Por: Aslyn Mota y Camila Martí
“La música es a la vida, lo que el oxígeno a los pulmones.”
La neurociencia ha revelado en los últimos años sorprendentes descubrimientos sobre los beneficios de la música en el desarrollo cognitivo de los niños y niñas. Estos hallazgos sugieren que la exposición temprana a la música puede tener un impacto profundo y duradero en múltiples habilidades.
Uno de los principales descubrimientos es que la práctica musical activa múltiples áreas del cerebro, incluyendo aquellas responsables de la coordinación, el procesamiento auditivo y el procesamiento emocional (Habibi et al., 2018). Esto indica que la música no solo estimula el desarrollo cognitivo, sino que también fortalece la conexión entre diferentes funciones cerebrales.
Varios estudios han demostrado que la práctica musical se asocia con un mayor coeficiente intelectual (CI) en niños. Por ejemplo, un estudio realizado por Schellenberg en el 2004, reveló que los niños que recibieron lecciones de música durante un año escolar mostraron un aumento significativo en su CI en comparación con un grupo control.
La música y el lenguaje comparten redes neuronales comunes en el cerebro, de acuerdo a Patel (2011). Investigaciones han encontrado que la educación musical mejora habilidades lingüísticas como la percepción del habla, la conciencia fonológica y el aprendizaje de vocabulario (Moreno et al., 2009; Degé y Schwarzer, 2011). Además, la música parece tener un efecto positivo en el desarrollo del lenguaje.
Los niños que estudian música muestran una mayor facilidad para procesar y comprender el lenguaje hablado, lo cual se relaciona con un mejor rendimiento académico, según Moreno y otros investigadores. Otros estudios, como el realizado por Hallam en el 2010, han demostrado que los niños que reciben entrenamiento musical desde una edad temprana muestran un mejor desempeño en pruebas de memoria, atención y habilidades matemáticas en comparación con sus pares que no han tenido esta exposición. Esto se debe a que la música mejora la función ejecutiva, es decir, la capacidad de planificar, organizar y controlar el comportamiento. Asimismo, Rauscher y otros autores demostraron en 1997 que la exposición a la música Mozart mejora el razonamiento espacial-temporal en niños pequeños.
Otro beneficio destacado es el impacto de la música en la creatividad y la resolución de problemas. Diversos estudios, en los cuales se incluye el realizado por Vaughn en el 2000, han demostrado que los niños que participan en actividades musicales tienden a tener un mayor nivel de pensamiento divergente, es decir, la capacidad de generar ideas originales y soluciones creativas. Estos hallazgos respaldan la importancia de incorporar la música en la educación y el desarrollo temprano de los niños y niñas. La exposición a la música puede ser una herramienta valiosa para potenciar habilidades cognitivas fundamentales.
Algunas curiosidades sobre la música
Una orquesta en formación
Imagina el cerebro de un niño como una orquesta en formación. Cada instrumento representa una habilidad diferente: lenguaje, matemáticas, creatividad. Ahora, ¿qué pasaría si hubiera una forma de hacer que todos estos instrumentos tocaran en perfecta armonía? La respuesta, según la ciencia, podría estar en la música.
La neurociencia moderna ha revelado una serie de hallazgos significativos sobre el impacto de la música en el desarrollo cognitivo infantil. Estos hallazgos no solo son sorprendentes, sino que podrían revolucionar la forma en que educamos a nuestros pequeños.
El cerebro como una sala de conciertos
Cuando un niño practica música, su cerebro se ilumina como una sala de conciertos en plena actuación. Múltiples áreas se activan simultáneamente, desde las responsables de la coordinación hasta las que procesan emociones. Es como si la música fuera un director de orquesta, dirigiendo una sinfonía de desarrollo neuronal.
El efecto Mozart… ¡y mucho más!
¿Recuerdan el famoso “efecto Mozart”? Pues bien, la ciencia ha ido mucho más allá. Estudios recientes han demostrado que la educación musical no solo mejora el razonamiento espacial-temporal, sino que también puede aumentar el coeficiente intelectual de los niños. ¡Imaginen poder darle a su hijo una ventaja cognitiva simplemente exponiéndolo a la música!
Hablando el idioma de la música
Pero esperen, hay más. La música y el lenguaje, al parecer, son primos hermanos en el cerebro. Los niños que estudian música muestran una sorprendente facilidad para procesar y comprender el lenguaje hablado. Es como si aprender música fuera aprender un segundo idioma que mejora el primero.
Matemáticas con ritmo
Y para aquellos padres preocupados por las matemáticas, tenemos buenas noticias. La música no solo mejora las habilidades lingüísticas, sino también las matemáticas. Los niños con formación musical tienden a destacar en pruebas de memoria, atención y habilidades numéricas. ¿Quién diría que tocar un instrumento podría ser la clave para dominar las tablas de multiplicar?
Creatividad desatada
Pero quizás lo más emocionante sea el impacto de la música en la creatividad. Los niños musicales tienden a ser pequeños genios del pensamiento divergente, capaces de generar ideas originales y soluciones creativas como verdaderos artistas del pensamiento.
La melodía del futuro
En un mundo cada vez más competitivo, dar a nuestros hijos todas las ventajas posibles es crucial. La música no es solo un pasatiempo agradable; es una inversión en el futuro cognitivo de nuestros pequeños. Así que la próxima vez que escuchen a su hijo tararear una canción o golpear rítmicamente la mesa, recuerden: esa podría ser la melodía de su futuro éxito.
II
Para este artículo se consultaron los siguientes textos: Habibi, A., Damasio, A., Ilari, B., Veiga, R., Joshi, A. A., Leahy, R. M., … & Damasio, H. (2018). Childhood music training induces change in micro and macroscopic brain structure: results from a longitudinal study. Cerebral Cortex, 28(12), 4336-4347. Hallam, S. (2010). The power of music: Its impact on the intellectual, social and personal development of children and young people. International Journal of Music Education, 28(3), 269-289. Linan, L. B. (2023, 10 enero). ¿Cómo influencia la música en el desarrollo cognitivo? Escola Salut SJD Moreno, S., Bialystok, E., Barac, R., Schellenberg, E. G., Cepeda, N. J., & Chau, T. (2011). Short-term music training enhances verbal intelligence and executive function. Psychological Science, 22(11), 1425-1433. MS, Baek SB, Sung YH, Kim CJ, Kim KH. Int Neurourol J. 2013 Sep;17(3):107-13. doi: 10.5213/inj.2013.17.3.107. Epub 2013 Sep 30. Neuroplasticity Changes of Rat Brain by Musical Stimuli during Fetal Period.Sheikhi S, Saboory E. Cell J. 2015 Winter;16(4):448-55. Epub 2015 Jan 13. Sarget Ros, Mª Ángeles (2003) La música en la educación infantil: estrategias cognitivo-musicales. Revista de la Facultad de Educación de Albacete, ISSN 0214-4824, Nº. 18, pág. 197 Exposure to music and noise during pregnancy influences neurogenesis and thickness in motor and somatosensory cortex of rat pups. Kim CH, Lee SC, Shin JW, Chung KJ, Lee SH, Shin Schellenberg, E. G. (2019). Music training and nonmusical abilities: Introduction. Music Perception, 36(4), 333-335. Schellenberg, E. G. (2004). Music lessons enhance IQ. Psychological science, 15(8), 511-514. Vaughn, K. (2000). Music and mathematics: Modest support for the oft-claimed relationship. Journal of Aesthetic Education, 34(3/4), 149-166. |