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Por qué hay niños que no quieren estudiar

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Cuando los niños comienzan educación infantil, sus ganas por aprender son innegables. Cada alabanza de ‘su profe’, les impulsa a querer ir al colegio y esforzarse más. No obstante, cuando van creciendo y las exigencias aumentan, no todos siguen queriendo aprender y están interesados en estudiar.

Seguramente habrás oído ‘mi hijo no quiere estudiar, siempre pone excusas’, ‘no se esfuerza, no tiene ganas’ y siempre se llega a la misma conclusión ‘es un vago’. Sin embargo, más allá de lo que se puede pensar, las causas de que un niño no quiera estudiar pueden ser variadas.

4 causas de que el niño no quiera estudiar

1. Problemas emocionales: En este caso, puede ser desde estar tristes o tener miedo porque están viviendo una situación de acoso escolar o tener conflictos que no pueden solucionar con un determinado profesor o sus amigos hace que sea una causa probable de que lo último en lo que piense sea en centrarse en sus estudios.

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2. Baja autoestima: No todas las asignaturas nos gustan tanto ni obtenemos los mismos resultados con el mismo esfuerzo. En esos momentos, la frustración y nuestras limitaciones aparecen y con ello las inseguridades de tu hijo. ¿Quién quiere hacer asignaturas que le recuerdan que no es bueno?

3. Falta de autonomía y organización: El estudio es el área que se va a ver más afectada si eres un padre sobreprotector y tu hijo está acostumbrado a hacer las cosas contigo y que tú le digas cómo y cuando debe ponerse a estudiar. Puesto que estudiar es una actividad que requiere de una gran planificación, esfuerzo e independencia. Por ello, si está acostumbrado a que tú hagas esas funciones, cuando vaya creciendo no querrá estudiar si no es contigo.

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4. Dificultades de aprendizaje: Algunos estudiantes pueden tener más problemas que el resto de sus compañeros en aprender o retener cierta información con rapidez y seguir el ritmo de la clase. Se pueden producir por ejemplo porque no tiene una atención adecuada durante períodos prolongados de tiempo y en ese caso, conforme más información tenga que retener, más le va a costar concentrarse o puede tener problemas en comprender la información… Hay muchas dificultades y la única forma en la que vas a ser capaz de resolver tus dudas, será que vayas a un especialista dónde pueda evaluarlo.

4 consejos para padres con hijos que no quieren estudiar

A pesar de que es tu hijo quién deba dar el paso de estudiar, tú como padre puedes conseguir tener ciertos comportamientos que van a ser fundamentales para ayudarle en esa difícil tarea:

1. Averigua la causa concreta por la que no quiere estudiar hablando con él y escuchándole sin enfadarte o juzgarle. No es el momento para tratar de convencerle de nada.

2. Ser más flexibles. En ocasiones, no es que no quiera estudiar sino que siente que las metas que les pones son demasiado altas. Tú eres el que quiere que saque esas notas o que dedique más tiempo a una asignatura, quizás él es más conformista o siente que tiene otras necesidades o intereses que le motivan más y le hacen feliz.

3. Plantéale plazos cortos, es inútil hablar de los planes del verano o incluso de un trimestre. Viven el día a día, así que lo mejor es acompañarles en ese proceso y  que sean conscientes de objetivos diarios, de lo contrario se frustraran antes de tan siquiera intentarlo.

4. Cree en sus posibilidades. Si valoras sus capacidades , el también acabará creyendo en las suyas. Tienes que demostrarle que valoras cada esfuerzo que consiga y reconocérselo con muestras de afecto, así que olvida los reproches porque no conseguirán que estudien más .

Recuerda tener unas expectativas adecuadas a las capacidades de tu hijo. Muchas veces, nos centramos en los sueños que hemos tenido con ellos, en el potencial que siempre hemos visto. No obstante, es importante no exigirles más de lo que están dispuestos a dar.

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