El 22 de agosto marca una fecha especial en el calendario cultural: el Día Mundial del Folclore. Esta celebración, instituida por la UNESCO en 1960, nos brinda la oportunidad perfecta para honrar a aquellos hombres y mujeres que han dedicado sus vidas a preservar y promover las ricas tradiciones artísticas de la República Dominicana.
Guardianes del folclor dominicano
Detrás de cada danza, canción y tradición dominicana, hay personas apasionadas que han trabajado incansablemente para mantener viva nuestra herencia cultural. Figuras como Dagoberto Tejeda, Edna Garrido, Fradique Lizardo y Josefina Miniño son solo algunos ejemplos de estos guardianes culturales.
Dagoberto Tejeda
El Investigador Incansable Nacido en Baní, Tejeda ha sido fundamental en la investigación del folclor caribeño. Su obra “Atlas folklórico de la República Dominicana” es un testimonio de su dedicación a nuestra identidad cultural.
Edna Garrido
Pionera en la Educación Folclórica Esta educadora azuana fue la fundadora de la primera Sociedad Folclórica en Santo Domingo, sentando las bases para la preservación sistemática de nuestras tradiciones.
Fradique Lizardo
El Legado Escrito del Folclor Autor de obras fundamentales como “Danzas y bailes folklóricos dominicanos”, Lizardo dejó un legado invaluable para las futuras generaciones de estudiosos del folclor.
Innovadores culturales: fusionando tradición y modernidad
Luis Días
El Revolucionario Musical Conocido por sus fusiones únicas, Días logró mezclar ritmos modernos con más de 40 géneros étnicos dominicanos y haitianos, demostrando la versatilidad de nuestro folclor.
Xiomarita Pérez
Difusora Incansable Como ex directora nacional de Folklore, Pérez ha sido crucial en la difusión y educación sobre nuestra cultura tradicional.
El Día Mundial del Folclore no es solo una celebración del pasado, sino una invitación a mirar hacia el futuro. A medida que honramos a estos guardianes de nuestra cultura, también nos comprometemos a continuar su legado, asegurando que las ricas tradiciones dominicanas sigan vivas y vibrantes para las generaciones venideras.