Elizahenna Del Jesús
Plan LEA presenta una nueva serie llamada “Padre y docente” para reconocer a hombres que cumplen el doble papel de padres y educadores. A través de estas historias, conoceremos a maestros dedicados que dan forma al futuro en las aulas y en sus hogares.
Darwin Barreras es uno de los protagonistas de esta serie. Con 15 años de experiencia en educación, Barreras actualmente dirige el Liceo Josefa Perdomo, perteneciente al Distrito Educativo 1006, Santo Domingo Este, donde aplica su experiencia en matemáticas, física y gestión. A lo largo de su carrera, ha encontrado formas de combinar su labor educativa con su vida familiar.
“Organizar bien el tiempo es clave”, comenta Barreras. “Así puedo dedicarme por completo a mis alumnos y a mis hijos cuando estoy con ellos”. Barreras, quien ha centrado su carrera en la educación media, ha logrado equilibrar con éxito sus responsabilidades como educador y padre. Su enfoque en la planificación cuidadosa y la gestión efectiva del tiempo le ha permitido dedicar atención de calidad tanto a sus estudiantes como a sus hijos. Esta habilidad para manejar múltiples roles es fundamental en un mundo donde la conciliación entre trabajo y familia es cada vez más valorada.
Una de las claves del éxito de Barreras radica en la aplicación de habilidades docentes en la crianza de sus hijos. La paciencia, la comunicación efectiva y la capacidad de explicar conceptos complejos de manera sencilla son herramientas que ha trasladado del aula al hogar. Además, su enfoque en la motivación y el estímulo positivo ha fomentado un amor genuino por el aprendizaje en sus hijos, demostrando cómo las técnicas pedagógicas pueden enriquecer la vida familiar. “Uso la paciencia y la motivación positiva para fomentar el amor por aprender en mis hijos”, explica.
La comunicación efectiva es otro pilar en la filosofía de Barreras. Utiliza estrategias como la escucha activa y el diálogo abierto, no solo con sus estudiantes sino también con sus hijos. Este enfoque ha sido crucial para mantener una conexión profunda y fomentar un ambiente de confianza y apoyo mutuo.
Sin embargo, Barreras reconoce que el camino no ha estado exento de desafíos. Mantener un equilibrio entre las demandas laborales y las necesidades familiares requiere un esfuerzo constante. “A veces estoy cansado, pero busco soluciones creativas para equilibrar el trabajo y la familia”, dice. A pesar del cansancio y el estrés ocasionales, su actitud positiva y búsqueda de soluciones creativas le han permitido superar estos obstáculos.
Un aspecto particularmente interesante de la experiencia de Barreras es cómo aprovecha su conocimiento como educador para apoyar el desarrollo académico de sus hijos. “Ser padre me ayuda a entender mejor a mis alumnos, y ser maestro me permite guiar mejor el aprendizaje de mis hijos”, reflexiona Barreras. Establece expectativas desafiantes pero alcanzables, creando un ambiente que fomenta el esfuerzo y el aprendizaje sin imponer una presión excesiva. Este enfoque equilibrado es un ejemplo valioso para otros padres que buscan involucrarse en la educación de sus hijos.
La experiencia de Barreras ofrece lecciones valiosas para otros padres y educadores. Recomienda una participación activa en las actividades escolares, la creación de un ambiente de estudio propicio en casa y una comunicación regular con los profesores. Su enfoque subraya la importancia de mostrar un interés genuino en el aprendizaje de los niños y proporcionar el apoyo necesario para que alcancen su máximo potencial.
Quizás lo más impactante de la historia de Barreras es cómo su experiencia dual ha profundizado su comprensión de la paciencia y la empatía. Estos valores, fundamentales tanto en la docencia como en la paternidad, le han permitido crear relaciones saludables y efectivas en ambos ámbitos de su vida.
La sinergia entre su rol como padre y como docente ha enriquecido ambas facetas de su vida. Como padre, ha ganado una comprensión más profunda de las dinámicas familiares y las necesidades individuales de sus estudiantes. Como docente, ha podido estructurar mejor el aprendizaje en casa y fomentar una actitud positiva hacia la educación en sus hijos.
Darwin Barreras representa un ejemplo inspirador de cómo la educación puede trascender las paredes del aula y transformar vidas. Su dedicación a contribuir al desarrollo personal y profesional de jóvenes de escasos recursos, que hoy son ejemplos para la sociedad, es un testimonio del poder transformador de la educación.
Darwin Barreras es un ejemplo de cómo la integración de roles aparentemente distintos puede llevar a una comprensión más profunda y enriquecedora de la educación y la crianza. Su experiencia nos recuerda que, en el corazón de la educación, ya sea en el aula o en el hogar, se encuentra el compromiso con el crecimiento y el desarrollo de las personas jóvenes, un compromiso que puede tener un impacto duradero en la sociedad.
