Carolina JiménezSanto Domingo
Puede ser que al pasar el tiempo nos sintamos estancados y nos preguntemos: ¿cuándo voy a realizar aquello que tanto he soñado?, ¿cuándo tendré mi propio negocio?, ¿qué cosas importantes he conseguido? La razón es que desde jóvenes nos planteamos en nuestras mentes, proyectos que quisiéramos ver realizados en un futuro. Pero al pasar el tiempo no sentimos que hemos conseguido llegar a esa meta que nos produzca una satisfacción personal o profesional.
Sobre esto, Cristina Shima, en el artículo “Cómo alcanzar tus metas”, señala que: “Conseguir metas no tiene nada que ver con conseguir éxitos. Más bien tiene que ver con aprender y vivir experiencias nuevas que nos merecemos. Porque el éxito no es conseguir una simple medalla. Es la aventura de lo vivido y aprendido”.
Por lo que, debemos estar conscientes que las cosas no llegan por sí solas, sino por el gran desafío personal que estemos dispuestos a atravesar para alcanzar aquello que tanto anhelamos.
La autora expone que lo principal es poner a prueba habilidades tales como: iniciativa, resolución de problemas, creatividad, planificación, motivación, concentración, orientación al logro, compromiso, productividad y gestión eficaz del tiempo.
Existen factores que pueden ser los causantes de que no avancemos hacia la meta. El primero que podríamos considerar es el miedo; a sentir que nuestras ideas son pequeñas, que es difícil lanzarse solo o que no hemos llegado a conseguir los recursos económicos necesarios.
Para lograr emprender esas ideas lo ideal es confiar en nuestras capacidades. Tal como indica Shima:
Todas nuestras metas son:
-Grandes, por pequeñas que sean.
-Difíciles, por fáciles que parezcan.
-Personales, nuestras y de nadie más.
-Ilusionantes, ya que el hecho de ponerse una meta concreta y dar los primeros pasos genera una sensación especial de bienestar y felicidad.
Debemos tener claro que lo más conveniente es arrancar sin prisa, comenzar a dar pequeños pasos. Crear sobre todo la mayor disciplina para conseguir nuestro deseo u objetivo final. Lo importante es dar nuevos pasos con atrevimiento y seguridad.
Mentalidad de emprendedor
Tener una mentalidad de emprendedor te permitirá reconocer y valorar todas las capacidades y potencialidad que habitan en ti. Es ir sobre la marcha, afrontando esos momentos difíciles con la mejor actitud, siempre sabiendo que toda dificultad es una gran oportunidad para dejar una enseñanza y adquirir experiencia. “Es necesario sembrar en tu mente la capacidad de pensar como un verdadero emprendedor y de tener una fortaleza mental y emocional, esto es lo que te llevará a ir más allá de tus límites, es lo que te dará la confianza de ir más allá de lo que crees que puedes lograr”, Mariangela Andrade, (2017).
Consejos para emprender un negocio
Lo primero es tener enfoque. No quedarte soñando en tu escritorio en ese negocio que quieres emprender. ¡Llévalo a la realidad! Parte de las acciones que debes ejecutar según expertos son: 1. Realizar una investigación de mercado.
2. Asesorarte legalmente.
3. Tener presencia en la web.
4. Generar una base económica.
5. Desarrollar una identidad propia.
6. Formar un buen equipo.
Emprendedor
“Ser emprendedor significa ser capaz de crear algo nuevo o de dar un uso diferente a algo ya existente, y de esa manera generar un impacto en su propia vida y en la de la comunidad en la que habita. A su vez, a este individuo no sólo le surgen ideas, sino que también es lo suficientemente flexible como para poder adaptarlas”. Formichella, (2004).