Llegan los exámenes completivos y, con ellos, una carga adicional de ansiedad tanto para los estudiantes como para sus familias. Para muchos padres, este momento puede despertar frustración o preocupación, especialmente si sienten que su hijo «no dio lo mejor de sí» durante el año escolar. Sin embargo, este es un momento clave para apoyar sin culpar, acompañar sin imponer, y reforzar sin regañar.
En este artículo te ofrecemos ideas prácticas para brindar apoyo emocional y académico a tu hijo o hija durante esta etapa, fomentando una actitud positiva que contribuya a su aprendizaje y autoestima.
1. Cambia el enfoque: los exámenes completivos no es un castigo, es una segunda oportunidad
Lo primero es cambiar la narrativa: un examen completivo no significa fracaso, sino una nueva oportunidad para reforzar conocimientos y demostrar que aún se puede mejorar. En lugar de reprochar lo que no se hizo, enfócate en lo que sí puede lograrse ahora.
Dile cosas como:
«Todavía tienes tiempo para demostrar lo que sabes»,
«Lo importante es que aprendas y lo intentes otra vez».
2. Escucha cómo se siente
Muchos estudiantes enfrentan los completivos sintiéndose avergonzados, frustrados o inseguros. Pregunta con empatía cómo se siente, qué le cuesta más y cómo cree que puedes ayudarle. A veces, solo necesitan saber que no están solos en este proceso.
Preguntas útiles:
- “¿Qué materia se te hace más difícil y por qué?”
- “¿Qué crees que podríamos hacer diferente esta vez?”
3. Ayuda con un plan de repaso realista
Evita decirle “¡Tienes que estudiar más!”, sin ofrecer guía. En cambio, colabora con él o ella para organizar un horario de repaso corto, realista y constante, incluyendo pausas, momentos de relajación y recompensas.
Usa:
- Fichas de resumen o esquemas
- Videos educativos
- Ejercicios prácticos
- Juegos o retos de repaso
4. Reduce la presión, no la exigencia
Es posible mantener expectativas claras sin recurrir al castigo o a frases negativas. En lugar de amenazas (“Si repruebas, olvídate del verano”), ofrece consecuencias positivas: “Si terminas el repaso hoy, mañana salimos a merendar”.
La clave es construir disciplina con motivación, no con miedo.
5. Refuerza su autoestima
Recuérdale sus logros, incluso los más pequeños. Si se sentó a repasar sin que se lo pidieras, si entendió un tema complicado, si mostró disposición… ¡reconócelo! Cada avance merece ser valorado.
El mensaje que debes transmitir es:
“Confío en ti. Sé que puedes mejorar y estoy aquí para ayudarte”.
6. Cuida el ambiente emocional en casa
Evita discusiones familiares cerca del momento de estudio. Crea un ambiente tranquilo, con rutinas claras, horarios predecibles y apoyo afectivo. Tu actitud marca la diferencia en cómo tu hijo o hija enfrenta el desafío.
Los completivos no son el final del camino. Son una oportunidad de crecer, aprender y demostrar que los errores también enseñan. Tu acompañamiento paciente y firme puede hacer que tu hijo no solo apruebe un examen, sino que desarrolle confianza en sí mismo y herramientas para toda la vida.
¿Y si necesita más ayuda?
Si notas que tu hijo está muy bloqueado o desmotivado, considera buscar apoyo externo, como un docente particular o un orientador escolar. Pedir ayuda también es parte del proceso.