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La rebelión negra de Boca de Nigua: un grito de libertad

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El 30 y 31 de octubre de 1796, aproximadamente doscientos esclavos negros de la parte española de la isla iniciaron su grito de libertad bajo la sombra del ingenio azucarero de Nigua, propiedad del Duque de Aranda y administrado por el noble español Juan Bautista de Oyazabal.

Contexto de la rebelión

Inspirados por los aires libertarios de Haití, los esclavos de Boca de Nigua tomaron por asalto a sus opresores, comenzando un movimiento de liberación. Su objetivo era establecer un gobierno popular que reflejara la diversidad étnica de la isla.

La revuelta

La revuelta estalló entre fuego y tambores. Los esclavos destruyeron y quemaron plantaciones, cañaverales y símbolos del régimen opresor. Ajusticiaron a los mayorales que los maltrataban, buscando venganza por los abusos sufridos.

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El orgullo colonial español no concebía que “negros sin alma” pudieran luchar por su libertad. Sin embargo, la valentía de los rebeldes sentó las bases para la defensa de los derechos humanos en Santo Domingo.

Respuesta de los esclavistas

Juan Bautista de Oyazabal intentó reprimir la revuelta con la ayuda de algunos colonos, pero pronto se dio cuenta de que era imposible detener la ola de rebeldía. Acudió al gobernador de la isla, Joaquín García, en busca de apoyo militar.

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Con un ejército equipado con armas sofisticadas, los esclavistas lograron dispersar a los alzados, pero no sin antes haber enfrentado grandes batallas.

Consecuencias de la rebelión

A pesar de los esfuerzos por reprimir la insurrección, se registraron bajas de ambos lados. De los rebeldes, siete murieron y 69 fueron capturados, lo que paralizó la emancipación. Los líderes de la rebelión fueron juzgados, condenados a muerte y sus cuerpos expuestos en los puntos cardinales de la ciudad amurallada de Santo Domingo.

Los restantes rebeldes fueron sentenciados a cien azotes y años de trabajos forzados en el ingenio. Algunos fueron desterrados a presidios en Panamá, La Habana, Cartagena y Veracruz.

Legado de la rebelión

Aunque la Rebelión Negra de Boca de Nigua no logró su objetivo inmediato, debilitó las bases de la esclavitud en la isla. Cuatro años después, Toussaint Louverture entró en Santo Domingo y abolió la esclavitud, marcando un cambio fundamental en la historia de la región.

Una figura notable de la rebelión fue Ana María, una esclava que, a pesar de la falta de información sobre su origen, fue elegida como princesa durante el levantamiento, simbolizando la resistencia y el valor de aquellos que lucharon por su libertad.

Reflexiones finales

La Rebelión Negra de Boca de Nigua es un testimonio del deseo de libertad y justicia que prevaleció en una época de opresión. Su legado continúa inspirando luchas por la igualdad y los derechos humanos en la actualidad.

Este artículo resalta la importancia de la Rebelión de Boca de Nigua en la historia de Santo Domingo, subrayando los valores de resistencia y la lucha por los derechos humanos. Si te ha gustado este contenido, no olvides compartirlo en tus redes sociales y dejar tu comentario.Santo Domingo, Danilo Solano.

Fuente: Historia Dominicana en Gráficas

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