Este 16 de agosto el pueblo de República Dominicana celebra los 161 años del levantamiento popular conocido como Grito de Capotillo, a partir del cual comenzó la Guerra de Restauración.
Este enfrentamiento entre los dominicanos y la Colonia española transcurrió de 1863 a 1865 y ocurrió tras la recolonización del territorio dominicano por España, 17 años después de librar la batalla contra Haití y salir del yugo que mantuvieron por 22 años hasta que conquistaron su independencia en febrero de 1844.
Los nacionalistas dominicanos no vieron con buenos ojos ser gobernados de nuevo por un país extranjero, por eso lideraron un movimiento para retomar su soberanía.
Distintos sectores populares se movilizaron tras el liderazgo de varios dominicanos valerosos como fueron Santiago Rodríguez, José Antonio Salcedo, Gaspar Polanco y Gregorio Luperón.
Otros como Ulises Francisco Espaillat, Benigno Filomeno de Rojas, Benito Monción, Federico de Jesús García, José María Cabral, Lucas Evangelista de Peña, Máximo Grullón, Pedro Antonio Pimentel, Pedro Francisco Bonó y Ricardo Curiel también destacaron en su lucha. A continuación, algunas síntesis de sus biografías.
Santiago Rodríguez (1809-1879)
Santiago Rodríguez Masagó fue un hacendado y destacado militar dominicano nacido en 1810 en Fort Liberté. De él no abundan muchos datos, mas sí se conoce de su participación en la Guerra de la Restauración.
Creció con ideales nacionalistas, pese a que su madre era de origen haitiano y que durante su vida adulta sucedió la independencia de esta nación. Ocupó cargos importantes como el de alcalde constitucional de Sabaneta, durante la anexión española, pese a no estar de acuerdo con lo que sucedía.
Fue Santiago quien eligió el momento adecuado para iniciar la lucha y encabezó la primera revuelta de 1863 que, aunque no tuvo éxito, sirvió para llevar a cabo el proceso libertador. Pese a inicial la lucha de la restauración, no pudo continuarla hasta el final, pues murió en 1879.
José Antonio Salcedo (1816-1864)
José Antonio fue un político y militar nacido en Madrid, España en 1816 que ocupó la presidencia en el período de guerra que logró restaurar la República en la isla dominicana luego de la anexión a España.
Pese a nacer en España, residió luego en Cuba y durante la adolescencia la familia se tuvo que trasladar a Puerto Plata, por lo que vivió en República Dominicana desde joven. Participó activamente contra el ejército invasor en 1844 cuando la guerra de independencia contra la ocupación haitiana, lo que le valió su grado de comandante.
Fue encarcelado luego de la revolución de 1857 en cuando el movimiento popular sacó del poder a Buenaventura Báez. También fue perseguido judicialmente y apresado en el período de anexión. Con el estallido de la Guerra Restauradora, se unió a las tropas de Antonio Polanco que marchaban hacia Guayubín y Santiago.
Tras ser depuesto de su cargo de presidente, debido a supuesta debilidad frente al enemigo, fue acusado de antipatriotismo y ordenaron su destierro. Como no fue posible el destierro en Haití tuvo que esperar un proceso judicial que nunca llegó. La presidencia firmó una orden secreta de fusilamiento que se ejecutó el 5 de noviembre de 1864.
Gaspar Polanco (1816-1867)
Gaspar Polanco nació en Corral Viejo, en Gauyubín, y nunca asistió a una escuela, por lo que no pudo leer ni escribir. Participó en el proceso independentista dominicano, destacándose en las batallas de Jacuna, Sabana Larga y la de Talanquera, logrando el grado de coronel de caballería.
Durante la anexión en 1961, Polanco apoyó la misma, pero al estallar la restauración, se unió junto al pueblo para combatir a los españoles. En esta guerra se distinguió como una de las principales figuras, tanto que dirigió la batalla en Puerto Plata y derrotó a los colonos.
Firmó el Acta de Independencia de septiembre de 1863 y ocupó la Presidencia de la República el 10 de octubre de 1864, pero lo derrocaron el 24 de enero del año siguiente. Es una figura vilipendiada en la historia, pues se le acusó de haber fusilado al general Pepillo Salcedo en 1864.
Gaspar Polanco y Borbón falleció en la ciudad de La Vega, el 28 de noviembre de 1867. Sus restos se encuentran en el Panteón Nacional, a donde fueron llevados en el año 1974.