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Declaran el 7 de diciembre “Día de Ercilia Pepín”

La reciente declaración de Ercilia Pepín como Prócer de la Patria — mediante la Ley 96-25 — es motivo de orgullo, celebración y reflexión profunda para maestros, estudiantes y ciudadanos.

A partir de ahora, cada 7 de diciembre —fecha de su natalicio— quedará instituido como el “Día de Ercilia Pepín”, un recordatorio permanente del valor de la educación, la dignidad docente y la lucha por la igualdad.

¿Por qué este reconocimiento importa tanto?

• Un legado transformador para la escuela dominicana

Ercilia Pepín comenzó su labor docente a la edad de 14 años en Santiago, y con el paso del tiempo marcó un antes y un después en la pedagogía nacional. Fue pionera en introducir normas de respeto, trato digno, uso del uniforme escolar, y métodos más modernos de enseñanza en sus aulas.
Su obra desborda las aulas: sus principios siguen hoy vigentes en muchas escuelas, en prácticas de respeto, orden, disciplina reflexiva y dignificación del rol docente.

• Defensa de la dignidad, de la patria y de los derechos de las mujeres

Más allá de enseñar materias, Ercilia Pepín defendió la participación femenina en la vida pública y luchó por los derechos civiles en un contexto de limitaciones para las mujeres. Su voz se alzó con valentía en momentos históricos difíciles, y su legado resuena hoy como símbolo de equidad, valor y justicia.

• Un referente para la docencia actual

Para quienes hoy ejercen la docencia —ya sea en primaria, secundaria o a nivel universitario— su figura representa un llamado a la vocación, al compromiso con la educación como motor de transformación social, y al papel activo del maestro como formador de ciudadanos, no solo de estudiantes.

Más allá del aula: la huella humana que merece celebrarse

Declarar a Ercilia Pepín Prócer de la Patria no solo honra una trayectoria histórica, sino que es un acto de reconocimiento humano: de sacrificio, de amor por su pueblo, de firmeza ante la injusticia, de entrega absoluta a la enseñanza.

Este gesto del Estado nos recuerda que:

  • La educación no es solo instrucción: es dignidad, identidad, ciudadanía.
  • Cada maestro que inspira un estudiante deja una huella tan profunda como las de quienes construyen naciones.
  • Valorar a quienes dedicaron su vida a educar es sembrar esperanza, memoria y futuro.

Para la clase magisterial —y para toda persona que cree en el poder educativo— es una invitación a sentirse vistos, respetados, reconocidos. Es una reafirmación de que el trabajo docente importa, trasciende, siembra.

Un llamado a la acción: mantener vivo ese legado

Ahora, más que nunca, es esencial:

  • Promover la vida y obra de Ercilia Pepín en escuelas, comunidades, familias.
  • Impulsar el civismo, la igualdad, la justicia —valores que ella defendió siempre.
  • Enseñar que la memoria histórica no es solo pasado: es identidad, es proyecto.
  • Reconocer la dignidad del maestro; valorarla como pilar para un país más justo.

Elizahenna Del Jesús
Elizahenna Del Jesús
Coordinadora Editorial en Plan LEA, Listín Diario, graduada Magna Cum Laude de la Licenciatura en Letras Puras en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD)

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