En la rica historia de la República Dominicana, se encuentran tesoros lingüísticos que han quedado en el olvido con el paso de los años. Estas palabras, que en su momento fueron parte vibrante del lenguaje cotidiano de los dominicanos, hoy son reliquias de un pasado lejano, pero no por ello menos fascinante. En este artículo, nos sumergiremos en el vasto tesoro de palabras históricas dominicanas que han caído en desuso, pero que aún merecen ser recordadas y apreciadas por su riqueza cultural.
- “Quitiplá”: Se usaba para referirse a una multitud o grupo numeroso de personas. Por ejemplo, “Había un quitiplá en la plaza”.
- “Purungún”: Solía emplearse para describir un ruido fuerte o estruendoso. Por ejemplo, “Se escuchó un purungún cuando cayó el árbol”.
- “Batacazo”: Esta palabra se usaba para referirse a un golpe o impacto fuerte. Por ejemplo, “El batacazo que dio la puerta al cerrarse fue ensordecedor”.
- “Tarambana”: Solía usarse para describir a una persona excéntrica o extravagante. Por ejemplo, “El tarambana del pueblo siempre hacía cosas extrañas”.
- “Farallón”: Solía referirse a una roca alta y escarpada cerca de la costa, pero su uso se ha reducido en favor de términos más genéricos como “acantilado” o “precipicio”.
- “Pilín”: Esta palabra solía utilizarse para referirse a un niño pequeño o bebé. Era una forma cariñosa de llamar a los niños en la República Dominicana.
- “Buey”: Antiguamente, esta palabra solía utilizarse para referirse a un hombre joven y fuerte. Era común escuchar expresiones como “ese muchacho es un buey” para aludir a la fortaleza física de una persona.
- “Velón”: En el pasado, esta palabra se utilizaba para referirse a una fiesta o celebración nocturna. Era común escuchar a los dominicanos hablar de “ir a un velón” para describir una reunión festiva que se extendía hasta altas horas de la noche.
- “Guama”: Esta palabra solía utilizarse para referirse a un árbol de la familia de las leguminosas, común en la región caribeña. Además de su uso botánico, la guama también era utilizada como material de construcción y en la fabricación de utensilios domésticos.
- “Machacón”: Se utiliza para describir a alguien insistente o pesado en sus acciones o palabras.
- “Barahúnda”: Se refiere a un alboroto o tumulto, generalmente en un ambiente caótico o desordenado.
- “Papeleta”: Se utilizaba para referirse a una multa o citación emitida por una autoridad, especialmente en el contexto legal o policial.
Estas palabras, aunque ya no se utilizan con la misma frecuencia en el lenguaje cotidiano, forman parte del rico patrimonio lingüístico y cultural de la República Dominicana. Recordarlas nos permite apreciar cómo ha evolucionado el idioma a lo largo del tiempo y nos conecta con las raíces y la historia de nuestra sociedad.