A pesar de que estos hombres se agrupan bajo el concepto de piratería, existen diferencias suficientemente significativas.
Seguro que si hablamos de piratas, atribuimos en el mismo grupo a personas como William Walker, Bartolomeu Português, Henry Morgan, y Barbanegra. Sin embargo, no todos pertenecen al mismo grupo. De hecho, cada uno de ellos se dedicaba a algo diferente. Y es que, esto se trata de un error muy común ya que constantemente caemos en la confusión de confundir los términos “piratas”, “corsarios”, “filibusteros” y “bucaneros”. A pesar de que estos hombres se agrupan bajo el concepto de piratería, por ser todos ellos actos de bandolerismo y pillaje a bordo de un navío, existen diferencias significativas entre ellos como para poder distinguirlos.
Los piratas son individuos que participan en actos de piratería, es decir, roban, saquean y atacan barcos en altamar con fines lucrativos. La piratería es ilegal y considerada un delito internacional. Estos ataques no tenían detrás un significado nacional, ya que los piratas, procedieran de dónde procedieran, atacaban indiferentemente a cualquier navío que les pudiera dar beneficios en forma de riquezas de todo tipo. Los ejemplos más claros de piratas fueron Edward Teach Barbanegra, Calico Jack Rackham y Bartholomew Roberts Black Bart.
Por su parte, los corsarios eran marineros autorizados por un gobierno para atacar y saquear barcos enemigos durante conflictos bélicos, actuando como “piratas con licencia”. El grado de delincuencia fue y es motivo de controversia, ya que muchos los consideraban delincuentes y otros héroes nacionales. Estos operaban bajo patente de corso, lo que les otorgaba cierta legitimidad para saquear naves enemigas. Estos ataques, si bien en muchas ocasiones reportaban beneficios económicos, su único objetivo no era robar, sino también entorpecer las actividades comerciales que se realizaban en los territorios enemigos. Fueron corsarios hombres como Sir Francis Drake, Walter Raleigh o Henry Morgan.
Así los filibusteros eran piratas que operaban en el Caribe y las costas de América durante los siglos XVII y XVIII, principalmente. Estos hombres fueron los primeros en convertir la piratería en algo más que un delito, llegando a crear una sociedad filibustera en las costas de Santo Domingo y la Tortuga, llamada la Hermandad de la Costa. A menudo, estos filibusteros estaban vinculados a actividades de contrabando y ataques a colonias españolas. Seguramente, uno de los más conocidos fue William Walker.
Y por último, los bucaneros eran piratas que se dedicaban a la caza de ganado en las islas del Caribe. Después de ahumar la carne en parrillas llamadas “bucanes”, la vendían ilegalmente a los colonos y marinos. Estos bucaneros operaban en las islas del Caribe, especialmente en áreas como La Española (hoy República Dominicana y Haití), Jamaica y otras islas cercanas. A lo largo del tiempo, algunos de ellos se convirtieron en piratas, involucrándose en actividades ilegales como el saqueo de barcos y ataques a colonias españolas. Uno de los bucaneros más conocido es Bartolomeu Português.
En resumen, los cuatro términos se refieren a diferentes grupos de individuos involucrados en actividades marítimas, pero con matices históricos y legales que los distinguen. La piratería es ilegal y considerada un delito, mientras que los corsarios operaban con licencia y los filibusteros y bucaneros estaban más asociados con regiones y actividades específicas en la historia marítima.
Fuente: elespañol.com