Delia Josefina Ortiz
Especial para Plan LEA
Varias opiniones coinciden en que la educación es una de las bases para el desarrollo de un país, a tal afirmación nos unimos destacando que tenemos un sistema educativo que prioriza la igualdad de conocimiento, donde el docente para ser bueno debe pretender la nivelación del grupo, se debe aprender lo que no nos gusta o no tenemos habilidad de la misma forma que si nos gustara, perdiendo el tiempo que pudiéramos aprovechar para mejorar las habilidades y talentos en las cosas que si nos apasionan, por esto queremos destacar el aporte de los docentes encargados de gestionar el liderazgo social, político y moral de una nación, más allá del simple método de repetición y nivelación; me refiero a esos LIDERES DOCENTES, que son más que profesores, maestros o facilitadores, los que generan cambios, sin obligarte a realizar las actividades de una única forma, sino que te permiten la oportunidad de equivocarte, de obtener experiencias nuevas, positivas o no, pero emprendedoras. Son los que te permiten pensar diferente, o mejor dicho los que te permiten SER.
Quienes estamos constantemente aprendiendo, deberíamos entender que el liderazgo se fomenta en la medida que somos capaces de estimular, persuadir, favorecer la competencia e independencia, así como de facilitar un espacio que permita el debate para la toma de decisiones, esto nos hace ser valientes, enfrentar los miedos de manera íntegra.
La integridad implica estar conectados con la sociedad, ser sensible a las injusticias sociales, a luchar por la igualdad de oportunidades conscientes de que las personas cuando asumen situaciones de aprendizaje que les generan miedo e inseguridad, pueden usar ese temor de forma favorable para aprenden a hacer lo adecuado, en el momento correcto con las personas convenientes.
No podemos dejar de destacar valores como la confianza, paciencia y motivación, que son intrínsecos del LIDER DOCENTE; no fuera posible trabajar en equipo sin estos elementos que permiten resolver problemas juntos, lo que conocemos como compañerismo.
El líder docente, no es el mejor profesor, ni es el que gana el título de maestro del año; el líder docente será ese modelo a seguir, ese estereotipo a quien todo discente pretende parecerse, imitar o superar; es el forjador de valores, el democratizador de conocimientos, como dijo: – Maruja Torres “El buen maestro hace que el mal estudiante se convierta en bueno y el buen estudiante en superior.”