Los mayas desarrollaron un sistema de numeración principalmente como una herramienta para medir el tiempo, en lugar de realizar cálculos matemáticos. Por esta razón, los números mayas están estrechamente relacionados con los días, meses y años, y con la manera en que organizaban su calendario.
El sistema de conteo maya se basaba en solo tres símbolos:
Un punto que representaba el valor de uno,
Una barra que representaba el valor de cinco,
Y una concha que simbolizaba el cero.
Estos tres símbolos se utilizaban en diversas combinaciones para llevar un registro de eventos pasados y futuros del calendario. Además, permitían que incluso las personas sin educación pudieran realizar cálculos simples y aplicarlos en su vida diaria, como en el comercio y el tráfico de mercancías.
El hecho de que los mayas comprendieran el valor del cero es notable, ya que muchas otras civilizaciones de la época no poseían este concepto. Los mayas empleaban un sistema vigesimal para sus cálculos, basado en 20 en lugar de 10. Esto significa que, en lugar de usar 1, 10, 100, 1000 y 10,000 como en nuestro sistema, ellos utilizaban 1, 20, 400, 8000 y 160,000.
Los números mayas, incluidas las fechas del calendario, se escribían de abajo hacia arriba, en lugar de horizontalmente. Por ejemplo, el tres se representaba con tres puntos en una fila horizontal; el doce con dos barras y dos puntos encima; y el diecinueve con tres barras y cuatro puntos sobre ellas. Los números mayores de diecinueve se representaban con la misma secuencia, pero se colocaba un punto sobre el número para cada grupo de veinte. Por ejemplo, el treinta y dos consistía en los símbolos del doce con un punto encima, representando un grupo adicional de veinte. Así, el sistema podía extenderse indefinidamente.
Los mayas consideraban ciertos números más importantes que otros. Uno de estos números especiales y casi sagrados era el veinte, ya que representaba el número de dedos de manos y pies con los que podía contar una persona. Otro número especial era el cinco, ya que representaba el número de dedos de una mano o un pie. El trece era simbólicamente significativo por ser el número de dioses mayas originales. Otro número sagrado era el cincuenta y dos, que representaba el número de años en un “paquete”, una unidad similar a nuestro siglo. El cuatrocientos también era un número muy significativo y tan sagrado como el número de dioses mayas de la noche.