La atención es la habilidad de fijar nuestros sentidos en un estímulo durante un intervalo determinado de tiempo ignorando todo lo demás. La atención es necesaria para la concentración y para el aprendizaje. No podemos aprender nada si no le prestamos atención.
El proceso de la atención
Los niños y niñas desde que nacen atenderán a aquellos estímulos que les resulten novedosos e interesantes, hasta que se aburren o cansan de ese estímulo y pasan a fijar su atención en otra cosa.
Los ambientes que rodean a los niños y niñas hoy en día, están cargados de estímulos atractivos, en ciertas ocasiones aparece una sobreestimulación. Esto hace que quieran prestar atención a todo y pasen de un estímulo a otro sin apenas tiempo para ello. La consecuencia de todo esto, es que no desarrollan la capacidad de atención, su mente no tiene el hábito de prestar atención detenidamente durante un determinado intervalo de tiempo. Y la cosa se complica cuando los estímulos a los que queremos que atiendan (las tareas escolares), resultan menos atractivos que otros que les rodean.
La capacidad de atención se puede entrenar, es importante desarrollar la creación de un hábito atencional, que les permita detenerse el tiempo suficiente en un estímulo determinado. Esta capacidad les ayudará a centrarse en aquellos estímulos o tareas menos atractivos y es la base de su capacidad de concentración y de sus aprendizajes.
Durante cuánto tiempo puede prestar atención un niño/a
La capacidad de atención se va desarrollando a medida que se produce el desarrollo cognitivo del niño/a. Es importante conocer los tiempos medios de cada etapa, para no exigir demasiado a los pequeños. Exigir periodos de atención y/o concentración demasiado largos puede resultar contraproducente, ya que biológicamente no están preparados. En lugar de crear el hábito, lo que hacemos es crear una tensión innecesaria para todos y se tenderá al abandono del hábito.
Como tiempos medios, teniendo en cuenta las variaciones individuales que presentará cada niño/a, podemos mencionar los siguientes:
- 0 a 1 año: 2 a 3 minutos.
- 1 a 2 años: 7 a 8 minutos.
- 2 a 3 años: hasta 10 minutos.
- 3 a 4 años: hasta 15 minutos.
- 4 a 5 años: hasta 20 minutos.
- 5 a 6 años: hasta 25 minutos.
- 6 a 8 años: hasta 30 minutos.
- 8 a 10 años: hasta 45 minutos.
- 10 a 12 años: hasta 55 minutos.
- 12 años en adelante: hasta 1 hora.
Lo habitual en cualquier persona adulta es comenzar a distraerse a partir de 1 hora prestando atención a algo. Dependerá de las circunstancias, contexto y otros estímulos. Es importante conocer estos tiempos para organizar el estudio en función de los mimos, estableciendo periodos de descanso.
Consejos para entrenar la capacidad de atención en los niños y niñas
- Observa al pequeño e identifica el momento del día en el que está más predispuesto a la concentración. Elige un momento en el que los pequeños estén alerta y con energía (evita por la noche o primera hora de la mañana). Estos momentos serán los adecuados para entrenar el hábito de la atención.
- Encuentra un espacio adecuado para trabajar la atención. Libre de distracciones y confortable.
- Empieza por actividades que requieran estar sentado y un trabajo intelectual, que le interesen. Comenzaremos a entrenar el hábito por aquellos estímulos a los que atiende de forma natural, puede ser dibujar, leer, recortar, puzzles, etc… algún tema que llame su atención (personaje, coches, deportes, dibujos animados, etc.). Haz que realice la actividad y evite cualquier distracción (tele, ruidos, etc.), ya que si la actividad le interesa, si no aparece otro estímulo se quedará enganchando y aumentará sin darse cuenta y sin esfuerzo su capacidad de atención.
- Entrena la capacidad de atención con estímulos auditivos, para ellos son más atractivos y les requieren menos esfuerzo. Puedes usar audio cuentos o leerle tú, hazle escuchar el cuento completo y luego le preguntas sobre el mismo. Aumentaremos la duración de los cuentos poco a poco.
- Organiza sus tareas. Para ello divídelas en partes y distribuye tiempos. Los tiempos deben ser cumplidos, por ello es conveniente no excedernos en su duración (si le pedimos que esté 15 minutos realizando una tarea, tiene que aguantar ese tiempo). Poco a poco iremos aumentando el tiempo de atención.
- Intercala descansos entre actividades.
- Refuerza cuando esté prestando atención y cuando haya cumplido con los tiempos previstos de atención.
- Estimula a terminar lo que ha comenzado. A veces abandonan porque se descentran, es importante que termine aunque tenga que hacer un descanso.
Fuente: educayaprende.com