Descubre cómo los psicólogos educativos pueden transformar los centros escolares en espacios de sana convivencia, reduciendo la violencia y promoviendo un entorno seguro para estudiantes y docentes.
Por Marisol Ivonne Guzmán Cerda
Hace unos días, se viralizó un caso de maltrato verbal y físico de un estudiante hacia su maestro, en presencia de otros compañeros. Este hecho no solo indignó a quienes lo presenciaron, sino que también abrió la puerta a una reflexión urgente: ¿cuándo la escuela dejó de ser el segundo hogar más importante para estudiantes y docentes?
La violencia escolar como problema prioritario
La violencia escolar es uno de los principales retos que debemos abordar como sociedad. Más allá de señalar lo grave de la situación, es esencial intervenir de manera efectiva. Cuando una autoridad ejerce maltrato sobre alguien vulnerable, se denomina violencia descendente. Por el contrario, la violencia de estudiantes hacia docentes, conocida como violencia ascendente, era poco frecuente; sin embargo, hoy en día está en aumento, como lo evidenció el caso reciente en el municipio de Tenares.
Esta tendencia pone en evidencia la necesidad de revisar las prácticas pedagógicas y socioculturales en los centros educativos. Un ambiente donde los estudiantes no respetan las normas institucionales puede derivar en conductas agresivas, incluso en menores de edad.
Causas de la violencia en los centros educativos
Existen diversas teorías que explican el origen de la violencia escolar, entre las cuales destacan:
- Falta de disciplina efectiva.
- Problemas familiares.
- Presión de grupo.
- Estrés académico y problemas emocionales.
- Influencia de modelos negativos y redes sociales.
- Ausencia de liderazgo en el entorno escolar.
Estas causas subrayan la importancia de crear espacios de sana convivencia y empoderar a la comunidad educativa para afrontar estos desafíos.
El rol crucial de los psicólogos educativos
Los psicólogos educativos juegan un papel indispensable en la orientación de la comunidad escolar. Estos profesionales pueden aportar:
- Conocimientos teóricos y metodológicos para comprender y abordar los conflictos.
- Técnicas de intervención adaptadas a las necesidades académicas y socioemocionales de estudiantes y docentes.
- Asesoramiento en la toma de decisiones, promoviendo respuestas asertivas y autorreguladas.
Es fundamental que los psicólogos trabajen en conjunto con el equipo de gestión escolar para fomentar un ambiente educativo seguro y respetuoso.
Estrategias para reducir la violencia escolar
Se recomienda implementar programas que fortalezcan la convivencia escolar:
- Proyectos de psicoeducación continuos.
- Capacitaciones en resolución de conflictos para estudiantes y maestros.
- Charlas reflexivas y críticas que promuevan el respeto mutuo.
- Colaboración con padres y comunidades como aliados estratégicos.
Un psicólogo educativo también puede identificar patrones de conducta inapropiada y actuar de manera preventiva para evitar conflictos mayores.
Un llamado al cambio
La escuela debe volver a ser un lugar de seguridad y respeto, donde se trabaje por el bienestar común. A través de estrategias integrales, empoderamiento de los psicólogos y participación activa de la comunidad educativa, podemos transformar el sistema educativo y reducir los casos de violencia escolar.
Sobre la autora:
Marisol Ivonne Guzmán Cerda es educadora, terapeuta y decana de la Facultad de Humanidades y Educación de la UNPHU.
Fuente: listindiario.com
