Las tragedias pueden golpear de forma repentina y profunda, dejando a muchas familias en estado de shock. Para los niños, procesar una pérdida en estas circunstancias puede ser especialmente confuso y doloroso. En momentos así, el acompañamiento emocional de padres, cuidadores y docentes es esencial para ayudarles a transitar el duelo de forma segura.
Reconocer y validar las emociones
Ante una tragedia, es común que los niños experimenten una mezcla de tristeza, miedo, enojo o incertidumbre. Es importante permitirles expresar lo que sienten, sin minimizar ni corregir sus emociones. Validarlas les da seguridad emocional y les ayuda a comprender que no están solos ni equivocados por sentirse así.
Brindar seguridad y estructura
Después de una tragedia, el mundo puede parecer inestable para un niño. Mantener algunas rutinas diarias, aunque mínimas, les ofrece una sensación de normalidad y control. Sin embargo, también es vital darles el tiempo y el espacio que necesiten para adaptarse y procesar lo ocurrido.
Crear momentos de conexión y memoria
Realizar actos simbólicos, como encender una vela, escribir un mensaje o dibujar algo relacionado con la persona o situación perdida, puede ser una forma sanadora de canalizar el dolor. Estas actividades ayudan a los niños a expresar el vínculo que tenían con lo perdido y les permiten iniciar su propio proceso de sanación.
Comunicación clara y adaptada a su edad
Los niños merecen explicaciones honestas, usando palabras sencillas y sin eufemismos. Decir la verdad con sensibilidad les permite entender lo que ha sucedido y hacer preguntas cuando lo necesiten. Ocultar o disfrazar la realidad puede generar confusión o angustia a largo plazo.
Observar señales y buscar apoyo profesional
Si el niño muestra señales de dificultad para sobrellevar la situación —como retraimiento extremo, pesadillas frecuentes, enojo descontrolado o pérdida de habilidades ya adquiridas— puede ser momento de buscar ayuda profesional. Un especialista en salud mental infantil puede acompañar al niño y a la familia en este proceso de duelo.