Las mujeres empezaron a enseñar en las escuelas recién a fines del siglo XIX, lo que fue un gran cambio en el ámbito educativo. Sin embargo, tenían la obligación de firmar un contrato muy exigente.
Este es un acuerdo entre la señorita maestra y el Consejo de Educación de la Escuela, por el cual la señorita acuerda impartir clases durante un período de ocho meses a partir del 1.º de septiembre de 1923. El Consejo de Educación acuerda pagar a la señorita la cantidad de _ mensuales.
La señorita acuerda:
- No casarse. Este contrato queda automáticamente anulado y sin efecto si la maestra se casa.
- No andar en compañía de hombres.
- Estar en su casa entre las 6:00 de la tarde y las 6:00 de la mañana, a menos que sea atender en función escolar.
- No pasearse por las heladerías del centro de la ciudad.
- No abandonar la ciudad bajo ningún concepto sin permiso del presidente del Consejo de Delegados.
- No fumar cigarrillos. Este contrato quedará automáticamente anulado y sin efecto si se encontrara a la maestra fumando.
- No beber cerveza, vino o whisky. Este contrato quedará automáticamente anulado y sin efecto si se encontrara a la maestra bebiendo cerveza, vino o whisky.
- No viajar en coche o automóvil con ningún hombre excepto su hermano o su padre.
- No vestir ropas de colores brillantes.
- No teñirse el pelo.
- Usar al menos dos enaguas.
- No usar vestidos que queden a más de cinco centímetros por encima de los tobillos.
- Mantener limpia el aula:
a. Barrer el suelo al menos una vez al día.
b. Fregar el suelo del aula al menos una vez por semana con agua caliente.
c. Limpiar la pizarra al menos una vez al día.
d. Encender el fuego a las 7:00 de la mañana de modo que la habitación esté caliente a las 9:00 de la mañana cuando lleguen los niños. - No usar polvos faciales, no maquillarse ni pintarse los labios.
Publicado en el libro Mujeres forjadoras del pensamiento costarricense de la Dra. Grace Prada.