En el caso de enseñar estudiantes que repitan el curso, el docente debe crear un portafolio de estrategias y actividades en la que genere debates.
Minerva González Germosén
Santo Domingo
En ocasiones puede convertirse en una odisea inducir en el proceso de aprendizaje a estudiantes que han reprobado, estos generalmente, suelen estar desmotivados, con la autoestima baja y sin deseos de volver a trabajar contenidos ya vistos. Frente a esta realidad, ¿Cómo ayudarlos a recuperar la confianza en sí mismos? ¿De qué manera se consigue motivarlos? ¿Cómo persuadirlos para que reflexionen e identifiquen las causantes de su reprobación? ¿De quién es la responsabilidad de estos resultados, del profesor o del alumno?
Cuando se trata de estudiantes reprobados, se deben tomar en cuenta qué factores podrían incidir en los resultados finales; esto con la finalidad de seleccionar estrategias apropiadas que les permitan una buena comprensión.
Las estrategias por ser el conjunto de actividades pensadas, organizadas y ejecutadas de manera sistemática por el maestro, para que los estudiantes construyan nuevos aprendizajes, establecen un nexo entre el nuevo saber y el alumno (Roa, 2014). De modo que, es el maestro el encargado de que estas sean atractivas y entretenidas para que el tema resulte comprensible y el proceso divertido. En ese sentido, el docente planea la forma como su alumno construirá su conocimiento, tratando que ocurra de manera novedosa, innovadora, divertida y original para que el aprendizaje sea significativo.
Por otro lado, para que lo anterior ocurra, el ambiente en el salón de clases, tiene que ser cómodo, armonioso y que se haya fomentado la empatía entre el docente y estudiantes. En el caso de enseñar a estudiantes que repiten el curso, el docente debe crear un portafolio de estrategias y actividades en las que genere debates, así, estos podrán construir sus argumentos para exponer su opinión sobre lo que se aborde. De igual modo, motivar a los más tímidos del salón a participar, asignarles presentaciones individuales, para que poco a poco recuperen la confianza en sí mismos y se eleve su autoestima, ofrecerles tutorías para que tengan la oportunidad de aclarar las dudas surgidas en clases. En fin, el maestro tiene que emplear “metodologías atractivas e innovadoras para despertar el interés en los estudiantes.”
En síntesis, los tiempos actuales requieren la reestructuración de las estrategias de aprendizaje en estudiantes reprobados. Estas tienen que ser elaboradas, de tal manera, que los estudiantes sean los protagonistas del proceso, donde los errores no sean vistos como fracasos, sino como prácticas para llegar a nuevos saberes, se optimice sus aprendizajes y capacidades individuales, en un entorno positivo. Además, el conductor del proceso propiciar la armonía en clases, fomentar la empatía entre él y sus alumnos, ya que, incide en lo significativo de los nuevos saberes. De igual modo, las estrategias deben ser de impacto emotivo, prácticas y funcionales para lo cual se debe tomar en cuenta, al momento de planearlas, las teorías de los neurocientíficos, pedagógicos y psicológicos.