Los taínos fueron el primer pueblo nativoamericano que tuvo que enfrentarse a la llegada de los españoles. Antes de la llegada de los europeos, el pueblo taíno se extendía desde el este de Cuba y las Bahamas hasta Guadalupe, en las Antillas Menores. Sin embargo, no todos los grupos indígenas de esta región estaban en el mismo nivel de desarrollo. Las dos culturas taínas más avanzadas habitaban las islas de Haití (Española) y Boriquén (Puerto Rico).
Diestros en la pesca
Los taínos vivían en estrecho contacto con la naturaleza, y sus conocimientos sobre ella eran verdaderamente extraordinarios. Entre sus múltiples habilidades, destacaban como pescadores expertos. El Caribe, con su abundancia de cuerpos de agua, proporcionaba todo lo necesario para su dieta. Por esta razón, los taínos ubicaban sus poblados cerca del mar, ríos y manglares, pescando tanto en el Océano Atlántico como en el Mar Caribe, desde la orilla o mar adentro.
Siete técnicas de pesca taína
La continua práctica convirtió a los taínos en verdaderos maestros de la pesca. A continuación, se presentan siete técnicas que utilizaban:
- Arco y flecha: Según el historiador Ricardo Alegría, los taínos boriquenses eran los mejores arqueros del Caribe, lo cual no auguraba buenas noticias para los peces.
- Anzuelos de hueso o concha: Fabricaban anzuelos utilizando huesos o conchas de tortuga, adaptando los materiales disponibles en su entorno.
- Redes de algodón: Utilizaban grandes redes de algodón que sumergían con pesas de piedra para capturar grandes cantidades de peces.
- Corrales de pesca: Construían corrales en mares tranquilos y poco profundos, utilizando estacas de madera o caña y bejucos para atrapar peces.
- Lanzas cortas: Empleaban lanzas cortas para pescar en aguas poco profundas.
Dos de sus técnicas de pesca son especialmente notables por su ingenio y creatividad:
- Raíces adormecedoras: Los taínos utilizaban raíces que machacaban y majaban en el agua. Estas raíces contenían una sustancia que adormecía a los peces, permitiéndoles capturarlos con facilidad. A veces, también adormecían a los manatíes en las desembocaduras de los ríos, aprovechando todos los recursos de estos animales.
- El pez guaicano: Conocían un pequeño pez llamado guaicano (Eucheneis naucrates) que se adhería fuertemente a peces más grandes. Los Taínos capturaban estos peces pequeños, los ataban a una cuerda y los soltaban en el agua. El guaicano se pegaba a un pez más grande, y los Taínos simplemente tiraban de la cuerda para sacar al pez grande del agua sin mojarse un dedo.
La habilidad de los taínos para adaptarse y utilizar los recursos naturales disponibles demuestra su profundo conocimiento del entorno y su ingenio. Sus técnicas de pesca, desarrolladas a lo largo de generaciones, reflejan una cultura rica en sabiduría y creatividad. Estos métodos no solo aseguran su sustento, sino que también subrayan la importancia de la pesca en la vida y cultura taína. Al recordar estas prácticas, reconocemos y apreciamos la herencia de los primeros habitantes del Caribe y su relación armoniosa con la naturaleza.