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Restaurar los océanos: ¿Qué podrías hacer tú?

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Andrea Valcárcel Abud
Autoridad Nacional de Asunto Marítimos (ANAMAR)

 ¿Y si nuestro planeta se llamara ‘Océano? No es tan descabellada la idea. Usamos el término “la Tierra”, cuando en realidad tres cuartos de la misma está cubierta por nuestros océanos. Los océanos son masas de agua salada que, aunque están interconectadas, se dividen por los continentes en los Océanos Atlántico, Pacífico, Índico, Ártico y Antártico.

Un mundo de aventuras y diversidad

Si alguna vez has ido a la playa, lo más seguro es que hayas visto muchos seres vivos, desde los peces más pequeños hasta las algas más largas y viscosas. En los océanos, podemos encontrar un sinfín de animales, plantas y microorganismos, todos con sus particularidades y funciones, esto es conocido como biodiversidad. La biodiversidad marina es la variedad de vida en los océanos y mares, y esta mantiene el funcionamiento saludable del planeta y proporciona servicios que sustentan la salud y el bienestar humano. Los océanos son una de las principales reservas de biodiversidad del mundo, conteniendo aproximadamente 250,000 especies conocidas y muchas más por descubrir, ya que todavía no se han estudiado más de dos tercios de las especies marinas del mundo.

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Pero ¿para qué cuidar los océanos?

Los océanos y la vida que contienen son fundamentales para el funcionamiento saludable del planeta, ya que plantas y microorganismos que viven en él nos suministran la mitad del oxígeno que respiramos (¡aún más que los bosques terrestres!) y absorben anualmente un cuarto de las emisiones de dióxido de carbono emitidas a la atmósfera. Son el verdadero pulmón del mundo.

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A través de la historia se han desarrollado muchos asentamientos humanos cerca de la costa; con el 38% de la población mundial viviendo a menos de 100 km de la costa, el 44% a menos de 150 km, y el 67% a menos de 400 km. Más de la mitad del total del producto interno bruto del mundo entero es dependiente del océano y de las zonas costeras.

Gracias a los océanos contamos con una de las fuentes de alimentos más antiguas. En él, se ha desarrollado la economía internacional. Siendo el centro y el medio de diversas actividades económicas, los océanos son utilizados para la explotación y el transporte de materia prima. En la República Dominicana, el Océano Atlántico y el Mar Caribe nos han posicionado como punto clave para el turismo de playas en el Caribe. En fin, el océano nos proporciona con un sinnúmero de recursos y por eso debemos cuidarlo, de eso no hay duda.

¿Por qué peligran los océanos?

Muchas de las mismas cualidades que nos inspiran a cuidar nuestros océanos, son las que lo ponen en peligro. Sí, ya sabemos que los océanos suministran la mitad del oxígeno que respiramos y que son capaces de absorber dióxido de carbono, sin embargo, se le ha puesto tanta presión que ya no dan abasto. La contaminación ha deteriorado los ecosistemas de plantas y algas marinas que producen oxígeno y el cambio climático ha aumentado el nivel de dióxido de carbono al punto que los océanos se vuelven más ácidos todos los días, así afectando a los seres vivos que viven en él.

Los botes y demás embarcaciones que han hecho posible el descubrimiento de los continentes y el impulso de la economía internacional también son los responsables de mucha contaminación y del deterioro de los arrecifes y demás ecosistemas que se ven arrasados por las anclas de los botes y por diversos impactos y choques que pueden tener estas embarcaciones con el fondo marino. Sabemos lo rico que puede ser comer pescados y mariscos, pero no consideramos el daño que hacen algunos pescadores para conseguir estos recursos, recurriendo a redes de arrastre y a la pesca con explosivos que perjudican y, a veces, hasta destruyen los sistemas arrecifales. Entonces, en resumen, si preguntan que por qué peligran los océanos, la respuesta es por nosotros, los seres humanos.

Científicos en acción

Pero no todo está perdido. Hay muchísimos científicos que están tomando acción para salvar los océanos. Para contrarrestar la acidificación de los océanos por altos niveles de dióxido de carbono, se han lanzado iniciativas utilizando minerales, como el olivino, que son capaces de capturar el dióxido de carbono por sus propiedades químicas. De igual manera, se ha incentivado la protección de los ecosistemas marinos más críticos, especialmente los responsables de la producción de oxígeno masiva que acontece en los océanos. Como respuesta de la contaminación, se organizan limpiezas de playa y limpiezas submarinas, y se ha impulsado legislación que penaliza esta contaminación.

Para rehabilitar el daño hecho por botes y pesca destructiva, se han desarrollado diversos métodos de restauración arrecifal, todas respaldadas de la reproducción sexual o asexual de los corales en viveros marinos. De igual manera se incentiva la utilización de boyas de amarre para evitar el uso de anclas en zonas donde los arrecifes y demás ecosistemas marinos se pueden ver afectados.

La regla de las 3R y los océanos

¿Conoces la regla de las 3R? El término ‘3R’ es utilizado para que se nos haga más fácil recordar los pilares del consumo responsable: Reducir, reciclar y reutilizar. Esta regla es esencial para la conservación de los océanos, ya que nos ayuda a prevenir que se sigan contaminando. Desde casa, podemos reducir nuestra compra de productos que generan plásticos de un solo uso, podemos reciclar las botellas de plástico PET y los Tetrapak llevándolos a centros de acopio correspondientes, y podemos reutilizar los envases de cartón y demás materiales para hacer manualidades y tareas en casa y, si no vemos en la necesidad de utilizar las fundas de plástico en los supermercados y colmados, podemos guardar estas fundas para utilizarlas cuando vayamos a comprar de nuevo. Todas estas acciones llevan a un océano más limpio para todos.

Otras acciones que puedes tomar en casa

Si no puedes reciclar directamente, puedes separar la basura en residuos reciclables, como son las botellas de plástico PET y los Tetrapak, y en residuos no reciclables y orgánicos, para que así los que si pueden reciclar las botellas y demás envases los encuentren con mayor facilidad.

También, cuando vayas a la playa con tu familia, asegúrate de dejarla mejor de lo que la encontraste: no dejes basura, no te lleves conchas ni suvenires naturales y, si encuentras alguna basura, aunque no la hayas dejado tú, ¡ayuda al medioambiente recogiéndola! Las conchas y todo lo que puedes encontrar en la playa (¡menos la basura!) tiene su propósito y son necesarios para que el océano siga funcionando adecuadamente.

¡Aún no es demasiado tarde para actuar! ¡Aun podemos tomar medidas para que los océanos sigan siendo el verdadero pulmón del mundo!

(+) Apoyo 

Auspician:  Ministerio de Educación, Propaga, Fundación Propagas.

Con la colaboración de la Fundación Popular, Autoridad Nacional de Asuntos Marítimos (Anamar), Instituto Panamericano de Geografía e Historia, Instituto Geográfico Nacional José Joaquín Hungría Morel, Defensor del Pueblo, Grupo Ramos, Grupo Jaragua, Consejo Nacional para el Cambio Climático y Mecanismo de Desarrollo Limpio, Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode) y Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

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