Andrea Rosario fue una de las 15 dominicanas seleccionadas en 2024 por la fundación She Is para un programa educativo en el Space Center Houston. La joven de Haina comparte lo aprendido con estudiantes de su comunidad.
El Carril, Bajos de Haina
En Haina, una joven de 17 años se ha convertido en fuente de inspiración para decenas de estudiantes. Su nombre es Andrea Rosario Martínez, y recientemente tuvo la oportunidad de participar en un programa educativo que la llevó al Space Center Houston de la NASA.
La experiencia, un logro para cualquier adolescente de una zona desfavorecida, representó para Andrea el inicio de una misión: motivar a otros jóvenes, especialmente a niñas, a confiar en sus capacidades y perseguir sus sueños, sin importar su origen o sus recursos.
Del centro espacial al aula: difundiendo lo aprendido
Andrea fue una de las 15 adolescentes dominicanas seleccionadas en 2024 por la fundación colombiana She Is para participar en su iniciativa Ella es Astronauta, un programa de formación de cuatro meses que culminó con una inmersión académica de una semana en el Space Center Houston, en diciembre. Allí, las jóvenes compartieron con astronautas, participaron en sesiones prácticas y desarrollaron proyectos, como la fabricación de pequeños cohetes.
El programa fomenta el interés de las niñas y adolescentes en áreas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), y está dirigido a participantes de entre 11 y 16 años en situación de vulnerabilidad. Al finalizar, las seleccionadas se convierten en agentes multiplicadores.
Con ese propósito, Andrea comenzó a visitar escuelas de su municipio, Bajos de Haina, un lugar que carece de referentes en ciencia y tecnología.
Asumir este compromiso no fue fácil, especialmente en su último año de secundaria y con las Pruebas Nacionales en el horizonte. Sin embargo, ver la reacción de las niñas que la escuchan le da el impulso para continuar.
“Me hace muy feliz poder llevarles un mensaje a cada una de ellas”, comenta a Plan LEA la adolescente aficionada a las ciencias, la lectura y la música, y que aprendió inglés de forma autodidacta.
De las charlas que ha ofrecido, la primera sigue grabada en su mente como la más memorable. Al concluir, varias niñas se le acercaron, emocionadas y llenas de preguntas.
“Una me dijo que ahora quería ser ingeniera”, recuerda.
“Nuestros sueños no tienen límites”
La más reciente parada en su recorrido tuvo lugar en la Escuela Básica Prof. Amparo García Maldonado, de El Carril, donde disertó frente a un grupo de aproximadamente 130 alumnos de primero y segundo de secundaria. Aunque estas charlas están dirigidas principalmente a chicas, el centro también invitó a varones.
Vestida con el característico enterizo azul de Ella es Astronauta, Andrea compartió algunas de las lecciones más significativas que le dejó el programa.
La más importante: “Nuestros sueños no tienen límites”.
Ella misma tuvo que convencerse de ello en 2024.
Cuando aplicó al programa, lo hizo con muchas dudas. “Desde que soy muy pequeña —dice— siempre he escuchado que en República Dominicana las grandes oportunidades son solo para las personas con dinero”.
Haber vivido una experiencia como esta, a pesar de sus limitaciones económicas, la impulsa a motivar a otros estudiantes de su pueblo a buscar y aprovechar oportunidades similares.
Durante su charla, también habló a los chicos de El Carril sobre el valor del trabajo en equipo y la importancia de abrirse a nuevas culturas. En su paso por Houston, la estudiante dominicana formó equipo con una estudiante panameña y otra costarricense, y, si bien compartían el mismo idioma, descubrieron que, aun así, debían aprender a comunicarse de forma efectiva.
Un estímulo académico y emocional
Andrea ha realizado al menos cinco encuentros recientes en escuelas y espacios comunitarios. El Distrito Educativo 04-06 se encarga de coordinar con los planteles.
Anyejica de la Cruz, representante del Ministerio de la Mujer en Haina, explica que las charlas no solo promueven las carreras STEM, sino que también buscan generar un cambio de mentalidad y que los participantes comprendan que mujeres y niñas también tienen espacio en estas áreas.

“Todas las carreras son para todos”, señala.
Rodolfo Esteban Soriano, director de la escuela Amparo García Maldonado, considera que este tipo de encuentros tiene un impacto positivo en las niñas.
“Tenemos muchos casos de niñas excluidas, incluso dentro de sus propias familias, por venir de hogares con muy pocos recursos. Muchas veces estas familias creen que, por no contar con medios económicos, sus hijas no pueden aspirar a seguir estudiando o desarrollarse más allá de lo básico”, afirma.
Para él, estas actividades no solo tienen valor académico, sino también emocional: “Les puede dar ese impulso que muchas veces necesitan para seguir adelante”.

Propuesta de proyecto de reciclaje
Para ser aceptadas en el programa Ella es Astronauta, que en el país se desarrolla en coordinación con la Oficina Gubernamental de Tecnologías de la Información y Comunicación (OGTIC), las aspirantes deben presentar un proyecto que aborde un problema de su comunidad, además de cumplir con otros requisitos y pasar por varias fases de selección.
Preocupada por la contaminación por desechos sólidos en su zona, Andrea propuso un sistema de clasificación y recolección con contenedores especiales y videovigilancia, y la creación de una planta de reciclaje. El objetivo: mejorar la recogida de basura y generar ingresos para reinvertirlos en la educación y en la mejora de los espacios públicos.

¿Y ahora qué sigue?
Andrea cursa su último año de secundaria en el Instituto Politécnico de Haina (IPHA), donde sus compañeros la recibieron con una sorpresa en el aula tras su regreso de Houston. Incluso, a veces, en broma, la llaman “la astronauta”.
Aspira a estudiar Ingeniería Mecatrónica en el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC). Sin embargo, la carrera resulta costosa y sus recursos son limitados, por lo que explora opciones de becas.

Apoyo familiar
Ana Martínez, madre de Andrea, es maestra. Y no solo fue quien le informó sobre la convocatoria de Ella es Astronauta y la animó a aplicar, sino que además la acompaña y le brinda soporte durante las charlas.
No puede ocultar su satisfacción al ver a su hija aprovechar oportunidades que otros en su familia no tuvieron.
“Uno está viendo los frutos del esfuerzo”, expresa la orgullosa madre.