween nació en Estados Unidos?
La llegada de los irlandeses a Estados Unidos provocó el traspaso de sus tradiciones al otro lado del charco, donde fueron evolucionando y cambiando algunas de las actividades realizadas durante ese día. Por ejemplo, se integró más tarde la costumbre de tallar los llamados Jack-o’- latern (las famosas calabazas). Estas proceden de la historia de Jack, el Tacaño.
La fiesta de Halloween empezó a celebrarse de forma masiva en EEUU a partir de 1921, momento en el que se realiza el primer desfile en Minnesota. Poco a poco, esta fue creciendo hasta que en los años 70, se produjo el boom definitivo gracias a la saga Halloween de John Carpenter. A partir de entonces, Halloween ha ido calando en la sociedad, que guarda la noche del 31 como una de las citas indiscutibles del año.
Fuente: eleconomista.es