El 13 de marzo de 1844, en los inicios de la Guerra de Independencia, se libró la Batalla de La Fuente de Rodeo, un enfrentamiento clave en la defensa del territorio dominicano.
El avance haitiano y la respuesta dominicana
La primera columna del ejército haitiano en entrar a suelo dominicano estaba bajo el mando del General Souffrant. Previamente, el Coronel Louis Auguste Brouard había ocupado Neiba el 9 de marzo, reprimiendo el pronunciamiento independentista liderado por el Capitán Fernando Tavera, ayudante del alcalde local.
Al amanecer del 11 de marzo de 1844, en La Fuente del Rodeo, a unos 20 kilómetros al este de Neiba, el Capitán Tavera, junto a sus tenientes Vicente Noble, Dionisio Reyes y Nicolás Mañón, se enfrentó a la avanzada haitiana de Brouard. A pesar de la inferioridad numérica, los dominicanos lograron imponerse, obteniendo así el primer triunfo militar del naciente Estado Dominicano.
Un testigo del combate, el teniente haitiano Dorvelás-Doval, escribió:
“…el 11, al alba, una columna de alrededor de doscientos hombres, caballería e infantería, armados con fusiles, lanzas y espadas, tomó posición y atacó nuestra avanzada al grito de ‘¡Viva la República Dominicana! ¡Dios, Patria y Libertad!’.”
A pesar de la victoria, el Capitán Tavera fue gravemente herido, por lo que Vicente Noble y Dionisio Reyes asumieron el mando.
El historiador José Gabriel García destacó la importancia de la batalla de la Fuente de Rodeo como el primer gran logro militar de la República Dominicana.
El contraataque haitiano y el camino a Azua
Tras la derrota en La Fuente de Rodeo, Brouard se retiró a Neiba y ordenó a los regimientos 20° y 21° avanzar rápidamente desde Las Barbacoas (actual Villa Jaragua) hasta Cabeza de Las Marías, donde el 13 de marzo derrotaron a las tropas de Vicente Noble y Dionisio Reyes, obligándolos a replegarse hasta el río Yaque del Sur.
Mientras tanto, el Presidente haitiano Charles Hérard ainé avanzó por Comendador y Las Matas de Farfán, ocupando San Juan de la Maguana el 16 de marzo tras un breve enfrentamiento con la avanzada del Comandante Luis Álvarez, quien se retiró a Azua para informar del avance enemigo.
Desde San Juan, Hérard envió órdenes al General Morisset para movilizar a todos los ciudadanos en su distrito y prepararlos para la ofensiva, sin saber que Morisset ya había capitulado en el Cibao el 6 de marzo, entregando el Fuerte San Luis ante el asedio de las tropas dominicanas.
El avance haitiano continuó y el 18 de marzo, Hérard llegó a Los Jobillos, donde fue contenido por las tropas del Teniente Coronel Lucas Díaz en el río Jura, a pocos kilómetros de Azua. Díaz cumplió con su misión retardatoria y se replegó, obligando a los haitianos a atrincherarse en la margen occidental del río.
El mismo 18 de marzo, en Las Hicoteas, un batallón capitaleño comandado por Manuel Mora, otro banilejo liderado por Manuel de Regla Mota, y la vanguardia de José María Cabral y Francisco Soñé, lograron derrotar a las tropas de Souffrant, impidiéndoles participar en la batalla del 19 de marzo.
El historiador haitiano Thomas Madiou escribió:
«El 21 llegó el General Souffrant a la cabeza de su columna, que tenía tres días de retardo a causa de las emboscadas que se había visto obligado a combatir, casi diariamente, desde su salida de Neiba».
Las tácticas de defensa elástica empleadas por el Coronel Antonio Duvergé en Azua resultaron clave para desgastar a las tropas haitianas. Gracias a estas maniobras, la columna de Souffrant y la retaguardia del General Riché llegaron demasiado tarde para apoyar la Batalla del 19 de marzo, lo que facilitó el triunfo dominicano en esa decisiva jornada.
Fuente: Historia Dominicana en Gráficas