Paz. Padres que gritan y maltratan a sus hijos, personas respondiendo con violencia ante situaciones que se les presentan, compañeros de clase abusando de otros, feminicidios, atracos, abuso de poder, violación a la ley, agresividad en el tráfico. Solo basta ver las noticias y salir a la calle para darnos cuenta del gran reto que tenemos para lograr una cultura de paz.

El hogar y la escuela son los primeros lugares donde aprendemos a convivir con los demás. Si la convivencia en estos espacios está basada en discriminación, maltrato, falta de respeto, desconfianza y comunicación agresiva, esto se replicará en cada comunidad y en la sociedad. En cambio, si se promueve el respeto, el diálogo, la participación, la reflexión, mediación y autorregulación, tendremos mejores resultados.
En nuestro país contamos con la Estrategia Nacional para una Cultura de Paz y con un protocolo para la promoción de la misma y del buen trato en los centros educativos. Estas iniciativas cumplen una función importante, pero se requiere de un esfuerzo y compromiso constante de todos, siendo los padres y educadores los más importantes como responsables de formar a niños y jóvenes.
Es difícil tener tranquilidad y vivir en paz si los hogares y las escuelas son campos de batalla en los que se vive en constante amenaza y conflicto. Pero lamentablemente, esta es la dura realidad para muchos. No es un secreto que en nuestros hogares y escuelas prevalece la violencia, tal como se evidencia en diversas encuestas e investigaciones (ENHOGAR 2019; Pacheco, 2019). Los padres y maestros requieren ellos mismos de las habilidades socioemocionales para poder ayudar a sus hijos y estudiantes. Un reto para las escuelas consiste en generar situaciones que favorezcan el bienestar (Milicic, Alcalav, Beger, Torreti, 2014).
Muchos niños, jóvenes y adultos están en “modo supervivencia”, a la defensiva y con mucho estrés ante tantas amenazas y atropellos. Mantener la calma es un gran reto. Pero se puede lograr. Desde el año 2016 implementamos en el país el programa ConstruYO de desarrollo y aprendizaje socioemocional y hoy contamos con resultados que ponen en evidencia el avance en el logro de una sana autoestima y de habilidades como la regulación emocional, destrezas sociales y resolución de conflictos en los niños evaluados. Estas son habilidades que necesitamos para prevenir la violencia y promover una sana convivencia (Bisquerra, 2011).

La implementación en las escuelas de programas de educación emocional brindan medios efectivos para prevenir problemas de salud mental en los jóvenes y promover el bienestar futuro de la población al intervenir antes de que los problemas menores se conviertan en problemas mayores (Kvist Lindholm, 2015).
Educar para la paz es responsabilidad de todos y una vía para lograr el desarrollo pleno del ser humano y de las sociedades. Esto no significa evitar las diferencias y los conflictos, sino aprender a abordarlos de manera apropiada. Consiste en enseñar habilidades, valores y estrategias efectivas para relacionarnos de manera positiva y para solucionar las situaciones y problemas sin violencia. Debe ser prioritaria la integración del aprendizaje socioemocional en la práctica dentro y fuera del aula, así como en la cultura escolar. Esto traerá grandes beneficios.
Referencias
Bisquerra, R. (2000). Educación emocional y bienestar. Praxis.
Bisquerra, R. (2003). Educación emocional y competencias básicas para la vida. Revista de investigación educativa., 21(1), 7-43. http://redined.mecd.gob.es/xmlui/bitstream/handle/11162/11938/007200330493.pdf?sequence=1
Bisquerra, R. (2011). Educación emocional. Padres y Maestros, 337, 5-8. https://redined.educacion.gob.es/xmlui/handle/11162/81300
CASEL: www.casel.org
Kvist Lindholm, S. (2015). The Paradoxes of Socio-Emotional Programmes in School:
Young people’s perspectives and public health discourses. Department of
Thematic Studies – Child Studies. https://doi.org/10.3384/diss.diva-122457
Milicic, Alcalav, Beger, Torreti (2014). Aprendizaje Socioemocional. Programa BASE. Paidos.
Pacheco-Salazar, B., & López-Yáñez, J. (2019). » Ella lo provocó»: el enfoque de género
en la comprensión de la violencia escolar. Revista de Investigación Educativa, 37(2), 363-378.


