Se conoce como cultura maya o civilización maya a un conjunto de poblaciones indígenas que habitaron parte de Mesoamérica, concretamente el sur de México (la península de Yucatán y partes de Chiapas y Tabasco) y el norte de América Central. La civilización maya se desarrolló desde el período Preclásico (2000 a. C.-250 d. C.) hasta el período Posclásico (900-1524 d. C.), cuando se inició la conquista española de la región. Su época de esplendor fue durante el período Clásico (250-900 d. C.).
Fue una de las civilizaciones más destacadas de la América prehispánica. Dejó tras de sí un conjunto importante de restos arquitectónicos y un legado cultural que inspiró a las culturas posteriores. Actualmente, continúan viviendo poblaciones de origen maya en la región.
Los mayas son conocidos por distintos aspectos de su cultura. Por ejemplo, inventaron el único sistema completo de escritura de América precolombina, que permitía pasar por escrito todo su lenguaje hablado, y desarrollaron un conocimiento sofisticado en arte, arquitectura, matemática y astronomía. Entre otras cosas, se les atribuye la invención del cero. También practicaban la guerra y el sacrificio humano.
Durante su época de esplendor, fueron una cultura dominante en toda la región. Los mayas controlaron gran parte del territorio del sur de México y el norte de América Central, y mantuvieron dinámicas relaciones de intercambio con otras culturas vecinas, como los olmecas, los teotihuacanos y los mixtecos.
PUNTOS CLAVE
- La cultura maya se desarrolló en el sudeste de México (especialmente en la península de Yucatán) y en el norte de América Central.
- Su época de esplendor fue entre los años 250 y 900 d. C., cuando se construyeron grandes ciudades como Chichen Itzá y Uxmal.
- Se destacó por su arquitectura, su sistema de escritura, sus conocimientos en astronomía y matemáticas, y su calendario.
- No conformó un reino unificado sino una multiplicidad de Estados que comerciaban y combatían entre sí.
Ubicación geográfica de los mayas
La cultura maya se desarrolló en Mesoamérica, una de las seis regiones del mundo en las que surgieron sociedades estatales y urbanas de manera independiente. La región mesoamericana se extiende desde el actual centro de México hasta América Central.
Los mayas llegaron a abarcar el sudeste de México (la península de Yucatán y partes de los estados de Chiapas y Tabasco), Guatemala, Belice y la región occidental de El Salvador y Honduras. Por lo tanto, habitaron las tierras altas de clima templado y las tierras bajas de clima tropical, y tuvieron contacto con el golfo de México, el litoral caribeño y el océano Pacífico.
Controlaron aproximadamente un tercio de la extensión total de Mesoamérica pero no conformaron un gran imperio, sino que se organizaron en diversas jefaturas y Estados que competían entre sí.
Historia de la cultura maya
La historia de la antigua cultura maya tuvo una duración de casi 3500 años. Los primeros pueblos agrícolas mayas surgieron hace casi 4000 años y su declive como cultura independiente ocurrió a comienzos del siglo XVI con la llegada de los conquistadores europeos, si bien el colapso de las grandes ciudades mayas se produjo varios siglos antes.
La historia maya se suele organizar en tres períodos:
- Período Preclásico (2000 a. C. a 250 d. C.). En esta etapa surgieron los primeros asentamientos mayas a lo largo de la franja del Pacífico y luego del Atlántico. Lentamente estos se convirtieron en las primeras ciudades de la región: Nakbé, Tikal, Dzibilchaltún, El Mirador, Kaminaljuyú, entre otras. Este período se divide en tres subperíodos: Preclásico temprano (2000-1000 a. C.), Preclásico medio (1000-350 a. C.) y Preclásico tardío (350 a. C.-250 d. C.). En este último se produjo el primer florecimiento cultural de los mayas, y hacia el siglo I d. C. su primer colapso. Muchas de sus grandes ciudades fueron entonces abandonadas, por motivos hasta hoy desconocidos.
- Período Clásico (250 a 900 d. C.). En este período se produjo un renacimiento de la cultura maya. Fue una época de esplendor en la que surgieron grandes centros ceremoniales, como Chichen Itzá y Uxmal, y adquirió gran importancia la ciudad de Tikal. Fue también un período de grandes guerras entre las ciudades mayas, que provocaron el ascenso y la caída de diversas dinastías gobernantes. Con el tiempo, la guerra y otros factores condujeron a un nuevo colapso político, que supuso el abandono de las ciudades en favor de las zonas rurales y una concentración de la actividad en el norte de la península de Yucatán. Este período se divide a su vez en tres subperíodos: Clásico temprano (250-550 d. C.), Clásico tardío (550-830 d. C.) y Clásico terminal (830-900 d. C.).
- Período Posclásico (900 a 1524 d. C.). La cultura maya perduró luego de la caída de las grandes ciudades, especialmente en territorios elevados o cerca de fuentes de agua, donde se organizaron Estados mayas. Algunas ciudades abandonadas fueron ocupadas por poblaciones toltecas. Cuando llegaron los conquistadores españoles, en el norte de Yucatán existían dieciséis Estados mayas, debilitados por sus luchas internas pero difíciles de conquistar. La conquista comenzó en 1524 y el último Estado maya independiente cayó ante los españoles en 1697.
Características de la cultura maya
Como muchas otras civilizaciones humanas, la cultura maya surgió a partir del abandono del nomadismo y el desarrollo de la agricultura, cuyos productos, maíz, frijoles, calabaza y chile, constituyeron durante siglos el fundamento de la dieta maya.
Las primeras ciudades surgieron alrededor del año 750 a. C., y hacia el 400 a. C. ya habían alcanzado proporciones arquitectónicas monumentales, especialmente en sus grandes templos y centros ceremoniales. Durante sus épocas de esplendor, especialmente en el período Clásico, las ciudades mayas abarcaron enormes áreas de influencia y se conectaban entre sí mediante complejas redes de comercio.
Sus formas artísticas fueron sofisticadas y dejaron rastros duraderos. Los mayas usaban el jade, la madera, la obsidiana, la cerámica y la piedra tallada. También se destacaron por sus pinturas murales.
Los mayas hablaban diversas lenguas que derivaban del protomaya ancestral. Las distintas lenguas mayas se correspondían con los distintos reinos o regiones, como las lenguas huastecana, quicheana, mameana, entre otras. La mayoría de los textos mayas provenientes del periodo Clásico están escritos en idioma choltí clásico (también llamado maya clásico).
Religión de los mayas
La religión de los mayas compartió muchos elementos con el resto de Mesoamérica. Los mayas creían en un plano espiritual habitado por deidades poderosas, como el dios serpiente Kukulcán o el dios del cielo Itzamná. Para obtener el favor divino, debían apaciguar a sus dioses mediante prácticas rituales, como sacrificios humanos y ofrendas ceremoniales.
Los antepasados difuntos y los chamanes servían de intermediarios ante los dioses y las fuerzas sobrenaturales. Por esta razón, los mayas enterraban a sus muertos debajo de sus casas con las correspondientes ofrendas, acordes a su estatus social.
La cosmovisión maya era muy elaborada: contemplaba trece niveles en el cielo y nueve en el inframundo, y entre los dos se hallaba el mundo de los vivos. A su vez, cada nivel constaba de cuatro puntos cardinales, cada uno asociado a un color y a distintos aspectos de las deidades principales. Algunos mitos de los antiguos mayas fueron incluidos en un libro de la época colonial llamado Popol Vuh, que recopila tradiciones de los pueblos mayas quiché.
La religión era controlada por los sacerdotes, un grupo cerrado cuyos miembros formaban parte de la élite de la sociedad. Durante el período Clásico, los gobernantes mayas eran también sumos sacerdotes y se los consideraba descendientes de los dioses.
Economía maya
La base del sustento maya era la agricultura, especialmente el maíz, los frijoles, la calabaza y el chile. Sin embargo, el comercio con otros pueblos también jugó un rol fundamental en su civilización. Las ciudades más grandes e importantes controlaban el acceso a recursos clave, como las minas de obsidiana, las fuentes de sal e incluso el tráfico de esclavos.
Los mayas de Tabasco construyeron una extensa red de intercambio fluvial, que hizo de ellos los más grandes comerciantes de la región. Elementos de típica factura maya pudieron encontrarse en ciudades lejanas de Honduras y Nicaragua, lo que sugiere que existieron relaciones comerciales de larga distancia.
Organización social y política de la cultura maya
La sociedad maya se dividía entre una élite dominante y una mayoría de plebeyos. Este orden se sostenía mediante la fuerza militar y la tradición religiosa. De todos modos, el crecimiento sostenido de los Estados mayas propició la aparición de sectores sociales más complejos.
Se distinguía entre el gobernante, su corte y los nobles (que podían ser altos funcionarios, sacerdotes y guerreros), y un amplio sector de súbditos que incluía a sacerdotes y funcionarios de bajo rango, soldados, artesanos, comerciantes, campesinos (que además de trabajar la tierra debían disponer su mano de obra para las construcciones públicas) y sirvientes. La base de la pirámide social la conformaban los esclavos, capturados en las guerras.
A diferencia de los aztecas o los incas, los mayas no conformaron un sistema político centralizado, es decir, un Estado o reino único. En su lugar, convivían diversos Estados y cacicazgos que en ocasiones alcanzaban un dominio regional temporario y que solían estar en conflicto entre sí.
Sin embargo, sus gobiernos consistían siempre en variantes de una misma forma de monarquía teocrática, es decir, de un orden estatal en el que el rey era considerado descendiente de los dioses o impuesto por voluntad divina. La posición del rey era hereditaria, pero las intrigas y conflictos entre linajes eran un asunto frecuente.
Además, los mayas fueron una sociedad muy guerrera y protagonizaron numerosos conflictos políticos y militares a lo largo de su historia, en gran medida debido a su competencia por la predominancia regional.
La cultura bélica era central en la concepción del mundo de los mayas:la humillación y el sacrificio de los guerreros vencidos eran prácticas comunes. Las armas que más utilizaron fueron las cerbatanas, las espadas con bordes de obsidiana y sobre todo los átlatl, un tipo de propulsor de lanzas.
Vestimenta maya
El vestuario maya era realizado predominantemente con algodón. Las mujeres usaban telas largas, como faldas y huipiles. Por su parte, los hombres llevaban una prenda similar a un taparrabos llamado “pati”, que dejaba el torso descubierto, aunque algunos podían usar también mantos.
Los nobles adornaban sus atuendos con bordados de piedras y plumas vistosas. Además, llevaban tocados, fajas, cinturones y otros aditamentos lujosos que servían para diferenciarlos de las clases sociales inferiores.
Arquitectura maya
Los mayas dejaron tras de sí una importante obra arquitectónica, de las más grandes del mundo antiguo. Construyeron palacios, templos piramidales, espacios ceremoniales y campos de juego de pelota. Además, desarrollaron estructuras alineadas expresamente para la observación astronómica.
Sin embargo, en sus ciudades no había una planificación urbana formal. Las poblaciones crecían desde el interior hacia el exterior, y los edificios se iban agregando irregularmente. En el centro de las ciudades se hallaban los edificios administrativos y ceremoniales, rodeados de edificaciones residenciales.
Los constructores mayas empleaban tecnología neolítica, es decir, herramientas de piedra (principalmente sílex y obsidiana). Edificaban con piedra y materiales perecederos (como la madera) y, a través de técnicas de mampostería, podían aprovechar los recursos disponibles a su alrededor. Una de sus innovaciones fue el arco con ménsulas.
Escritura maya
La escritura maya fue un sistema completo de escritura jeroglífica, el único de la América precolombina que tenía la capacidad de pasar por escrito todo el lenguaje hablado. Sus primeros indicios se dataron en el siglo II a. C., pero la evidencia más importante comenzó a aparecer entre los siglos I y II d. C. en la región del altiplano del sur de la actual Guatemala y en el siglo III d. C. en las tierras bajas del centro de la península de Yucatán.
Esta escritura es semejante a la escritura epiolmeca o ístmica que se documentó en el área del istmo de Tehuantepec y que consiste en logogramas y signos silábicos, por lo que es posible que surgieran en paralelo. Los mayas empleaban este sistema de escritura sobre vasijas, murales y estelas para fines prácticos, religiosos, calendáricos y políticos.
Junto al sistema de escritura se desarrolló el calendario maya, basado en los conocimientos astronómicos y matemáticos de estos pueblos. Era más sofisticado que los calendarios de otras culturas anteriores, en los que seguramente se inspiraron, y consistía en tres calendarios: un calendario solar de 365 días, un calendario sagrado de 260 días y un calendario de cómputo largo que permitía ubicar eventos históricos en una escala de tiempo más extensa.
Astronomía en la cultura maya
Un importante legado maya fueron los registros en torno a sus observaciones astronómicas del Sol, la Luna, las estrellas, Venus y otros planetas.
Según su creencia, del cielo podían obtenerse herramientas adivinatorias. Es decir, los sacerdotes contemplaban los ciclos astronómicos pasados y los vinculaban con eventos que podrían repetirse, por lo que formulaban profecías.
A pesar de que no tenían una intención científica moderna, los mayas lograron medir el ciclo de Venus de 584 días con un margen de error de apenas dos horas, dado que tenían también un notable conocimiento de matemáticas.
Fuente: https://concepto.de/