Ana María Pellerano
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Santo Domingo
Iniciar un nuevo año nos marca con una nueva energía, nos sentimos con entusiasmo y algarabía de lo nuevo, de comenzar de cero, sobre todo cuando en ocasiones tuvimos la oportunidad de hacer un acto de cierre de ese año anterior.
Un nuevo año, nos da 365 nuevas oportunidades cada día, para hacer las cosas diferentes y correr nuevos riesgos y retos.
Salir de nuestra zona de confort, puede parecerse a un monstruo de 7 cabezas.
Sin embargo, el fin del mundo no llega ahí, sino todo lo contrario, crece! Cuando nos atrevemos a salir de la zona de confort en la que estamos todos los días, ensancha nuestro horizonte y nos abre ante nuestras y múltiples posibilidades.
Reconocer en nosotros nuestros temores, resistencias y encararlas, nos hace más sanos y nos ayuda a transitar por la vida, con una carga menos pesada.
Caminar ligeros de equipaje nos permite llegar a nuevos destinos con mayor entusiasmo y mejor visión.
Incorporar nuevos enfoques nos obliga a utilizar nuevos lentes para mirar lo que pasa a nuestro alrededor, y nos acerca a estado de mayor satisfacción interna y de conexión con nosotros mismos y con los demás.
Con ello, provocamos contagio en los demás, y sobre todo cuando somos personas responsables de educar a otros, sean nuestros alumnos, somos portadores de una huella que marcamos de forma positiva en el desarrollo emocional de los niños y niñas, que serán los adultos de mañana.
Desde esta mirada, aportamos para un legado más positivo para hacia otras generaciones.
¡¡Conéctate contigo y con los demás!!