El imperio mongol, británico y ruso son algunos de los imperios más grandes de la historia. A lo largo de la historia, muchos imperios han dejado su impronta en la Humanidad, especialmente en la antigüedad. Alianzas, acuerdos comerciales, armas y casamientos son algunos de los factores que han forjado el establecimiento de estos imperios. Distintos pueblos y naciones han crecido más allá de sus fronteras con el objetivo de implantar su cultura, poder político, económico, social y lingüístico.
Basta con hacer un recorrido por la historia de la Humanidad para tomar conciencia de la existencia de algunos de los imperios más extensos y longevos. Tanto occidente como oriente han tenido varios imperios a destacar por su dominio territorial hasta su desintegración. En este artículo de unCOMO descubrirás cuáles son los imperios más grandes de la historia.
Imperio mongol
El imperio mongol fue el de mayor territorio continuado en la historia de la Humanidad, con una superficie de 33 millones de kilómetros cuadrados. Su periodo de máximo apogeo fue en el siglo XIII, época en la que alcanzó una población de 110 millones de habitantes.
Esta cifra de población, en un mundo mucho menos habitado que el actual, supuso un 25% del total a nivel mundial. Ocupó Mongolia, China, Turquía, parte de la actual Rusia, Irán o Irak y una parte de la Europa oriental. El creador del imperio mongol fue Gengis Kan, pues unifico todas las tribus mongolas.
Imagen: Historia Universal
Imperio británico
El imperio británico logró ser el más extenso de la historia de la Humanidad pese a que sus dominios geográficos no fuesen contiguos. Se repartían en 5 continentes: en su época de máximo esplendor, durante la década de los años 20 del siglo XX, alcanzó los 33’7 millones de kilómetros cuadrados y una población superior a los 500 millones de habitantes, suponiendo casi el 25% de la población mundial en 1938.
Además del Reino Unido, el imperio británico incluyó la India, Canadá, Australia y buena parte de África.
Imagen: Enciclopedia de Historia
Imperio español
El imperio español fue el más poderoso del mundo entre los siglos XVI y XVII bajo la dinastía de los Austrias, pero fue en 1810, con los Borbones, cuando alcanzó su mayor tamaño con 20’4 millones de kilómetros cuadrados. Tenía posesiones en Europa, África, América, sus dominios recorrieron el continente de norte a sur de forma casi ininterrumpida, y Asia, donde mantuvo hasta 1898 las Islas Filipinas.
Llegó a tener una población de 68 millones de habitantes, representando el 12’3% de la población mundial en el siglo XVII.
Imagen: Alternative History
Imperio ruso
El imperio ruso incluyó a los siguientes territorios: la actual Rusia al completo, Alaska, las actuales Finlandia y Polonia, la antigua Persia y Manchuria. Alcanzó una superficie de 22’8 millones de kilómetros cuadrados y su época dorada fue entre 1721 y 1917, año en el que tuvo lugar la Revolución rusa.
Su población máxima fue de 176 millones de personas, es decir, un 9’8% de los habitantes en el mundo en 1917. En sus fronteras, albergó más de 100 grupos étnicos distintos, aunque la etnia rusa componía el 44% del total de la población.
Imagen: Image.jimcdn.com
Dinastía china Yuan
La dinastía Yuan estableció un imperio sobre la actual China, llegando a alcanzar los 14 millones de kilómetros cuadrados y con una época de máximo esplendor en 1310. Se inició en 1271 por Kublai Kan, nieto de Gengis Kan, y fue su primer emperador. Poco después de alcanzar el poder, logró conquistar la capital de la dinastía Song, lo que le permitió unificar toda China bajo su mando.
Imagen: World History Encyclopedia
Dinastía china Qing
Es la última dinastía imperial china. Estuvo precedida por la dinastía Ming y duró casi 3 siglos, desde 1644 hasta 1912. Sentó las bases de la China actual. Alcanzó su máxima extensión en 1790 , con 14’7 millones de kilómetros cuadrados.
Llegó a tener una población de 432 millones de habitantes, albergando el 36’6% de la población mundial, algo que nunca ha conseguido otro imperio en la historia de la Humanidad. La dinastía Qing ocupó la China actual, Manchuria, Mongolia, Taiwán y zonas de la actual Rusia.
Imagen: Chinawisper.com
Imperio francés
El imperio francés tuvo su máxima extensión entre los siglos XIX y XX. Partiendo de Argelia y Túnez, se extendió poco a poco por el norte, oeste y centro de África. Llegó a ocupar el territorio de los actuales Senegal, Mauritania, Mali, Guinea, Níger, Costa de Marfil y Chad.
En el siglo XX, sumó a su extensión Líbano, Siria, Camerún y Togo. En Asia, controló la Indochina francesa (Camboya, Saigón, Vietnam y Laos) y también estuvo presente en la India. En total, tuvo una extensión de 12’9 millones de kilómetros cuadrados y en 1938, su época de máxima expansión, llegó a los 113 millones de habitantes.
Imagen: Historia.com
Califato de los Omeya
El antiguo gobernador de Siria, Mu’awiya, fundó el Califato de los Omeya en el año 661. Damasco fue su capital e incorporó a sus dominios el Magreb, el Cáucaso y la Península Ibérica. Tuvo 13 millones de kilómetros cuadrados como máxima extensión, siendo el mayor imperio visto en el mundo hasta la fecha.
La Revolución abásida se produjo en torno al año 750 y Abderramán I huyó hacia Al-Ándalus, territorio en el que fundó el Emirato de Córdoba, que fue posteriormente el Califato de Córdoba, y duró hasta 1031.
Imagen: La Historia de España
Imperio portugués
La historia del imperio portugués nace a partir de las conquistas conseguidas por los descubridores lusos durante sus viajes marítimos. Se comenzó a forjar en el siglo XV en la conocida como era de los descubrimientos, gracias a la conquista de Ceuta en 1415. Concluyó en 1999 con la entrega de Macao.
Enrique el Navegante comandó los barcos portugueses que exploraron la costa oeste de África, logrando varias conquistas. Se extendió por territorios de África, Asia, América y Oceanía, llegando a tener una superficie de 10’4 millones de kilómetros cuadrados en 1815. Brasil fue su epicentro económico y geográfico. Con la independencia en 1822 del país carioca, comenzó el declive del imperio portugués, aunque en el siglo XX mantuvo territorios como Mozambique o Angola.
Imagen: Quora
Califato abasí
Se trata de una dinastía califal que se fundó en el año 750 por Abu I-Abbás, un descendiente de Abbás, tío de Mahoma. Se hizo con el mando del Califato abasí después de eliminar a la dinastía omeya. Trasladó la capital de Damasco a Bagdad, una ciudad que se convirtió en uno de los centros principales de la civilización mundial.
El califato abasí alcanzó una superficie de 6’9 millones de kilómetros cuadrados. En sus dominios, incluía la actual península arábiga, Irak, Siria, parte de Túnez, Libia, Argelia, Turquía o Egipto. Al-Mu’tásim fue su último califa, el cual asesinaron los mongoles en 1258 en su conquista de Bagdad, poniendo fin al califato.
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