Un nuevo año escolar, un nuevo reto.
Escuelas. En estos días se inició el nuevo año escolar en la República Dominicana. Este es el momento ideal para preguntarnos qué tipo de estudiantes y ciudadanos queremos formar. No basta con abrir aulas o repartir libros: debemos mejorar la calidad de la enseñanza. Para lograrlo, urge integrar al currículo competencias como el pensamiento crítico y la resolución de conflictos.
De la memorización al pensamiento crítico
En una sociedad marcada por la desinformación, los discursos de odio y la violencia escolar, nuestros estudiantes necesitan más que memorización: deben aprender a pensar, dialogar y convivir. Sin embargo, sigue vigente un currículo centrado en la repetición mecánica. Es hora de darle al pensamiento crítico y a la resolución de conflictos el lugar que merecen.
Lecciones regionales, adaptadas a casa
Países como Chile, Colombia, Brasil, Argentina y México ya avanzan en esa dirección, con modelos adaptados a sus realidades. En República Dominicana, algunos colegios privados y escuelas públicas han ensayado proyectos similares, pero aún falta una política nacional que los respalde y los lleve a escala.
Pensamiento crítico: enseñar a pensar
El pensamiento crítico permite cuestionar, evaluar y tomar decisiones informadas. En 2023, el puntaje promedio en las Pruebas Nacionales fue de apenas 57 sobre 100, una señal clara de las limitaciones del modelo actual.
En Colombia, programas como Filosofía para niños promueven el análisis mediante dilemas. En Chile, el método Pensamiento Visible, desarrollado por Harvard, organiza el razonamiento con preguntas como “Veo, pienso, me pregunto”. En México y Brasil, el aprendizaje basado en proyectos vincula a los estudiantes con problemas reales.
En nuestro país, instituciones como INAFOCAM y universidades como la UASD y la PUCMM han ofrecido diplomados en pensamiento crítico, pero su alcance sigue siendo limitado.
¿Cómo aplicarlo aquí?
Formación docente continua en metodologías activas.
Materiales adaptados a la realidad local.
Inclusión transversal del pensamiento crítico en todas las asignaturas.
Resolver conflictos: aprender a convivir
La violencia escolar refleja una profunda debilidad en la convivencia. En 2023, el Ministerio de Educación reportó más de 4,500 casos de agresiones y acoso escolar, lo que equivale a 12 incidentes diarios. Cada hecho no es solo un número: es un niño que pierde confianza en la escuela y en la sociedad.
Brasil ha incorporado el aprendizaje socioemocional para fortalecer la empatía y la autorregulación. En Argentina, la mediación escolar ha reducido conflictos formando estudiantes mediadores. En México, el Teatro Foro representa conflictos reales y permite que los alumnos propongan soluciones en escena.
En República Dominicana, experiencias piloto en Santo Domingo y Santiago han mostrado que la mediación entre pares disminuye los conflictos y mejora la convivencia. Pero aún falta extender estas prácticas a nivel nacional.
¿Cómo implementarlo?
Crear programas de mediación escolar con estudiantes entrenados.
Usar actividades teatrales que simulen conflictos y soluciones.
Capacitar a docentes y orientadores en prevención y manejo de conflictos.
Conclusión: educar para la paz
Transformar la educación no es un gasto, sino una inversión en democracia y convivencia. No podemos conformarnos con pequeñas mejoras en eficiencia —como la reducción de la sobreedad escolar de 5.1 % en 2019 a 4.4 % en 2023— cuando los aprendizajes siguen siendo insuficientes.
¿Seguiremos con un modelo de memorización sin comprensión, o avanzaremos hacia una escuela que forme ciudadanos críticos, empáticos y comprometidos?
Un país que enseña a pensar y convivir será uno más libre, responsable y preparado para los desafíos democráticos del mañana. El futuro de nuestra educación, y de nuestra patria, está en juego.
Lo digo como ciudadano, como padre y como abuelo: sueño con ver a mis nietos y a todos los niños de esta tierra en escuelas donde se les enseñe no solo a pasar de curso, sino a pensar, convivir y construir un país mejor. Porque educar es, al final, sembrar paz y esperanza en cada generación.
Fuente: listindiario.com


