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Tierra vulnerable: impactos del cambio climático en los ecosistemas terrestres

María Alicia Urbaneja e Izaskun Uzcanga

Desertificación. La conservación de los suelos se puede convertir en una de las más importantes actividades para la resiliencia y adaptación al cambio climático.

Ecosistemas

El planeta Tierra posee una gran biodiversidad, muchas formas de vida establecen relaciones ecológicas en las que la materia y la energía se reciclan en el sistema, estableciendo un equilibrio perfecto.

En la relación de los seres humanos con la Tierra, el mayor peligro no reside tanto en las amenazas naturales sino en la relación del “hombre moderno” con el planeta a través de sus concepciones y de su estilo de manejo.

En el año 2002, surge el término “Antropoceno”, esta es una propuesta de época geológica, para suceder o reemplazar al Holoceno, la época actual del período Cuaternario en la historia terrestre, debido al significativo impacto global que las actividades humanas han tenido sobre los ecosistemas terrestres, las cuales han impulsado con gran fuerza, cambios ambientales, muchos de los cuales, son indeseables para un planeta superpoblado, cada vez más caliente, con tala intensa de los bosques y desafortunadamente, con degradación del suelo. Esta degradación del suelo se considera como el mayor problema ambiental que amenaza la producción mundial de alimentos.

Eladio Fernández/ Fundación Propagas

Entendemos por suelo a las diferentes capas de material orgánico o no orgánico que componen la corteza terrestre y sobre las cuales se desarrolla la mayor parte de los ciclos vitales conocidos. El suelo puede estar cubierto por agua (como en los océanos o mares) o no (como en la tierra común sobre la que habitamos). Esas capas, además de residuos orgánicos provenientes de las plantas y animales en descomposición, también se constituye de agua (líquidos) y aire (gases) también, porque el suelo es un sistema heterogéneo trifásico (que está conformado por los tres estados de agregación de la materia: sólida, líquida y gaseosa). En todos los ecosistemas, los suelos cumplen con importantes funciones de las cuales se derivan servicios ambientales indispensables para el sostenimiento tanto del ecosistema como de la vida humana.

No obstante, el suelo cumple con otras funciones igualmente trascendentes, como la de constituir un medio filtrante que permite la recarga de los acuíferos, influyendo también en la calidad del agua. El contenido de carbón almacenado en el primer metro del suelo constituye la tercera fuente más importante de carbono. Este secuestro de carbono en el suelo reduce su liberación a la atmósfera como CO2, uno de los principales gases “invernadero” responsables del calentamiento global.

La conservación de los suelos se puede convertir en una de las más importantes actividades para la resiliencia y adaptación al cambio climático. Creando ecosistemas sanos que contribuyan a la conservación de la biodiversidad constituye la red vital de la que dependen los alimentos, el agua, un clima estable y el crecimiento económico.

Eladio Fernández/ Fundación Propagas

El principal impulsor de la pérdida de biodiversidad es el uso de la tierra por parte de los humanos, principalmente para la producción de alimentos. La actividad humana ya ha alterado más del 70 % de toda la superficie sin hielo. Alterar la tierra para el uso agrario, puede suponer para muchas especies animales y vegetales la pérdida de su hábitat y el enfrentamiento a la extinción.

El cambio climático ha transformado los ecosistemas marinos, terrestres y de agua dulce en todo el mundo. Ha provocado la pérdida de especies locales, el aumento de enfermedades y ha impulsado la mortalidad masiva de plantas y animales, dando lugar a las primeras extinciones provocadas por el clima.

La conservación y restauración de los espacios naturales, tanto en la tierra como en el agua, es esencial para frenar las emisiones de carbono y adaptarse a un clima ya cambiante. Alrededor de un tercio de la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero que se necesita en la próxima década podría lograrse mejorando la capacidad de la naturaleza para absorber las emisiones. 

¡Echemos un vistazo a nuestros suelos! 

Planifique un recorrido por la escuela, parque más cercano o la comunidad para explorar el estado del suelo y puedan identificar uno de los problemas más grande que se presentan con relación al suelo. La idea con la exploración es que identifiquen que la contaminación es uno de los problemas que influye sobre las características para que un suelo sea fértil o utilizable. Para tal fin, oriente la expedición hacia esos lugares en los que hay una gran cantidad de basura acumulada y puede preguntarles si piensan que esa tierra está adecuada para que los árboles puedan crecer. Recuérdeles que debajo de la tierra también hay vida y que ésta es muy importante para la fertilidad del suelo. Pregunte si habían notado la cantidad de basura que había en el lugar visitado. Plantee nuevamente la pregunta de si creen que pueda crecer vida en la tierra que se ve sucia. Ayúdelos a reflexionar haciendo algunas preguntas: ¿por qué creen que hay todos esos residuos en el suelo?, ¿cómo llegaron hasta allí? ¿qué acciones realizan las personas a diario para provocar toda esa contaminación?

Explique a los estudiantes que la contaminación de los suelos representa uno de los problemas más importantes que pone en peligro la subsistencia de todos los seres vivos. Puede comentar que el agua de la lluvia cuando cae sobre ese suelo sucio puede arrastrar esa basura a cualquier fuente de agua como ríos, mares o lagos. También el agua que se filtra a través del suelo puede contaminar las aguas subterráneas.

Continúe diciendo que cuando no hay árboles el agua no puede retenerse en el suelo y esa es una de las causas de la desertificación y de la erosión. La erosión por el agua supone una pérdida de la capa fértil de los suelos. De igual forma se reduce la capacidad de retener agua. … La erosión del suelo afecta también a los ecosistemas terrestres, principalmente en las zonas donde se ha eliminado la capa vegetal provocando su destrucción total o parcial.

La desertificación es un proceso en el cual se desgasta el suelo, como consecuencia del daño causado por el hombre mediante la deforestación (corte de árboles), los incendios, la sobreexplotación del agua, la agricultura y la ganadería.

Concluya diciendo que muchas de las actividades de los seres humanos dañan y contaminan el suelo, generan consecuencias graves, tales como: enfermedades, contaminación de los mares, ríos y lagos, se mueren plantas, animales y seres humanos…

¿Qué podemos hacer?

Para el cierre pregunte entonces, ¿creen ustedes que la tierra limpia es necesaria? ¿Por qué? Luego que los estudiantes respondan, puede concluir diciendo que por eso es muy importante, que cuidemos y conservemos el suelo libre de contaminación. Invítelos a que compartan sus ideas sobre cómo podemos contribuir a tener suelos fértiles y a evitar contaminarlo.

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