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Jaime Rojo comparte su travesía “Tras las Monarcas” en República Dominicana

Por Elizahenna Del Jesús

Las Monarcas. En el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, Lendof, con el aval de National Geographic, presentó en Santo Domingo la conferencia magistral “Tras las Monarcas”, a cargo del fotógrafo y explorador español Jaime Rojo.

La actividad, que marcó su primera presentación en República Dominicana, ofreció al público una experiencia visual y emocional que trascendió la fotografía para convertirse en una lección sobre vida, conservación y propósito.

Durante la apertura, Wladimir Lendof, CEO de la firma, subrayó el compromiso de su empresa con la difusión de contenidos que promuevan conciencia ambiental y cultura científica:

“Jaime Rojo ha dedicado su carrera a generar imágenes que movilizan a la conservación, poniendo foco en los ecosistemas más frágiles del planeta y en las comunidades que los protegen”.

Una historia de imágenes que cuentan verdades

A lo largo de su ponencia, Rojo compartió su experiencia de más de veinte años siguiendo la ruta migratoria de la mariposa monarca (Danaus plexippus), desde Canadá y Estados Unidos hasta los santuarios de oyamel en el centro de México.

Con la sensibilidad de un naturalista y la mirada de un narrador visual, el fotógrafo describió cómo una simple imagen puede convertirse en una herramienta capaz de cambiar percepciones y despertar acción.

“Las fotos bonitas son importantes, pero las historias son lo que mueve el mundo”, afirmó Rojo, invitando a mirar la fotografía como una forma de educar y transformar. Explicó que detrás de cada imagen hay un compromiso ético: mostrar no solo la belleza, sino también la fragilidad de la naturaleza que nos sostiene.

Sus inicios

Su historia con la mariposa monarca comenzó hace más de veinte años, aunque en realidad empezó mucho antes, en la España de los años ochenta. Jaime era un niño fascinado por la naturaleza gracias al naturalista y comunicador Félix Rodríguez de la Fuente, quien inspiró a toda una generación.

A los doce años ya era un joven naturalista: llenaba cuadernos con observaciones del campo, pero como no dibujaba bien, encontró en la fotografía una manera de registrar y compartir lo que veía. Sus primeros intentos no fueron prometedores —fotografiaba un rollo de 36 fotos al año—, pero la pasión le impulsó a seguir.

Con el tiempo descubrió los libros del fotógrafo mexicano Patricio Robles Gil, quien documentaba la biodiversidad de México. Fue allí donde conoció por primera vez la existencia de la mariposa monarca. Se enamoró de su historia.

Estudió Ciencias Ambientales en Madrid y luego recibió una beca para especializarse en conservación. Ese camino lo llevó finalmente a México, un país que marcaría su vida. Lo que iba a ser una estancia de seis meses se convirtió en casi veinte años.

El primer encuentro con las monarcas

“A los tres días de llegar a México, unos amigos me invitaron a visitar los santuarios de las mariposas monarca. Recuerdo esa primera vez con absoluta claridad: el frío, la subida difícil, la emoción de ver mi primera monarca intentando calentarse en el suelo.
Y, de pronto, el sol comenzó a calentar el bosque y el aire se llenó de un murmullo. Millones de mariposas volaban a mi alrededor. Fue una experiencia que me cambió la vida”.

De la conservación a la fotografía profesional

Poco después empezó a trabajar con Agrupación Sierra Madre y con Patricio Robles Gil en proyectos de conservación transfronteriza entre México y Estados Unidos.

Con el tiempo comprendió que quería dedicarse a la fotografía profesionalmente. En un congreso conoció a Kathy Moran, editora de National Geographic, quien le dio un consejo que marcaría su carrera:

“Tus fotos son buenas, pero… ¿cuál es la historia?”

Esa pregunta lo acompañó durante años y cambió su manera de ver la fotografía.

La migración de las monarcas: una metáfora de resiliencia

El fotógrafo español describió con detalle la hazaña biológica de la mariposa monarca, considerada una de las migraciones más extraordinarias del mundo animal. Cada año, millones de ejemplares recorren miles de kilómetros desde el norte del continente americano hasta refugiarse en los bosques mexicanos.

Sin embargo, esta travesía está hoy amenazada por la deforestación, el uso de herbicidas, la pérdida del algodoncillo —planta esencial para su reproducción— y los efectos del cambio climático.

En su relato, Rojo entrelazó ciencia y emoción, recordando cómo en 2016 documentó la devastación causada por una tormenta que acabó con el 35 % de la población mundial de monarcas. De esa experiencia nació una de sus fotografías más reconocidas, premiada en el World Press Photo, en la que la belleza del paisaje contrasta con la tragedia ecológica.

“Fue entonces cuando comprendí que la fotografía debía servir para contar lo que duele, no solo lo que deslumbra”, reflexionó.

Fotografía, educación y acción

Con un tono inspirador, Rojo habló sobre su trabajo con National Geographic, su evolución profesional y su decisión de convertir la cámara en una herramienta de incidencia.

Explicó cómo la conservación no puede lograrse sin educación ni participación ciudadana. Mencionó ejemplos de comunidades mexicanas que han logrado revertir la deforestación plantando árboles de oyamel, así como proyectos en Estados Unidos y Canadá donde escuelas y familias han creado jardines para polinizadores que dan refugio a las monarcas.

“Proteger a las mariposas monarca es proteger la red de vida de la que todos dependemos. Cada jardín, cada aula y cada gesto cuenta”, subrayó.

La migración de la mariposa monarca

La mariposa monarca es uno de los símbolos naturales de Norteamérica. Cada año realiza una de las migraciones más extraordinarias del mundo animal: desde Canadá hasta los bosques del centro de México, recorren más de 4,000 kilómetros, enfrentando peligros inmensos.

El ciclo migratorio es fascinante: varias generaciones nacen, mueren y se reproducen, pero solo la “generación Matusalén” logra regresar al sur. Es un misterio cómo estas mariposas encuentran los mismos bosques donde sus bisabuelas hibernaron, sin haber estado jamás allí.

Los científicos han descubierto que poseen un reloj circadiano que les permite orientarse con el sol y los cambios de luz. Hoy, con ayuda de sensores y algoritmos de inteligencia artificial, los investigadores continúan intentando descifrar su increíble viaje.

Amenazas y esperanza

Las monarcas enfrentan múltiples amenazas:

  • La pérdida del algodoncillo, su única planta hospedera, debido al uso masivo de herbicidas.
  • La deforestación y la expansión de los cultivos de aguacate en México.
  • La contaminación lumínica y los atropellos en su ruta migratoria.
  • El impacto del cambio climático.

Aun así, hay esperanza. Las comunidades locales de México están reforestando los bosques de oyamel. En Estados Unidos y Canadá, granjeros y voluntarios están creando corredores de praderas nativas para ayudar a los polinizadores.

Incluso en los jardines urbanos, las personas siembran algodoncillo y flores nativas para que las monarcas encuentren refugio.

Sobre Jaime Rojo

Fotógrafo y explorador español, Jaime Rojo es Senior Fellow de la Liga Internacional de Fotógrafos de Conservación y miembro del consejo de la Fundación WILD. Ha sido reconocido en certámenes internacionales como World Press Photo y Wildlife Photographer of the Year. Sus colaboraciones con National Geographic lo han consolidado como una de las voces más influyentes en la fotografía de conservación.

Elizahenna Del Jesús
Elizahenna Del Jesús
Coordinadora Editorial en Plan LEA, Listín Diario, graduada Magna Cum Laude de la Licenciatura en Letras Puras en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD)

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