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Trabajar en Construir Independencia

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1. Dele más responsabilidad

¿Qué puede hacer?

De a su hija responsabilidades así como también oportunidades para concebir un plan. Eso le mostrará que confía en sus habilidades y además promoverá su independencia. Mencione los éxitos que ha logrado para mostrarle por qué cree que ella es capaz de manejar nuevos desafíos.

Si ella se atasca, no le diga qué tiene que hacer y tampoco lo haga por ella. En vez de eso, anímela a que describa cómo abordará una nueva tarea. Pregúntele a cuáles de los miembros de su familia, de sus amigos o de sus maestros ella acudiría si necesitara ayuda. Esto le ayudará a desarrollar sus habilidades para abogar por sí misma, lo cual es muy importante para tener éxito en la escuela y en los empleos.

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¿Qué puede decir?

“Sofía, me gustaría que cuides a tu hermana más pequeña esta noche porque tu padre y yo vamos a una reunión del ayuntamiento. Estoy segura que puedes manejar esta responsabilidad”.

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“¿Podrías repasar conmigo una vez más la rutina de todas las noches para asegurarme que la tienes clara? ¿Hay algo que necesites que hagamos antes de irnos para ayudarte con esta responsabilidad?”.

“No hay palabras para decirte cuánto te agradezco que nos ayudes. Que cuides a tu hermanita nos ahorra dinero, sin mencionar el tiempo y la energía para encontrar una persona que la cuide. ¡Gracias por ayudar a la familia!”.

¿Por qué esto puede ayudar?

Todos los niños quieren sentirse miembros valiosos dentro de sus familias. Los padres que son sobreprotectores y hacen demasiado por sus hijos, pueden causar que ellos se sientan incapaces.

Al permitir que su hija tenga más responsabilidad, le está demostrando que confía en ella. Además, la ayudará a desarrollar su independencia y su autoestima.

Al preguntarle qué planea hacer y si necesita ayuda está reforzando sus habilidades de defenderse por sí sola. Con el tiempo, esas habilidades serán influenciadas por las elecciones que se le permitan hacer y cuán bien maneje las responsabilidades que le hayan dado.

2. Prepárelo para la situación

¿Qué puede hacer?

Asegúrese de que su hija entiende la distribución de su escuela, dónde quedan los campos de juegos, la localidad dónde se llevan a cabo las celebraciones y otras actividades. Esto le ayudará a sentirse menos ansiosa a la hora de participar.

Camine alrededor de la cancha deportiva con ella o visite el estudio de arte antes que comience la primera sesión. Señale la puerta que se utiliza para entrar al edificio donde se realiza la actividad. Muéstrele exactamente dónde se encontrarán cuando termine. Asegúrese de mostrarle donde están los baños, y quién podría ayudarla si necesita algo.

Otra manera de maximizar el disfrute de su hija es hablar con antelación con los entrenadores o con el líder de la actividad acerca de las destrezas de su hija y sus dificultades.

Qué puede decir

“Sofía, estoy encantada de escucharte tan excitada acerca del Club de Ciencias. ¿Dónde exactamente irán la próxima semana? Me gustaría echarle un vistazo a esa parte del río contigo unos días antes de tu excursión. De esa manera sabremos si es rocoso o con mucho barro, y qué clase de zapatos deberías usar”.

“Creo que también voy a mandar un correo electrónico al señor Mullen, o quizás lo llame por teléfono para enterarme qué es lo que va a programar el club en cada reunión durante el otoño. También quiero contarle un poco acerca de ti. Luego, estaremos seguros de que realmente estamos preparadas y que él también estará preparado para tenerte en el club”.

¿Por qué esto puede ayudar?

Nada parece causar tanta frustración en los niños y que terminen renunciando a una actividad como el sentirse incómodos porque no entienden dicha actividad. Esto incluye, saber cuál es el equipo que necesitarán y cómo se espera que lo usen. Y por supuesto, es difícil enfocarse en una actividad cuando uno está preocupado por saber ¡dónde está el baño!

Familiarizarse de antemano con la localización y el formato de una actividad nueva aliviará las ansiedades de su hija y la ayudará a sentirse más segura de participar. A su vez, sentirse segura fortalecerá su voluntad para perseverar y la hará creer que puede lograrlo.

 3. Practiquen el juego de roles

Qué puede hacer

Ayude a su hija a prepararse para las fiestas y otras situaciones sociales jugando a los roles. Preséntele situaciones que podrían suceder en esos eventos, desde que llega hasta que se va.

Imaginen que usted es el niño que cumple años, la niña que es antipática o el niño que le gusta a su hija. Trabajen juntas para desarrollar las estrategias que le ayuden a comenzar y terminar una conversación. En algún momento cambien los roles para ayudar a que su hija entienda los diferentes puntos de vista.

Asegúrese de discutir lo que su hija puede hacer si siente presionada a hacer algo arriesgado o peligroso.

¿Qué puede decir?

“Sofía, es maravilloso que vayas a la fiesta de Jenny este fin de semana. Parece que va a haber baile y quizás nuevos niños para conocer”.

“Algunas veces los niños hacen buenas decisiones cuando van a fiestas. Algunas veces hay mucha presión para beber alcohol o a usar drogas. Puede ser difícil decir que no y mantener tu posición”.

“¿Qué te parece si hablamos sobre algunas cosas que podrían pasar? ¿Qué harías para evitar esas situaciones y seguir siendo amigable? Imaginémonos que alguien te ofrece una cerveza. ¿Cómo crees que podrías decir que no sin sentirte rara al hacerlo?”

¿Por qué esto puede ayudar?

La adolescencia presenta una serie de desafíos para los niños con dificultades de aprendizaje y de atención. Menos supervisión, mayor movilidad y el uso de las redes sociales proveen oportunidades para conectarse que mejoran la sensación de ser parte de algo. Pero estas oportunidades también pueden provocar un poco de temor porque los preadolescentes y los adolescentes tienen que hacer decisiones rápidas, y esas decisiones tienen por lo general consecuencias importantes.

El juego de cambio de roles ayuda a los niños piensen estrategias útiles. También les ayuda a recordar esas estrategias cuando las necesitan. Saber cómo expresar sus necesidades o a quién pedir ayuda será hará que los preadolescentes y adolescentes se sientan más seguros para ser más independientes. Considerar los puntos de vista de los otros es también una buena manera de mejorar las habilidades sociales.

4. Divida la tarea en segmentos

¿Qué puede hacer?

Divida una tarea complicada en partes más fáciles de manejar. Luego ayude a su hijo a que resuelva cada parte, una a la vez. Los expertos llaman esta técnica “fragmentación”. Hable con su hijo sobre cada fragmento de la tarea de modo vea que no todo lo que compone esa tarea es difícil.

Si fuera posible, explique la tarea utilizando ejemplos concretos que su hijo pueda relacionar con sus experiencias pasadas. Señalar cuáles partes de la tarea logró resolver en el pasado le ayudará a que tenga más confianza en sí mismo y que la meta parezca más posible de alcanzar.

También asegúrese que tome descansos cortos y frecuentes, y déle incentivos por cada segmento que termine.

¿Qué puede decir?

“Juan, tienes 15 problemas de matemáticas para hacer esta noche. Vamos a dividirlos en tres grupos de cinco problemas cada uno, y podrás tomarte un descanso corto después de terminar cada grupo. Me parece que te ayudó fragmentar tu tarea la semana pasada. ¿Qué quieres hacer durante tus descansos?, ¿jugar con el perro? o ¿escuchar tus canciones favoritas?”

¿Por qué esto puede ayudar?

Fragmentar las tareas las hace parecer más fáciles de manejar. Ayuda a los niños a ver que cada proyecto tiene un comienzo, una mitad y un final. Los niños que no tienen esa guía podrían frustrarse o sentirse ansiosos fácilmente. Podrían tener dificultad para comenzar o quizás renuncien en algún momento del proceso porque la tarea les parece interminable.

La fragmentación es una técnica particularmente útil para los niños que se distraen con facilidad. A los niños con dificultades de atención les cuesta mantenerse enfocados en tareas que requieren un esfuerzo mental prolongado. Podrían sentirse abrumados por la cantidad de información, podrían distraerse por los ruidos, los objetos a su alrededor o incluso por sus propios pensamientos. La técnica de fragmentación puede ayudar a que esos niños reanuden sus tareas.

5. Qué medios logran un fin

¿Qué puede hacer?

Practique ayudar a su hijo a averiguar cuán lejos está de la línea de llegada, y qué es lo que necesita hacer para llegar allí. ¿Cuáles son los pasos específicos que él tendría que tomar para llegar a la meta?

Puede ayudarlo a dividir la tarea en partes manejables y asegurarse que él ve cómo esas partes se ensamblan para formar la totalidad.

¿Qué puede decir?

“Juan, sé que estás preocupado porque crees que no serás capaz de terminar esta tarea a tiempo. Detengámonos un segundo y veamos cuánto has hecho”.

“Ya leíste el libro. Ya hiciste un esquema con todos los puntos que quieres abarcar. Ahora sólo necesitas escribir un ensayo que refleje tu esquema. Puedes escribir cinco párrafos, una introducción, tres puntos sustanciosos y una conclusión. Sé que puedes hacerlo”.

¿Por qué esto puede ayudar?

Los expertos se refieren a esta clase de resolución de problemas como pensar en los medios hacia el fin. Los niños excesivamente dependientes o que se sienten incapacitados con frecuencia tienen dificultad para determinar lo que hace falta para completar un proyecto. Tienden a verlo como un desafío imposible.

Es por eso que ayuda dividir una tarea en partes o fragmentos más fáciles de manejar que puedan terminarse uno a la vez. Este proceso, llamado fragmentación, le mostrará a su hijo que hay un principio, un medio y un final. Esta clase de mapa puede hacer que el proyecto parezca más fácil de terminar.

6. No alabe sin motivo

¿Qué puede hacer?

Haga comentarios positivos, pero sea precisa. No diga que los dibujos o proyectos de escritura de su hijo son asombrosos cuando ambos saben que no lo son. En su lugar, elogie sus esfuerzos. Enfatice cuanto esfuerzo hizo y hágale preguntas sobre el proceso que usó en vez de enfocarse en el resultado.

¿Qué puede decir?

“Juan, sé que estás frustrado y que no estás satisfecho por la manera en la quedó la vasija de cerámica que hiciste. Trabajaste duro y creo que es muy buen trabajo. Dijiste que aprendiste unas cuantas cosas acerca de la técnica “por el camino difícil”, y que eso te va a ayudar la próxima vez”.

“Estoy muy contenta que hayas decidido probar esta clase de cerámica. Me parece que te divertiste bastante a pesar de que lo que salió del horno no lucía de la manera que esperabas. ¡Estoy esperando por la próxima pieza!”.

¿Por qué esto puede ayudar?

A medida de que los niños crecen, las alabanzas sin fundamento pueden darles la impresión de que usted no entiende lo que es un trabajo de calidad, o peor aún, que no cree que puedan hacerlo mejor.

Los elogios honestos, cuando se dan ocasionalmente y en pequeñas dosis, son una de las mejores maneras de fortalecer la autoestima de los niños con dificultades de aprendizaje y de atención. También les da a los niños el valor necesario para probar cosas nuevas e intimidantes.

7. No esté encima de su hijo todo el tiempo

¿Qué puede hacer?

Piense acerca de las interacciones con su hija y si le está permitiendo tener más responsabilidades. Tenga presente que hoy en día hay una gran cantidad de padres que están demasiado atentos de los problemas de sus hijos, y los padres de los niños con dificultades de aprendizaje y de atención son particularmente reacios a dejar a sus hijos por su cuenta.

En la medida que su hija va creciendo es muy importante dejar de estar encima de ella controlando lo que hace. Una manera de comenzar a retirarse gradualmente es dejarla hacer más decisiones cada día por su cuenta.

Comience con decisiones simples y vea cómo las maneja. Elegir cuándo empezar a hacer ciertas quehaceres es una buena manera de empezar. Con el tiempo, déjela intervenir en cosas más importantes.

¿Qué puede decir?

“Sofía, algunas veces no puedo creer que mi pequeña bebé esté creciendo tan rápido. Quiero que sepas que me es difícil ponerme de lado y dejarte que tomes más decisiones por tu cuenta. Sin embargo, me doy cuenta que tú quieres tomar tus propias decisiones y que lo haces muy bien”.

“Espero que tengas paciencia conmigo mientras trato de adaptarme a que te hagas más independiente. Sabes que quiero que seas feliz y exitosa, y voy a tratar de mejorar y darte más libertad para que elijas”.

“Siempre puedes conversar conmigo lo que quieras o pedirme ayuda si la necesitas. Pero la mayoría de las decisiones serán tuyas”.

¿Por qué esto puede ayudar?

Los padres de niños con dificultades de aprendizaje y de atención están acostumbrados a “prepararle el camino” y a decidir por sus hijos, incluso en las cosas más pequeñas. Sin embargo, en la medida que los preadolescentes y los adolescentes crecen querrán pasar más tiempo con sus compañeros. Los maestros, los amigos y futuros empleadores esperarán que sus hijos sean quienes tomen sus propias decisiones.

Conversar honestamente acerca de cuán difícil es para usted adaptarse a esta transición, y explicándole a su hija por qué debe hacerse, facilitará que usted gradualmente se haga a un lado.

8. Rompa el ciclo de impotencia

¿Qué puede hacer?

Enfatice que su hijo tiene la capacidad para tener éxito o para fallar, y que el resultado será determinado por sus acciones – no por la suerte o la probabilidad o por cualquier otra fuerza externa.

Rompa con el ciclo del “desamparo aprendido.” Este es un término que los expertos utilizan cuando el fracaso académico repetido hace a los niños sentir, que no importa cuánto ellos se esfuercen, ellos no tienen ninguna influencia sobre el resultado final, y culpan a alguien más por eso.

Ayude a su hijo a ver que el fracaso o el fallar no es inevitable, y que el hacer el esfuerzo es la clave fundamental para el éxito.

¿Qué puede decir?

“Juan, yo sé que tú estás convencido de que tú vas a fallar en esta prueba, no importa cuánto te esfuerces en estudiar. Sin embargo, si tú dejas de prepararte estudiando para el examen, luego tú definitivamente no obtendrás un buen resultado en el examen.”.

“Yo estoy acá para recordarte que cuando tú estudias mucho, a ti te va mejor en los exámenes que cuando no estudias lo necesario. La suerte o el destino, nada tienen que ver con esto”.

“Yo quiero que tú vengas con una estrategia para prepararte para el examen. ¿Qué es lo que parece que te ayuda a recordar el material? Bueno, las tarjetas para mirar rápido. Vamos a buscar en línea si hay alguna aplicación de computadora, de tarjetas de mirada rápida, que puedan ayudarte. Tú que eres un genio de las computadoras, quizás te gusten estas tarjetas en línea, incluso más que las de papel. ¿Vamos a probarlas?”.

¿Por qué esto puede ayudar?

Los niños se sienten más confiados y más capaces cuando entienden que han hecho algo para controlar o influenciar los resultados. Si ellos creen que tienen un rol activo en los resultados que obtienen, malos o buenos, será más fácil que celebren el éxito o aprendan de sus fracasos que si sienten que otra persona o cosa ha dictado el resultado.

Es buena idea recordarle a los niños que una manera importante para influenciar los resultados es abogando por sí mismos. Generalmente a las personas les gusta ayudar si les dices qué necesitas específicamente para terminar una tarea.

9. Busque empatía

¿Qué puede hacer?

No tema reconocer que algunas tareas son difíciles para su hija. Trate más bien de tener empatía en vez de simpatizar. Su hija no quiere que sientan lástima por ella, su hija quiere ser entendida.

Reconozca y valore los sentimientos de su hija. Si es posible, comparta recuerdos sobre algo complicado que usted tuvo que enfrentar en el pasado y cuánto perseveró. Utilice estas conversaciones para convencer a su hija de que tiene la capacidad para desarrollar sus habilidades y romper el patrón de repetidos fracasos.

¿Qué puede decir?

“Sofía, escuché que dijiste que tú piensas que eres tonta. Sé que debe ser difícil sentir que eres inteligente cuando te cuesta tanto trabajo leer. Pero tu maestro y yo sabemos lo inteligente que eres, y que te vas a dar cuenta de ello muy pronto”.

“Cuando yo estaba en la universidad necesitaba aprobar un curso de estadística para poder graduarme. La estadística era muy difícil para mí. Me era imposible acordarme de todas las reglas y las fórmulas. ¡Estaba tan frustrado! Simplemente quería renunciar y casi lo hice”.

“Mi compañero de cuarto me alentó a que no lo hiciera. Así que me concentré más que nunca, conseguí ayuda de una profesora cuando la necesité, y finalmente puede aprobar el curso y graduarme. No creo que pueda olvidarme cuánto me costó la estadística, pero aprendí el poder que tiene la actitud apropiada y contar con la ayuda necesaria para aprender una destreza difícil. Así que persevera mi amor, que tú vas a lograrlo también”.

¿Por qué esto puede ayudar?

Al demostrar empatía en vez de simpatía, usted estará compartiendo sus experiencias y sentimientos al mismo tiempo que reconoce los retos que su hija enfrenta. Eso le va a permitir hablar con libertad y honestidad acerca de las dificultades de su hija, y también le estará dando apoyo y siendo optimista de que mejores tiempos le esperan en el futuro cercano.

Compartir sus experiencias ayudará a su hija a sentirse amada y aceptada. Eso aumentará su confianza en sí misma y la motivará a perseverar.

Fuente: Understood

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