Carolina JiménezSanto Domingo
Se dice que podemos sobrevivir más de cuarenta días sin ingerir alimentos y unas cuantas jornadas sin líquidos, pero apenas unos minutos sin respirar.
Además de la importancia del aire para nuestra salud y vivencia, este es el responsable de que las plantas puedan realizar la fotosíntesis, y de que podamos protegernos de la radiación solar.
Un hecho lastimoso es que el aire que respiramos cada vez está siendo más contaminado. Según el portal de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, Medline Plus, “la contaminación del aire es una mezcla de partículas sólidas y gases”. También indica que las emisiones de los automóviles, los compuestos químicos de las fábricas, el polvo, el polen y las esporas de moho pueden estar suspendidas como partículas. Otro componente señalado como contaminador del aire en las ciudades, es el ozono.
Ariadna García, bióloga, explica en el portal ecologiaverde.com la importancia del aire para los seres vivos; la fotosíntesis, capa de ozono, fuente de agua, viento y efecto invernadero.
Fotosíntesis: Las plantas y el resto de los organismos fotosintéticos utilizan el dióxido de carbono presente en el aire como fuente de carbono para crear sus estructuras y obtener energía.
Capa de ozono: García define la capa de ozono como una capa de la atmósfera que contiene ozono (O3) y se encuentra entre la troposfera y la estratosfera. La bióloga dice que debido a la gran contaminación atmosférica, dicha capa se ha debilitado y se ha creado lo que se llaman “agujeros” de la capa de ozono. Esto provoca graves consecuencias sobre la salud y el desarrollo de la vegetal.
Fuente de agua: Como bien se mencionó en el inicio de este artículo, el agua y el aire son fundamentales para la vida. García argumenta que: “El aire contiene un gran porcentaje de vapor de agua, este forma las nubes. Cuando las nubes se elevan y se enfrían a causa de la disminución de la temperatura el vapor de agua se convierte en precipitación, y que cae a la superficie terrestre en forma de agua, hielo o nieve. Una vez que se produce la precipitación los seres vivos disponen de agua líquida para hidratarse, como medio de vida donde crecer y reproducirse, para sus reacciones metabólicas, etcétera”.
Viento: García lo define como aire en movimiento. “El viento influye en el clima tanto a nivel local como global y en zonas de costa es responsable del oleaje. El viento también es capaz de transportar nutrientes y microorganismos a distintos lugares. Muchas plantas también dependen del viento para la polinización y la dispersión de sus frutos. Algunos seres vivos como insectos, aves o mamíferos necesitan del viento para poder volar y migrar a otros lugares en busca de territorio, alimento y pareja. Para los seres humanos el viento es un recurso económico muy importante pues gracias a este movimiento del aire podemos obtener energía limpia y barata”, enfatiza.
Efecto invernadero: La bióloga explica que a priori este efecto suele ser considerado como una consecuencia negativa de la contaminación atmosférica, pero que en realidad es importante para la vida en la Tierra. “Gracias a gases como el dióxido de carbono o el metano se crea en la atmósfera una capa de gases que permiten la entrada de los rayos solares, pero no su salida. Esto hace que la Tierra tenga una temperatura adecuada para que exista agua líquida sobre su superficie la cual es imprescindible para el desarrollo de la vida”, argumenta.
Sustancias que contaminan el aire
Aparte de las ya mencionadas, otras sustancias que se consideran contaminantes para nuestro medio ambiente son las sustancias sólidas, óxidos de azufre y nitrógeno, anhídridos y materiales y ácidos orgánicos. Se explica que “cuando entran en contacto con el aire, estos compuestos inciden sobre toda la población, afectando en mayor medida a las personas más vulnerables, que son los enfermos, los ancianos y los niños”.
Una de las contaminaciones más peligrosas, aunque no parezca, es la producida por los vehículos y los motores de combustión o explosión. Esto a causa de la gran cantidad de plomo, benceno, óxidos de carbono e hidrocarburos que emite.
Todo indica que la contaminación atmosférica debida a emisiones masivas de sustancias nocivas al aire altera de forma considerable el delicado equilibrio natural y armónico de medio ambiente.