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Pautas para retomar la docencia luego de un cese forzado

Por Plan LEA

Docencia. Las emergencias naturales, como la reciente tormenta Melissa, interrumpen no solo la rutina cotidiana de las familias, sino también los procesos educativos. Durante varios días sin clases, la dinámica de aprendizaje se detiene y tanto docentes como estudiantes enfrentan un cambio repentino que puede afectar la continuidad pedagógica y emocional. Al regresar a las aulas, la prioridad no debe ser recuperar el tiempo “perdido”, sino reconstruir el ambiente de aprendizaje con empatía, planificación y sentido humano.

Escuchar antes de enseñar

El primer paso para retomar la docencia es crear un espacio de diálogo. Los estudiantes llegan con experiencias, temores o curiosidades sobre lo ocurrido. Escucharles permite validar sus emociones y restablecer la confianza en el aula. Un breve conversatorio, una dinámica grupal o incluso una actividad artística pueden servir como punto de partida para reconectar con el grupo antes de abordar los contenidos académicos.

Restablecer la rutina con flexibilidad

Tras una pausa forzada, volver a la estructura escolar debe hacerse gradualmente. Reintroducir los horarios, las normas y los hábitos de estudio de manera flexible ayuda a que los estudiantes recuperen el sentido de seguridad y pertenencia. Actividades cooperativas o de repaso lúdico son herramientas efectivas para restablecer el ritmo sin generar presión.

Reorganizar la planificación pedagógica

El cese de clases exige revisar los planes de trabajo. No se trata de apresurar los contenidos, sino de priorizar los aprendizajes esenciales. Los docentes pueden reprogramar objetivos, ajustar tiempos y utilizar estrategias de evaluación formativa para medir avances. La colaboración entre colegas y la orientación del equipo técnico son clave para garantizar una recuperación pedagógica coherente.

Convertir la experiencia en aprendizaje

Toda crisis puede transformarse en una oportunidad educativa. La tormenta Melissa, por ejemplo, puede motivar proyectos interdisciplinarios sobre el clima, la prevención de riesgos, la solidaridad comunitaria o la importancia de cuidar el medio ambiente. Cuando los estudiantes comprenden los acontecimientos desde múltiples perspectivas, aprenden a relacionar el conocimiento con la vida cotidiana.

Cuidar el bienestar emocional del grupo

El bienestar socioemocional debe acompañar el regreso académico. El docente, además de enseñar, actúa como guía y referente. Propiciar momentos de relajación, cooperación o expresión artística favorece la estabilidad emocional. También es fundamental que los educadores cuiden de sí mismos, manteniendo el equilibrio entre la responsabilidad y el autocuidado.

Educar desde la resiliencia

Retomar la docencia después de una interrupción no es solo una cuestión de calendario, sino de propósito. La manera en que una comunidad educativa se reorganiza, se apoya y continúa su labor es una poderosa lección para los estudiantes. Enseñar a levantarse, adaptarse y seguir aprendiendo es, quizás, la forma más profunda de educar para la vida.

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Elizahenna Del Jesús
Elizahenna Del Jesús
Coordinadora Editorial en Plan LEA, Listín Diario, graduada Magna Cum Laude de la Licenciatura en Letras Puras en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD)

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