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Personas siguen muriendo 19 años después de los ataques del 11 de septiembre

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Casi 3.000 personas murieron de manera directa por los atentados al World Trade Center y se estima que más de 1.000 han fallecido desde entonces por enfermedades relacionadas con el evento

Estudios revelaron la alta toxicidad del polvo generado tras el desplome de las Torres Gemelas.

15 minutos. Estamos enterrando a gente a diestro y siniestro (…) es una epidemia en marcha, dijo a Reuters Nancy Carbone, directora de una ONG con sede en Brooklyn que no hablaba sobre el coronavirus, sino de las muertes derivadas del atentado terrorista del 11 de septiembre (11-S).

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Casi 3.000 personas murieron de manera directa por los ataques al World Trade Center (WTC) y se estima que más de 1.000 han fallecido desde entonces por enfermedades relacionadas con el evento.

De esa cifra, al menos 200 son bomberos que trabajaron en la zona cero. Es muy probable que ese número siga creciendo debido a que el número total de afectados supera los 400.000.

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Es tal la situación que se creó el Programa de Salud del World Trade Center, con el propósito de atender y dar seguimiento a las afecciones de estas personas. Ya hay más de 100.000 inscritos.

Enfermedad del World Trade Center

Luego del derrumbe de las dos torres de 110 pisos una gruesa capa de polvo lo cubrió todo a varios kilómetros a la redonda.

Días después del atentado las salas de emergencia comenzaron a recibir a personas que habían sobrevivido al ataque o que habían trabajado en la zona cero. Presentaban ataques de tos y problemas para respirar.

“Los síntomas eran terribles. De repente se despertaban porque no podían respirar”, dijo el doctor Michael Crane, director del Programa de Salud del World Trade Center del Hospital Monte Sinaí a Europa Press.

Ese ataque de tos crónico fue bautizado también como la tos del World Trade Center.

“Las heridas pulmonares son el impacto más común causado por la exposición al polvo y al humo en el World Trade Center”, explicó a la revista Sinc el investigador de la Universidad de Nueva York Michael Weiden.

Pero para muchos, los problemas respiratorios por la inhalación del polvo de la zona cero fueron mucho más graves y complejos que un ataque de tos.

Un gran número de personas ha tenido que vivir desde ese momento con enfermedades respiratorias crónicas. El tratamiento que reciben es similar al del asma.

Uno de esos casos es el del agente de seguridad escolar de la Policía de Nueva York, Daisy Bonilla, quien solo puede alimentarse a través de purés y alimentos líquidos debido a la inflamación permanente de las vías respiratorias.

Si comiera alimentos sólidos “se me quedaría en el esófago y sentiría como si me ahogara (…) Es un asco, pero me estoy acostumbrando. Intento verlo de una manera positiva. Al menos estoy viva”, dijo Bonilla a Europa Press.

Polvo tóxico

“Nunca sabremos qué había en esa nube porque el viento se la llevó, pero la gente la respiraba, la comía”, expresó Michael Crane.

La gruesa capa de polvo que cubrió la zona cero se convirtió en una de las imágenes emblemáticas que todos relacionan con el ataque a las torres gemelas.

Sin embargo, para ese momento no era más que polvo. Pero gracias a investigaciones posteriores se descubrió que no estaba conformado por partículas inertes.

Los expertos coinciden en que, más allá de los problemas respiratorios, la mayorías de las muertes derivadas de los atentados estarán relacionadas con el cáncer.

Un censo del Programa de Salud del WTC contabilizó al menos a 10.000 personas con cáncer. Cada mes se registran entre 50 y 80 nuevos casos.

Un estudio publicado en la revistaThe Lancetreveló que los bomberos que trabajaron en la zona cero tenían un 19 % más de probabilidades de desarrollar cáncer en comparación con el resto de sus compañeros, y hasta un 10 % más que la población general.

Otro trabajo publicado en 2018 por la revista médicaJAMA Oncologydeterminó que el tipo de cáncer más probable que pueden desarrollar quienes trabajaron en el lugar posterior al ataque es el mieloma múltiple, un tipo de cáncer sanguíneo. También se reveló una mayor incidencia de cáncer de cabeza, cuello, seno, próstata y piel.

Lucha por reconocimiento

Uno de los cánceres más comunes entre las personas expuestas a este polvo es el de pulmón, ocasionado en la mayoría de los casos por la inhalación de partículas tóxicas.

Uno de los componentes hallados en el polvo fue el amianto o asbesto, un mineral cancerígeno usado como aislante en las construcciones. Se sabe que en el WTC fueron usados 400 toneladas de este componente.

Asimismo, la incidencia de cáncer de tiroides entre los trabajadores de servicios de emergencia es mayor, el triple en comparación con el resto de ciudadanos.

Uno de los casos más notorios de personas que murieron de cáncer fue el de Marcy Borders, conocida como “Dust Lady” (La chica polvo).

Una fotografía que muestra a Borders cubierta de polvo de pies a cabeza se convirtió en una de las más icónicas del ataque. En 2014 le diagnosticaron cáncer de estómago. Murió un año después.

Sin embargo, pese al gran número de casos de cáncer, quienes lo padecen debieron luchar durante años para que lo reconocieran como una enfermedad relacionada a los atentados y de esta manera acceder al dinero del Fondo de Compensación a las Víctimas del 11 de septiembre.

Los especialistas coinciden en que todavía no se ha llegado al punto más álgido del problema, debido a que algunos de los cánceres relacionados con la exposición a la zona cero tardan entre 20 y 30 años en desarrollarse.

 

Fuente: 15minutos.com

 

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