Lo que pasó inmediatamente después del trabucazo de Mella

Santo Domingo.-Inmediatamente después del trabucazo la noche del 27 de febrero de 1844, los revolucionarios se adueñaron de la fortaleza, el arsenal y las oficinas de Hacienda, asumiendo totalmente el control de la plaza de Santo Domingo. Mientras la Junta provisional dejaba solemnemente constituida la República Dominicana el 29 de febrero de 1844 nombrando, al mismo tiempo, varios delegados para que visitaran los demás pueblos de la parte Este para comunicar las noticias de la separación de Haití.

Luego que los independentistas tomaron posesión del baluarte, José Llaverías abrió el portón con una bayoneta a fin de que por ella penetraran los primeros refuerzos que recibió la república, llegados del cercano pueblo de San Carlos al mando de Eduardo Abreu.

El Teniente Ángel Perdomo preparó la artillería del mismo, así como la del fuerte de La Concepción, entre los que lo ayudaron hay que agregar a María Trinidad Sánchez, quien en sus propias faldas conducía pólvora ara las murallas y repartía cartuchos en las murallas.

La incursión realizada aquella noche por el Coronel Deo Hérard, hijo del Presidente Charles Hérard, se replegó al ser recibida por una nutrida descarga disparada por los patriotas.

El día 28 de febrero al amanecer, grupos de dominicanos tenían cercada la Fortaleza Ozama y todos los puestos de guardia haitianos, mientras otros se arremolinaban en torno a las residencias de las personalidades haitianas de mayor significación, además, ya patrullas dominicanas recorrían todas las calles de la ciudad, Evidentemente amedrentado por la actitud agresiva de los dominicanos, el comandante General Henri Etienne Desgrotte suscribió dos cartas,  una dirigida al Cónsul Saint-Denys, manifestándole el grave peligro que corrían los miembros de la colonia haitiana.

La Junta Provisional respondió por escrito diciendo: «La privación de nuestros derechos, las vejaciones y la mala administración del gobierno haitiano, nos ha puesto en la firme e indestructible resolución de ser libres e independientes, a costa de nuestras vidas y nuestros intereses, sin que ninguna amenaza sea capaz de retractar nuestra voluntad».

Inmediatamente después del trabucazo, los patriotas arrebataron a los haitianos el control de la fortaleza, el arsenal y las oficinas de Hacienda.
Inmediatamente después del trabucazo, los patriotas arrebataron a los haitianos el control de la fortaleza, el arsenal y las oficinas de Hacienda.

Mientras se escribía esta declaración, el tambor redoblaba incesantemente en el Baluarte, tocado por el soldado Nicolás de Bari en señal de libertad.

Los haitianos se consideraron sin fuerzas para combatir un alzamiento de tal magnitud, y para protegerse apelaron a los buenos oficios del Cónsul de Francia, Saint-Denys.

Las negociaciones por intermedio del Cónsul francés avanzaron en el curso del día 28 y al llegar la noche, Desgrotte y sus oficiales y soldados habían capitulado mediante un documento de diez puntos que firmaron.  Finalmente la capitulación por parte de los haitianos garantizaba la entrega pacífica del poder a los dominicanos y facilitaba la salida de los funcionarios de puestos y sus respectivas familias dentro de un plazo razonable y en condiciones honorables.

Fuente: eldia.com.do

La Independencia Nacional, el logro de un trabajo en equipo

Duarte, Sánchez, Mella y otros patriotas demostraron que el trabajo conjunto puede llevar a los pueblos a lograr sus objetivos aunque falte uno de sus componentes.

Si hoy somos un país libre e independiente se debe a que un grupo de dominicanos entre los que se destacan Juan Pablo DuarteFrancisco del Rosario Sánchez y Matías Ramón Mella, realizaran acciones conjuntas para lograr ese objetivo.

Sin embargo, otros prominentes hombres como Antonio Duvergé, Pedro Santana, Ramón Santana, los hermanos Puello, José María Imbert y otros muchos más contribuyeron con esta causa.A diferencia de otros países, cuyos líderes llevaban la dirección casi total del proceso, en la independencia de la República Dominicana intervino un grupo de patriotas que hizo de nuestra independencia un gran trabajo en equipo.

Así con una idea clara, Juan Pablo Duarte funda en el 16 de julio de 1838 la sociedad secreta “La Trinitaria” y posteriormente con fines de la realizar labores de proselitismo encubiertas creó “La Filantrópica”.

Ambas se convirtieron en herramientas claves para liberar nuestro territorio de los haitianos. Al iniciarse en 1843 la revolución contra Boyer que repercutió en la parte oriental de la isla, Duarte encabeza el movimiento reformista en la ciudad de Santo Domingo. Juega un papel decisivo que lo llevó al liderato de los republicanos que luchaban por la independencia.

Circunstancias posteriores obligaron a Duarte junto a otros compañeros a abandonar el país. Pero al ausentarse de la patria sus compañeros, encabezados por Francisco del Rosario Sánchez y Matías Ramón Mella, llevaron a cabo las gestiones finales del movimiento.

Redactaron el Manifiesto del 16 de Enero de 1844 en el cual quedaron plasmados los principios republicanos y liberales que los Trinitarios predicaron durante años y ratificaron, en el cuerpo de ese documento, la firme voluntad de crear un Estado soberano.

En el proceso de búsqueda de la independencia nacional Matías Ramón Mella se le reconoce como el representante de la expresión militar quien tenía ideas adaptadas a las actividades políticas de una sociedad precapitalista. Duarte vio en Mella una persona para hacer contactos con los adversarios del presidente Boyer, representados por Charles Herard para hacerlos aliados a la causa dominicana de liberarse de los haitianos.

Fue uno de los primeros conjurados en llegar a la Puerta de la Misericordia la noche del 27 de febrero de 1844. Mella dispara su famoso trabucazo en la Puerta de la Misericordia, partiendo desde ahí hacia la Puerta del Conde, donde es proclamada la República e izada la Bandera Dominicana.En cuanto a Francisco del Rosario Sánchez, no estuvo desde la fundación de la Trinitaria, pero al ampliarse los trabajos de esta se convirtió en un gerente organizador y Trinitario activo que puso su vida en peligro varias veces.

Después de iniciados los trabajos que persiguen la separación y la independencia, pasó a ser el segundo jefe del movimiento. Extiende sus actividades de proselitismo e información fuera del ámbito de la ciudad de Santo Domingo. Ausente Juan Pablo del país, Sánchez asume la dirección del movimiento independentista que había entrado en su última y más peligrosa etapa. Preside las reuniones del grupo y amplía contactos con representantes del sector social más importante de la ciudad.

Mella le presta efectiva y oportuna colaboración. Para los primeros días de enero de 1844, redacta Sánchez el Manifiesto de Independencia que será publicado con fecha del 16 de ese mes y, a petición de Mella, es enviado a Tomás Bobadilla para su corrección. Sánchez comparece la noche del 27 a la puerta de El Conde y encabeza todas las actividades. En la madrugada del 28 febrero iza la bandera nacional al amparo del lema de ¡Dios, Patria y Libertad! En ese momento quedó fundada la República Dominicana.

Liberada la nación ocupa la presidencia de la Junta Central Gubernativa, posteriormente fue sustituido por Tomás Bobadilla. El proceso de lucha por independencia de 1844, se pudo lograr porque otras personas pudieron continuar con el mismo.Esto plantea que aún en momentos de crisis, si los dominicanos nos mantenemos unidos trabajando en equipo, por una causa común y donde todos desempeñemos nuestras funciones podremos llegar a lograr nuestros objetivos.

Fuente: http://www.educando.edu.do/

Página LEA martes 25 de febrero de 2020

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Página LEA martes 18 de febrero de 2020

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Homenaje a Manuel Arturo Peña Batlle

Hombre abnegado por su patria. educador, historiador, ensayista y político. Sus obras se distinguen por su vigor científico.

Nació en la ciudad de Santo Domingo, en 1902 en el sector San Carlos, fueron sus padres Buenaventura Peña Cifré, abogado y terrateniente, y Juana Batlle, ambos de origen español.

En 1923 se doctoró en Derecho en la Universidad de Santo Domingo, donde más tarde dictó la cátedra de Derecho Público Internacional.

Rechazó la intervención militar norteamericana del país en 1916, participando en la campaña nacionalista que impulsó la salida de los invasores.

Una vez firmado el tratado Vásquez-Borno en enero de 1929, se estableció en San Juan de la Maguana para trabajar durante varios meses en el trazado de la frontera entre Haití y la República Dominicana.

Al producirse en 1930 el golpe de Estado que llevó al poder a Rafael Leónidas Trujillo Molina, Peña Batlle se mantuvo en una posición discreta frente al nuevo régimen, renunciando públicamente a su cargo de presidente de la comisión dominicana de delimitación fronteriza, aunque después se integró a la conclusión de los trabajos.

Habiéndose negado a inscribirse en el Partido Dominicano, sustento político del Gobierno, se le consideró contrario, pero en 1935 cerró filas entre sus miembros.

En la dictadura trujillista

Su incorporación definitiva al régimen trujillista se produjo en 1942, cuando pronunció un discurso acerca de los aspectos internacionales de la independencia financiera, en el que elogió el nacionalismo del tirano. Un año después fue elegido presidente de la Cámara de Diputados.

Otros cargos que ostentó figuraron los de secretario de Estado de Interior y Policía, Ministerio de Trabajo y Relaciones Exteriores, así como embajador en Puerto Príncipe y adscrito a la Presidencia.

Fue también presidente de la comisión de Fomento, del Instituto Duartiano y de la Junta Pro Celebración del Centenario de la República, y miembro de la Academia Dominicana de la Historia, del Instituto de Cultura Hispánica de Madrid y del Instituto de Investigaciones Históricas de México.

Descubierto un complot contra el régimen, Peña Batlle fue llamado al despacho del secretario de Estado de Guerra y Marina, donde el general Caamaño y otros altos mandos militares lo sometieron a un interrogatorio humillante, pero no respondió a ninguna pregunta y abandonó su cargo en Fomento. Trujillo lo convenció de que lo acompañase en su viaje a los Estados Unidos, donde permaneció un buen tiempo.

El tirano se hizo nombrar embajador de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y Peña Batlle le advirtió que esa posición no obligaba al protocolo norteamericano a rendirle honores como diplomático, advertencia que no le perdonó.

En una cena ofrecida en Washington, Peña Batlle se presentó a ella como parte del séquito, pero Trujillo le dijo que no había sido invitado. Enfermo, recibió en Nueva York un diagnóstico malo y regresó a Santo Domingo, enclaustrándose en su casa.

Tras su muerte en 1954, el régimen le rindió honores, publicó sus discursos y bautizó una calle con su nombre.

Una buena parte de la obra de Peña Batlle estuvo dedicada a afianzar su posición sobre lo que creía ser el verdadero nacionalismo dominicano. Con tal motivo, criticó acerbamente a los haitianos, consagrando casi toda su vida activa a buscar una solución al añejo conflicto fronterizo entre los dos países.

Dotado de una amplia formación humanística, sus obras se distinguen por su vigor científico, aun cuando algunas de ellas están teñidas de un fuerte racismo anti haitiano.

Entre sus obras más importantes están:

  • Por las piedras ilustres. Santo Domingo: La Cuna de América, 1925.
  • Historia de la deuda pública dominicana. Santo Domingo: La Cuna de América, 1926.
  • Antecedentes históricos y sociológicos de la anexión a España, año 1929.
  • El descubrimiento de América y sus vinculaciones con la política internacional de la época, 1931.
  • Enriquillo o el germen de la teoría moderna del Derecho de Gentes. Ciudad Trujillo, 1937.
  • Las devastaciones de 106 y 1608. Ciudad Trujillo, 1938.
  • Transformaciones el pensamiento político. Santiago de los Caballeros, 1942.
  • Contribución a una campaña. Ciudad Trujillo, 1942.
  • El sentido de una política. Ciudad Trujillo, 1943.
  • Constitución política y reformas constitucionales, 1944.
  • Historia de la cuestión fronteriza domínico-haitiana, 1946.

Fuentes:

http://www.ecured.cu

Colegio Parroquial Nuestra Señora de Lourdes rinde honor a la Patria

El Colegio Parroquial Nuestra de Lourdes con motivo de la fiesta patria del 27 de febrero y los 25 años de existencia del mismo, realizó el Magno Desfile dentro de las instalaciones de la Institución. Se dio inicio con la entrada de todos los alumnos acompañados por la Banda de Música de la Armada de la República Dominicana, e inmediatamente los guardiabanderas de 6to. Año de Secundaria ingresaron portando las banderas Oficiales Dominicana y del Colegio y puestos de pies se escucharon las gloriosas notas del Himno Nacional.

Las palabras de bienvenida las realizó el Director del Colegio: Rev. P. Gustavo Carles, inmediatamente se dio la presencia de 40 alumnos abanderados.

El discurso central fue a cargo de uno de nuestros alumnos egresados el Lic. Fiscal Diógenes Quezada. Los alumnos inmediatamente después hicieron el juramento como estudiantes del colegio presididos por el estudiante: Helso Anatoly Méndez Hinojosa de 5to. de Primaria.

El momento más importante del acto fue realizado por los alumnos de 6to. de Secundaria de la actual 18va. Promoción, entregando el mando a los estudiantes de 5to. de Secundaria.

Con motivo de los 25 años se hizo un reconocimiento de gratitud a personalidades amigos del colegio que durante todos estos años han sido cooperadores del mismo: Augusto A. Lizardo González, Sr. Conchita Varona y Aquilino García, Lic. Miguel Escaño y Lic. Luis Almeida.

Se realizó la exhibición de fusileros a cargo de los 28 alumnos especiales de nuestra Institución.

Y para recordar nuestras raíces un grupo de alumnos nos deleitaron con un baile de mangulina y carabiné lo que acentúa nuestra identidad.

Se tuvo una exhibición del Manual de Armas en Silencio de la Armada de la República Dominicana a cargo del Comandante Caballero Guardiamarina de 4to. Año Paulino Álvarez A.R.D.

Se agradeció a los militares: 2do Tte. Teniente Paredes Contreras y de manera muy especial el 1er. Tte. Hamself Manuel Rodríguez Encarnación que con esmero y dedicación se han encargado durante estos últimos años en preparar a nuestros jóvenes en el acto cívico.

Y para terminar fueron lanzados al viento globos con los colores de la bandera dominicana a ritmo de la canción: “Dominicano Soy”.

Finalmente los guardiabandera de 5to. Año de Secundaria desfilaron por todo el campus portando las banderas oficiales dominicana y del colegio recibiendo los saludos de los mismos

Colegio Lux Mundi realiza feria de las ciencias e ingenierías

Santo Domingo, RD

Los estudiantes de Team FORCE de la Comunidad Educativa Lux Mundi, in­tegrada también por es­tudiantes del Politécni­co San José Fe y Alegría, realizaron recientemente una feria dedicada a pro­mover las ciencias, tecno­logías, ingenierías y ma­temáticas (STEM FEST) para jóvenes y niños, ce­lebrada en las instalacio­nes de la Universidad Na­cional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU)el pasado mes de enero.

El evento contó con la presencia de invitados es­peciales como Freddy Gi­nebra, Jatnna Tavárez, Adriana Selman (The Co­ding Space) y Denia Cid, quienes acompañaron a los niños a realizar experi­mentos científicos de ma­nera divertida. De igual manera, contaron con el apoyo de los jóvenes de la Fundación Best Buddies, quienes  tuvieron una par­ticipación de voluntaria­do.

A la actividad asistieron más de 400 personas las cuales tuvieron la oportu­nidad de aprender prin­cipios de programación, crear carros con materia­les reciclados, controlar con propiedad robots de alta gama, entre otros.

Los fondos recaudados en dicha actividad fue­ron destinados a la Fun­dación para el Desarrollo de las Ciencias y la Tecno­logía (Fundecitec), socio operativo de todos los pro­gramas FIRST en la Re­pública Dominicana, que se utilizará para patroci­nar equipos del programa FIRST LEGO LEAGUE pro­venientes de escuelas pú­blicas.

Este año Team FORCE contó con los siguientes patrocinadores: UNPHU, PARVAL, The Bold Look of Kohler, Xerbit, Banco Popular, Fundación Blandino, Llodrá Industrial, LMC Constructora, Parque Cibernético, La Casita de Yago, ARS Humano, Q Asesores y Propagas.

La revolución trovadoresca del amor

Enrique Sánchez Costa
Santo Domingo, RD

El mundo anti­guo y medie­val era violen­to, patriarcal y opresivamen­te jerárquico. El fuerte re­gía sobre el débil, el amo sobre el siervo, el instruido sobre el analfabeto, el rico sobre el pobre, el hombre sobre la mujer. La finali­dad de la mujer era ser una buena esposa. Y, entre las clases altas, ni siquiera esa decisión trascendental la tomaba ella. Los padres ca­saban a los hijos para pro­longar la estirpe y estable­cer alianzas mercantiles o diplomáticas. El amor en­tre esposos surgía, si acaso, después de la unión matri­monial.

El panorama es toda­vía menos romántico si te­nemos en cuenta que, co­mo  afirma C. S. Lewis, “para la visión medieval el amor apasionado era per­verso en sí mismo, y no de­jaba de serlo si el objeto era la esposa”. Algo patente en una vieja máxima, que Pe­dro Lombardo difundirá en 1150: “El amor ardiente de un hombre por su propia esposa es adulterio”. Fren­te a todo ello reaccionará, en los siglos XII y XIII, la poesía trovadoresca, que reivindicará la pasión amo­rosa, aplaudirá el deseo y exaltará a la mujer. Tal se­rá su impacto en la cultura, que nuestra concepción del amor romántico bebe de ese “amor cortés o, en pa­labras de los trovadores, de ese “fino amor”.

Los protagonistas

Los trovadores viven en las cortes feudales del sur de Francia y el norte de Cata­luña, componen sus poe­sías o “canciones” en pro­venzal y las acompañan de música. Muchos de ellos son nobles, pero también  hay clérigos, mercaderes o incluso artesanos. Su poe­sía se difunde luego en las cortes de toda Europa, con practicantes en el norte de Francia (los “trouvères”) y en las zonas germánicas (los “Minnesinger”).

Para exaltar a la mujer amada, los trovadores la convierten, poéticamen­te, en señora feudal: se­rá su “domna”, “domina” (dama), o también su “mi­dons” (mi don, mi señor). Trasladando los rituales feudales al amor, el trova­dor jura fidelidad a su señora  y pide, postrado ante ella, que esta le tome en­tre sus manos y le dé un be­so, haciéndolo su vasallo, su servidor (amador). Es­cribe el conde de Poitiers: “Me someto y entrego a ella / puedo inscribirme en la lista de sus siervos; / y por ebrio no me tengáis / si a mi buena señora amo / pues no puedo vivir sin ella / tan hambriento estoy de su amor”.

Características

La poesía trovadoresca celebra “la dulzura de la primavera”, cuyo calor derrite el hielo de la indiferencia y permite la floración del amor. Cantan los pájaros, irrumpe la jovialidad, la música, el juego, el deseo. El trovador requiere con sus poemas a la dama (casada): le pide una señal, una mirada, una caricia, a veces −incluso− la entrega sexual. Pero no todos los trovadores son sensuales o potencialmente adúlteros.

Hoy celebramos el Natalicio de Matías Ramón Mella

Matías Ramón Mella nació en Santo Domingo el 25 de febrero de 1816 y murió en Santiago el 4 de junio de 1864, fue militar, político y activista dominicano, hijo de Antonio Mella Álvarez y Francisca Castillo.

En el año 1838 se casó con Josefa Brea, joven perteneciente a una familia ilustre del país, con quien procreó cuatro hijos: Ramón María, Dominga América María, Antonio Nicanor e Ildefonso.

El Patricio se desarrolla política y profesionalmente de 1822 a 1843 durante los años que el presidente haitiano Jean Pierre Boyer dominaba el territorio de la parte española de la isla.

Hizo el servicio militar con el que adquirió notoriedad entre sus compañeros y superiores por su seriedad, carácter responsable y por su valor personal.

Mella no fue uno de los fundadores de la Sociedad Secreta la Trinitaria pero entre los años 1838 y 1843 se convirtió en uno de los adeptos más eficaces de esta célula política que buscaba la separación de las comunidades dominicana y haitiana para luego crear un Estado independiente de toda influencia extranjera bajo el nombre de República Dominicana. Esto le mereció la plena confianza de Juan Pablo Duarte.

En enero de 1843 fue comisionado por Duarte para trasladarse a la villa haitiana de Los Cayos de San Luis, al sur de Haití, para hacer contactos con  Charles Hérard y los revolucionarios reformistas adversarios del presidente Boyer.

La táctica de  Duarte de aliarse con los enemigos de Boyer, encontró en Mella una persona capaz de sumar a los militares y civiles que encabezados por Charles Hérard, querían el derrocamiento del presidente de la República que tenía más de veinte años gobernando.

Cuando regresó de Los Cayos, luego del derrocamiento de Boyer, Mella se trasladó al Cibao Central como agente propagador del ideal republicano.

Luego de su triunfo Charles Hérard, ordenó la prisión de Mella, Rafael Servando Rodríguez y el sacerdote Juan Puigbert, acusándolos de querer destruir el ejército y los remitió a Puerto Príncipe donde permanecieron dos meses detenidos, regresando en septiembre a la parte oriental.

En enero de 1844 Mella ayudó a Sánchez, jefe del Movimiento independentista por la ausencia de Duarte, a redactar el Acta de Independencia y, a sugerencia suya, se le llevó a Tomás Bobadilla para su revisión.

La noche del 27 de febrero de 1844 es de los primeros en llegar a la Puerta de la Misericordia, exhortando en el lugar a unos pocos temerosos a no abandonar el lugar y, audaz e impulsivo, luego de proclamada la República, Mella forma parte de su primera Junta Central Gubernativa.

Para los primeros días de marzo de 1844 parte hacia el Cibao como Gobernador del Distrito de Santiago y Delegado de la Junta Central Gubernativa, pero en realidad era el jefe político y militar de la región más importante del país. Ostenta el rango de Coronel del naciente Ejército Nacional.

Mella no estaba en Santiago cuando se iniciaron los combates del 30 de Marzo, pues la batalla lo sorprendió cuando recorría la región del Cibao reclutando hombres y tomando posiciones que revelan su gran capacidad militar organizativa. Mella había dado las primeras instrucciones y escogió a José María Imbert como lugarteniente en Santiago. En estas iniciativas están sus méritos en esta batalla.

Los acontecimientos tomaron un giro diferente después de la victoria de Azua el 19 de marzo. Duarte se presentó en el Cibao y Mella, entusiasmado e impulsivo, lo proclamó Presidente de la República.

Cuando Faustin Soulouque invadió el país, Mella se incorporó al Ejército, destacándose en la famosa Batalla de Las Carreras y termina siendo secretario de Pedro Santana. En septiembre de 1849, es nombrado Secretario de Estado de Hacienda y Comercio. Hasta la anexión a España se sintió más cerca de Santana que de Báez.

De 1849 a 1861 ocupó importantes cargos civiles y militares entre los que se encuentran comandante de Armas, Ministro de la Guerra, Gobernador, Ministro Plenipotenciario y Enviado Extraordinario en Misión Especial frente al Gobierno español, para gestionar el reconocimiento de la República o del Protectorado.

En julio de 1856 se le encomendó preparar un proyecto de ley para organizar el Ejército. Ya se le tenía y respetaba como un entendido en asuntos militares.

Demostró que realmente era conocer de los asuntos militares cuando se inicia la Guerra restauradora. A este movimiento se incorporó, en agosto de 1863, confiándosele importantes misiones.

Viajó al sur atravesando la Cordillera Central por Constanza, con el encargo de organizar las tropas restauradoras dirigidas por Pedro Florentino.

Es designado Ministro de la Guerra y elabora el Manual de Guerra de Guerrillas que dirige por medio de una circular de fecha 26 de enero de 1864 y que recoge toda la experiencia del pueblo dominicano en esta forma singular de lucha.

Mientras servía a la causa restauradora, el general Mella, enfermó de disentería y murió en la extrema pobreza el 4 de junio de 1864. Murió con la distinción de ser dos veces prócer de la República, pidiendo que lo enterraran envuelto en la Bandera Nacional y, así se hizo.

Fuente: educando.edu.do

Entidades dan apertura a 1ra. Feria de los Símbolos Patrios Santo Domingo 2020 

Santo Domingo.-En el marco del Mes de la Patria la Fundación Educarte y la Biblioteca Nacional dejaron inaugurada este lunes la “1ra. Feria de los Símbolos Patrios Santo Domingo 2020” la cual procura la el respeto y exaltación de los valores de la dominicanidad por la ciudadanía .
 La magna actividad, que va dirigida a estudiantes y público en general, será celebrada del 24 al 26 de febrero, en horario  de  9 a.m. a 12:30 pm. en los salones y entorno de la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña, institución que co-auspicia el evento,
Según sus organizadores durante la feria participaran, como disertantes  personalidades como Federico Henríquez Gratereaux, viceministro de Cultura; Wilson Gómez; presidente del Instituto Duartiano y juez del Tribunal Constitucional; Luis de León, viceministro de Cultura; Ylonka Nacidit Perdomo, destacada intelectual; Diómedes Núñez Polanco, historiador y director de la Biblioteca Nacional; Tomas Castro Burdiez, director de la Feria de los Símbolos Patrios y presidente de la Fundación Educarte.
Como artistas tendrán participación reconocidos poetas, declamadores, las cantantes  Diomary la Mala, Alicia Baroni y  Virna Garcia.
Además  intervendrán con su arte, Felix Ramírez Sepúlveda, Bernardo Acosta, el Coro Estudiantil de la Policía Nacional, payasos,magos, gestores culturales y talleristas.