En el conversatorio “Ser profesor hoy”, el filósofo y educador mencionó tres aspectos preocupantes sobre la tarea docente y dejó claro que el rol del maestro es enseñar la verdad.
El doctor Pablo Pérez, exdecano de la Facultad de Ciencias de la Educación de UDEP, especialista en temas de Filosofía y Psicología, afirmó que el profesor está más solo que nunca, en su tarea de educar, pues antes “también lo hacían la familia y la sociedad.
Sin embargo, hoy, la mayoría de las primeras no educa y la sociedad, engaña. Tenemos que enseñar nosotros solos (los maestros) y, además, compitiendo con lo que se dice fuera. Por ello, debemos estudiar mucho más”, dijo a los más de 150 estudiantes y docentes que asistieron al conversatorio.
Durante su exposición, mencionó otros dos aspectos de su especial preocupación respecto a la tarea que le corresponde cumplir al maestro, actualmente. Dijo que el profesor “debe ponerse en contacto con la verdad, pero esta escasea mucho en el mundo. Por ello, tenemos que dedicarnos a encontrarla o nos quedaremos sin profesión; no tendremos qué enseñar”. Educar, recalcó, es enseñar verdades claves que le sirvan al hombre como guías para siempre.
Anotó que si la tarea del filósofo es buscar la verdad, la del educador es enseñarla. El hombre, dijo, “está hecho para buscar la verdad; y, al hallarla, alguien tiene que decirla y enseñarla; para lo cual, hay que conocerla muy bien”, concluyó.
En otro momento de su exposición, recomendó a maestros y alumnos no adaptarse a la forma ‘líquida de la sociedad’ (que supone adaptarse a todas las ideologías, al individualismo, al consumismo y las modas, etc.) que es contraria a la búsqueda y enseñanza de la verdad. “Adaptarse a cualquier cosa no es el fin de la Educación”, subrayó.
Asimismo, se refirió a otra cuestión importante: “Es preocupante que la educación se preocupe más por los métodos que por el conocimiento de la verdad. El método no nos dice cuál es la verdad, solo se adapta a lo que la sociedad quiere en un determinado momento. Hay que preocuparse de que el maestro sepa cuál es la verdad; si la conoce bien siempre encuentra la forma de enseñarla”.
Si queremos que el profesor sea cada día mejor ha de ser más sabio, anota el doctor Pérez, “debe darse cuenta de que tiene que saber mucho sobre el hombre y el mundo. Esto le permitirá poder orientar a los educandos en los problemas de su vida diaria”.
Falta humanidad en el mundo
El docente universitario también recomendó a los maestros respetar cada etapa de formación: nido, inicial, primaria, secundaria universitaria. Explicó que cada una tiene su porqué, su objetivo. Son etapas distintas del desarrollo humano en la que los estudiantes deben aprender y desarrollar aspectos imprescindibles para su vida futura que no se pueden dejar para después. Una etapa, expresó, no debe ser la mera preparación para la etapa siguiente, de lo contrario lo que dejaron de aprender no lo aprenderán nunca. ¡No descuiden esto, profesores!, exhortó.
Reiteró que lo fundamental es que sepan sobre sí mismos, pues al mundo le falta humanidad y no técnica, por lo que “debemos hacernos sabios en humanidad”. Y, además, recordar siempre que “el maestro debe ser un maestro de verdad y del amor, pues no hay nada mejor que formar con amor a la gente”, puntualizó.
Este contenido ha sido publicado originalmente por Universidad de Piura en el siguiente dirección: udep.edu.pe | Por: Elena Belletich.