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¿Cómo decir no a los niños de manera positiva?

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¿Te cuesta marcar límites a tus hijos? ¿No sabes cómo decir que no de una forma positiva? Encuentra las claves para aprender a decir no a los niños de una manera efectiva.

ASERTIVIDAD

Decir no a los niños puede llegar a ser una tarea muy complicada. A veces nos pasamos por defecto y otras por exceso. Hay padres que están acotando el margen de actuación de sus hijos de manera constante (no hagas eso, no toques aquello, deja eso), privándolos de su propia autonomía con ese exceso de normas sin explicación y otros que no ponen ningún tipo de freno a sus hijos, dejando que hagan y deshagan a su antojo y desatando la aparición de los niños tiranos.

Por poner un ejemplo de esto último, ¿cuántas veces hemos ido a cenar a un restaurante y hemos visto cómo los hijos de alguien corren y juegan por allí como si de un parque se tratara? Los padres no están vigilando a sus hijos, los cuales pueden llegar a incomodar a otros clientes e incluso a los trabajadores que tienen que ir esquivando niños para lograr hacer su trabajo.

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 ¿Cuándo hay que decir no a los niños?

Evidentemente ni un caso ni el otro son lo más propicio para una buena educación de nuestros menores. En el primer caso los niños crecen sin autoestima y acaban siendo personas con poca creatividad, puesto que se les limita mucho desde pequeños, se les impone todo y dejan poca rienda suelta a crear su propia manera de actuar. De adultos serán personas rígidas, muy normativas y excesivamente autoexigentes.

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Por el contrario, las personas que a las que no se les ha negado nada en la infancia, tienen poca tolerancia a la frustración y por tanto, imponen su criterio, carecen de empatía, les cuesta aceptar otras opiniones y son personas anárquicas que toleran mal las normas sea donde sea. Por tanto, serán personas con tendencia a la espontaneidad pero quizás con dificultades para autorregularse (saber cuándo hay que ser espontáneo y cuándo hay que controlarse), mantener amistades, relaciones de pareja o incluso un trabajo.

Por tanto, podemos deducir que hoy es necesario decir no a los niños de una manera equilibrada para lograr que crezcan con autoestima, con auto exigencia pero sin desbordarse, creativos, que puedan ser espontáneos y que acepten las normas y maneras de funcionar tanto en las relaciones personales como en las laborales.

Así, se puede decir que hay que aprender a decir que no a los niños. Pero para que éstos sean efectivos, utilizar la palabra ‘no’ puede ser contraproducente. Cuando alguien nos prohíbe algo sentimos un deseo irrefrenable de llevarle la contraria o de desobedecer. No nos gusta la negativa aunque es una de las primeras palabras que aprendemos ya desde bebés y la aplicamos constantemente.

 ¿Cómo se puede decir no a los niños de una manera positiva?

Esto os lo explico de cara a los hijos, pero en realidad se puede aplicar a cualquier persona en cualquier ámbito. Introducir la palabra ‘no’ en una frase puede hacer que la persona lejos de escuchar se ponga a la defensiva y trate de desobedecer o que acabe haciendo una pataleta. Hay que dejar esta palabra que es muy cortante y directa para actuaciones realmente importantes, como cuando el niño está en peligro o cuando lo que ha hecho es grave. Para todo lo demás, aprender a marcar límites sin decir la palabra ‘no’ es la mejor manera de conseguir que crezcan sanos:

  1. Convierte la frase en positivo

Esta tarea es muy complicada para quien no lo suele hacer habitualmente, pero hay que intentar construir las frases en positivo en lugar de en negativo. Por ejemplo: “no toques esa planta” se puede traducir por “vamos a jugar aquí, mejor”. Parece muy difícil pero si se practica cada día, se puede lograr marcar límites sin hacer uso de la negativa.

  1. Explica las consecuencias

Muchas veces los padres empiezan a decir no a los niños sin explicar el por qué o bien dan una explicación tan larga que los niños no escuchan. Saber por qué no pueden hacer algo es importante, ya que aprenderán que la negativa no es porque sí, sino que tiene una explicación.

  1. Utiliza un tono de voz adecuado en cada caso

A veces hay una tendencia a decir no a los niños de una manera demasiado agresiva, gritando o usando un tono cortante ya desde el primer aviso. Eso nos puede funcionar en un primer momento, cuando el niño se asusta, pero la tendencia es a que los hijos se acostumbren a esa manera de funcionar y cuando realmente necesitamos alzar la voz, no obedezcan, quedándonos así sin recursos. Por tanto, hay que decir no a los niños con una voz suave, pero eso no quiere decir que permitamos que el niño haga lo que quiere o seamos más laxos sino que marcamos sin ser agresivos.

  1. Haz uso de las consecuencias, evita ser perro ladrador

Evita la palabrería sin consecuencias. Si ves que tu hijo no obedece, puede que pierdas los estribos. En lugar de eso recurre a las consecuencias. Avisa con anterioridad de lo que va a suceder si se obedece, dale varias oportunidades remarcando cuántas le vas a dar y evidentemente, cumple la consecuencia prometida. De nada sirve que digas lo que va a pasar si realmente no acaba sucediendo. El niño sabe que todo quedará en palabras y la rectificación será nula. Por ejemplo: “es hora de cenar, deja ya el juego y ven a la mesa”, si ves que no obedece “voy a decírtelo como mucho dos veces más, si vienes antes de las tres veces luego jugaremos juntos un rato”; y si cuentas hasta tres y no ha venido “te has quedado sin jugar juntos” (y se cumple). Como ves, se dice que no pero en lugar de con un castigo, con un premio si se realiza el cambio de conducta. Así, si no hay un cambio, se quedará sin premio pero es mejor evitar el castigo en cualquier ocasión.

  1. Usa la ilusión de alternativas

En psicología a veces utilizamos esta técnica para conseguir que la persona haga algo de lo que queremos y sienta que está escogiendo, es decir, que no se le está obligando a nada. Así, por ejemplo, si quieres que tu hijo coma algo de verdura le puedes decir: “¿qué te apetece más comer, judías verdes, tortilla de espinacas o calabacín relleno?”. Así, sentirá que decide pero estará comiendo algo de verdura, que es tu objetivo.

Ahora ya puedes empezar a practicar estas maneras de decir no a los niños de forma positiva, tanto con tus hijos como con adultos. Lo más difícil es mantenerlo a lo largo del tiempo. Es un aprendizaje, así que intenta ser constante y ponerlo en práctica cada día y verás los resultados muy pronto.

La importancia de decir no a los niños

Educar a un niño no es una tarea fácil, sobre todo cuando se intentan establecer límites sobre lo que debe hacer y lo que no. Los enfados y las rabietas suelen ser una respuesta relativamente frecuente, pero es fundamental aprender a decirles “no” de forma calmada y razonando dicha actitud para que el pequeño sea también consciente de su propio proceso de crecimiento y se sienta seguro al ir ganando más autonomía. Cuando no se pueden establecer estas restricciones o no se puede decir no a los niños, es importante combatir de raíz el problema y acudir cuánto antes a un psicólogo infantil. La educación de los niños es una tarea muy difícil ya que es la etapa dónde se forja los rasgos más decisivos de su personalidad.

Fuente:  www.mundopsicologos.com

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