En el siglo XIX el kinder no era lo que hoy conocemos. Las actividades y los objetivos eran totalmente diferentes y se basaban en un sistema formal inspirado en la ciencia. Era un sistema revolucionario que hoy es necesario conocer para entender su evolución en el tiempo.
El científico alemán Friedrich Fröbel cambió el curso de la cultura y la educación a través de un sistema que estuvo inspirado en la ciencia de la cristalografía (ciencia que se dedica al estudio de estructuras cristalinas). Fröbel creía que la educación de los niños en el kinder era un deber sagrado que permitía el florecimiento del potencial humano, razón por la cual desarrolló un programa por medio del cual las mentes jóvenes eran guiadas. Su misión conceptual era: “El conocimiento de la vida en su totalidad constituye una ciencia: la ciencia de la vida”.
Desde un punto de vista filosófico, las raíces del kinder se centraban en la existencia de leyes, en los principios simples sobre la complejidad de la naturaleza y en la unidad de todas las cosas. Además, el cristal era el eje del pensamiento del científico alemán, quien consideraba que cada niño podía ser un cristal que empezaba como forma solitaria e iba desarrollándose armoniosamente en muchas direcciones. El objetivo entonces era precisamente guiar a esos cristales.
La experiencia educativa de Fröbel
Para lograr su objetivo, el alemán diseñó un sistema que giraba en torno a diversas actividades físicas y mentales, como el canto, el baile y la jardinería. A su vez, los ejercicios de su sistema se centraban en un conjunto de “20 regalos” o herramientas que fomentaban la exploración de las formas. Un ejemplo de esto: Organizar líneas, cuadrados o cubos para hacer la forma de un pájaro, de un árbol o de una silla. En otras palabras, se trataba de ensamblar cosas, diseñar y construir el mundo a partir de los 20 regalos frobelianos. Los ejercicios se enfocaban en tres tipos de formas: las formas de la naturaleza (o la vida), las formas de la belleza (arte) y las formas de conocimiento (ciencia, matemáticas y especialmente geometría). En el proceso, los profesores daban ejemplos del trabajo.
El impacto en la educación inicial
Fröbel murió en 1852 y su idea de kinder se expandió después de esto por todo Europa y en otros países del mundo. Pero el impacto mayor del kinder frobeliano se vio reflejado en las áreas artísticas. Norman Brosterman, autor del libro Inventando el kindergarten, investigador y coleccionista, aseguran que los niños de esta era clásica estaban programados para ver el mundo de una forma nueva. No sorprende entonces que grandes artistas plásticos como Piet Mondrian, Wassily Kandinsky y Georges Braque fueran educados en un ambiente impregnado por esta influencia. El resultado de este experimento educativo, según Brosterman, desembocó en una sensibilidad estética que se fue reconfigurando y en la revolución visual del siglo XX.
¿Qué quedó?
Los rastros del científico alemán se fueron borrando con el paso del tiempo. Hoy sólo queda una versión modificada y diluida de esta visión estructurada, científica y espiritual. Quienes hicieron parte de este concepto educativo pudieron cambiar el mundo. Ahora tenemos que ver cómo sigue evolucionando la educación del kinder y los efectos de estos sistemas en los niños de hoy.
Fuente: eligeeducar.cl