La Tartamudez es un desorden en la fluidez del habla, que afecta la comunicación un niño. Las interrupciones de la fluidez pueden tener características tales como: la repetición de sonidos, sílabas o palabras, prolongaciones y pausas, como resultado de bloqueos motores.
Inicio de la tartamudez
La tartamudez generalmente comienza entre las edades de 2-5 años, pero puede ser más tarde. La tartamudez puede comenzar muy repentinamente. Los niños tienen más probabilidades de seguir tartamudeando que las niñas. Aproximadamente el 5 % de todos los niños pasan por un período de tartamudez que dura seis meses o más. Tres cuartas partes de estos se recuperarán a finales de la infancia, dejando alrededor del 1% con un problema a largo plazo. No hay curas instantáneas para la tartamudez.
Mitos y hechos sobre la tartamudez
Mitos
- La tartamudez no se adquiere por imitación o escuchar a otro niño con tartamudez.
- El stress, la ansiedad y /o la timidez no causan tartamudez.
- El niño(a) comienza tartamudear para llamar la atención de los padres.
Hecho
- Es de origen neurobiológico/hereditario
- El stress, la ansiedad y/o la timidez son consecuencias ante las experiencias negativas del habla.
- Los factores ambientales desfavorables contribuyen en el niño que está predispuesto a tartamudear o agravan la tartamudez.
¿Cómo el profesor puede ayudar al alumno con tartamudez?
- Es importante que el profesor conozca y respete las dificultades del niño.
- No le pida al niño que “respire para hablar” o que se “relaje”.
- No complete las palabras, ni tampoco hable por el niño o la niña.
- Use expresiones faciales, el lenguaje corporal ayuda al niño(a) a que perciba que usted está prestando atención al mensaje.
- Cuando realice preguntas para la clase, indique a los alumnos que los alumnos no necesitan apurarse para dar la respuesta.
- Ayude a todos los alumnos de la clase a respetar la toma de turnos al hablar y escuchar. A todos los niños y especialmente a aquellos que tartamudean les resulta más fácil hablar cuando existen pocas interrupciones y cuando el oyente les presta atención.
- Hable con el alumno de un modo poco acelerado, realizando pausas.
Si a usted le preocupa el habla de su alumno y sospecha de la tartamudez, hable con los padres. Averigüe si el niño recibe terapia del habla. En caso afirmativo, pregunte a los padres si puede ponerse en contacto con el terapeuta. Si no, hable con ellos sobre la opción de derivación oportuna a un especialista en tartamudez.
Fuente: https://cpal.edu.pe/