Han transcurrido cinco años y medio del inicio del proceso evaluativo, además de haber travesado por la pandemia provocada por el coronavirus y sus consecuencias, sin embargo, muchas de sus evidencias siguen teniendo vigencias hoy, lo que he podido constatar con algunos encuentros que he tenido en centros educativos.
El ejercicio del rendimiento profesional es un cuestionario para el docente con la finalidad de que el mismo realice una toma de posición respecto a determinados asuntos curriculares de la profesión, como pueden ser enfoques curriculares, métodos y procedimientos preferentes, etc.
La planificación de la clase se realizó mediante una lista de cotejo en la que se precisan un conjunto de indicadores relacionados con la calidad de la planificación de las clases, que permiten una valoración de esta, tanto por los directivos, como el par académico externo que lo observó en su clase.
Para la observación de la clase se desarrolló una pauta de observación conteniendo indicadores, según el nivel y la modalidad, que constituyen invariantes de toda buena clase, con independencia de la asignatura y grado que se trate.
Veamos algunos de estos resultados.
La tabla que sigue muestra los puntajes promedio nacionales tomando en consideración las tres herramientas evaluativas antes mencionadas. Como se puede apreciar ninguna de las regionales alcanzó el promedio de 80 puntos. El promedio mayor corresponde con la Regional 8 de Santiago (78.01) y el menor (64.81) por la Regional 10 (Santo Domingo I). Al observar la tabla 2 se observa que cinco regionales, en términos de sus valores promedios, se colocan por debajo del promedio nacional (72.81), siendo estas Monte Plata, Barahona, Bahoruco, Santo Domingo II (15) y Santo Domingo I (10).
Tome en consideración el valor de la desviación estándar que significa el grado de homogeneidad o acercamiento al promedio por parte de los puntajes de cada docente, es decir, cuantifica la variación o dispersión de un conjunto de datos numéricos.
Mientras menor es la desviación menor es al mismo tiempo la dispersión respecto al promedio, es decir, los valores de los sujetos se encuentran próximo al promedio. En el caso que nos ocupa, las variabilidades presentadas por las regionales 10 y 15 son relativamente altas, en cambio la de Santiago es baja.
A partir de estos promedios se establecieron cuatro categorías de desempeño y fueron:
- Destacado : 90-100 puntos.
- Competente : 80-90 puntos.
- Básico : 70-80 puntos.
- Insatisfactorio : Menor de 70 puntos.
El resultado por regional es como sigue, según la tabla que sigue:
En la categoría destacado, por encima del promedio nacional se encuentran las regionales Barahona (3,7%), San Francisco de Macorís (3,5%), Mao (6,7%), Santo Domingo I (5,8%), Monte Cristi (5,5%) y Monte Plata (3,8%). En el extremo opuesto, es decir, la categoría insatisfactorio presenta una situación que debió llamar la atención pues, además de que a nivel nacional un 38.1% de los docentes evaluados cae en dicha categoría, los porcentajes de las regionales San Cristóbal, San Pedro de Macorís, Santiago, Santo Domingo I (10), Puerto Plata, Higüey, Santo Domingo II (15) y Bahoruco, son las que se colocan por encima del promedio nacional. Estos resultados también se recogen por distritos educativos. Es bueno señalar que aún están colgados en la página del Instituto Dominicano de Evaluación e Investigación de la Calidad Educativa los informes por Centros Educativos y por docente.
Estos resultados de antemano permiten una intervención diferencial por regional y por distrito, e incluso, si el centro educativo los analiza de igual manera que cada docente, un plan de mejora continua es posible definir al respecto.
De hecho, en el Informe de este proceso se destacan los distritos donde la intervención para el mejoramiento se hacía urgente, estos son los siguientes: Haina de San Cristobal (04-06), San Pedro de Macorís (05-03, 05-05 y 05-06), Santiago (08-01 y 08-02), Puerto Plata (11-06 y 11-07), Higüey (12-01 y 12-04), Santo Domingo II, Regional 15 (15-03) y en el caso de Bahoruco, sus cinco distritos educativos.
Pero no solo los promedios y porcentajes siguen siendo indicadores claves para el diseño de un gran plan de mejora a nivel nacional y territorial, sino que además se ofrecieron aquellos aspectos o indicadores más relevante, pues eran los que nuestros docentes hacían “menos bien”, y estos son los siguientes:
- Activar en sus alumnos los conocimientos previos que son necesarios para que comprendan los contenidos que se tratará en dicha clase.
- Establecer normas claras de convivencias en el grupo de alumnos y que estos las sigan.
- Hacer un uso óptimo del tiempo destinado a la clase.
- Los recursos didácticos que utiliza son óptimos de acuerdo a los requerimientos metodológicos de la asignatura y del tema de la clase.
- Relacionar los contenidos tratados con los de otras asignaturas, presentando situaciones que evidencian dicho vínculo.
- Cuando un alumno no responde correctamente una pregunta, ejercicio o actividad orientada por el docente, le brinda suficientes niveles de ayuda para que reflexione y corrija su error.
- Utilizar los errores cometidos por los alumnos como ocasiones propicias para profundizar en los aprendizajes.
- Realizar un adecuado cierre de la clase.
- Promover que los estudiantes escuchen y respeten las opiniones de los otros estudiantes.
- Realizar una adecuada atención a las diferencias individuales de sus alumnos.
Como se puede observar, este desglose hace posible un plan de mejora a escala nacional no solo pertinente sino incluso relevante.
Tanto los docentes que cayeron en las categorías destacado y competente, como aquellos que fueron los pares observadores, podían constituirse en un personal clave para desarrollar planes de mejora.
Puede ser interesante, además, que se pueda consultar, estudiar y reflexionar la propuesta presentada por la especialista Dra. Elena Martín Ortega, quien a propósito de los resultados de este proceso evaluativo y a solicitud de quienes lo coordinamos: Instituto Dominicano de Evaluación e Investigación de la Calidad Educativa y la Organización de Estados Iberoamericanos, presentó la propuesta Planes de Desarrollo Profesional Docente a Partir de los Resultados del Proceso de la EDD 2017. En el capítulo III, Estrategia de formación y a partir de los niveles diversos de competencias en los docentes, puestas de manifiesto en dicho proceso evaluativo, propone el desarrollo de una estrategia de formación en tres años y cinco fases: Conformación de un equipo responsable del plan de formación, interpretación de los resultados de la evaluación, diseño de un plan de formación de Centro, desarrollo de los planes de formación de Centro y supervisión del desarrollo del plan de formación del Distrito. Para obtención de este solo tiene que hacer clic en el siguiente link Instituto Dominicano de Evaluación e Investigación de la Calidad Educativa (ideice.gob.do)
Han transcurrido cinco años y medio del inicio del proceso evaluativo, además de haber travesado por la pandemia provocada por el coronavirus y sus consecuencias, sin embargo, muchas de sus evidencias siguen teniendo vigencias hoy, lo que he podido constatar con algunos encuentros que he tenido en centros educativos. Todos los productos que se desarrollaron a partir de la evaluación del desempeño.
Fuente: acento.com.do