La multiplicación suele ser una de las habilidades matemáticas básicas que más les cuesta aprender a los niños. Esto se debe a que, además de demandar una buena dosis de memoria, también requiere cierta capacidad de análisis y más recursos cognitivos. Por si fuera poco, el hecho de que les insten a aprender de memoria las tablas de multiplicación tampoco ayuda mucho ya que lo convierte en una tarea aburrida. Sin embargo, existen muchísimos recursos para que los niños aprendan a multiplicar sin que tengan que recurrir únicamente a su memoria. Te desvelamos algunos trucos muy sencillos y fáciles de aplicar en casa.

Estrategias para enseñar a multiplicar a un niño

1. Comienza por las multiplicaciones básicas

Al contrario de lo que piensan muchos padres, las tablas de multiplicar deben ser lo último que el niño aprenda. Primero debe comenzar por las multiplicaciones básicas, aquellas que resultan más sencillas, como por ejemplo: 2×2, 3×2 o 3×1. La idea es que comprenda que la multiplicación es la suma sucesiva de un mismo número y que desarrolle la habilidad de multiplicar para que después se pueda enfrentar a las multiplicaciones más complejas.

2. Explícale en qué consiste la propiedad conmutativa

Enseñarle al niño la propiedad conmutativa le ahorrará mucho tiempo y esfuerzo. Básicamente, se trata de la propiedad de intercambiar el orden de los factores sin que se altere el resultado del producto, lo cual le ayudará a entender que 2×3 es lo mismo que 3×2. De esta manera, solo tendrá que aprenderse la mitad de la tabla de multiplicación, lo cual aligerará muchísimo la carga sobre sus hombros.

Trucos para enseñar a los niños a multiplicar

3. Aterriza las multiplicaciones a la práctica

Un niño le suele prestar más atención a las lecciones cuando les encuentra una utilidad práctica, por lo que enseñarle los beneficios de aprender a multiplicar será una motivación adicional para que quiera intentarlo. Una estrategia muy efectiva consiste en pedirle que haga cálculos sencillos cuando estáis en el supermercado, por ejemplo, puedes preguntarle: “¿Cuántas manzanas debemos comprar para que tú, tu papá y yo podamos comer una todos los días de esta semana?”.

4. Recurre a los juegos

Mientras un niño juega también aprende, de hecho, los juegos son un recurso educativo muy útil que puedes utilizar para enseñar a multiplicar a tu hijo. De esta manera, será mucho más divertido y el pequeño se involucrará más en su aprendizaje ya que no lo percibirá como una obligación. En Internet puedes encontrar muchísimas ideas de juegos para aprender a multiplicar, como por ejemplo: el puzle de la multiplicación o el juego de las cartas para practicar las tablas de multiplicación.

5. Apóyate en los materiales

Un niño suele captar mejor los conceptos abstractos si los ve representados físicamente. Esto se debe a que aún tiene muy poco desarrollado el pensamiento abstracto y el razonamiento lógico por lo que le resulta complicado pensar a través de representaciones mentales. Para aligerarle el trabajo puedes apostar por utilizar materiales como cartas, cuentitas u otros objetos que pueda manipular con relativa facilidad mientras multiplica.

Trucos aprender multiplicar

6. Utiliza tablas de multiplicación sencillas

Para un niño, aprenderse las tablas de multiplicación tradicionales puede resultar muy engorroso ya que esto requiere un gran esfuerzo cognitivo. Sin embargo, existen otras tablas igual de efectivas y mucho más sencillas con las que le será más fácil aprender a multiplicar como la tabla rusa de multiplicación y la tabla de PitágorasEn ambos casos se trata de una tabla más compacta, que ayuda a visualizar de forma más rápida las multiplicaciones, a la vez que resulta más fácil de usar.

7. Apuesta por la representación gráfica

Tener acceso a las tablas de multiplicación en todo momento es una estrategia excelente para estimular su uso y facilitarle el trabajo al niño. De esta manera, cada vez que el pequeño vea las tablas intentará recordar alguna de las multiplicaciones que ya conoce o aprender una nueva. Una buena idea consiste en imprimir una tabla de multiplicación y colocarla sobre su escritorio, en su habitación.