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Cómo saber si naciste para ser profesor

Durante este proceso también es importante reconocer nuestros intereses y gustos, así como las habilidades y las destrezas que nos caracterizan. Solo así, será posible descubrir nuestra verdadera vocación y elegir la mejor opción educativa.

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Si actualmente te encuentras en el proceso de elección de carrera, hoy te brindamos algunos tips para reconocer cuál es la mejor alternativa para ti. Por ejemplo, si te interesa ser profesor, puedes realizarte algunas preguntas claves y decisivas.

¡Te contamos cuáles son!

  • ¿Me interesa la enseñanza?
    Sentir interés por los procesos de enseñanza-aprendizaje, te permitirá ser un capo en el diseño, el desarrollo y la evaluación de procesos pedagógicos para el desarrollo de las habilidades de los niños y los adolescentes.
  • ¿Soy observador?
    Esta cualidad ayuda al docente a reconocer si un estudiante tiene un problema de aprendizaje respecto a una o varias materias y, así, ayudar a resolverlo a través del diseño y la ejecución de estrategias didácticas.
  • ¿Soy muy paciente y empático?
    La paciencia es clave en un docente pues debe comprender el ritmo de trabajo de sus estudiantes, sus comportamientos y todos los factores internos y externos que pueden incidir en el proceso de aprendizaje.
  • ¿Soy creativo?
    Un profesor destaca por ser súper creativo para innovar en sus formas de enseñar y, así, responder a las necesidades de sus estudiantes. Para ello, emplea la tecnología u otros recursos didácticos con el fin de lograr la interiorización del conocimiento.

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  • ¿Me gustaría trabajar con niños?
    Trabajar con niños y jóvenes no es tarea sencilla, sin embargo, si congenias con ellos y sabes ganarte su confianza, esta carrera es ideal para ti. Recuerda que no solo los ayudarás en su formación académica, sino también humanista.
  • ¿He desarrollado mis habilidades blandas?
    Otra cualidad imprescindible en un docente es el liderazgo para asumir el reto de dirigir un numeroso grupo de alumnos y guiarlos por el buen camino. Además, son necesarias la escucha activa y la comunicación asertiva con los estudiantes.
  • ¿Me apasiona el conocimiento?
    Como docente es ideal que te guste la idea de seguir aprendiendo y capacitándote en tu área para obtener más conocimientos y ayudar a los estudiantes en su desarrollo cognitivo, personal y social.

Fuente: tuproyectodevida.pe/blog

La evaluación pedagógica: un proceso que todo docente debe saber hacer

Es muy importante que los docentes tengan en cuenta los momentos de evaluación pedagógica en el proceso de enseñanza y aprendizaje, ya que esto nos permite estar al tanto de los avances y dificultades de nuestros estudiantes.

La evaluación de los aprendizajes de los estudiantes, el desempeño del grupo y especialmente el desempeño individual es un proceso de todo el año. Pero en este punto se convierte en el centro. La evaluación permite comparar las metas y objetivos que se marcaron a principio de año con los que realmente se lograron

¿Es la evaluación parte inherente y esencial de todo proceso que busca obtener resultados óptimos? Indudablemente. Como parte del proceso educativo, la evaluación busca orientar y facilitar el acercamiento del educador a la problemática de los/las estudiantes y su entorno con miras a obtener los mejores resultados.

Peters (1989) señala que “el éxito del que enseña sólo puede definirse a partir del éxito del que aprende”. En este sentido, hemos procurado rescatar experiencias de nuestra práctica para presentar algunas ideas y estrategias que ayuden a los/las docentes en este proceso de enseñanza-aprendizaje.

¿Qué es la evaluación educativa?

La evaluación educativa es un proceso integral, sistemático, acumulativo y permanente que valora hasta qué punto el o la estudiante ha alcanzado los objetivos de sus estudios.

Tiene como función obtener informaciones pertinentes acerca de los aprendizajes logrados por los estudiantes, emitir un juicio sobre los mismos y tomar una serie de decisiones referentes al proceso. Además, debe proporcionar información para mejorar el aprendizaje de los y las estudiantes, reajustando los objetivos y revisando críticamente planes, programas, métodos, estrategias y recursos.

¿En qué momento debe realizarse la evaluación?

Esta puede realizarse, antes, durante y/o después del proceso educativo. Sin embargo, la evaluación puede clasificarse según el propósito con el que se realiza. Para ello debe responder a dos preguntas: Para Qué se evalúa, lo cual está relacionado con el objetivo de aprendizaje, y Cuándo se evalúa, referido al momento. Tomando en cuenta este criterio, la evaluación puede ser:

Diagnóstica o inicial,

Formativa o de proceso

Sumativa, final, integradora o de resultado.

En este momento nos ocuparemos de la evaluación inicial o diagnóstica, es decir, aquella que se realiza al inicio de un año escolar, de un curso, una asignatura, así como todo el plan de estudios o parte del mismo. Esta nos permite visualizar las necesidades, demandas, problemas, intereses, fortalezas y expectativas del grupo.

La evaluación diagnóstica se aplica para establecer las condiciones y posibilidades iniciales de aprendizaje de los/las estudiantes. Esta no se restringe, únicamente, a la cuestión de evaluación formal de (conocimientos, interpretaciones, comprensiones, aplicaciones, actitudes, destrezas, hábitos, etc.).

Se concibe con una visión globalizadora de todos los componentes que interactúan en la configuración de los saberes y aprendizajes con anclaje en la realidad social en que viven los estudiantes. Asimismo, toma en cuenta su estado físico y emocional, su inteligencia, sus problemas, sus limitaciones sus capacidades, sus intereses y expectativas.

La función principal de la evaluación diagnóstica es pronosticar y ofrecer información acerca de los conocimientos previos y las habilidades que traen los estudiantes.

Según Joan Mateo Andrés (2000), la evaluación diagnóstica es una manifestación específica de la evaluación formativa. Lo importante es la recogida de información lo más fielmente posible de la situación inicial de los estudiantes dentro del proceso enseñanza-aprendizaje. Esto permite tomar las decisiones pertinentes a fin de satisfacer las carencias detectadas, de acuerdo con las particularidades de cada grupo.

Vista como una práctica, la evaluación diagnóstica nos permite orientar la toma de decisiones, rediseñar las estrategias y acciones que respondan a las necesidades y expectativas de los/las estudiantes y de la comunidad educativa en su conjunto.

Además, facilita lo siguiente:

Ubicación del estudiante en el punto exacto del proceso de enseñanza – aprendizaje.

Formulación del planeamiento del grado, curso y/o asignatura.

Selección de contenidos, actividades y experiencias de aprendizaje.

Formación de grupos en función de características similares e intereses particulares sin perder de vista las expectativas de logro propias del grado o curso.

Utilización adecuada de recursos disponibles.

Jerarquización de intereses, demandas, necesidades y problemas.

Potencialización de aspectos positivos.

Detección de dificultades específicas de aprendizaje.

Elaboración de programas compensatorios y correctivos.

Para realizar la evaluación se requiere hacer uso de técnicas e instrumentos que nos permitan obtener información cualitativa y cuantitativa de lo que se desea evaluar.

Entre las técnicas e instrumentos de evaluación diagnóstica se pueden citar:

Entrevista

Registro anecdótico

Historias de vida

Historias barriales

Agenda

Lista de cotejo o control

Pruebas orales, escritas o de dramatización.

Formulario de autodiagnóstico del educador y del educando.

Formulario de diagnóstico de la comunicación oral.

Formulario de diagnóstico de lecto – escritura.

Prueba de evaluación inicial de contenidos considerados prerrequisitos básicos para iniciar los aprendizajes estipulados para el grado o nivel a cursar.

Fuente: educando.com.do

Cómo saber si tus alumnos están aprendiendo

¿Para qué se hace una evaluación? ¿Qué se pretende conseguir con ella? El protagonista del aprendizaje es el que aprende, no el que enseña. De la misma manera, el protagonista de la evaluación debe de ser la persona evaluada. Quien aprende tiene que saber si ha aprendido o no y cuál es la causa.

Una evaluación, según señala la Real Academia de la Lengua en su definición, es la valoración de conocimientos, actitud y rendimiento de una persona o de un servicio. Si nos centramos en el ámbito de la educación, la evaluación debería de contemplar tres aspectos fundamentales: detectar los problemas del alumno, entenderlos y tomar decisiones para ayudarle a mejorar.

La evaluación como herramienta de reflexión y de mejora

Esta idea la comparten muchos profesionales de la educación, pero pocos lo han defendido con la perseverancia y el rigor de Neus Sanmartí: “Debemos tener en cuenta que lo importante de la evaluación es que nos ayude a aprender y, por tanto, los criterios de evaluación han de posibilitar comprender las razones de las dificultades y orientar sobre cómo superarlas. En este sentido, una buena rúbrica es un instrumento idóneo para compartir criterios de evaluación.”

Así, la evaluación no trata solamente de exámenes y calificaciones, sino que también permite al profesor conocer si se han cumplido los objetivos establecidos, distinguir los diferentes ritmos de aprendizaje, los progresos, las dificultades y las diferentes necesidades de sus alumnos.

Por otro lado, al alumno le permite reflexionar sobre sus actitudes y conductas adquiridas, además de promover su autonomía y su sentido de la responsabilidad. Es pues una herramienta de planificación de su proceso de aprendizaje y, a través de ella, es más consciente de sus avances y/o dificultades.

La autoevaluación permite al alumno emitir un juicio de valor sobre su aprendizaje

Por su parte, la autoevaluación permite que el propio alumno pueda emitir un juicio de valor sobre su desempeño en alguna actividad o tarea, sobre su aprendizaje de conceptos y también en lo relativo a la adquisición de habilidades. No consiste en que se ponga una simple nota, sino en que reflexione sobre el proceso de aprendizaje y lo comprenda.

Es una valiosa herramienta que puede ser utilizada no solo en el ámbito escolar, sino también en la vida laboral y cotidiana. De ahí que la autoevaluación del curso deba ser constante y periódica en el tiempo de duración de un curso.

Como hemos visto, en los procesos de formación, es importante saber el ritmo al que evoluciona la comunidad. Así como la implicación y el aprovechamiento del curso que están haciendo los participantes. Esto puede ayudar al profesor a tomar decisiones que mejoren el proceso.

El “seguimiento de alumnos” y las gráficas, muestran estadísticas de participación, entre ellas las evaluaciones. Entregas, puntos recibidos, puntos comparados con la media del curso… Poder adaptarnos a las necesidades de los participantes es una mejora que repercute tanto en la calidad de la formación como en la motivación del alumno por aprender. Por eso es importante que la plataforma de aprendizaje en la que se realice la formación contemple aspectos tanto metodológicos como prácticos.

Además, ponemos a disposición de los profesores un apartado de Recursos Pedagógicos en el que pueden encontrar información de interés para la realización de sus cursos, tanto en nuestra plataforma como en otras. Dentro de ellas, todos los interesados en mejorar las técnicas de evaluación tienen a su disposición la “Guía: la evaluación en la formación online”, donde pueden profundizar en este proceso además de conocer diferentes técnicas.

Fuente: https://neurok.es/

Claves para ser un maestro intachable

Más de mil estudiantes que han pasado por mis cursos me han enseñado cuáles deben ser las características del buen maestro.

Ser maestro es un gran privilegio. Porque si bien es cierto que en nuestro país éste noble oficio aún no se reconoce como se debería, los que hemos podido llevar a cabo esa labor a través de los años gozamos con el ejercicio de la misión más importante que existe: la instrucción y formación personal del futuro de nuestra nación.

Nada hay más satisfactorio que ver el progreso académico de los alumnos y su crecimiento como individuos. Ningún reconocimiento supera su agradecimiento. Y nada se compara con la alegría que producen los éxitos alcanzados por quienes tuvimos la oportunidad de educar. Sin embargo, muchas veces todo el esfuerzo que hace un maestro se ve echado a perder cuando por impulso asume una actitud que desmorona la imagen que ha construido frente a sus estudiantes.

Desarrollo la profesión docente con gran amor, pensando en que mis alumnos son mis hijos, a quienes aporto con esmero todo lo que sé y de quienes aprendo mucho. Más de mil estudiantes que han pasado por mis cursos me han enseñado cuáles deben ser las características del buen maestro. Lecciones que ahora comparto con mis colegas, con el ánimo de contribuir a su tarea pedagógica.

  1. El maestro intachable es aquel que logra encender la llama de la curiosidad, el deseo de aprender, en sus alumnos. Más que conocimientos específicos, que al fin y al cabo se desvanecen, lo que el profesor debe dejar es una permanente motivación por el estudio.
  2. El maestro intachable domina los temas que enseña, siente gran pasión por los conocimientos que comparte, está actualizándose permanentemente y busca siempre métodos novedosos para que sus estudiantes asimilen mejor y con mayor entusiasmo los conceptos que desea grabar en sus mentes.
  3. El maestro intachable es muy exigente consigo mismo. Prepara con rigor cada una de sus lecciones. Busca los mejores ejemplos, los ejercicios más útiles, las definiciones más claras y precisas y las lecturas más estimulantes.
  4. El maestro intachable atiende de manera personalizada a sus alumnos. Trata de aprender todo lo que sea posible acerca de sus necesidades, dudas, problemas e intereses. Busca siempre la manera de que cada uno de sus estudiantes sienta que lo están tratando como individuo y no como grupo.
  5. El maestro intachable no sólo señala los errores sino también los aciertos. Hace notar las fallas en un tono constructivo y las analiza con cuidado para intentar captar dónde y porqué se produce la incomprensión de sus estudiantes. Es particularmente generoso a la hora de reconocer los logros de sus alumnos, celebra sus conquistas y la superación de los obstáculos.
  6. El maestro intachable no tolera la mediocridad y es exigente con sus alumnos. Busca dejar en ellos una huella imborrable. Busca con ingenio fórmulas que faciliten su superación intelectual. No se rinde ante los indiferentes, los perezosos o frente a quienes tienen dificultades para aprender.
  7. El maestro intachable trabaja en equipo con las familias de los estudiantes. En conversaciones con la gente más cercana a los alumnos descubre oportunidades para hacer mejor su oficio. Obtiene información valiosa que le facilita encontrar la “llave” que ha de abrir el intelecto de quienes atienden sus clases.
  8. El maestro intachable es un gran cuentero. Sus “cuentos” deben despertar la imaginación de sus alumnos, el deseo de continuar la gran aventura del saber. Cada una de sus lecciones debe ser un viaje interesante a lugares llenos de atractivas sorpresas.
  9. El maestro intachable debe dar ejemplo con su vida personal y profesional. Debe ser modelo de consagración al estudio, de disciplina, de seriedad, de compromiso con la calidad y de constante superación. Su conducta personal debe ser intachable, debe ser fuente de inspiración para sus alumnos.
  10. El maestro intachable va más allá de sus obligaciones contractuales como proveedor de conocimientos. Se preocupa por inculcarle valores y principios a sus estudiantes. Trabaja intensamente en la forja no sólo de buenos alumnos sino también de buenos ciudadanos.

Fuente: compartirpalabramaestra.org

Cómo lograr que tus alumnos tengan buena letra

Escribir es tanto un proceso social como cognoscitivo. En el mundo fuera de la escuela, la gente escribe para comunicarse con una audiencia, partiendo de su conocimiento sobre el contenido y la escritura, estrategias para planificar y revisar y de técnicas básicas de escritura. En un artículo anterior, traté los temas del desarrollo de la escritura y las discapacidades en el marco de cinco componentes:

  • el contexto social en el que se escribe
  • el conocimiento del escritor
  • el proceso de planificación
  • la producción de texto
  • la evaluación y revisión
  • la autorregulación

En este artículo, describiré los componentes para la enseñanza efectiva de la escritura, para ayudar a los padres a evaluar la calidad de la enseñanza en la escuela de su hijo. Los objetivos de una buena enseñanza de escritura para los estudiantes con discapacidades, son los mismos que para cualquier estudiante. Todos los estudiantes deben desarrollar su conocimiento sobre el propósito y las maneras de escribir, las técnicas básicas de escritura, las estrategias para planificar y evaluar su trabajo y motivación. Sin embargo, los escritores con dificultades necesitan más apoyo y enseñanza más intensiva y explícita sobre técnicas y estrategias.

Un programa de escritura de alta calidad proveerá un balance entre las oportunidades para que el niño escriba algo que es importante para él y recibir enseñanza explícita sobre las técnicas y estrategias que necesitan para convertirse en escritores competentes. El desarrollo de estrategias de autorregulación y la motivación necesaria para escribir de manera independiente también son importantes. El aula de escritura debe proveer:

  • un contexto para la escritura rutinaria y significativa
  • enseñanza de caligrafía, ortografía, y construcción de oraciones de acuerdo sea necesario
  • enseñanza de estrategias para planificar, revisar y para la autorregulación durante el proceso de redacción
  • atención al desarrollo de la motivación para la redacción
  • el uso de tecnología de apoyo para escribir (este importante tema se tratará en otro artículo)

Un contexto para la escritura rutinaria y significativa

Los cimientos de un programa efectivo se sientan sobre la oportunidad de escribir con frecuencia sobre temas significativos, dirigidos a una audiencia y con un propósito. Este principio es el corazón del abordaje del “taller de redacción” que se ha usado en los últimos 20 años1. Cuando los niños tienen tiempo para escribir, piensan que su tarea de redacción es importante y obtienen respuestas sobre lo que escriben de sus compañeros, maestros y otras personas, se sienten motivados para escribir y para comprender el propósito y el valor de la escritura.

Por ejemplo, piense en el contraste entre aprender a escribir persuasivamente, para dominar el formato de cinco párrafos de un ensayo y aprender a escribir persuasivamente para sostener un punto de vista en un debate de estudios sociales. O considere la diferencia entre escribir una historia que sólo el maestro lee y evalúa, o leer su historia a sus compañeros o publicarla en una revista de la clase, para los padres.

Escribir con un propósito real permite que la redacción se disfrute mucho más. Además, ayuda a que los estudiantes entiendan las razones detrás de varios tipos de redacción. Por ejemplo, aprenden que la escritura persuasiva debe tener en cuenta las posibles objeciones del lector. Y la oportunidad de leer estas historias a la clase, les da una oportunidad inmediata de comprobar qué aspectos los hacen entretenidos.

Para los maestros, a veces es difícil diseñar oportunidades para que los estudiantes publiquen y compartan lo que escriben con audiencias. En general, la audiencia más común son los compañeros de clase, siempre disponibles para responder en charlas de compañeros o en clases de lectura. Muchos maestros permiten que los estudiantes creen revistas para la clase o que escriban libros para la biblioteca. Algunos maestros invitan a los padres y a otras personas a reuniones de lecturas o de trabajos, alientan a los niños a escribir cartas a audiencias varias. En la actualidad, el Internet brinda una variedad nueva de audiencias. Muchos sitos de Internet publican el trabajo de niños, o apoyan la colaboración en proyectos de investigación entre diferentes clases.

Además de escribir para audiencias específicas, la redacción puede ser más significativa si se conecta con otras áreas del programa de estudio. La escritura como parte de proyectos de investigación en ciencia y estudios sociales les demuestra a los niños de qué manera, escribir sobre un tema puede mejorar su aprendizaje. Cuando se comparte el trabajo con otros, se crea un modelo de comunicación en la comunidad de aprendizaje, un uso importante de la escritura en el mundo adulto.

Los padres pueden brindar un apoyo importante en este aspecto de la escritura, al alentar a los niños a escribir en el hogar. Piense en todas las maneras en las que usa la redacción, para crear listas de compras, para escribir notas de agradecimiento, para enviar correo electrónico, involucre a su hijo en esas actividades.

Enseñanza explícita de las técnicas básicas de escritura

En algún momento, todos los estudiantes se pueden beneficiar en su desarrollo, al recibir enseñanza directa sobre las técnicas básicas de escritura como caligrafía, ortografía, puntuación y construcción de oraciones. Para muchos estudiantes con problemas de escritura, las dificultades en estas técnicas representan una barrera importante para escribir. Estos estudiantes necesitan dedicar tiempo extra a la enseñanza explícita y a practicar técnicas básicas. Esta enseñanza debe ser planeada cuidadosamente y debe incluir la vigilancia regular del progreso del estudiante. Sin embargo, también debe ser eficiente, de manera que no domine la enseñanza o el tiempo para escribir.

Caligrafía

El objetivo básico de la enseñanza de caligrafía es ayudar a los estudiantes a desarrollar una escritura que sea legible y fluida, es decir relativamente rápida y no cause esfuerzo2. Al igual que en la lectura, la fluidez es importante. Cuando los estudiantes no tienen fluidez para escribir y tienen que prestar atención a la caligrafía, esto interfiere con otros aspectos del proceso de escritura. Tanto la letra cursiva como la de imprenta pueden ser efectivas. La enseñanza debe incluir cómo darle forma a las letras correctamente, y cómo sostener el lápiz y el papel. Las clases diarias, cortas, de 10 a 15 minutos, seguidas de aplicación de la escritura a tareas significativas son las más efectivas. La fluidez en caligrafía se promueve al escribir con frecuencia y se desarrolla con el tiempo. La enseñanza en los grados primarios, de niños con dificultades para escribir a mano, puede ayudar a prevenir problemas de escritura posteriores. Además de este tipo de instrucción, los maestros y padres deben tener en cuenta el uso de procesadores de palabras o de otras herramientas de computación, como medios para compensar los problemas de caligrafía.

Ortografía

Las técnicas de ortografía y decodificación están fuertemente interconectadas. Ambas requieren conocimiento y técnicas fonéticas, conocimiento de los patrones de deletreo y familiaridad con palabras de alta frecuencia. Por lo tanto, la ortografía es parte de la enseñanza de la lectura y la escritura. Los estudiantes con problemas para leer y escribir generalmente necesitan enseñanza explícita e intensiva en decodificación y deletreo, que enfatice las relaciones y patrones entre sonido y símbolo. Al escribir, la práctica de la “ortografía inventiva” en los grados primarios, ayuda a los estudiantes a desarrollar su percepción y conocimientos fonéticos. Los métodos instructivos que enfatizan los patrones de ortografía al agrupar palabras con un patrón similar son efectivos.

Además, los estudiantes con problemas de ortografía necesitan ayuda para memorizar cómo se deletrean palagras irregulares que se usan con mucha frecuencia (por ejemplo… [missing copy — for example, “right,” “laugh,” and “their”).] ejemplos en español. Listas de palabras, word walls, diccionarios de ortografía personalizados y estrategias para estudiar cómo se deletrean las palabras, son maneras comunes para ayudar a aprender palabras que se usan con mucha frecuencia.

Además de la enseñanza, los estudiantes necesitan oportunidades para practicar cómo se deletrean las palabras de la lista y dentro del contexto de la redacción. Algunas recomendaciones se aplican específicamente a la escritura.

  • Primero, la enseñanza debe prestar particular atención a las palabras más comúnmente usadas en la redacción del estudiante.
  • Segundo, debido a que muchos estudiantes con discapacidades de aprendizaje continuarán teniendo problemas de ortografía, incluso después de aprender a leer con fluidez, es importante que esos estudiantes aprendan estrategias para revisar su propia redacción.
  • Tercero, también deben aprender a usar herramientas, incluyendo diccionarios y verificadores del deletreo, para vigilar y corregir su ortografía. Los diccionarios personalizados, en los que los estudiantes escriben las palabras que van aprendiendo pueden ser útiles.

Construcción de oraciones

Incluso los buenos escritores a vecen pausan para decidir cómo expresar sus ideas en oraciones. Para los escritores con dificultades, escribir oraciones correctas y efectivas es un problema importante. Además de aprender a escribir oraciones gramaticalmente correctas, deben aprender a escribir oraciones con subordinadas, escribir oraciones temáticas que introducen ideas principales, usar palabras de transición y escribir oraciones introductorias. Existen menos investigaciones en métodos instructivos en este área que para ortografía y caligrafía y algunos de los resultados de las investigaciones contradicen el sentido común o las prácticas habituales. Por ejemplo, la enseñanza de la gramática tradicional, que se enfoca en reglas para la escritura correcta, tiene muy poco impacto en la calidad de escritura de los estudiantes.

Tres métodos apoyados por las investigaciones o por la práctica de maestros efectivos son: la expansión de oraciones, la combinación de oraciones y enseñar oraciones dentro de tipos de párrafos. Todos estos métodos requieren que en lugar de aprender reglas gramaticales, el estudiante aplique su sentido del lenguaje (preguntándose a sí mismo: “¿suena bien eso?”) para escribir oraciones cada vez más complejas. En la expansión de oraciones los estudiantes comienzan con oraciones básicas (Kernel) compuestas por un sujeto y un verbo, por ejemplo: “Juan corre”. Luego agregan elementos para expandir la oración para decir más acerca del “quién, qué, por qué, cuándo y cómo”. En la combinación de oraciones, los estudiantes comienzan con varias oraciones cortas y aprenden a combinarlas para formar oraciones más largas y complejas. En los métodos basados en los párrafos, los estudiantes aprenden patrones de oraciones para las oraciones del tema, detalle y conclusión, en diferentes tipos de redacción, como por ejemplo para párrafos en secuencia o párrafos persuasivos. Como siempre, al aprender una técnica, es importante que los estudiantes tengan la oportunidad de practicarlas en tareas de escritura significativa y que reciban comentarios en forma regular.

Estrategias para planificar, revisar y para la autorregulación

Los escritores competentes tienen estrategias sofisticadas para planear y evaluar su escritura. Ellos:

  • establecen objetivos para comunicarse con una audiencia
  • usan el conocimiento del género para generar y organizar el contenido
  • evalúan su escritura con respecto a sus objetivos y estándares generales de escritura
  • generalmente revisan extensivamente

Por el contrario, los escritores con dificultades planean muy poco y simplemente limitan su revisión a la corrección de errores. Las investigaciones sobre el proceso cognoscitivo de los buenos escritores se ha usado para desarrollar estrategias que ayudan a escritores menos competentes. Por ejemplo, podemos enseñar a los estudiantes a planificar estrategias que los ayuden a aprovechar sus conocimientos sobre la organización del texto (por ejemplo: escritura persuasiva, postura, razones, evidencia y conclusión) para generar y organizar su narrativa. Las investigaciones proveen clara evidencia de que podemos enseñar con éxito a los escritores con dificultades, a usar estrategias más efectivas para planear y revisar, y por lo tanto, ayudarlos a mejorar sustancialmente su escritura.5 Por suerte, la enseñanza de estrategias es efectiva para el alumno común, así como para los escritores con dificultades, por lo que es un buen método para las clases de educación general que incluya estudiantes con discapacidades.

La figura 1 a continuación brinda un ejemplo de una estrategia para revisar un texto6. Esta estrategia requiere la participación de un par de estudiantes que se reúnen para ayudarse mutuamente al revisar sus escritos. Los pasos están escritos como instrucciones para el estudiante que actúa como editor. Para enseñar la estrategia, el maestro ejemplifica el uso de preguntas de evaluación a ejemplos de escritos y hace revisiones para mejorar la escritura. El maestro hace participar a los estudiantes que deben aplicar la estrategia de manera colaborativa, hasta que los estudiantes están listos para practicar en grupos de a dos. Note en el paso 3 que se puede usar un amplio criterio de evaluación. La estrategia brinda una rutina para apoyar a los estudiantes en la evaluación y revisión de una forma parecida al proceso que usan los escritores competentes.

Figura 1: Estrategia de revisión de compañeros

  1. ESCUCHE y LEA a medida que el autor lee su historia
  2. CUENTE de qué se trata la historia y qué le gustó más
  3. LÉASE la historia a usted mismo y anote sobre:
  1. CLARIDAD ¿Hay algo que no entienda?
  2. DETALLES ¿Qué información se puede agregar?
  • DISCUTA sus sugerencias con el autor
  • El autor decide qué cambios hacer

La enseñanza efectiva sobre estrategias para planear y revisar un texto, requieren que el maestro:

  • Provea una explicación explícita sobre el funcionamiento de la estrategia.
  • Demuestre o modele la estrategia mientras “piensa en voz alta” para explicar a los estudiantes el proceso cognoscitivo involucrado.
  • Brinde oportunidad de una práctica guiada en la que los estudiantes puedan probar la iniciativa con el apoyo del maestro.
  • Brinde práctica independiente y aplicación en otras situaciones.

“En general se demora varias semanas en enseñar una estrategia de manera eficaz, por lo que normalmente los maestros solo enseñan de 3 a 4 estrategias por año”.

Otra parte importante de la enseñanza de estrategias es ayudar a los estudiantes a desarollar estrategias para la autorregulación. Varios aspectos de la autorregulación pueden incluirse junto con la enseñanza de estrategias.

  • Primero, la autorregulación incluye la habilidad para seleccionar estrategias y monitorear si están funcionando. Por lo tanto, los maestros deben dedicar tiempo a discutir por qué la estrategia es importante y cuándo y cómo se puede usar. Además, les enseña a los estudiantes a evaluar su propia escritura y decidir si la estrategia está funcionando o no.
  • Segundo, la autorregulación incluye el manejo de las tareas, para que los maestros discutan con los estudiantes cómo reservar tiempo y lugar para escribir.
  • Tercero, incluye estrategias para lidiar con las dificultades y para mantenerse persistente. Los maestros ayudan a que los alumnos aprendan cosas que pueden decirse a sí mismos para mantener una actitud positiva y para elogiarse o premiarse cuando hicieron un buen trabajo. El modelo de enseñanza de estrategia diseñado por Steven Graham. y Karen Harris, el Desarrollo de la estrategia de autorregulación, como su nombre lo indica, incluye varios procedimientos para mejorar la autorregulación.

Motivación y palabras finales

Una de las dificultades más grandes respecto al trabajo con estudiantes con problemas de escritura es aumentar su motivación. Uno no puede considerar que la enseñanza de escritura tuvo éxito, a menos que, además de enseñar técnicas y estrategias, se ayude al estudiante a desarrollar una actitud positiva con respecto a la escritura. Sin esa actitud positiva, es muy poco probable que el estudiante escriba fuera de la escuela o que continúe desarrollando sus habilidades.

Quisiera finalizar mencionando dos aspectos importantes de un programa de redacción que contribuyen a la motivación. Primero, la enseñanza de escritura debe hacer que los estudiantes escriban sobre algo que les satisfaga en sí mismo. Cuando se enseña a redactar como parte de un ejercicio que sólo pone énfasis en la forma correcta de escribir o en pasar un exámen, no sólo los estudiantes se mantienen sin motivación, sino que tienen menos posibilidades de aprender lo que se les enseña porque no está relacionado con nada que tenga un propósito significativo. Por el contrario, cuando los estudiantes escriben por motivos significativos, pueden elegir el tema y compartir y publicar su trabajo para sus compañeros, padres y otras personas, desarrollan una apreciación positiva del valor de la escritura.

Segundo, el fracaso es uno de las mayores causas de la poca motivación. Los estudiantes que esperan fracasar en tareas de escritura generalmente participan de la misma desgano o no lo hacen en absoluto. El antídoto contra el fracaso es la enseñanza explícita, que ayude a los estudiantes a usar procesos efectivos para escribir y brinde práctica adecuada para que puedan desarrollar dominio del tema. Los estudiantes quieren saber “cómo se hace”, y enseñarles es la tarea del maestro. Cuando los estudiantes trabajan en un ambiente en el que escriben sobre algo que les importa y los maestros brindan enseñnza explícita sobre como escribir efectivamente, casi nunca la falta de motivación para aprender a escribir resulta un problema.

Cuando los padres entienden los desafíos que enfrentan los estudiantes con dificultades de aprendizaje a medida que luchan por convertirse en mejores escritores, están mejor equipados para ayudar a sus hijos a sobrellevar frustraciones con la escritura, a brindar oportunidades en el hogar para que los niños practiquen escribiendo sobre cosas que les importan y para luchar por las necesidades de aprendizaje del niño en el aula.

Fuente: https://www.greatschools.org/

Cómo promover el respeto desde el aula

Si el profesor no practica la tolerancia y la aceptación de las virtudes y defectos de sus alumnos, difícilmente recibirá mensajes positivos y de respeto hacia él de los estudiantes

El respeto es uno de los valores más importantes que debemos cultivar desde el hogar y la escuela, con nuestra familia, amigos y todas las personas que están alrededor. Es la base sobre la que se sustentan las relaciones entre las personas y por lo tanto, es esencial para que exista una sana convivencia y armonía dentro de la comunidad.

La importancia del respeto

El respeto es un valor que aparece en cualquier relación social e interpersonal. En la escuela el respeto debe servir como guía en las situaciones de interacción que se dan entre los estudiantes, entre los profesores, entre los directivos y los profesores, entre los estudiantes y los profesores o entre los padres y los profesores.

Que haya respeto dentro del aula significa aceptar las reglas y las normas que se han acordado y cuidar las instalaciones usándolas de manera correcta sin dañarlas, entre otras actitudes.

Si por ejemplo se insulta, menosprecia, se engaña o se grita sin motivo, se pierde el respeto y con ello, la escuela pierde fuerza a la hora de buscar su fin primordial que es la enseñanza de valores. Además la convivencia será caótica e insostenible y la educación será imposible.

Aprender a respetar a los compañeros en la clase

Partimos de la base de que la familia debe ser la cuna del aprendizaje y el fomento del respeto. Si un niño no respeta a sus padres, será difícil que lo sienta por otras personas.

Para poder promover respeto en la escuela, los profesores y los directivos deben hacer cumplir las reglas estableciendo límites claros, escuchando a los padres y a los alumnos, negociando democráticamente con ellos y sobretodo, sirviendo de ejemplo y modelo de comportamiento.

El respeto es algo mutuo

Si el profesor no practica la tolerancia y la aceptación de las virtudes y defectos de sus alumnos, difícilmente recibirá mensajes positivos y de respeto hacia él de los estudiantes.

Además, el profesor debe ser visto como un guía que sirve de apoyo a sus alumnos en el proceso de enseñanza y alejarse de la imagen de profesor autoritario al que se debe temer. El miedo es un sentimiento que dista mucho del respeto.

En resumen, para que el niño aprenda a respetar es importante que tanto la familia como los profesores en la escuela le enseñen a hacerlo desde el ejemplo para generar relaciones sanas y efectivas. No enseñarlo desde la imposición y actitudes estrictas.

Normas para promover el respeto

Para promover el respeto en la escuela, los alumnos, los profesores, los directivos o el personal de mantenimiento, son responsables de contribuir a la causa mientras estén en la escuela. Para ello, existen una serie de normas que se pueden cumplir para que las relaciones serán armónicas:

• La primera de todas, respetar a todas las personas que conforman el colegio.

• Los profesores deben reconocer la cualidades de cada alumno y felicitarlos mientras se ayuda a todos los demás a saber valorar las cualidades del otro.

• Las críticas, las burlas y los juicios que no tienen carácter constructivo no se deben permitir.

• Enseñar a respetar las reglas de los juegos y las actividades que se realicen.

• Fomentar la integración y la comunicación.

• Enseñar a valorar el trabajo y esfuerzo de todos los integrantes del colegio: profesores, administración, personal de limpieza, etcétera.

Fuente: https://www.elmanana.com/

Cómo hacerse respetar en el aula

Hacerse respetar en el aula es un problema que en los últimos años ha ido en aumento, hoy en día los alumnos impulsados por malas costumbres. Vienen tomando actitudes que antes no eran permitidas, por ello muchos docentes se enfrentan día a día a este mal.

¿A quién le gusta ser respetado? A todos, es cierto, ser respetado es una característica que todos los seres humanos deseamos poseer. Sin embargo existen dos tipos de respeto, la mayoría de personas suelen tener únicamente el primero. Recalcando también que hay ciudadanos que no tienen ninguno

Tipos de respeto

Respeto Innato: Este respeto lo poseemos todos los seres humanos al momento de nacer, se le atribuyen a las personas que “No hacen daño a los demás”. Cualquier persona la puede tener, es por ello que los estudiantes deber de ser también respetados, por el hecho de ser seres humanos.

Respeto  Adquirido: Este es el más difícil de obtener, este respeto solo lo obtienen aquellas personas que “Hacen el bien a los demás”. Los que ayudan a los demás, aunque en los últimos años se ha visto malinterpretado. Este respeto otorga la sociedad a aquellos hombres que tienen un cualidad de “Ayudar”. Es por eso que se respeta en gran manera a médicos, profesores, ingenieros y cualquier otro profesional, pues el fin objetivo de cualquier carrera profesional o técnica es “Contribuir con la Humanidad”

Si como docente quieres ganar desde enfocarte en la segunda. ¿Cómo podemos lograr obtener respeto adquirido?

4 Consejos para hacerse respetar en el aula

ENSEÑA CON EL EJEMPLO

Para hacerse respetar en el aula uno de los mejores métodos que funciona es el ejemplo. Si quieres que tus alumnos te respeten, respétalos también. No únicamente a ellos, respeta también a tus colegas, a los administrativos, directores y hasta el personal de limpieza. Solo respetando a los demás, podrás exigir que te respeten. Recuerda que la congruencia entre lo que dices y haces es un patrón que juega un papel muy importante al momento de exigir respeto.

GANA AUTORIDAD

La Autoridad es un arma muy potente. La autoridad debe de poseerlo todo maestro para hacerse respetar en el aula. Recalquemos que la autoridad no debe de ser confundida con el “Miedo”.Autoridad es hacer que tus alumnos te respeten sin la necesidad de recurrir a los gritos, amenazas, chantajes, etc.

¿CÓMO GANAR AUTORIDAD EN EL AULA?

CUMPLE TUS PALABRAS

Para hacerse respetar en el aula es importante que exista una congruencia entre lo que se dice y hace. Si prometiste a tus alumnos darles 5 minutos más de Brake, dáselos. Si acordaron en clase que el examen empezaría a las 8:00 am , así estén únicamente 5 alumnos, toma ese examen. Puede parecer extremista. Pero años de experiencia me han enseñado que agregar valor a la palabra es un factor muy considerado por los alumnos al momento de respetar al docente. Has la prueba y veraz que es cierto, diles a tus alumnos que en una fecha específica tomaras un examen oral. Supongamos a las 7:45 am, supongamos que únicamente a esa hora este presente la mitad del salón. Toma el examen igualmente, el otro grupo que no llego a tiempo, seguramente te reclamará. Pero deberás de explicar que tú fuiste claro con la hora. Te aseguro que, para el próximo examen, 10 minutos antes de la hora indicada, todos estarán presentes.

CONOCIMIENTOS DE CALIDAD

Para hacerse respetar en el aula, una característica muy importante es el “saber”. Los alumnos ven en el maestro una figura de la cual van a aprender muchísimo. Para el alumno no hay nadie mejor y más especialista que su maestros, al menos que demuestres lo contrario.

Es importante que tu nivel intelectual vaya a la par con el desarrollo y el avance de los nuevos descubrimientos y ciencias. Por eso es de suma importancia que ACTUALICES TUS CONOCIMIENTOS, muchos docentes, se quedan con lo que aprendieron en la Universidad. Esto es un error fatal, la ciencia avanza, nuevos conocimientos reaparecen, y aunque suene penoso. Los conocimientos de hace 5 años ya casi no sirven para los de hoy.

Fuente: tecnicasparadocente.com

10 diferencias entre un profesor y un maestro

¿Recuerdas al personaje Clément Mathieu, de la película Los Coristas?

No sé si llegaste a ver este film, pero te lo recomiendo. El personaje de Mathieu es un músico docente que es asignado a un internado para menores con mala conducta o huérfanos.

Cuando llega a la institución, descubre que el director, el Sr. Rachin, es terriblemente severo con los jóvenes y a todo le aplica la ley de acción (un acto indebido) y reacción (un castigo).

Mathieu empieza a entender a los chicos y cambia la pedagogía, les trata como personas y no como delincuentes y les propone crear un coro como símbolo de unión entre todos.

Con paciencia y dedicación, los niños aceptan la nueva tarea y empiezan a colaborar unos con otros. Poco a poco, aprenden cosas nuevas, sintiéndose reconocidos y motivados.

El trasfondo de esta película es maravilloso, muestra el valor del perdón, de la caridad y la compasión, y una persona que dirige el cambio, el Sr. Mathieu.

Este personaje no solo cumplía su papel de enseñarles música sino que quería guiarlos a nuevas experiencias que los formaran como seres humanos. ¡Y eso es exactamente lo que hace un maestro!

Todos hemos tenido maestros y profesores. Los dos están muy capacitados en sus materias de estudio, pero existen diferencias entre ellos, aspectos que van más allá de lo puramente académico. Por eso hoy quiero hablarte de esas diferencias.

A continuación te comparto diez de ellas.

10 Diferencias entre profesor y maestro

1.- Amabilidad

Dice un refrán anónimo: “La vida es como un espejo, tenemos mejores resultados cuando sonreímos”. Un buen maestro sonríe, se involucra positivamente con sus alumnos, sabe que la mejor forma de relacionarse es a través del respeto, la cordialidad, la compasión y la amabilidad.

2.- Autoridad

Si bien es cierto que un maestro debe ser amable, también tiene que tomar el control de la clase. Su rol es marcar límites y establecer equilibrios. Un maestro no es un tirano ni es autoritario sino que entiende la psicología de los alumnos y logra darse a respetar.

3.- Entrega

Una de las características más importantes de un maestro, es su entrega, su vocación por enseñar. Un profesor enseña la lección y quiere irse pronto a casa. Un maestro está involucrado con el salón, no le importa hablar con sus alumnos después de clases, les transmite pasión por descubrir cosas nuevas, se emociona así mismo y a los alumnos.

4.- Paciencia

La paciencia es necesaria para un mejor entendimiento. El rol del maestro es asegurarse que cada alumno internalice lo que se le está enseñando, que entienda la lógica del tema. Pero no todos van al mismo ritmo, por eso la paciencia es fundamental.

5.- Comunicación

Un maestro no se conforma con emitir un concepto, sino que interactúa con los jóvenes, habla con ellos para saber cómo se sienten, conocer sus expectativas y buscar soluciones en conjunto. Un profesor actúa más bien como un orador, un maestro sabe que la retroalimentación es necesaria. También participa en reuniones con otros docentes y con los padres de los alumnos.

6.- Creatividad

Un profesor simplemente se apega a un plan de evaluación de acuerdo al tema que se esté enseñando. Un maestro investiga formas creativas por medio de las cuales introducir temas, que aunque sean difíciles, llamarán la atención de todos.

7.- Capacidad de trabajo

Un maestro sabe como planificar su tiempo y organiza sus actividades de forma exitosa. Cumple con los plazos establecidos para entregar las correcciones.

8.- Observación

El verdadero maestro observa, está atento a sus alumnos. Detecta problemas y fallas para luego poder buscarles soluciones. Un profesor no presta atención a sus alumnos, no los conoce.

9.- Motivación

La motivación es una característica intrínseca de la vocación. Un maestro motivado es una gran inspiración para sus estudiantes y su actitud se contagia.

10.- Preparación

El maestro conoce muy bien la temática que debe enseñar y todos los días se sigue instruyendo para dar lo mejor de sí.

Fuente: https://www.emprendejoven.cl/

Ministro de Educación, Antonio Peña Mirabal, llama emular vida ejemplar del profesor Bosch, “íntegro, honesto y consagrado por una mejor nación”

Recuerdan a gran líder político, educador y laureado escritor dominicano de origen vegano

El ministro de Educación, Antonio Peña Mirabal, encabezó hoy un izamiento de bandera en la plazoleta Pedro Henríquez Ureña del Minerd, en honor al 110 aniversario del profesor Juan Bosch, escenario en el que llamó a emular la vida ejemplar del expresidente de la República, y connotado educador, “hombre íntegro y consagrado al servicio de la nación, especialmente a los más desposeídos, con un sentido constructor de una mejor nación”.

Al dirigirse ante decenas de funcionarios y empleados del Minerd, así como de directivos de la Fundación Juan Bosch, encabezados por su vicepresidente ejecutivo Matías Bosch, el ministro Peña Mirabal destacó la sencillez, dignidad y honradez a toda prueba que en vida exhibió el recordado maestro ciudadano, político y laureado escritor.

El ministro de Educación exhortó a los funcionarios y al resto de los empleados del Minerd, a desarrollar sus tareas en la administración pública con la responsabilidad, compromiso e integridad “que nos legó el querido profesor Bosch, con su permanente mensaje de que al Estado se va a servir, nunca a servirse, a darlo todo por la nación y los más necesitados”.

Expuso que con el sencillo acto de izamiento de la bandera nacional y del Minerd, “reconocemos a un hombre que dedicó su vida al servicio de las nobles causas de su país y de los pueblos del mundo. Gratitud eterna a don Juan por sus grandes ejemplos, quien, al igual que nuestro presidente Danilo Medina, se involucraba con notable, con la población más pobre, hablaba personalmente con ellos y los escuchaba con  sensibilidad social”.

Tras advertir que la honestidad se comprueba cuando se administran los recursos públicos de manera incuestionable como lo hizo el profesor Bosch, Peña Mirabal cerró su breve discurso dirigiéndose al sacerdote Mario de la Cruz, con una frase del evangelio correspondiente a este día: Padre Mario, el evangelio de hoy hace alusión a los que construyen sobre arena y los que construyen sobre roca. Los que construyen sobre arena, vienen las lluvias, crecen los ríos y se lleva la casa, pero los que construyen sobre roca, vienen las lluvias, crecen los ríos y la casa perdura”.

En tanto que, Matías Bosch, vicepresidente de la Fundación Juan Bosch, realizó una breve reseña de la vida del fenecido líder político, en la que llamó a convertir el pensamiento del líder político, educador y reconocido escritor, en el quehacer de la cotidianidad de cada dominicano, siempre pensamiento en la construcción de una mejor nación.

Asimismo, el sacerdote Mario de la Cruz, vicario episcopal de educación de la Arquidiócesis de Santo Domingo, planteó la necesidad de que la formación en valores sea parte intrínseca de la educación en las escuelas, “pues solo así, con esos valores humanos y espirituales, podremos construir una nueva sociedad”.

A la actividad, también con motivo de celebrarse mañana el Día Nacional del Maestro, asistieron viceministros Ramón Valerio, Luis De León y Rafael Darío Rodríguez; Henry Santos, coordinador del Gabinete Ministerial; y los directores Ana Teresa Merán, de Cultura; Mary Kasse, de Cooperación Internacional, y Yuri Rodríguez, del Instituto Nacional de Bienestar Magisterial (INABIMA), y Diómedes Núñez Polanco, de la Biblioteca Nacional, entre otros funcionarios y personalidades invitadas.

Por qué se culpa a los profesores de todo lo que sucede en la escuela

Todo el mundo tiene una opinión sobre la educación y sobre lo que los profesores deberían hacer. Desde la madre metida a bloguera hasta el gurú que imparte charlas, pasando por los políticos que hacen y deshacen leyes educativas, todos tienen infalibles teorías pedagógicas. Que si “los profesores deberían aprender del modelo finlandés”; que si “los docentes deberían quejarse menos y trabajar más”; que si “el maestro debería saber adaptarse a cada niño”; que si “la escuela debería dejarse de experimentos y centrarse en lo básico: las Matemáticas, la Lengua y el Inglés”…

Hace tan sólo un par de décadas, los profesores eran figuras revestidas de autoridad y respetabilidad que nadie se atrevía a contestar. En la era de internet, donde la información es gratis y circula por todas partes, el docente no sólo es cuestionado sistemáticamente, sino que se le responsabiliza de todos los males. Si los niños no saben, es culpa del maestro; si no son felices, también.

“Vivimos un momento en el que se habla más que nunca de educación y, sin embargo, la opinión de los docentes se nos presenta casi siempre en un segundo plano. Queremos que las personas que  se muevan o no en el ámbito educativo, sean un poco más consciente de la presión que soportan los profesores y que se pregunten hasta qué punto su voz está siendo, en no pocas ocasiones, gravemente deslegitimada“.

Todos debemos reflexionar sobre la necesidad de que la sociedad en su conjunto reconozca el trabajo de nuestros maestros y profesores.

Los profesores pasan por una prolongada crisis de reputación. La profesión docente está entre las 10 más valoradas  Pero los docentes, en su mayoría, creen que su trabajo es poco valorado por la sociedad.

A todo ello no ayudan los grupos de WhatsApp que han creado los padres para seguir en contacto después de clase y que a menudo sólo sirven para criticar al profesor. Suelen ser una fuente de ruido que no beneficia en nada a la autonomía educativa de los alumnos y que genera tensiones y conflictos evitables entre los colegios y las familias.

Las campañas antideberes vuelven a cargar las culpas sobre las espaldas de los docentes y hacen más grande la brecha existente entre los profesionales y las familias.

Sobre quién recae la responsabilidad del proceso enseñanza aprendizaje

Consideremos que los agentes educativos más importantes son el alumno y el profesor, así quienes intervienen directamente y con más intensidad son alumnos y profesores. Entonces, si nos planteamos de quién es la responsabilidad de que un proceso educativo se de con éxito, podemos responder que depende de los dos agentes que lo conforman. Ahora bien, considero que el profesor debe tener un papel destacado puesto que es el experto. Pero no entendiendo el experto como aquel que sabe sobre el tema sino como quien sabe como enseñar.

El profesor es el experto en enseñanza, el alumno no. Por tanto, es el profesor quien debe dirigir el proceso de aprendizaje aunque permita al alumno construir su propio aprendizaje. Es un poco complejo.

El maestro tiene la responsabilidad de cumplir unos objetivos educativos, y de transportar a los alumnos de un punto al otro. Tiene también la responsabilidad de que la mayoría de alumnos lleguen a la meta con éxito.

El alumno tiene la responsabilidad de ejercer su papel, es decir, de aprender y de seguir ese camino hacia la meta. El alumno debe organizar sus procesos y su aprendizaje de modo que le lleven a aprender.

Así, se trata de una responsabilidad compartida aunque tiene más peso el profesor en cuanto a la organización del proceso. Mientras qu el alumno tiene más responsabilidad en cuanto al proceso mismo de aprender y su consecución. En realidad, si el alumno no quiere, no aprenderá, pero… ¿de quién será la culpa?

Fuente: elmundo.es