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La importancia del perdón para la estabilidad emocional

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La práctica del perdón se ha demostrado que reduce la ira, el dolor, el estrés y la depresión, y conduce a una mayor sensación de esperanza, paz, compasión y confianza en uno mismo. Practicar el perdón conduce a relaciones saludables, así como mejora la salud física. También influye en nuestra actitud la que abre el corazón a la bondad, la belleza y el amor.

El perdón, ¿quién sale ganando?

Lo cierto es que, hablando de un tema como el de perdonar y olvidar cuando te hacen daño, parece un poco estúpido plantear la pregunta de quién sale ganando al hacerlo. Pero es la mejor forma de orientar el tema y empezar diciendo algo revolucionario: Ambos salen ganando.

Tanto la persona que pide perdón como la que perdona, consiguen una paz interior que es muy difícil de conseguir por otros medios, por lo que conviene practicarlo siempre que sea necesario.

Evidentemente, hay que practicarlo de corazón, porque, de lo contrario, no sirve de nada. Pedir perdón y perdonar deben ser actos puros para que la conciencia quede tranquila. Si no lo son, no sirve de nada, y no conseguirás ninguna mejora.

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Vamos a ver qué beneficios aporta el perdón para cada uno de los que participan en el proceso. Veamos, primero, qué beneficios recibe quien pide perdón, y después, qué beneficios recibe quien perdona.

¿Qué beneficios aporta pedir perdón?

El primer y más obvio beneficio de pedir perdón es que, una vez lo haces, reconoces que has hecho algo malo y que has hecho daño a otra persona, liberándote de la presión que tenías en la conciencia por saber que habías hecho algo malo, pero no reconocerlo.

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Es en el momento en el que se pide perdón en el que se exterioriza esa carga que, hasta el momento, se llevaba en la conciencia, liberando así un gran peso y quedando libre para poder continuar con la vida.

Es evidente que hay algunas personas que no necesitan pedir perdón, porque consideran que lo que hicieron no fue algo malo, por ejemplo.

Sin embargo, aquellas personas que saben que hicieron algo equivocado o incluso inapropiado, pero no lo reconocen frente a la otra persona por orgullo, encontrarán un gran placer en pedir perdón.

Pedir perdón es, en muchos casos, un acto de absoluta valentía, porque es muy difícil enfrentarse a la conciencia y exteriorizar los sentimientos negativos que uno tiene sobre sí mismo, consciente de haber hecho algo malo.Aunque esto forma parte de una cierta tradición cristiana (aunque no solo), conviene que, una vez se haya pedido perdón, se plantee alguna forma de reparar el daño causado. Esta es la mejor forma de hacer que la conciencia quede en paz, incluso aunque la otra persona no exija nada.

Y si no sabes cómo pedir perdón, lo mejor es que lo hagas sin planteártelo, sin prepararlo. Acude a su casa y déjate llevar. Si estás convencido de que debes pedir perdónlo pedirás, y mientras más natural sea, mejores resultados obtendrás.

Cómo pedir perdón: 4 pasos

Paso 1: Admitir la culpabilidad: aceptar la responsabilidad de nuestros actos y que éstos han causado algún tipo de dolor o malestar en otra persona, es el primer paso. Incluso los niños pequeños son capaces de darse cuenta cómo su mal comportamiento hace que otros se sientan mal.

Paso 2: Pedir disculpas: pero es importante pedirlas de corazón. Es fácil darse cuenta de cuando se trata de una disculpa vacía cuando lo oyen. Una verdadera disculpa no es “Lo siento sé que estás molesto”. Una verdadera y auténtica disculpa es aquella en la que se dice “Lo siento, porque mi mala acción (o palabras) te han causado daño. Reconozco que sientes dolor debido a lo que hice (o dije)”.

Paso 3. Si quieres ser perdonado, pregunta cómo enmendar el error: si la otra persona ve que tienes buena intención y deseos de solucionar lo ocurrido, es mucho más probable que te ofrezca su perdón, pues verá que hay un sincero arrepentimiento.

Paso 4: Practica: no te ocultes bajo una capa de orgullo, pues el orgullo es una carga muy pesada. Si has dicho o hecho algo ofensivo, discúlpate, y hazlo en todas las ocasiones que debas hacerlo, no lo postergues. Toda  habilidad puede ser cultivada.

¿Qué beneficios aporta perdonar?

Si pedir perdón tenía beneficios, más aún los tiene la capacidad de perdonar. Gracias al actor de perdonar, se suelta el dolor, se olvida el sentimiento de impotencia y de rabia, y se recuperan las esperanzas, la confianza en uno mismo, y la tranquilidad.

Hay que entender que, mientras estás en una situación de no haber perdonado a quien te ha dañado, estás resentido, y no lo estás solo con esa persona, sino que, en buena medida, lo estás con todo el mundo.

Por lo tanto, ser capaz de perdonar a esa persona implica, hasta cierto punto, arreglar la relación con el mundo, dejando el espíritu en paz, y consiguiendo una mayor estabilidad a nivel emocional y anímico.

Sobre cómo perdonar hay mucho escrito, porque tiende a ser más difícil que pedir perdón. Sin embargo, es importante entender que el perdón no requiere, necesariamente, arreglar la relación con quien te hizo daño.

El perdón es algo personal. Puedes perdonar a alguien sin hablar con él. Y, por supuesto, perdonar a alguien tampoco supone aprobar lo que hizo. Simplemente, significa reconocer que el mundo no es justo y que las personas se equivocan.

Aprender a perdonar es algo complicado, y se han escrito muchos libros al respecto. Sin embargo, al final, la mejor forma de perdonar es entendiendo qué fue lo que te hizo daño, entender que esa persona no es lo único que hay en el mundo, y seguir avanzando.

En este sentido, el perdón tiene mucho más que ver con la aceptación. Pero lo cierto es que, si quieres perdonar a alguien y retomar una relación, el primer paso que debes dar es el de la aceptación a un nivel interior.

Pasos para perdonar

  • Saber exactamente cómo te sientes y ser capaz de admitir que lo que te han hecho no está bien, es por supuesto el primer paso. Después, podrás ir a hablar con la otra persona.
  • Comprométete a hacer lo que tienes que hacer para sentirte mejor. El perdón es para ti y para nadie más.
  • El perdón no implica necesariamente la reconciliación con la persona que te ha hecho daño, ni tolerar de su acción. Lo que buscamos es encontrar la paz, dejar atrás lo sucedido y no sentir rencor.
  • Tu angustia inicial proviene de los sentimientos de dolor, pensamientos angustiantes y malestar físico que sufres en el primer momento. El perdón ayuda a mitigar estos sentimientos de dolor.
  • En el momento que sientas malestar, practica alguna técnica simple de relajación o gestión del estrés, para calmarte, deja de luchar.
  • No tengas reacciones impulsivas, es algo que las otras personas esperan de ti, pero a la larga es mucho peor y lo único que lograrás es alargar y empeorar el conflicto.
  • Pon toda tu energía en encontrar otra manera de conseguir metas positivas. En lugar de reproducir mentalmente tu dolor, busca nuevas formas de conseguir lo que quieres.
  • Recuerda que una vida bien vivida es la mejor venganza. En lugar de centrarte en tus sentimientos heridos, y por lo tanto dando a la persona que causó el dolor el poder sobre ti, aprende a buscar el amor, la belleza y la bondad en lo que te rodea. El perdón se trata de poder personal.
  • Transforma tu historia de rencor y recuerda que la mejor elección es también la más heroica: perdonar.

Como puedes ver, lograr la estabilidad emocional a través del perdón es muy sencillo. Gracias a unas simples palabras, puedes hacer feliz a otra persona, y eso es algo que une y relaja la mente… y la conciencia. ¡Pruébalo!

Fuente:psicoactiva.com

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