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Insatisfacción corporal en jóvenes

La insatisfacción corporal nace de la disonancia entre nuestra percepción corporal y el canon de belleza que adoptamos. En este artículo analizaremos las causas y las consecuencias de este malestar en jóvenes y adolescentes.

La imagen corporal es la representación mental y subjetiva de nuestra apariencia. A veces, se acerca a la realidad de nuestro cuerpo, pero otras se aleja de una manera muy acusada. Así, la insatisfacción corporal nace de actitudes, sentimientos y conductas referidas a nuestro plano más físico.

La mayoría de las personas mostramos cierta disconformidad por algún aspecto de nuestro cuerpo. Esto es normal, siempre y cuando no se lleven a cabo acciones desproporcionadas para cambiar, moldear o modificar la parte corporal en cuestión.

El término que se utiliza para describir esta situación se conoce como malestar normativo. Hablamos de insatisfacción corporal por tanto, cuando esta disconformidad nos lleva a realizar conductas dañinas para la salud, física y mental, con la finalidad de cambiar nuestra imagen corporal.

Chico triste apoyando la cabeza en la pared

Orígenes y causas

Debido a la prevalencia de la insatisfacción corporal en la sociedad occidental, durante los últimos veinte años se han llevado a cabo estudios para determinar sus causas. Principalmente, se han investigado dos grupos de variables:

  • Factores sociales. Medios de comunicación, cultura, amistades y familia
  • Factores psicológicos. Sentimientos causados con factores sociales y creencias generadas por la influencia de los padres y la cultura

Como se puede observar, los factores psicológicos están asociados a los sociales. Además, los medios de comunicación y la cultura se posicionan como principales mediadores en la imagen corporal de las personas. De hecho, tal y como señala en uno de los estudios analizados:

La insatisfacción se puede originar por la distorsión perceptiva, por la discrepancia entre el cuerpo percibido y el ideal o, simplemente, por el disgusto con el propio cuerpo y puede originarse por un entorno adverso a ciertas figuras ideales establecidas por la sociedad. (Jimenez, Jimenez y Bacardi, 2017)

Insatisfacción corporal en jóvenes y adolescentes

Como ya hemos dicho, nuestra imagen corporal viene condicionada por componentes internos perceptuales, afectivos y conductuales. Vivimos en una sociedad que cada vez más otorga una importancia desmedida a la imagen corporal. Especialmente en la cultura occidental, se valora la delgadez en las mujeres y la musculatura en los hombres.

En este sentido, los medios de comunicación nos bombardean de manera constante, insertando en nuestros patrones el molde de belleza que proyectan. De hecho, las industrias de la belleza y del culto al cuerpo han incrementado sus beneficios de manera ascendente en los últimos años.

Aunque afecta a todos los grupos de edades, es durante la adolescencia cuando más nocivo se puede volver este mensaje. La adolescencia es un periodo de cambio, de búsqueda y de inconformidad. Por tanto, la influencia de los mensajes que reciben de la sociedad y de los medios de comunicación puede afectarles en más medida que a cualquier otro grupo de edad.

Sumado a lo anterior, ciertos estudios han señalado que la insatisfacción corporal se presenta antes de la adolescencia. Estos hallazgos son muy alarmantes, y demandan por parte de la sociedad medidas extraordinarias en cuanto a prevención.

Mujer triste mirándose al espejo

Consecuencias de una imagen corporal negativa

La insatisfacción corporal en ocasiones nos lleva a realizar conductas perjudiciales para nuestra salud, con la intención de acercarnos al «cuerpo ideal». Por ejemplo, respecto al peso, se han asociado conductas como la restricción de ciertos alimentos, los ayunos y la actividad física excesiva.

En edades anteriores a la adolescencia, estas conductas pueden afectar al cuerpo provocando fatiga, lesiones óseas, problemas gastrointestinales o deficiencias nutricionales. Incluso, en casos graves, pueden provocar retraso en el crecimiento, pubertad tardía o trastornos de la conducta alimentaria. De hecho, la insatisfacción corporal es un buen predictor de este tipo de trastornos.

Los trastornos alimentarios afectan más a mujeres que a hombres. Sin embargo, durante los últimos años la prevalencia de estos trastornos en hombres ha aumentado. Estos suelen mostrar insatisfacción cuando perciben su cuerpo demasiado delgado o demasiado grueso y no musculado. Sin embargo, en mujeres afecta sobre todo la percepción del volumen alto de su cuerpo.

Para prevenir la aparición de todos estos problemas, existe un enfoque que se ha demostrado efectivo y que se utiliza, por ejemplo, en centros educativos. Este se centra en fomentar una visión crítica del mensaje de los medios de comunicación sobre la figura y el peso, así como en aceptar el físico y promover hábitos saludables deportivos y nutricionales.

Fuente: lamenteesmaravillosa.com

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