Santo Domingo
Para los estudiantes y el equipo docente de la escuela Madre Mazzarello, el sentido de lugar, pertenencia y ubicación es algo que contiene un gran valor a la hora de sentirse parte integral de un grupo e identificarse con el resto de los integrantes.
Motivados por el tema “La Geografía: sentido de pertenencia, derechos y deberes ambientales: un llamado a la acción”, bajo la autoría de Yvonne Arias del Grupo Jaragua y que fue trabajado en la vigésima quinta edición de Semana de la Geografía, compartieron la experiencia que vivieron al tener que enfrentar un cambio obligatorio en su medio escolar.
Los estudiantes están conscientes que como ciudadanos y ciudadanas tienen que aportar un granito de arena para conservar los recursos naturales, tales como el agua, los bosques, mares y suelos que al ser contaminados podría afectarles directamente, ya que sin la calidad de esos recursos la salud y el estilo de vida disminuiría.
Es así como comparten la experiencia de cómo la modificación de un entorno (aunque a veces sea lo correcto o lo que se deba hacer en el momento), no siempre será la decisión más sabia para el medio ambiente.
Hace varios años en el centro educativo se inició la construcción de una edificación que serviría de comedor. Para poder llevar a cabo esa edificación se realizó la demolición de una rotonda donde había un frondoso árbol de caoba centenaria que a su alrededor tenía unos bancos que servían de punto de encuentro y de refugio en los momentos del recreo.
La madera del árbol derribado fue aprovechada, el espacio físico por igual; pero la transformación medio ambiental que quedó allí, dejó de ser el lugar preferido por todos los que sentían ser parte de ese entorno donde se realizaban actividades lúdicas como la hora del cuento, para los más pequeños o para tomar las clases de Ciencias al aire libre.
Pero, se sintieron parte de la solución y esto los motivó a encontrar maneras factibles para tratar de reponer lo que habían perdido. Una de las medidas más beneficiosas fue la implementación de un huerto escolar, de esa manera contribuyeron a que los recursos que les pertenecen en su entorno fueran renovados y adaptados a las necesidades del medio social y a la conservación con apoyo de las familias, la escuela y la comunidad.
Otra problemática que enfrentaba el centro es la de los vertederos improvisados por parte de los moradores cercanos en los alrededores de la escuela. Las estudiantes Neyriline Angelina Núñez, Yokeisy Mabel Pérez Elías, Adela Luisa Bautista Familia y Paola María Lora Gómez con la coordinación de la maestra Sandra Margarita Sanó, pusieron manos a la obra y colocaron varios carteles de advertencia, con intenciones preventivas acerca de la necesidad de abandonar dicha práctica.
Para los alumnos de esta institución ya existe un sentido de pertenencia y amor que se evidencia en el lema “Todos somos escuela”. En la visita a Listín Diario, informaron que a pesar del tiempo que ha pasado, la construcción del comedor está sin terminar.
(+) Liderazgo de las estudiantes
Las estudiantes demuestran el poder del liderazgo y los conocimientos de las situaciones actuales que vive nuestro país y las soluciones de mejoras. Sin duda alguna, sus valores, las harán prosperar en cada proyecto.